Partida Rol por web

Tenían que registrarlo todo, así que lo mismo daba comenzar por un lugar u otro. Shiki fue práctico y contesto a Rokumaru.

-Rokumaru-sama, pienso que podemos ir al laboratorio, de forma que dispondremos de luz, y ayudaremos a ver lo que allí haya podido suceder. Luego continuaremos por el resto de la planta.- Y se dispuso a ir al laboratorio y buscar algún indicio de lo ocurrido, cada vez más seguro de que aquel palacio había jugado un papel importante en los trágicos sucesos de aquella tarde. 

Asiento a lo que ha dicho Sempai -Shiba

"Así se hará"
En esta ocasion, seremos nosotros quienes no vamos a dejar que los crimenes insulten el honor de esta hermosa tierra

El Agasha se asomó, corriendo por un pasillo lateral y wakizashi en mano, pensando que algo estaba persiguiendo a sus compañeros. No era del todo falso, aunque no era para nada lo que esperaba.

—Nanako-san—llamó su atención— el honor de un samurai no depende solo de sus acciones. La paciencia es una gran virtud—explicó, agachándose para que sus ojos estuvieran a la misma altura—. Entiendo cómo te sientes, pero si te hemos indicado que te quedaras, resulta una falta de respeto tanto que no sigas las indicaciones de tus mayores, como que hayas puesto en duda nuestro juicio—Heihachi, nuevamente, recurría a aquel tono relajado y didáctico, aún cuando afuera llovía y tronaba. No trataba de hacer sentir mal a la niña, pero era importarle explicitar cuales habían sido sus errores. No quiso preguntarle de dónde había sacado las armas, ya se podría lidiar con eso más tarde.

El shujenga se incorporó y miró al resto del grupo.

—Pero ya está aquí... ¿La enviamos de vuelta con Ando, o la dejamos quedarse?

Mirumoto Takao iba a continuar su camino hacía la casa de Damachi tras despedirse del ronin Shingen, cuando oyó que le llamaban a su espalda. Desde la entrada de la mansión abandonada había salido Shiba Shiki, que le hacía señas para que se acercara.

Takao se giró al oír su nombre. Que extraño. Solo Shiba-san se asomaba del palacio abandonado. Me acerqué presto a su llamada. ¿Tal vez necesitaran ayuda?

- Shiba-san, pensé que ya habrían concluido su investigación el lugar. ¿En qué puedo ayudarles? – se ofreció humildemente esperando las explicaciones e indicaciones del bushi.

-Mirumoto-san, Fénix-san, creo tener al culpable identificado. Vengan con nosotros, por favor, les explicaré en el camino. Igualmente, espero que puedan ofrecer mayor explicación a qué "algo" se refieren.

Dijo esto con tono de urgencia, deteniéndose un segundo a decir esto antes de retomar camino rumbo al teatro, concretamente en busca de la carreta y tiendas que alojarían a los artistas.

Al fin logro llamar la atención de Takao, que vino hacia el exterior de la mansión aparándose de aquel torrente de gente que había tan temprano en la aldea. Pero antes de que pudiese preguntarle que es lo que estaba pasando, Nadeshiko intervino para comentarnos que ya sabían quien era el responsable del crimen.

-Esa es una buena noticia Nadeshiko-sama. Yo he salido al ver tanta gente y tan alterada en la aldea, a tan temprana hora. Y era para preguntarte Takao-san si sabía que era lo que estaba pasando.- A el no le parecía que aquellas gentes se estuviesen comportando de una manera normal, tantos en la calle y agitados, daba la impresión de que algo más había ocurrido aquella noche o bien temprano en la aldea. Y era mejor saber de que se trataba cuanto antes. 

Y no olvido aportar: -Hemos encontrado una puerta sellada en el sótano, algo o alguien esta o estaba allí encerrado. Pero no hemos tratado de abrirla, hemos subido al escuchar la multitud de la calle.- 

Impulsados por la convicción de Nadeshiko, los seis samuráis se dirigieron hacía el descampado donde los artistas habían montado su función. De camino, los heimin se apartaban al paso del grupo apresuradamente, el nerviosismo de la multitud se podía sentir en el ambiente. Caras agobiadas, cuerpos sudorosos, y expresiones de preocupación acompañaron los escasos minutos que tardaron en llegar a la esplanada, a las afueras de la aldea. El dejar atrás a la muchedumbre fue de agradecer para los sentidos, el que la obra se hubiera representado en la salida norte de la aldea hacía que ahora estuviera practícamente desierta, ya que para viajar hacía tierras fénix o dragón se necesitarían papeles de viaje, y obviamente ningún heimin los tendría.

Cuando llegaron a la zona donde fue la función vieron que los artistas ambulantes ya estaban preparados para partir, todo estaba recogido en sus tres coloridos carros, que además estaban puestos en fila preparados para partir. Os llama la atención que estén intentando salir por la ruta del norte, que lleva a tierras Fénix, en vez de la carretera del sur a Tsuma, siendo una compañia teatral grulla. Según os acercáis veis que hay tres personas que no están en los carros, si no delante de ellos. El trío está discutiendo, una hermosa joven de pelo blanco, vestida con un precioso kimono azul, esta encarada con uno de los hombres de Ando, que responde negando a los argumentos de la joven. Un hombre de unos cuarenta años, que a todas luces es un ronin, ya que lleva daisho pero carece de cualquier mon de clan o familiar en sus ropajes, esta colocado un par de pasos detrás de la joven.

