Partida Rol por web

- ¡Eso es verdad! - Por fin alguien ha dicho algo. Miro a Igor incrédulo. - Venga, esperen  un momento, creo que mi difunta esposa guardaba la cubertería de plata encima de la alacena... - 

Salgo corriendo para volver al cabo de un par de minutos. En mis manos sostengo una cuchara y un tenedor de plata.

Los aprieto con fuerza. - ¿Ven? Yo no soy bestia, puedo tocarlos sin echar espuma por la boca. A ver, prueben todos. - Conmino a todos los aldeanos. Si alguien no quiere o no se atreve, es que será una de las bestias.

Olbeup tenia muy claro que los españoles eran los europeos mas raros de todos, apenas entendía a veces las cosas que hacían y eso que llevaba años en ese pueblo, tantos como pudiera recordar el Alcalde, pero lo que no entendía es que esto continuara igual que al primer día.

-¿Perrrro mojao? ¿Aullidos? ¿Cucharras de plata?-Esta ultima fue ayudada con un gesto al arrebatarle a Paco una de las suyas.

-¿Y no serria mas facil pensarr que el Toi Tokao lo fuerra?-Se rasco su barba y fue entonces cuando se percato del tonto del pueblo entre su pelo, pero no dijo nada al respecto.-A mi me dar en la nariz que el si no lo es lo ha sido, ¿No puede serr eso rrazon parra acusarr?-Al parecer ninguno de los lugareños lo había pensado antes.

- Eso es una tontuna. - digo en voz alta mirando al alcalde mientras salgo de entre el pelo de Olbeup - Lo de la plata es solo marketing publicitario, para así hacer creer al público que solo vale la plata para eliminarlos. - empiezo con mi divagación a la vez que hablo en voz alta - Seguro que el que lo dijo tenía una mina de plata, y de esa forma se forraría.

Una avispa empieza a rondarme cerca de la cara y vuelvo a la realidad, después de espantarla empiezo a hacer memoria de lo que estaba diciendo y cuando me acuerdo continuo con la charla.

- Bueno, a lo que ibamos. Ya que se supone que los lobombres, hombres lobo o bichos con pelo, como querais llamarlos, vienen de la raza canina. ¿Y que és lo que les gusta a todos los perros? - Hago una pausa para ver si alguien responde, pero veo que todos los allí presentes me miran con cara rara, así que decido seguir con mi explicación - Pues los palos. ¿Cuando habeis visto a un perro que le lancen un palo y no vaya a por él? - Y antes que suelten alguna parida (como si las que yo suelto no son suficientes) digo rapidamente - Sin contar a los perros ciegos, que por más que les enseñes un palo no lo van a ver.

Toi Tokao miró a Olbeup. Al parecer él recordaba su mismo sueño alternativo.

-Ehhh! Que chinito no hacel nada... plobabilidades de que pasal dos veces lo mismo que algunos hemos soñao no valel pala nada. Lo impoltante sel encotlal a las bestias de ahola, que son los que comel gallinas. Y, quien sabel si no tenel más apetito esta noche y deciden comel pelsonas humanas.

Por si acaso el chino tocó la plata. No pasó nada, pero claro, de todas formas lo de las películas poco tiene que ver con la realidad.

Por una vez Lorenzo dice algo coherente, pero todo era una ilusión, el tonto del pueblo comenzó a hablar de perros ciegos y palos. Pero Lorenzo, estamos hablando de lobos, cuando has visto tu un lobo al que le tires un palo y vaya a por él. Recuerda lo que le paso al tío Eufrasio cando confundió a Mostrenco, su perro cruce de chiguagua y san Bernardo, con un lobo. El maldito lobo casi le arranca la mano.

Sólo Olbeup y Tokao han tocado la plata... ¿Por qué Lorenzo y Facustino se resisten?

¿Y si las bestias se camuflan como agentes de la autoridad? ¡Entonces ninguno estaremos a salvo!

