Partida Rol por web

Kitsu no esta satisfecho, con mucho enfado deja caer la espada dañada y envaina la katana. A continuacion saca rapidamente el arco y dispara una flecha al lobo que huye.

Maldita sea. Kitsu recoge claramente molesto su espada. La mira con desaprovacion y se la guarda tras envolverla en algunas telas para que no se estropee mas.

No desperdicies flechas, Ryouta, luego lo lamentarás. Está claro que éste no era un combate en el que los hados nos sonrieran. Tomadlo como una señal, una advertencia para que nos alejemos de hacia donde vamos.

Thessaly se agacha y acaricia el lomo de su zorrita.

Prueba de ello es que no hay nadie herido. Los dioses simplemente quieren que no sigamos.

Sonríe.

Así que adelante, continuemos.

Tienes razón, Thessaly. Los dioses me están dejando claro que me tengo que retirar. Primero el oso, luego pierdo la espada. Cumpliré con esta misión porque es mi deber.

Lekion está pálido y le caen chorretones de sudor por la cara a pesar de que la escaramuza ha sido muy breve.

Los Dioses? Es difícil aclararse con tantos. Igual defendían a los lobos. Lo que está claro es que saben que soy una gran arquera. Si no, no me habrían roto la cuerda. Dijo levantando la vara en la que se había convertido su arma.

Para Nehifile, que donde ponía el ojo, ponía la flecha, era una "jodienda" tener el arco inutilizable. Y no creía en malos augurios.. al menos contra ella. Puesto que "sabía" que estaba destinada a la fortuna.

Jefe, es verdad que pensáis en retiraros? Vah, hemos tenido mala suerte, nada más... Se quedó pensando... A menos que nos hayan lanzado un mal de ojo. Esas cosas pueden pasar. 

El anterior grupo que tenga fue despedazada por una pareja de Buhosos y lo primero que nos encontramos nosotros fue un oso. ¿Como lo explicas?. Jamás en los años que llevo luchando se me habia caido la espada y llega el primer combate y ¡¡zas!!, al suelo. Desde luego no tengo suerte.

La elvariel alzó los hombros y puso cara de no tener ni idea.

No sé, jefe. Quizá Thessaly lo sepa, parece bruja. Miró a la mujer con curiosidad y algo de ingenuidad.

Thessaly, crees que Lekion está maldito?

El grupo se agrupo de nuevo. Recogió su equipo. Por fortuna, las heridas del caballo de Bohemundo no eran graves, solo unos rasguños feos.

El ganadero saltó con advertencias de bestias que venían del norte comiendo todo cuanto se encontraban en su camino, después os agradeció la ayuda contra los lobos y partieron hacia el Sur.

Lekion y sus acompañantes no tardaron en llegar a Gabros al anochecer. Una cuidad construida con madera y con caminos de tierra marcados, muy diferente de la construcción de Aglate. Allí se dirigieron a una posada para descansar.

Mañana partirían hacia el aserradero.