Parece que finalmente el hombre de Ando se va a apartar del camino de la caravana cuando llegáis.

No sabía a que se refería Nadeshiko, pero confiaba en que hubiera encontrado algo de utilidad y que se lo explicara por el camino. Por su parte, Takao explicó a Shiki lo poco que sabía.

- Corre la noticia de que Doji Satsume, el Campeón Esmeralda, se halla en Tsuma y que pueda decidir venir personalmente a comprobar que ha ocurrido. Por eso los heimin y los ronin están muy nerviosos, pues la fama de sus edictos es bien conocida. – explicó brevemente sin entrar a valor dicha fama ni los propios edictos, pues a él no le correspondía.

Al llegar al descampado no aminoró la marcha, avanzando directamente hasta la pareja que discutía.

- Buenos días. ¿Puedo serles de ayuda? – dijo dirigiéndose en especial al hombre de Ando, que seguramente era quien estaba en contra de que se marcharan. Al menos esperaba que eso diera tiempo a sus otros compañeros a comprobar o hacer otras cosas si querían mientras él atraía la atención sobre si mismo.

De alguna forma, algo en el primer piso de la mansión había sido suficiente como para indicar a Nadeshiko la identidad del asesino. Y fueron rápido hacia las afueras de la aldea, donde una compañía de teatro tenía sus carros. 

Por el camino siguieron viendo a los alterados habitantes de la aldea. Y Takao pudo explicarles que aquel comportamiento era debido a que sabían de la presencia en Tsuma de Doji Satsume, y que este podría venir a la aldea.

Una vez en el descampado vieron a un hombre de Ando discutiendo con una preciosa joven, posiblemente no quería que abandonasen la aldea, no hasta que hubiesen encontrado al asesino o asesinos. Llegaron justo a tiempo, ya que estaba a punto de dejarles partir.

-¡Buenos días! Como ya les hablan indicado, de momento no se puede abandonar la aldea. Espero que esto no les ocasione demasiadas molestias.- No pudo dejar de fijarse en que el hombre tras la joven, tenía pinta de ser un ronin. Era posible que se opusieran a quedarse, y con esa premisa actuó, listo para defenderse ante el menor signo de amenaza. La situación podría ponerse muy tensa en unos instantes, dependería de las intenciones del grupo de teatro, en el que era posible que estuviese el asesino. 

Takao se volvió de súbito a sus compañeros; su cara estaba transmutada por el reconocimiento, la sorpresa y la preocupación.

- ¡Proteged a Nanako! – dijo a sus compañeros – El ronin y la Kakita la han reconocido, y ella a ellos. El ronin ha dado una orden a los heimin. ¡Van a atacar! – les advirtió antes de tomar una posición de defensa y dirigirse a la carrera hasta la amenaza más cercana, los heimin en la carreta, que además podían tener arcos que alcanzasen a Nanako sin necesidad de acercarse.

- ¡Deponed las armas y seréis tratados con honor! ¡Ahorrad un derramamiento de sangre! – gritó tanto a los samuráis como a los heimin, sin pararse en su carrera para interponerse entre Nanako y la amenaza.  Nadeshiko había acertado. Solo gracias a ella habían evitado que el culpable escapara, aunque ahora tendrían que impedírselo ahora con las armas.

Hochiu se había percatado de lo mismo que su colega Dragón. Sin embargo, en lugar de correr hacia los heimin, corrió hacia la niña para interponerse entre ella y los atacantes mientras desenvainaba su katana.

Cuando iba a alertar de que el ronin y la que parecía ser líder del grupo de teatro habían reconocido a Nanako, Takao se le adelanto.

Y mientras sacaba sus armas y se disponía para el combate, alerto al resto.

-Tened también cuidado con los hombres de las carretas, algunos se están armando.- Y luego con las armas preparadas, se dirigió a la que parecía ser la líder y al ronin.

-¡Deponed las armas! Y como os acaban de decir seréis tratados con honor.- Aunque en aquellos momentos todo apuntaba a la inminencia de un inevitable combate. Y el estaba listo para responder con presteza y determinación. 

-Hochiu-san y yo encontramos de casualidad a esta artista Kakita de camino, el los primeros momentos al estar acercándonos me dio la impresión de que estaba siendo un poco demasiado cercana con sus acompañantes heimin, quizá comiendo con ellos incluso.

Fue explicando esto, entre los pasos apresurados, recapitulando todo para unir las piezas con todos e informar a los ausentes de esto o aquello.

