Partida Rol por web

Alzo la cabeza cuando Ramiro huye.

-Pobre infeliz... no sabía lo que tenía entre manos.

Acto seguido corto la cabeza al cachorro con la espada.

¡Ramiro! ¡Maldito tunante!-dijo al ver que huía y nos dejaba allí solos con la criatura. Después, cuando vi el espadazo contra la criatura, agradecía al caballero su acción.

Gracias a Dios que nos ha librado, señor... Cuando mi amo se entere de este peligro le recompensará, estoy seguro, pues no creo que quisiera tener esta cosa consigo... (que aberración...) -dije a Julián de Malpartida suspirando del susto de los mugidos raros... Creo que deberíamos quemar este ser del demonio ¡apuesto a que son cosas de brujería!

Acto seguido, cogí el cuerpo sin cabeza del ente. Comencé a hablar como en alto, aunque realmente estaba pensándolo, sin dirigirme a nadie, mientras recogía su cuerpo y lo envolvá en una tela asida a mi cinturón. Había que quemar al bicho.

Señor Koldo, perdóneme por no llevarle este presente, seguro que hay otras muchas cosas que desea, pero...pero yo no puedo llevar un peligro como este. Entenderé si me deja sin trabajo o en la calle, pero prefiero vivir malamente a enfrentarme a lo desconocido.

¡Lo lanzaremos a la chimenea, señor! -dije firmemente señalando el cuerpo en la tela.

Acto seguido, intentaría bajar hasta la chimenea.

Unos segundos antes de matar al bicho, oís un grito en el piso inferior, suponéis que será Ramiro. Desde matado el bicho, cuando Karlos decide atárselo al cinto, oís un eco cercano, proveniente del piso inferior de la taberna, algo parecido al ruido de la criatura que acabáis de matar, pero mas grave y ronco.

Máster! has revelado mi nombre! Cambia el post, por favor!!

 Dios, lo siento muchísimo, no se donde tendría la cabeza, por suerte parece que nadie lo ha visto. De nuevo, mil perdones!.

 Entiendes bien.

¡¿Qué diablos ha sidos eso?!

No, no iba a permitir que ninguna criatura del infierno acabara con su posibilidad de venganza. Pero tampoco sabía si podía enfrentarse a... Lo que fuera que hacía ese sonido. Parecía peligroso, eso desde luego

Y, por desgracia, Helena había vivido lo suficiente como para considerar la posibilidad de que fuera el padre de la criatura

Tensó los músculos, preparada para saltar. Quizás lo mejor era huir. Salvar el pellejo. Pero la sangre era muy reciente, su ansia demasiado fuerte... ¿Sería esa noche la última? ¿Sería la última de Koldo? ¿Obtendría su venganza, o tendría que pagar por ella? ¿Con su propia vida?

Demasiados interrogantes. Poco tiempo para pensar. No, lo mejor era dejar que las cosas siguieran con su curso. Si la situación se desarrollaba de manera poco adecuada, siempre podía intervenir. En silencio, lanzó una plegaria hacia cualquier ente. Si de verdad había alguien escuchándola, fuera Dios, el demonio, o cualquiera de sus sirvientes, este era el momento de su señal

¿Vendería su alma por la venganza? Cabría preguntarse a algún ingenuo que observara la situación. Helena, ante tal insinuación, se limitaría a sonreír, y a ignorar a aquellos ignorantes. Lo que ellos no sabían era que Helena había trascendido esa pregunta hacía ya mucho tiempo

Ya que hacía tiempo que había perdido su alma

Estoy empezando a pensar que tu personaje es ciego y sordo pero aun no se ha dado cuenta xD

¡Maldito ser del Diablo! -pensaba en la pieza aniquilada por el caballero de Malpartida cuando me precipitaba abajo tras oir el grito. ¡Qué nuevas malas nos has traído!

Señores -dije refiriéndome a Julián y al parecer los que eran sus hombres-, ¡aprisa! ¡Algo sucede ahi abajo!

