Partida Rol por web

No paran de hablar, las dos gabardinas se presentan entre comentarios que no entiendo sobre sus tallas. Les doy un repaso a ambos reafirmando mi primera impresión. El bajito es mucho más guapo sin duda.

La extraña armadura de colores se levanta y se pone a realizar un gracioso baile mientras que dice su nombre. El resto sigue presentándose alguno de ellos comentando a que se dedican.

Le doy vueltas a la cabeza pensando sobre mi trabajo... gogo? camarera? DJ? Era de lo último a lo que me había dedicado y no duro más de un par de meses...

La imagen de un gran oso negro pasa por mi mente... extrañada parpadeo un par de veces para quitarme ese pensamiento esperando no causar ningún problema. Rebusco en mi cesta y saco una pequeña cajita metálica. Saco una pequeña pastilla rosa y la saboreo cerrando los ojos. Deseando que pase rápido el tiempo, notando como mi cuerpo intranquilo empieza a agobiarse de estar parada.

Samuela abre mucho los ojos (Es un decir: Lleva el casco. Y COMO OTHER M NO ES CANON, el visor no es transparente) cuando ve a Selene tomarse la pastillita rosa.

"Tu... tu vienes de Matrix ¿Verdad? La gente de Matrix toma pastillas rojas para salir, pastillas azules para quedarse dentro y pastillas rosas para que maquillarse"

"Por cierto, yo me dedicaba al negocio de la carne picada"

tu vienes de Matrix ¿Verdad? la armadura de colores se dirige a mi. Levanto la mirada para mirarla viniendo a mi cabeza imagenes de osos enormes pasando por grandes maquinas con afiladas cuchillas.

Abro la pequeña cajita y la miro concentrada. Cuento las diversas pastillas que quedan. Tras unos segundos miro a la armadura y vuelvo a enfrascarme en mi cajita moviendo con un dedo las pastillas de un lado a otro en la pequeña cajita. Finalmente satisfecha, alzo mi rostro con una amplia sonrisa.

- Quieres una? - Le pregunto alargando la mano con la cajita abierta. Le sonrio pensativa un tiempo. - Samuela, no?

"¡Oh! ¡La pastilla Azul! ¡La pastilla azul!" dice Samuela dando saltitos de ilusión. La chica (Aunque nunca os ha dicho que sea una mujer... para eso os teneis que pasar el juego antes de tres horas) intenta tomarse la pastilla... pero rebota con el visor del casco.

La recoge del suelo, intenta llevarsela a la boca... Y rebota en con el visor del casco otra vez.

En serio ¡Intentad comer algo mientras llevais el casco de un Power Suit! Samuela, desde luego, no puede.

"Jo... esta visto que no puedo salir de Matrix. Fu"

Cansado de esperar y de aguantar patochadas, camino hasta el asiento que hay libre al lado de la chica de las pastillas. - ¿Te importa si me siento? - Le pregunto, mientras aparco suavemente mi trasero en él.

La miro unos instantes - ¿Y tú, cómo te llamas? - Le pregunto con una sonrisa. Lo cierto es que es la menos rara del grupo y tiene unos ojos bonitos. Siempre me dejo atrapar por la belleza de los ojos de una mujer.

Ey, chico, hablo contigo ¿te ha comido la lengua el gato? ¡Si estabas muy animado! - Le digo a Silver Ace

-¿Ah? ¿Qué?- 

Silver levanta la vista de la consola, parpadea mirando al hombre y luego saca un plátano del bolsillo interno de la chaqueta, cuidadosamente envuelto en una bolsa plástica. 

-Si, tengo un plátano... Es para cuando debo asaltar a alguien, así finjo tener una pistola... En realidad contrabandeo con cosas menos comestibles... Aunque tengo...-

Saca un mazo de cartas intercambiables con las imágenes de frutas antropomórficas bastante particulares, dejándolas junto al plátano sobre el asiento

-Sin embargo, ahora que lo pienso... ¿Que te comas un plátano no contaría para el canibalismo?-

No pretendo comérmelo, pero si que me puede resultar muy útil... Te juego una partida al memory de las frutas. Si gano me das el plátano, si pierdo me dices tu nombre ¿Hay trato? - Le digo giñándole una solapa (la que no está tuerta)

¿Te importa si me siento? - ¿Y tú, cómo te llamas?

Miro al apuesto de la gabardina sonriendo con cara dulce poniendo expresión de niña buena.
- Un placer. - Le contesto sin fijarme en su pregunta viendo como mi preciada pastilla salta de la mano al casco gigante de la armadura parlante.

Pensativa paseo la mirada por el resto de gente de la sala hasta volver a dar con el atractivo caballero en gabardina que se sentienta a mi lado. Le sonrio mirandole a los ojos y me acerco un poco con la intención de darle dos besos.
- Buenas. Falta mucho?.

El joven deja el plátano al plátano y se encoge de hombros, una pequeña sonrisa calculadora puede verse por un segundo en sus labios.