- ¡Facustino, Lorenzo! ¡Pueden tener las ideas que quieran pero todo el mundo ahora mismo a tocar la cuchara de madera! Por algo me eligieron como alcalde... aquí se hace lo que yo mando. - Grito elevando el tono pero sin enfurecerme. Leñe, puede que no sirva para nada, pero... ¿y si sirve?

Olbeup se rasco la espalda.
-Asin que no e sido solo yo, tu también lo recuerrdas eh ¿Toi? Rrarro rraroo rrarro.

Ante las palabras del alcalde quiso sobresalís mas que por altura.
-Y digo yo... ¿No podrrian serr dos lobombrres de esos?-Como si hubiera echado un ordago el alemán de pueblo, levanto las cejas y sonrió ocultándola barba. Pero no olvidaba al chino.

Beth cojió una de las cucharas y se la puso en la boca Comprobado que yo no soy hombre lobo, ¿Que, ya estais contentos? Podemos centrarnos en mi plan?Es mucho mas creible que la plata de los coj**** Dijo mostrando su lado campesino. Odiaba que la ignorasen, aunque ya lo deberían saber todos,sobretodo el alcalde con el asunto del vecino...

Antonio suspiró.

Me parece increíble pensa' que estemo' haciendo esto...

Cogió la cuchara, sin mayor efecto, y luego la devolvió. Miró a Lorenzo y cogió un palo de por ahí y lo arrojó, sin esperanzas de que nadie fuese corriendo detrás de él, aunque por un momento sintió el impulso de salir corriendo él mismo para reírse de lo absurdo de la situación.

Se giró hacia Olbeup.

Bueno... era un sueño.

Después miró a Facustino. Parpadeó, mientras trataba de recordar la anécdota que contaba, pero no, probablemente hubiese sido mientras él estudiaba fuera. Y finalmente se puso al lado de Beth.

No e' una mala idea. Y después, si nadie se transforma, podemo' i' a cena'.

Propuso.

- Está bien. - Admito a regañadientes. - Todo el mundo sin cenar hasta nuevo aviso. -

Veamos si el plan de Beth funciona.

-¿Que, que? ¿Sin cenarr?-El hombre de gorda barriga estaba que no salia de su asombro, primero los lobombres y ahora sin cenar, la gente se estaba volviendo loca.

-No diga chorrrrasdas her comandant. Eso de no cenar es una locura, mejorr cazamos al lobo y nos lo cenamos, que si es animal sabrra bien.-Intentaba dejar claro que no cenar no era una opcion valida.-Y porr cierrto, un sueño puede que fuerra, perro cuando es colectivo, es algo rrarro. ¿No serra algo asi como prrofetico? Podemos, prrobarr y si no funciona, entonces cenamos y ya mañana a otrra cosa.-Se ayudaba con las manos para pedir calma, cosa que el no tenia mucho.

Opino lo mismo que Olbeup, la parienta ya me tiene las habas preparadas y me dará con el puchero. Yo creo que será mejo´ simplemente no come´carne.

Igor cuando le tocó el turno de tocar la cuchara de plata se la metió en la boca y rechupeteó bien, como si le fuera a sacar brillo. Una vez que se dió por satisfecho la mostró al resto y se la pasó al siguiente... que quisiera cogerla claro. Como no parecía que nadie más tuviese estómago para tocar la cuchara la dejó donde primero pilló y apoyado en un palo con la joroba a la izquierda escuchó con sus ojos saltones las demás propuestas. Al ver como su querida Beth volvía a proponer eso de no cenar y que el señor alcalde la secundaba y lo ordenaba por decreto ley... se le pusieron los pelos como escarpias.

- Olebup y John tienen razón... con no comer carne lo mismo es suficiente... no voy a tener fuerzas para dar palazos cuando llegue el momento... un cuerpo serrano como el mío necesita nutrirse... lloriqueó lleno de espanto ante la idea de pasar la noche sin probar bocado. ¿Y si probamos a hace run círculo? lo vi en otra peli... lo hacemos así todo grande, nos metemos dentro y al primero que intente salir le arreamos un palazo en toda la mocha. Al menos nos podremos asegurar de dos cosas, una que no come más gallinas, dos que el leñazo se lo hemos dado...

