Partida Rol por web

Andrew sonrió al ver que gracias al poder conjurado por los tres habían logrado bloquear la mayoría de los pedazos. Miró hacia Melissa que parecía encargarse del resto y Anya les ayudaba. Aquella mujer había sido una buena incorporación al grupo, y hasta ahora, sin contar a la cazadora, era con la que más contento estaba.

Pero fue en ese momento cuando el vigilante se bloqueó. Por alguna razón no sabía cuál podría ser el siguiente paso a dar, él no había aprendido ningún conjuro ofensivo y además estaba muy cansado para volver a lanzar otro. Luego estaba la cazadora, que parecía realmente ocupada ayudando. Anya también. ¿Acaso Cordy era la que tendría que enfrentarse a la bruja?

El vigilante salió corriendo hacia la bruja, no podía dejar las cosas en manos de nadie, y si quería a Melissa, primero tendría que pasar por encma de su cadaver.

¡Qué asco, qué asco, qué asco! pensaba Darla cuando Gabriel le dio la mano. Intentó soltarse, pero sin ningún éxito. Maldito torturador susurró por lo bajo. Ya podía dárselas de héroe y ponerse delante de todos para evitar con su cuerpo los ataques.

Pero consiguieron desviar muchas de las estacas. Y Darla, que estaba segura que había sido gracias a su increíble poder, se soltó de Gabriel de un movimiento rápido. Se miró la mano con repugnancia, sabiendo que le tocaría muchas sesiones de limpieza de piel para quitarse ese hedor de cretino de la mano. Se la llevó al pantalón y empezó a frotar con fuerza, mientras vio a la bruja que entraba y decía tonterías.

¡Sí, claro! ¡La única que se puede comer mi corazón será alguien con estilo, no una gótica que piensa que el negro es un color para llevar puesto! soltó. En serio, ¿quién podía vestir así? ¡No le daba vergüenza salir de casa!

Movió las manos y volvió a conjurar el hechizo para atacar, esperando que esta vez tuviera más suerte. Pero el conjuro no brotó de sus manos, y si lo hizo la bruja lo esquivó sin problema

     La cazadora había pateado todas y cada una de las piezas de puerta que le pasaban cerca, lo mismo que Anya. Ambas habían sido brillantes. Para Melissa era un refuerzo en su concepto de lo importante que era su presencia, realmente un sólo fragmento de esos hubiera podido matar a alguno de los chicos si no hubiese intervenido. Para la ex demonio de venganza fue una grata sorpresa conocer que físicamente tenía una gran habilidad para combatir.

     Andrew no quería ser menos, no por creerse nada sino porque sabía que era su responsabilidad la vida de estos chicos. Así que se dirigió directamente a la bruja. Intentó tomarla del cuello y era una maniobra riesgosa. Sin embargo un pimentero pasó volando junto a él y fue a impactar en la cara de la bruja oscura.

    -¡Ahhgg... ¿Qué demonios?! -dijo la mujer mientras intentaba sacarse la pimienta de los ojos. 

    Darla no sentía más que asco por haber tenido que compartir un momento muy cercano con el brujo, pero debía reconocer que había servido muchísimo. De no ser por ello hubieran habido muchos más trozos de metal que podrían acabar con la vida de cualquiera. Sin embargo ahora quiso intentar un poder sola, uno de ataque. El cansancio de usar magia tan seguido, la magia tiene su precio, fue demasiado. Nada salió, al principio sintió el aire escurrirse de sus dedos como comienzo del hechizo, pero finalmente todo quedó en la nada.

    -Vais a pagar, todos vosotros... No tenéis idea de a quién habéis cabreado... si me hubieras entregado a la cazadora...

     Cordy estaba un poco shockeada por la situación pero sabía también que podía actuar de alguna forma para ayudar al grupo y de paso, permanecer con vida.

 Ante las quejas de la bruja mala, solo le respondí:

 - Ya, ya, como si fuéramos a hacer eso...

 A continuación, le lancé una bola de energía...

Por suerte entre la cazadora y yo habíamos conseguido desplazar todos los trozos que habían salido disparados, evitando así la muerte de algun compañero, Gabriel tuvo una gran idea al lanzar pimienta en la cara de la bruja, distrayendola así, si tenía suerte podría hacer que todo acabase sin pérdidas ni arañazos por parte de nuestro grupo, corri hacia la bruja intentando agarrarla, si lo conseguía podría romperle el cuello y acabar con su molesta existencia

Cordelia permaneció en el círculo de sal, la puerta estalló y al contrario de lo que una chica de la highclass como ella podía hacer, se quedó en shock.

¿Pero qué estaba haciendo ella ahí? Ese no era su sitio, ella no debía estar ahí. ¿Qué estarían haciendo los demás guays en ese momento?

Y, tras unos segundos dándole vueltas salió de su trance y, aprovechando que la bruja estaba un poco aturdida trató e coger una estaca afilada de la puerta y clavársela, pensado que podría hacer más daño que con sus puños.

¡Oh, calla esa sucia boca y lávate el pelo, guarra! gritó Darla, cansada y enfurecida. Sintió cómo la magia recorría su cuerpo a una velocidad que nunca antes había sentido, cómo se apoderaba de cada centímetro de su piel.

Sus ojos se volvieron negros mucho más rápido que las veces anteriores y el remolino que nació a sus pies hizo que su pelo se alzara, como si estuviera boca abajo. Sus murmullos fueron más silenciosos y sus golpes de vientos más fuertes.