-La compañía fue agradable y esperaba con ansias compartir algo más eventualmente, así que imagine que podría ver la obra con la que mencionó esperaba alegrar el pueblo. Esto en su momento no se vio extraño, pero si luego de ver su obra que era una representación bastante detallada de cuando Damachi-sama lidió con dos magos de sangre y un oni si mal no recuerdo. Estos recurrieron a esa magia para tratar de sanar a alguien...concretamente a la madre de Nanako. Ella confirmó luego toda esta relación, aunque viendo su reacción a la obra lo intuía. Pero confirmar es importante, y por eso mantuve mis sospechas hasta confirmar luego de que sucedió lo que sucedió.

Miró momentáneamente a la niña manteniéndose pendiente de su estado.

-Las pruebas que hemos ido encontrando señalaban a un samurai grulla con aprecio por la ironía y el arte, y sobre todo aprecio por los Asahina muertos en el palacio abandonado, antiguo hogar de la familia de Damachi-sama. Encontré trozos de una muy bella vasija de sake como ofrenda en las tumbas que tienen estos Asahina en el patio. Hochiu mas temprano encontró un trozo de tela bastante fino, pero no en color celeste o azul, seguramente la asesina tuvo recaudo en usar otros colores. De ahí, el castillo proveyó pistas muy valiosas, el origami y posible nemuranai menor con el haiku de venganza, el libro de artes secretas Asahina...sin embargo, la pista más importante estuvo en el segundo piso, la encontró Agasha-san. Un cuadro de uno de los yojimbos de la prima de Nanako, Asahina Kiriko. Es uno de los hombres que acompañaba a la artista en la mañana, Kakita Mayumi. Nanako fue clave en darnos información sobre su prima, una talentosa shugenja de aire con afición por el teatro y el origami...y alguien que vivió aquí también, podrían decir una "antigua amiga" para los kamis de aire locales y alguien capaz de pedirles silencio.

Nadeshiko suspiró, pesarosa.

El cuadro, detrás, tenía escritas unas pocas palabras donde lamentaba que no se pudiera tener venganza junto a otros valores como el honor. No hay duda de que es ella y aprovechó que castillo abandonado para prepararse, estén en guardia. Incidentalmente, pero esto ya no tiene tantas pruebas más que mis suposiciones, creo que pudo haber conseguido el veneno del Shosuro de la posada. Este estaba tratando de negociar algo con el Mirumoto, pero...no estoy segura de que. Pero por su lenguaje corporal me dio la impresión de que era algo ilegal. Sin embargo, esto es menor ahora. ¡Debemos alcanzar la compañía de teatro!

...

Una cosa más...

...¿que estaría en el sótano que necesitara ser sellado? El oni de la historia...no, no, ese fue muerto según el relato. Hm...bien, de todas formas podemos investigarlo luego.

Nadeshiko llegó algo agitada, pero aún en buena energía. Después de todo, a diferencia de los varios bushi del grupo, e incluso de los shugenja, era una dama joven de corte que no había puesto hincapié en entrenar su físico.

Sin embargo, traía el arco ya con cuerda, así que mínimamente sabía usar esto.

Percibió lo que iba a suceder, como varios otros, y habló suave a Nanako.

-Has ayudado inmensamente, Nanako-san, pero ahora debes obedecer: aléjate con Tsukio-san, debes mantenerte segura para que podamos lidiar con el arresto.

Levantó entonces la vista.

-Es una pena, Mayumi-san...realmente quería estar equivocada, hubiese amado tomar té nuevamente. Hochiu-san, en guardia. Kakita Mayumi es en realidad Asahina Kiriko, sobrina de Damachi-sama y su asesina, ayudada por toda su compañía muy probablemente. Tenemos pruebas conclusivas y no hay lugar a duda...oh, creo que ellos lo saben también lo que está por acntecer.

Su vista fue momentáneamente al buscar apresurado de lo que imaginaba eran armas.

-El primer Asahina juró no dañar a otros con sus talentos...es triste pensar que las usaste para algo así. Supongo que no consideran entregarse pacíficamente. Creo entender que decidiste descartar todo honor por tu venganza. ¿Valió la pena? -le dio una sola vuelta entre sus dedos a una flecha corta-carne que sacó del carcaj al instante.

Heihachi había escuchado toda la explicación de Nadeshiko, asintiendo con la cabeza al recorrer punto por punto. De la mayor parte de los hechos apenas se iba enterando ahora.

La belleza de la grulla le había hecho esperar de ella a una actriz capaz de unir halagos e insultos tan sutilmente que fueran indistinguibles, pero ahora demostraba tener una mente sagaz. Probablemente más que la de sí mismo. Tendré que mejorar para poder servir mejor al clan en el futuro... pensó algo avergonzado, tomando nota de lo que en realidad ya sabía, las apariencias eran engañosas.

Al alcanzar la caravana, Heihachi también se percató del movimiento extraño en el carro pero no dijo nada, sus compañeros habían sido más que vocales con el asunto.

Viendo la tensión del ambiente crecer, el Agasha se limitó a respirar profundo y vaciar su mente de cualquier emoción, temor e idea que fuera más allá de los próximos instantes, no podía permitir que la sensación del peligro perjudicara su efectividad en los segundos siguientes.