Partida Rol por web

Estiré mis manos, tomé dos chupitos y puse uno en cada mano de Rose. Luego repetí la operación y dejé servido a Vasiliev. Por último, tomé dos chupitos para mí mismo. Miré al gangrel con el desafío en los ojos. Sabía que, si quería apuestas y emociones fuertes esa noche, nuestro amigo ruso iba a ser más que necesario.

- No te preocupes por las formalidades, compañero; ya hemos tenido sobredosis de ellas. Si, amigo, sigo vivo. Parece que los míos me han tomado cariño, y los tuyos también. Ahora soy como la viga maestra que sujeta el edifcio completo... y el puto edificio pesa como un condenado... Así que mejor olvidarse de la construcción y dedicarse a la destrucción... ¡Bebamos!

Golpeó los chupitos de sus amigos y se tomó los dos de un trago, cogiendo otros dos acto seguido.

 Rose agta su cabeza al escuchar de nuevo a Christian y como ponia dos chupitos en sus manos y los bebe, de trago sin inmutarse demasiado.

-Parece que la noche será agitada, como la vibracion de una onda expansiva, y el calor se detecta cerca,c ual fuego.

Mira a los que bailaban con una ceja alzada y una sonrisa macabra.

-Pon mas de esto Christian, lo necesitaré sino deseais que mi poca cordura os vuelva locos.

Sonrie.

Me gire hacia la Malkav y le sonrei de forma picara extendiendo una de mis manos hacia ella sin soltar la otra del cuello de Jos - Pequeña... mi cordura hace tiempo qeu se perdio, acercate a saludarme bien - Le digo de forma complice, recordando como nos divertiamos acosta de la noche en Lisboa, centrando mi mente en en sus colmillos, en los mios que ya estaban fuera...

 Rose se levanta echandose dos chiputos mas ala boca y se acerca a Alice.

-No habia visto tu esbelto cuerpo entre tanto brazo desperdigado por él Alice, parece que nuestro Jos, no pierde el tiempo...verdad?

Mira a Jos con su tipica sonrisa desencajada, mostrando sus colmillos.

Menudo respeto para una primogenita, peero, aquella noche no habia reglas ni posiciones

-Mas que un vastago parece un pulpo, AJAJAJAJAJA

Puede que sea un nuevo clan, en lugar de los lupinos...los pulpinos.- dice Andreas con una sonrisa.

Cojo la mano de la joven y la acerco a mi con una sonrisa separandome levemente de Jos con un guiño - Una noche de libertad no seria tan divertida si fuera la unica mujer... - Le comento oliendo el alcohol que habia entrado por su garganta.

- Por lo que se lo años te trataron bien... - Comento ante su posicion de primogenita, sabiendo que yo no puedo nombrar mi lugar por desgracia.

-Oh, vamos, creesq ue te iba a dejar la diversion para ti? ajajajajaja, para nada, ademas despues de la muerte de Roman, hace unos años, si...me trató bien la no vida, aunque llevar adelante el clan malkavian..me vuelve loca...o eso ya lo estaba? o quizas sean ellos los cuales se volvieron locos ante mi presencia, y luego decidireron ponerme a mi de primogenita.

La retaila salio de sus ñabios con velocidad, casi intendibles

-Bueno, aqui hemos venido a disfrutar de una noche sin ley, ni posicion. Como antaño se decia...Alea Jacta Est. Y nuestra suerte cambiará esta noche.

Una penumbra ensombrence su rostro mostrando su estatica sonrisa aun mas macabra.

Tomó los dos chupitos que apenas duraron un suspiro en sus manos. No era un mal comienzo. Lanzó una mirada a Andreas. Claro, el bueno del setita nos había brindado la oportunidad de pasar una noche loca. Siempre tan bondadoso y generoso. Ni dos siglos después de aquella noche, el ruso había dejado de mostrarse reticente a confiar en Andreas... aunque realmente tampoco es que hubiera sido capaz de confiar en mucha gente.

- Me alegro de que seas la viga maestra y no parte del decorado como parece que quieren figurar muchos... bueno, más bien es a lo más que pueden aspirar.

Brinda con Mason y coge otros dos chupitos. Si lo del tabaco era una costumbre extraña en un vástago, la de beber ni digamos.

