Partida Rol por web

Una sola bala

Memoria

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26/10/2010, 22:29
Mal

-He dado con un registro en el edificio donde estaban. Estos cabrones tienen algo gordo aquí montado -comentó Mal, asombrado-. Pero bueno, a lo que te interesa. La están ocultando en un hotel. Atención: Hotel. Y no de poca monta. Te he mandado un sms con la dirección.

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26/10/2010, 22:53
Izzy

-¿Pero quién? ¿Quién la tiene? -inquirió-. Tú lo sabes, ¿No? Algo gordo está pasando, algo que todo el mundo sabe menos yo. ¡Paul lo sabe! ¡Él pensaba que yo había vendido a Laurie, y quiero saber por qué!

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26/10/2010, 23:08
Director

-¡Eh, eh! Nena, baja los humos. Yo lo único que sé es que los hijos de puta que ocultan a tu amiga volaron por los aires a los padres de Natalie y dejaron a la muchacha fina, y ahora han dejado a Zhuo vegetal por meterla tú en su tugurio -dijo, en tono acusador. Después volvió a cambiar el tono a ese frío y neutral, como quien habla de patatas fritas-. Por cierto, Natalie ya ha salido de la operación de su pierna nueva. Ha preguntado por ti.

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26/10/2010, 23:12
Izzy

-¡Me importa tres cojones! Dime, dimelo de una vez. ¿A qué se dedicaban los padres de Natalie? ¿Por qué Paul me reprochó que la ayudase? -aulló al móvil, con una jaqueca que parecía que fuese a secarle el cerebo.

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26/10/2010, 23:18
Mal

Mal la hizo esperar tanto que Izzy pensó que se había cortado la llamada.

-Uno: No sé quién es Paul. Dos: No sé qué puñetas eran los padres de Natalie. No soy su tío ni su familiar. Tres: Ya teines la dirección de Quinn. Si quieres algo que no sea gritar, llama a otro número porque si llamas a este te meteré un virus en el cerebro.

Y colgó.

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26/10/2010, 23:24
Izzy

-Que te jodan, que te jodan hasta que te mueras -gruñó, colgando a su vez. Miró la dirección que le había dejado en el sms, con una sensacion de vacío. Había llegado el momento de terminar lo que había empezado. La bala que pendía de su cuello al fin entraría donde tendría que haber penetrado hacía más de un mes. Y ahora, poseida por la furia y el desconcierto, no estaba segura de querer hacerlo antes de contestar unas cuantas preguntas.

Pero no, no podía detenerse ahora. Paul estaría contento al saber que había matado a la alimaña de Quinn.

Izzy salió y buscó un lavabo donde lavarse las manos y la cara. Después pasaría por una farmacia y se tomaria toda la aspirina que fuese legal. Y después, sí, buscaría el hotel.

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27/10/2010, 23:16
Director

Eran cerca de las cinco de la mañana. Lo vio en el reloj de la farmacia cuando entró, ya limpia, a por algo lo suficientemente fuerte y legal como para que le aplacase el dolor de cabeza. Tras su dosis de pastillas, tuvo que preguntar a los transeuntes más madrugadores, o a los más trasnochadores, sobre la dirección, ya que no tenía ni idea.

Las indicaciones y varios rodeos por la zona central la llevaron hasta un Hotel situado a cuatro o cinco de la plaza Waters, cerca de la zona mercante de Night City. Era un edificio grisáceo, con enormes cristaleras y una recepción bien iluminada. No parecía el sitio mas idóneo para esconderse, aunque la seguridad sería un problema. Parecía lo suficientemente caro como para costar la mitad de lo que ella llevaba en el bolsillo.

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28/10/2010, 00:05
Izzy

He aquí un grave problema. ¿Cómo iba a meterse? Y una vez dentro, ¿cómo iba a hacer para tener una última conversación con Quinn antes de dispararle la bala? Sería absurdo morir antes de lograr su objetivo.

Izzy se acarició la barbilla, pensativa. Si había esperado un mes, bien podía esperar un día más. Vigilaria quién entraba y quién salía y a partir de eso elaboraría su plan.

Notas de juego

Me quedo vigilando. Todo aquel que entre y salga recibirá un escaneo térmico.

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30/10/2010, 12:09
Director

La espera fue aburrida. Eran cerca de las siete de la mañana, así que lo único que pudo ver fue un par de furgonetas dirigiéndose a la parte de atrás para entregar los víveres oportunos. Hasta las ocho no vio más de cuatro personas: Dos huéspedes que llegaron bastante borrachos de alguna fiesta, y a dos guardias que se cambiaron el turno y se quedaron cerca de la entrada hablando unos minutos. Ambos iban de traje y con una pistola normal y corriente. Nada de lo que preocuparse en principio.

