Denis empezó a montar el campamento con cara sonriente
Nunca pensé que me lo pasaría tan bien
Al cabe de un rato, Nehifile y el Brownie salen de la cueva, este último le lleva a Thessaly un par de anillos de plata que ha encontrado en el interior.
El bosque parece calmado ahora que los grandes escarabajos están quietos, descomponiéndose haya donde fueron abatidos. El mozo aprovecha para llevar a las monturas a la entrada de la cueva.
La tarde pasa lenta mientras Aletheia cuida del malherido Atalulfo, debil por la perdida de sangre.
Atalulfo, te ha seccionado por encima del codo, tienen parte del brazo, se puede acoplar algo, pero no podrás doblarlo.
¿Vais a hacer guardias?
Se acerca raudo a entregar los anillos
Esto es lo que he encontrado que brillara, habia muchos huesos, más pequeños que los humanos y más grandes que los mios. Lo he hecho bien ¿verdad?
Nehifile enseña la basura que ha encontrado desilusionada. Una pulsera de bronce y un anillo de plata.
Para ti, Atalulfo. Para que ahorres en tu prótesis o lo que gustes.
Ahora apartaros.
Agarró dos de las piedras que acumulara y voló por encima del cuerpo del primer escarabajo. Cuando estuvo a suficiente altura, los dejó caer uno a uno. El fin era partir la gran coraza de su cuerpo y así poder acceder dentro.
Sacó sus dagas, tras varios intentos, y empezó a cortar las entrañas, en busca del estómago de la bestia. Allí habría más tesoro... o eso creía.
Cuando acabó, llena de pringue, se lavó y dijo:
Yo haré la primera guardia.
- ¡Estate quieto!- Le decía a Atalulfo cuando éste le pellizcaba las carnes. Aún con un sólo brazo, era tan grande que sus pellizcos eran dolorosos. La carne pálida de la sacerdotisa se iba poniendo roja.- El Débil lo ve todo y si no te estás quieto te dejará seco, ¿me entiendes?. Deberías comportarte de manera más seria. - Decía con el ceño fruncido y unos adorables hoyuelos en las mejillas regordetas. Le alucinaba que habiendo perdido un brazo se lo tomara de manera tan ligera.- ¿Qué vamos a hacer con el brazo?.
Cuando llegaron los saqueadores con los regalos Alé se dedicó a lavar todo el material y dar los últimos cuidados a Atalulfo.
- No deberías hacer guardia esta noche grandullón. Yo la haré por ti. De todas formas no creo que pueda conciliar mucho el sueño.- Se quedó supervisando a los ayudante para que encontraran la suficiente leña para mantener la hoguera toda la noche.
Alé con dormir 4 horas va lista, eso sí, tiene mal despertar :P.
Ooooh, noooo... ¿No puedo hacer guardia, con lo que me gusta? Bufff, dice sonriendo. Monta como puede su tienda de campaña, bebe muchísima agua, no come casi nada y se retira a descansar todo lo que pueda.
¡No se aceptan visitas femeninas!... ¡Ni pelirrojas!... ¡Ni sacerdotisas o lo que se llame eso, del Débil! Pero pasan cinco minutos y lo que se escucha son ronquidos.
El grupo se disposo a densansar tras una dura jornada en el bosque. El pobre mozo miraba nerviosos cada poco al cadaver del gigantesco escarabajo, esperando que se moviera de vez en cuando antes de caer en un sueño reparador, sin embargo, a Denis apenas le llevó unos minutos conciliar el sueño.
Entonces Nehifile hace una guarda larga y el resto Aletheia.
Licantropo hombre rata
En mitad de la noche, y con todos los compañeros dormidos, el sonido de pequeños roedores llamó la atención de Aletheia.
Afinando un poco el oido, consiguió oir, momentos después, el sonido inequivoco del metal deslizandose por la carne, algo o alguien estaba en el lado no visible del escarabajo más cercano al campamento.
Aquella oscuridad le ponía de los nervios, así que agradecía tener que hacer la guardia pues no podría dormir sin asegurarse de que le fuego estaba encendido. Todos dormían plácidamente cuando escuchó ruidos como de roedores. Al escuchar con más atención le pareció discernir el sonido del metal sobre la carne y lo primero que pensó en que alguien hubiera rebanado el cuello a uno de sus compañeros. Agarró con una mano el símbolo de madera del Débil y con la otra la antorcha a la que se aferraba y se encamino hacia Nehifile. La zarandeó un poco haciendo con la mano un gesto de que estuviera callada y señalando la zona por donde venía el ruido.
Entiendo que he recuèrado conjuros. Dejo los mismos que aprendí la vez anterior.
Comprueba si todos sus compañeros están a la vista.