     Katherine no podría haber previsto que todo iba a terminar tan rápido. Primero Anya intentó tomarla por el cuello, junto con Andrew, ambos intentaron esta maniobra. El vigilante no lo consiguió porque la mujer se movió justo a tiempo. La ex demonio la llegó a agarrar pero no por más de un segundo porque, elevando su mano de costado, Katherine la lanzó lejos. La chica no sufrió daño solamente resbaló por el piso hasta golpear contra una mesada.

    Melissa se sujetó de una lámpara de luz con una agilidad gatuna. Se había preparado para impactar con una patada voladora a la hechicera y estaba a punto cuando una bola de energía de Gabriel dio de lleno contra ella. El impacto la hizo gritar, molesta. Pero su molesta fue mayor cuando el golpe de la estaca de Cordelia la atravesó. La morocha se retiró antes de ser volada por los aires como Anya.

     Pero entonces empezó el ataque de Darla modo berseck, porque la chica tenía una furia tan imponente que se reflejó en su magia. De sus dedos salieron vibraciones de aire. No parecían más que eso: ráfagas de aire, de viento. Pero fue cuando tocaron a Katherine que todos se dieron cuenta de lo diferente que era la sustancia que emanaba de los dedos de la negra. Cortes por todos lados sufrió la bruja. Sus extremidades se vieron cortadas como si un maldito freddy Krueger tomara parte del juego. Darla había apuntado sólo a una parte pero el odio de la magia que usó fue tan intenso que los cortes se duplicaron, triplicaron y volvieron a la bruja una masa de sangre.

    -No... sabía que erais tan oscur...os.

    Katherine murió y al mismo tiempo Darla perdió la consciencia.

 Miré alucinado el cadáver de la bruja y luego a la inconsciente Darla, hasta que solo pude decir:

 - ¡La leche!...

Salí despedida, rodé por el suelo hasta que una mesa me paró, me levante rápidamente queríendo devolverle la humillación a la bruja, pero en ese instante Darla había usado su magia, vi con incredulidad como cientos de cortes se producian en la bruja hasta matarla. Darla cayó inconsciente, me acerque y mire si respiraba, después mire de nuevo a la bruja

- ¿Ella sola hizo eso?- dije aun sin creermelo- Y yo que pensaba que solo era un estorbo...- dije más para mi que para los demás- Bueno, ¿seguimos? Aun falta algunos materiales, Cordelia puede quedarse mientras con su amiga, mientras los demás nos preparamos, cuando este todo listo, esperamos a que despierte, ¿aunque estará en condiciones para una nueva lucha?

El vigilante se quedó atónito. Francamente sorprendido por aque suceso. Junto a la cazadora había una bruja sumamente poderosa. Ella sí que era una aliada de verdad, y a pesar de los problemas mentales que parecía tener, y de esas características tan típicas en los adolescentes, Darla era una bruja, una gran bruja y merecía la pena tenerla en el grupo.

Cordelia, dijo Andrew señalando la pileta de agua que había en la cocina, trae algo de agua y vamos a echársela un poco en la cara. No podemos dejarla aquí y debemos acabar con el maestro cuanto antes. Por cierto, ¿habéis conseguido lo que faltaba? Con tanto lío no sé si tenemos todo lo necesario ya, o aún hay que buscarlo. Dijo mientras decía las últimas palabras mirando a Gabriel para que se diera por aludido y terminase el trabajo.

 Rapidamente fui a coger una botella de agua, mientras miraba a mi alrededor:

 - ¿Alguien tenía cerillas o un mechero?. Si no era así, tal vez aquí los haga, para lo del fuego...

Mel se dejó caer con gracia felina. Aunque se había quedado con las ganas, la destreza de Darla la había maravillado y le estaba agradecida por haber acabado con la otra bruja tan rápidamente. Aunque ahora la porrista se encontraba extenuada.

-Debemos ver que no haya sufrido ningún daño. Ese hechizo fue muy poderoso, no quisiera que Darla tuviera secuelas.

Mientras Gabriel iba por agua como había sugerido Fullen, la cazadora se agachó junto a la bruja y con delicadeza pasó su brazo a través de la espalda, para incorporarla un poco. -Ayúdenme a acomodarla un poco mejor. Todavía no he podido pedirle a Ángel que nos done su sangre, el ataque interrumpió mi llamada.

Luego de asegurarse de que la otra chica estaba un poco más cómoda, tomó nuevamente su móvil y marcó el número de Ángel.

Cordelia la golpeó y sonrió al ver que conseguía herirla un poco, y cuando se giró para ver a Darla, se quedó maravillada, tanta ira que acabó con la bruja.

Darla se desplomó y Cordelia fue corriendo a socorrerla.Cuando Andrew volvió a darla órdenes, ella ni se molestó en mirarle, hasta que dijo "no podemos dejarla aquí"Por supuesto que no vamos a dejarla aquí. Melissa se molestó en acomodarla, pero en cuanto se giró para hablar con Ángel, ella sacudió un poco las zonas del cuerpo por dónde la había tocado, Darla lo querría así.

Gabriel fue a por el agua y Cordelia se la pidió para mojar a Darla un poco la nuca y refrescarla.

Y a Cordelia se la encendió la bombilla. Seguro que hay un encendedor en los cajones, para encender los fogones. Que alguien vaya a los jardines a por tierra. Cordelia la dejó apoyada en una pared y se puso a rebuscar por los cajones.

Darla vio, o mejor, intuyó como su hechizo había logrado su efecto. Lo había conseguido, una vez más. Jamás se le había resistido algo que se proponía. Las mejores notas, ser guapa y atractiva, entrar en el grupo de las animadoras, su cochazo, ese pelazo que a muchas les gustaría tener y no podían... Y, por supuesto, acabar con una bruja mala.

Por guarr... empezó a decir, pero su cuerpo decidió que no era el momento. Cayó al suelo extenuada y se quedó inconsciente en el acto.