-Me gustrra, pero despues de cenarr.-Contesto a la propuesta de Igor.

La idea de estar todos juntos y matar de hambre a los posibles lupinos para luego delatarse cuando fuera de noche y tuvieran hambre sonaba bien. Claro, lo más seguro es que si había uno o dos hombres lobo hambrientos la cosa saliera mal y muriera más de uno, pero si lo decía el alcalde y la mayoría apoyaba la moción Tokao no iba a decir que no.

-Estal bien eso de no comel calne pala plovocal bestias. Si se me pelmite siemple podel yo plepalal pan de gamba, no lleval nada de calne.

Y seguramente, nada de gamba tampoco.

La idea del circulo me parece acertada, y es mucho mejor que la de estar un día sin comer. La verdad, le preocupaba tener que aguantar a todos los vecinos después de un día sin comer. Aguantarlos de normar era duro y Faustino no quería saber cómo iba a ser la misma situación con los vecinos irritados por el hambre. ¿Hay cosas que un hombre no debería saber, y una de ellas es ver a Olbeup con hambre?

Muy bien, Igor, marca un círculo con la pala, que se te dan bien las cosas esas. Luego saco el arma, la cargo y le quito el seguro. Pues bien, el primero en salir del círculo queda arrestado, y si se opone, le meto un tiro.

Igor sonrió abiertamente al ver como "La Ley" del pueblo, estaba deacuerdo con él y con algunos de los presentes, en no pasar hambre innecesariamente. Y aún más se le llenó el pecho de orgullo y satisfacción cuando le dijo que él era el mejor haciendo hoyos.

- Por supuesto señor... siempre llevo conmigo a Brillantita- se rascó la joroba que en aquel momento estaba en su lado derecho y sacó una pala, tal y como el nombre indicaba estaba brillante y tenía buen aspecto... exceptuando algún que otro escorchón...- Venga, venga a un lado que tengo que delimitar el perímetro... ups... pero antes tengo tomar medidas para que quepamos todos holgadamente... a ver, a ver- se sacó una cinta métrica y comenzó a tomar medidas... deteniéndose un poco más en las dos muchachas del pueblo, en el caso de María, tuvo que hacer un cálculo doble porque no había tenido en cuenta su delantera... y finalmente se puso a teminar los cálculos en un viejo blog lleno de tierra. Igor era todo un profesional y pensaba dedicarse a fondo- Terminaré en unos minutejos... si señor, va a quedar un círculo de los más resultón... y por el mismo precio puedo diseñar unos cojines de arena para que estemos bien desacansados y todo- decía mientras comenzaba a echar tierra para donde pillaba a toda velocidad, como si le hubiesen metido un cohete por donde la espalda pierde su nombre.

Beth miró a sus compañeros irritada ¿Un circulo? ¿En serio? ¿Que vamos a hacer con un círculo? De verdad... solo lo haré para demostrar mi inocencia, si no me iría ahora mismo a casa... Dijo y se giró de espaldas a sus compañeros. Cuando unos cuantos habían estado de acuerdo con su idea va y el jorobado del jorobado propone hacer un circulo y el primero que salga le damos a tortas. Que pasa, ¿Somos animales o que? Vale, uno si, pero los demás no.

Antonio suspiró largamente y se acercó al círculo, sin ganas de discutir sobre las medidas oportunas ni sobre comer o no, él lo haría todo y quizá así terminaría antes.

¿Y después de esto? ¿Han visto algo sospechoso?

Preguntó, pensando si alguien tenía alguna idea de hacia dónde apuntar.

-Humm...-El barbudo quedo pensativo un rato.-Pues a parrte del sueño de anoche... y El cirrculo del dolorr. Ninguna, estamos como al prrincipio, Tonio. Asin no podemos descubrrirr nada... Vamos crreo yo.-Dijo el alemán de pueblo, ya dentro del circulo, deseando poder atizar al primero que sintiera hambre y rezando a su dios nórdico por que no fuera él.