 Bien, antes de seguir, declarad todos, por mensaje "solo para el director" , vuestra siguiente acción. Es decir, quedaros en la habitación o aceptar la propuesta de Koldo y bajar a ver que pasa. Si el señor caballero se niega a que nadie salga, podría hacerlo tranquilamente (conste en acta)

Helena oyó de nuevo la voz. Ah, no, no iba a dejar que ese cretino se le volviera a escapar. No esta vez. Apretó los dientes, y volvió a asomarse. Si el que se parecía a Koldo iba a bajar a la planta de abajo, ella le seguiría. Ya no había miedo, ni siquiera la razón conseguía imponerse en la fría mente de la lamia. La venganza estaba demasiado cerca, demasiado...

Sólo rezaba porque lo que hubiera allí abajo no acabara con él antes que ella

Me quedo en la habitación, pegándome a la cama, por donde esté la cabeza, fingiendo estar asustado por el golpe de abajo.

Argh, perdon, llevo unos días locos, con el curro y la KDD y la pesca...

Bueno, muerto el bicho, creo que lo mejor es bajar a ver que pasa, pero ordenando a mis hombres que no pierdan de vista a Karlos.

 Según Karlos termina de hablar, decide bajar las escaleras, el ruido procedente del piso inferior parece haber desatado su curiosidad y espíritu intrépido. A una señal de Julián varios hombres siguen de cerca a Karlos, mientras el resto bajan con el un poco mas calmados, pero hay alguien que aún sigue en la habitación, en una de las esquinas, como con miedo del ruido, se queda el señor Leví.

 Bajáis las escaleras y veis a Ramiro muerto, en el suelo, junto con todos los ocupantes de la taberna y unos cuantos caballeros que llevan en mismo símbolo que Julián. En la estancia hay 4 formas que no conocéis, son como árboles andantes, y están emitiendo mugidos , como el del bicho de la habitación. Uno de ellos, a los pocos segundos de bajar vosotros se da la vuelta y se os queda mirando, de uno en uno, para fijar la mirada en Karlos.

Algo que parecen lágrimas, pero de color verdoso amarronado brotan de algo similar a unos ojos de uno de los seres, y emite un mugido atronador. Los otros tres entes, se dan la vuelta. Tras dejar de mugir, el ente que primero se había dado la vuelta, os dice:

-Vo....vo...vosotros, la habéis matado!!!!!!

Sin mediar palabra, parece que se preparan para el combate.

 Te has quedado solo en la habitación, mientras oyes como los demás ocupantes bajan precipitadamente por la escalera. Pasan unos segundos antes de que escuches ...

 Aunque tu has bajado por la pared exterior ves y escuchas todo lo que pasa, por eso te lo narro como si estuvieses dentro, no obstante, estás fuera y nadie te ha visto xD.

Si en algún momento quieres entrar en combate no tienes mas que decirlo, entrarías como primera en el orden de iniciativas por esto del factor sorpresa.

 María observaba por la ventana. Esos demonios no la infundían temor, aunque sí respeto. Eran seres condenados, seres que quizás nunca habían sido humanos. Mandrágoras, suponía, ya que los sucesos ocurridos durante esa noche parecían girar alrededor de esas criaturas. Desde luego, parecían peligrosas

Pero la sangre era reciente, y Koldo estaba allí. Cada vez estaba más segura, ya que... ¿Quién si no iba a conocer tantos datos sobrenaturales, tantos hechizos y fórmulas? Debía de ser él, debía de ser Koldo. La descripción coincidía

Esperaría junto a la puerta. Y, cuando escapara, le perseguiría, y se haría con él

Solo esperaba que aquellos demonios no le mataran antes

 Como ya sabes, la gente toda que había en el exterior está muerta, los que quedan vivos, están dentro, junto con las mandrágoras adultas, empezando una pelea.

Ahora mismo estás asomada a una ventana, los de dentro no te ven, pero en caso de que haya alguien fuera (tu no has visto a nadie) te verá perfectamente. En cuanto a la posada, solo pueden salir por las ventanas delanteras y la puerta, o por las ventanas de los pisos superiores, en un de los laterales (por donde saliste tu anteriormente)