Ya veré luego si esto vale para algo. Dice cogiendo el anillo. Gracias, pequeño.
Yo paso de hacer guardias, prefiero descansar tranquila :)
Nehifile nota como una mano cariñosa la zarandea un poco. Nota un calor agradable sobre la cara. Abriendo un poco los ojos ve a Aletheia con una antorcha en la mano. Antes de que pueda reaccionar, Aletheia le pone una mano en la boca y luego señala al escarabajo más cercanos, donde el ruido de unos pequeños roedores se deja escuchar. Después de unos momentos se escucha como el filo metálico de algo rasga la carne del escarabajo por el lado no visible.
Si, has recuperado conjuros
Nehifile miró rápidamente hacia los demás miembros de la expedición. Pero el ruido metálico le puso en alerta. Hizo una seña a Alé para que despertara a la bruja y a los demás, al tiempo que desenfundaba las dagas y se echaba a revolotear. Con la luz de la antorcha de la pelirroja se acercó desde lo alto hacia el cuerpo del escarabajo y observó lo que hubiera detrás.
Suhsssss! xD
En la oscuridad de la noche el pelo de Alé ya no refulgía con tanta fuerza y, como si de Sansón se tratara, había perdido toda su fuerza. ¿Y si no era nada? La noche era engañosa. No quería levantar Atalulfo, que tenía que descansar, ni tampoco a la bruja que necesitaba del reposo. Algo aturullada se dirigió hacia la fuente del ruido, con la antorcha tan fuertemente agarrada que se le cortaba la circulación. La otra mano en el símbolo del Débil, pidiendo su protección. Estando Nehifile revoloteando por ahí estaba más tranquila. Contó con la mente a los miembros del grupo de aventureros mientras se acercaba al otro lado del escarabajo muerto.
¿Vemos a todos los miembros del grupo? Denis? no me fío de ese cabroncete
Se supone que mi pejota, antes de acostarse, rebuscó las entrañas del cuerpo. No encontré nada?
Si, perdona. Solo visceras y líquidos propios del insecto, todo orgánico.
Ves a todos dormidos, incluso a Denis
Los sonidos metálicos cesaron y unas pisadas ligeras se acercaron al borde del escarabajo. Allí se distinguió un humano con ropa sencilla y oscura y con una daga ensangrentada en la mano, se os queda mirando fijos con sus ojos, rojos por el reflejo de la luz del fuego y, despacio, levanta su arma desarmada y os saluda.
A Nehifile le pareció un hambriento. Le recordaba a las historias de los de su pueblo vagando por el bosque y alimentándose de lo que podían.
Eh, tú, nos has asustado! Quién eres y qué haces a estas horas de la noche? Si querías comer, te podíamos haber ofrecido algo. Ven, no te quedes ahí, hombre. Caliéntate al fuego y come algo. Guarda esa daga ensangrentada, eso sí. Yo... yo también comeré alguna cosa. Estoy famélica. Y eso que se había dado un buen atracón antes de dormir.
Se posó de nuevo en el suelo y guardó sus dagas a modo de ejemplo. No tenía miedo de ser atacada, pero no le quitaba el ojo de encima. Además, confiaba en sus rápidas muñecas para desenfundar en un instante. Era un truco que había aprendido delante de torpes matones. Cuando la creían desarmada, alguno se atrevía a atacarla, entonces desenfundaba y él mismo se empalaba con su impulso. Pero no creía que hiciera falta eso.
Habla el tío ese? Jijiji. A ver si está endemoniado. ;D
Aunque me parece que es uno del grupo de los que nos quisieron emboscar. Son pobres desgraciados y Thessaly se cargó a uno sin preguntar. xD
Alé dejó a Nehifile hablar por mucho que le pesara. Se creía mucho más capacitada que ella para parlamentar con aquel extraño pero al ver como la Elvariel enfundaba las dagas alguien tenía que asegurarse de que no fuera un peligro. Toda criatura que usaba la noche para andar por ahí era peligrosa, así que mantuvo su mano aferrada a la ramita del Débil, preparada para lanzar un conjuro al extraño ante la más mínima señal de ataque.
Me quedo a la espera de ver qué es lo que hace el tío ese, con un orden imperiosa a puntito de ser lanzado :)
Atalulfo, al día siguiente, se levantó de muy mal humor. Ligeramente febril y bendiciendo a los dioses cada vez que se daba cuenta de que le faltaba un puñetero brazo, al intentar hacer cualquier cosa que antes hubiera hecho con facilidad. Tardó, pues, el triple en hacer sus sencillas tareas de por la mañana, pero bueno, teniendo en cuenta que otros debían estudiar o rezar, tampoco se notó tanto.
Mmmmmh ¿paradillos?