Partida Rol por web

El grupo partió en dirección hacia Grabos. Un sendero labrado con el paso de carros y personas aseguraba no perderser. A los lados, estensas llanuras salteadas de diferentes árboles. Según avanzaban el sol cada vez iba bajando más.

A falta de una hora de llegar, el grupo se cruza con un grupo de ganaderos que lleva sus cabras hacia el sur.

Thessaly se dirige a los ganaderos.

Buenos días. Nos dirigimos hacia el aserradero al noroeste de Gabros. Imagino que conocen bien la región así que estaríamos enormemente agradecidos si nos pudieran indicar si vamos por el camino correcto.

Thessaly está algo intranquila. Tanta tranquilidad en el viaje le parece extraña. No ha pasado buena noche y sus sueños no han sido tranquilizadores. Siente que algo horrible va a suceder y a pesar de que le desagrada, no puede evitar el deseo curioso por verlo cuanto antes.

Nehifile pudo volar tranquila tras su breve pausa. La marcha lenta del grupo la exasperaba, así que le venía bien ciertos entretenimientos de vez en cuando. Eso de hacer siempre lo mismo no se le daba bien. Además, el viaje estaba siendo monótono.

A lo lejos pudo divisar un rebaño de cabreros con sus respectivas reses. Si algo sabía de los pastores era lo sumamente pelmazos que eran. Se pasaban horas y horas al día sin ver a nadie y sin poder hablar. Por eso, cuando enganchaban a algún incauto, todo era cháchara reiterante y sin sentido. Una tortura. Se escondió en los aledaños tras revolotear hacia un árbol adecuado. Desde allí tendría una visión privilegiada al paso de las cabras y el rebaño de aventureros. 

La bruja hizo ademán de tener grandes dotes diplomáticas con... unos puñeteros cabreros. Ops!

Jijiji, esto parece divertido! Les habla como si fueran príncipes. Jojojo. Le falta una reverencia.

El ganadero hace una al resto para que paren a su ganado.

Desde luego que vais en mal encaminados, solo los locos querrían ir tan lejos. Hareis bien en volver por donde venis porque se ha llenado todo de bestias. Nosotros nos vamos al sur, a ver si allí podemos criar nuestras cabras porque si nos quedamos en el norte, nos las comeran a todas.

Nehifile se dio cuenta, desde su posición privilegiada, que había peligro. No sabía lo que podía ser. Tal vez una manada de depredadores, pero sólo advirtió su efecto al pisar la hierva alta de un lado del camino. 

Atentos! Varias criaturas se acercan!

Dijo mientras preparaba una flecha para disparar en el momento que viera qué eran. 

Thessaly saca de sus bolsillos una pequeña tira de cuero mientras murmura.

Lo sabía. Ellos me lo mostraron.

Pronuncia unas palabras arcanas y una armadura translucida la rodea.

Que Pangrus guie mi mano hacia la victoria!-Pronuncia Kargat mientras se prepara para el encuentro.

Ryouta desenvaina su extraña espada curva al tiempo que una espada larga. Sus ojos grisaceos observan el entorno en la dirección que le indican buscando

ここに来て、隠れて出てくる

Parece que el joven samurai esta algo nervioso y habla solo una una jerga inentilegible. Al momentos e da cuenta y habla en voz alta ¿Cuantos son y por donde vienen?

Por las hiervas altas! Señalando con la punta de su flecha al campo que hay al lado del camino. 

entonces ¿te pones a contar los surcos que se acercan hacia ellos de diferentes sitios a pesar de que están cerca del sendero?

Los guerreros y el clerigo preparan sus armas, Thessaly observa con detenimiento mientras que Nehifile, desde su distante árbol observa como se acercan los surcos al grupo.

Sin embargo, los ganaderos os miran con cara desconcertada y se miran entre sí justo cuando varios feroces lobos se lanzan en dirección a las cabras nada más salir de la cobertura que la hierba alta les otorgaba.

vale, perfecto, 12 más el gocho.

Nehifile estiró la cuerda de su arco corto hacia atrás apuntando a la primera criatura que salió de las hiervas. Eran lobos y buscaban cabra de comer. El primero en salir fue el primero que se tragó una flecha. La segunda no quería que fuera a parar a un lobo que estuviera atacando ya, así que se decidió por uno libre. 

Lobos!

Thessaly agita la cabeza al ver a los lobos.

Esto no es lo que se nos prepara. Esto es sólo un aviso para que no vayamos.

De uno de sus bolsillos saca una masa blanca.

¡Buscad el líder de la manada! ¡Acabad con él!

Tras esto pronuncia una palabras arcanas.

El clerigo saca la lanza y se lanza hacia el enemigo gritando: POR PANGRUS QUE INCRUSTARE MI LANZA EN SU CUERPO!!