-Tranquilo, toma el plátano, no hace falta apostar...- "por ahora" continuó en su mente, mirando alrededor mientras guardaba el videojuego, tomando las cartas de fruitis y mezclándolas con calma -Bien, haciendo la ensalada de frutas... ¿Qué hay de ti? No es común ver un plátano gigante que parece salido de un Metal Gear... Aunque Big Boss usó su traje de bananas...-

Dice lo último más para si mismo que para el otro, dejando el memory en la silla entre ellos con mucha calma.

Es cierto, no quedan muchos como yo. - Respondo intentando no pensar en el motivo una vez más - Pero eso sólo me hace más interesante. Adelante. - Digo señalando el juego - Comienza tú, señor.... - Le digo esperando que complete mi frase con su nombre.

Samuela ahora ha sacado un yoyo, y se acerca a Dark Bomberman

"Tu... tu manejas bien el tema de bombas, explosivos y todo eso ¿Podrías hacer volar a la secretaria, y así nos dejan de entrar de una vez? Me dejé las Power Bomb en mi otra armadura"

El Equilbrio estaba formado por pequeñas cosas. Una pequeña mansion, un pequeño yate, una pequeña fortuna.

Parecia ser que lo que alli se encontraba era una reunion del Equilibrio, trileros, frikis, gamers... una reunion de todo lo que es y sera y de todo lo que debia de ser. Interesado se acerco a mirar la partida que se iba a desarrollar alli. Parecia un juego interesante.

- ¿Como se juega a eso?

DB se sienta en el suelo y decide pasar un poco de sus compañeros leyendo un tebeo. Cuando se le acerca Samuela a la que recibe con una sonrisa.

-Que yo-yo más chulo. Hombre puedo hacer reventar algo, pero necesito material y ando escaso ahora, necesitaría pólvora, o gasofa o disolvente, cloruro potásico- babea ligeramente- En fin ¿Que es lo que vamos a volar? ¿A la secretaria? No, si quieres pasar a donde sea pasamos ¿O que?

Silver se queda mirando las piezas absorto y luego mira al asiático, voltean un par de cartas que terminan por ser un plátano y una fresa

-Buscar parejas, es simple... Siéntate y juega-

El chico mira alrededor y luego vuelve la vista al plátano gigante, dejando que este tome su turno mientras él continúa hablando

-El nombre es Silver Ace... Mercader profesional de bienes vigilados. A su servicio-

Le doy dos besos. - Me llamo ADN.

Parece que la muchacha está por la labor. Mi sonrisa se esculpe en mi cara, pues si no sale nada bueno de esta convocatoria de la Resistencia, por lo menos habré conocido una chica interesante.

Me levanto un momento y me quito la gabardina. - ¿Soy yo o hace calor aquí? - Pienso para mis adentros. La dejo en el respaldo de otra silla y me siento girando el cuerpo hacia ella, mientras continúo hablando con suavidad.

- ¿Sabes? Me llenas de curiosidad. ¿Cómo te han enredado para convencerte a venir aquí? A pesar de lo que pueda parecer, - Hago un gesto hacia los demás - no llaman a cualquiera.

Y es así. A pesar de lo estrambótico de las pintas de los presentes, estoy seguro que son gente de acción. No sé si serán de fiar, pero no creo que se amilanen fácilmente.

- Aun no me has dicho tu nombre. - Espero que me responda sonriente y le regalo una caída de ojos, casi involuntaria.

Melocotón y Piña. Le devuelvo el turno a Silver Ace mientras comienzo a poner en juego mis dotes de observación.

El pequeño ninja se incorpora a la conversación.

Y yo soy Mochilo. Sabes, chico - le digo al ninja - Resultas altamente interesante. ¿Cuál es tu historia?

uhmmm ADN, enigmático nombre. No dejo de contemplarlo mientras se quita la gabardina. Expectante compruebo que su porte no engañaba nada. Curiosa miro un poco con más delicadeza examinandolo mejor. Mi compañero hace un gesto al resto de la sala y sigo su ademán echando una mirada al grupo allí presente. Sin saber el motivo de aquello le sigo la corriente con un gesto sencillo de cabeza.

Paseo mi atención un poco más por la gente que me rodeaba recordando un comentario que oí una noche por el barrio. Si, ciertamente la ciudad parece atraer a todos los bichos raros del país. La sala tenía más aspecto de gente de circo que otra cosa…

Aun no me has dicho tu nombre. - La voz de ADN llama mi atención. Le sonrio amablemente. Tomandome un tiempo para pensar que me había preguntado.

- Soy Selene, encantada. - Le digo con cara dulce finalmente. Y me arrimo para darle dos besos.
Recordando una cosa llamó la atención de mi compañero y le señaló a la secretaria. - Tenemos que esperar mucho tiempo? - le pregunto a ADN. - Estoy cansada de estar parada.