- ¿Habrá que brindar por algo no? Venga va, por aquellos que han sido lo bastante idiotas como para tener chiquillos - dijo con una burlona sonrisa en la boca, probablemente la primera en muchas, muchas noches.

Le sonríe a Christian jocosamente

-Me alegra saber que sufres lo mismo que yo, me daría envidia poco sana que vivieras mejor que yo

En un parpadear de ojos el local se lleno de mas vástagos, todos viejos conocidos, cuando se acerca a la barra para saludar a los recién llegados Rosie se levanta a hablar con Alice, así que no la detiene.

-Tienes razón Christian esto sera como en los viejos tiempos, cuando los clanes solo se categorizaban de altos y bajos, cualquer tiempo pasado fue mejor dicen...
Vasiliev que sorpresa, creía que no ibas a poder asistir por estar en cualquier otra parte, ¿que rayos hace un independiente como tu en esta zona de conflicto?

Luego cierra los ojos, levanta la mano derecha y la menea de lado a lado.

-Disculpa la pregunta fuera de lugar, es difícil quitarse los viejos hábitos

Voltea un poco su cabeza hacia la pista de baile a mira a los tres.

-Rose, por favor dime que esta noche me harás ver el mundo a trabes de tus ojos, la locura es lo mas parecido al *ácido lisergico que conozco y esta noche quiero que tu seas quien me provea.

El ruso alza una ceja. Se echa un vistazo a sí mismo. Coge un taburete se sienta y se observa con el chupito en la mano y el codo apoyado en barra. Tras beber el chupito de un fugaz trago responde a la pregunta de Alex.

- Jugar al mus, ¿a ti que te parece? Lo que me sorprende es que un tipo como tú haya tenido pelotas de venir a una zona en conflicto.

Sonríe de forma fingida.

Perdona, los viejos hábitos nunca se pierden. - toma un chupito y se lo ofrece dejándolo encima de la barra.

Se volvió hacia la barra y comenzó a ojear el lugar donde Andreas tuviera el equipo de música. Tal vez algo de música de la de verdad anime un poco más la cosa, aunque la cosa ya estaba animada de por sí.

Alex.- llamo el setita.- Tal vez pueda darte algo... que te guste. No pregunteis como lo tengo pero cierto clan esta experimentando con ciertas sustancias que causan interesantes efectos en vastagos. Hay una en concreto de la que se dice que da el subidon mas grande que una anfetamina pudiera causar en humanos, pero sin efectos secundarios posteriores. Tengo algunas de esas maravillas, por si quereis probarlas.

Escucho la proposicion de Andreas y mi sonrisa se amplia, para el princpio de la noche no pero quizas hacia el final un descontrole total puede que... que sea el toque perfecto de la velada.

Poco a poco todos estan llegando, nos estamos reuniendo y la noche promete mas y mas como algo prohibido... mas bien el simple echo de no matar algunos de los presentes ya es un delito en nuestras sectas...

La puerta se abrio y entraron los que faltaban.

Andreas les saludo y dio una palmada sonora para que decir algo.- Señores, me he permitido el lujo de hacer unas sencillas normas para que podamos volver a casa sin que nuestros cuellos peligren. Solo son tres y muy sencillas.

Primero, la mascarada se respetara, por razones evidentes.

Segunda, no es valido agredirnos entre nosotros, lo ultimo que queremos es volver a casa sin un brazo... seria dificil de explicar ¿Cierto?

Tercera, lo que suceda esta noche nunca sera contado ni rebelado a otros, el secreto es esencial.

¿Todos conformes? pregunto mirando a los presentes.- Quitando esas normas, seran libres de correr, alimentarse y pecar a su gusto.

Tres normas acatables sin duda, como contar los que pasara esa noche..... secretos, cosas guardadas en lo mas recondito de la mente...

-Por mi esta bien no tegno problema - guiño un ojo hacia Alice.

- Que esta noche sea nuestra y de nuestro inconciente..... -

Alex ríe con una carcajada corta la respuesta de Vasiliev

-Yo siempre vengo a las zonas de conflicto, tengo que verificar que todo salga lo mas bien posible, creo que me confundes con un Ventrue... disculpame un momento

Dice cuando Andres lo llama

-Ufff Andres, confió en ti, pero no tanto como para tragarme algo que me ofreces... espero que no te tomes a mal mi desconfianza, todos llegamos hasta aquí siendo cuidadosos

Le sonríe y guiña un ojo

-Pero aun así dame un par, nunca sabes cuando algo como eso puede ser útil

Calla y se sienta a escuchar lo que Andres tiene para decir, mientras saluda desde los lejos a Jacques, levanta la mano

-Yo tengo conflicto de intereses con lo de respetar la mascarda, pero lo intentare

Antes de que Alex se dirija hacia Andreas el ruso vuelve a contestar no con poca parsimonia.

- Sí, ya sé que sales corriendo en cuando el sarao empieza de verdad. Tranquilo, no te confundo con nada, no soy de hacer muchos halagos, ya sabes. - y acto seguido Alex se va de la escena para volverse hacia el setita.

Escuchó las tres normas de Andreas. Era curioso ver como alguien que dice que nos concede libertad toda una noche pone reglas. Reglas bastante lógicas si se pensaba friamente, pero SUS reglas, impuestas por él, supuestamente para mantener la paz entre nosotros y todo por nuestro bien, por supuesto. Todo sonaba demasiado principesco. Se empieza por ahí y se acaba como... bueno, ya sabemos como se acaba.

Saludó desde lo lejos al Brujah cuando hizo su acto de aparición. Se levantó del taburete y todavía con el codo en la barra, echo un vistazo a toda la estancia y a sus pintorescos ocupantes.

 Rose mira hacia atras aun abrazada a la cintura de Alice, la verdad es que habian compartido muchos momentos, pero nada comparado con los momentos vividos con quien acababa de llegar. El Brujah, adoraba a ese hombre,Aunque en realidad sentia debilidad por ese clan, la volvia mas loca de lo habitual, su mente agonizaba cuando estaba lejos, pero jamas habia dado señas de ello. Aunque...quien sospecharia de una Malkavian?

Sonrie al verlo, pero las palabras de Alex interrumpen su momento feliz.

-Jummm, seguramente lo que Andreas te propone te deje medio gilipollas. Yo solo necesito de MI verdad para ser feliz y estar en armonia. La cual todos veis como lo cura, peeero, quien soyyo paradecir nada? los Hijos de Malkav locos? si, tal vez.

Se acerca a alex soltando a Alice y susurra en su oido.

-Seguro que no es tanto como ver a la gargola de la Gehena, yo me lo pensaria....¿Sabes que dicen que esta vez se presentará como un gatito?

Ve un gatito en el suelo y lo coje.

-¿De donde saliste tu, minino?

Lo tiende hacia Alex, con una enorme sonrisa.

Asenti a las palabras de Andreas satisfecha con las normas, quizas la de la mascarada no era perfecta pero... eran sus normas.

- Me parece bien Andreas... - Comente entre dientes sonriendole a la joven Malkav y a al Ravnos.

Escuché con atención las normas que proponía Andreas. Asentía enérgicamente.

- Todo bien, Andreas, no romperemos la Mascarada ni nos pelearemos entre nosotros... lo de no contar nada... eso ya se daba por hecho. Estáte tranquilo; si algún mortal nos ve hacer cosas que no debería ver, me ocuparé personalmente de que desaparezca por completo.

Me reí con un punto de locura y salté sobre la barra. Empecé a tomar botellas al azar y lanzarlas a las manos de mis compañeros.

- ¡Un brindis por esta noche de juerga!

Abrí la botella que tenía en la mano y empecé a beber, dejando que le alcohol cayera de mi boca de forma salvaje. Al terminar con la botella, proferí un sonoro aullido.

Andreas saco una botella de champan y lleno un vaso a cada uno para brindar. Alzo la copa.- Por una noche inolvidable, sin politica ni religion, solo diversion.- dijo acercando su copa para chocar el cristal con las vuestras.

Tras beber un sorbo saco de la trasera de su pantalon dos mapas de la ciudad.- Este y oeste. Podeis ir juntos o dividiros la ciudad en dos grupos... lo que mas os guste.