La actividad empezó a partir de las nueve (hora a la que Izzy tuvo que ir a por un café y algo con lo que alimentar su estómago). Llegó un grupo a alojarse de cinco ejecutivos. Quizás hubiera sido buen momento para infiltrarse, pero desentonaba demasiado entre la gente de traje. Además, de los escáneres pudo sacar que en realidad eran tres y dos guardaespaldas bastante bien armados (mejor de lo que parecía la seguridad del sitio). Quizás fuesen gente importante, pero no lo supo con certeza. Poco después vio a varios huéspedes salir, todos bastante arreglados pero con escasa seguridad, y pudo comprobar de nuevo que la seguridad del edificio consistía en las armas que había visto que portaban los dos guardias del principio. Eso le planteaba dos alternativas: O los guardias eran tan buenos que no necesitaban más para sacarte de allí, o el hotel iba más de aparentar que de ofrecer un buen servicio.

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03/11/2010, 10:09
Izzy

Izzy tuvo tiempo suficiente para meditar y darse cuenta de que aquello no funcionaría a no ser que se colase. A no ser, por supuesto, que se quitase aquel look de chica mala y aquel pelo tan llamativo. Le quedaban en el bolsillo suficientes dólares como para comprarse ropa nueva. Lamentaba desprenderse de su querida cresta, pero hacía tiempo que había perdido su sentido. Uno no se deja el pelo púrpura cuando está de riguroso luto.

Se encaminó a una peluquería y pidió que se lo cortaran al rape, apenas dejando unos milímetros de pelo para evitar estar totalmente calva. Por suerte el peinado a cepillo había estado de moda hacía poco y no desentonaría del todo. Luego se pasó por una tienda de ropa y se cambió por primera vez en mucho tiempo. La higiene personal suele quedarse un poco de lado con la depresión. Tiró la chupa corroida a la basura y se puso una chaqueta tres cuartos de cuero falso que daba bastante el pego y que le permitía ocultar la pistola. Se cambió los pantalones por unos de vestir y, por primera vez en su vida, se compró una blusa. El aspecto que ofrecía al espejo, con aquel rostro desencajado por la resaca y la falta de sueño pero bien vestida y maquillada, era casi cómico.

Volvió al hotel y se frotó la bala contra los labios. Si todo iba bien... si todo iba bien hoy mismo mataría a Quinn.

Notas de juego

Voy a entrar.

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04/11/2010, 00:54
Director

Un nuevo cambio de look debería bastar para pasar desapercivida. La gente solía hacer ese tipo de cambios cuando algo importante ocurría en su vida, al menos antiguamente. Ahora la moda hacía que todo cambiase continuamente, pero Izzy había dejado de hacerlo. Sólo había pasado un mes, aunque para su percepción del tiempo fuese una eternidad indefinida de oscuridad y vacío. Sólo un objetivo, uno que estaba en alguna de aquellas abitaciones. Durmiendo, tal vez desayunando o viendo la tele. Era un sacrilegio que el mundo continuase girando así, tan impasible y repugnante como siempre, sin pararse un sólo segundo a pensar que alguien tan bueno e inocente como Laurie había muerto a manos de una imbécil celosa.

Era cruel, y a veces insoportable.

La recepción estaba bien iluminada, con un hombre mayor de canas en el pelo y traje de pingüino atendiéndola. Parecía somnoliento, y miraba fijamente la pantalla del ordenado que había detrás de un panel. Tardó varios segundos en darse cuenta de que Izzy estaba allí.

-Buenos días. ¿En qué puedo ayudarla?

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05/11/2010, 13:09
Izzy

-Quería una habitación para hoy. ¿Cuánto es? -preguntó con su mejor tono de voz.

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05/11/2010, 20:21
Director

El chico le ofreció una gama de habitaciones que iban de los 60 a los 300 eurodólares. Eso sin contar las reservadas. Una, fuera cual fuera, le costaría una fortuna para lo que llevaba encima. Pero, pensándolo fríamente, si 80 eurodólares era lo que costaba la cabeza de Quinn, no era nada comparado con lo que había pagado. Después... ya no había nada después de su muerte, así que el dinero no importaba.

Después le indicó a un botones que la acompañase a su habitación, y lo hizo recitándole de memoria y con bastante poca gracia todos los servicios de los que disponía el hotal. Luego, tras asegurarse de que la nueva huésped estaba satisfecha con su habitación, la dejó sola.

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05/11/2010, 23:46
Izzy

Izzy dejó que cerrase la puerta tras de sí y contó un minuto antes de salir. Su plan era sencillo: iría piso por piso activando y desactivando la visión calorífica para descubrir la habitación que estuviese más llena de matones o gente armada. Entonces, por lógica, habría encontrado a Quinn.

Encontrarla era una cosa, pero capturarla otra. La necesitaba viva, al menos un tiempo. Quería que supiese lo que era el dolor, lo que ella había sentido y sentía cada día. Para ello tendría que llevársela a las afueras, matando a todo el que se cruzase. No era fácil. Nadie dijo que lo fuera. Sus fuerzas comenzaban a abandonarla pero no era el momento. Laurie estaría contenta. O no, no lo estaría en absoluto.

-Pero yo sí, pequeña -dijo saliendo de la habitación.

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06/11/2010, 12:29
Director

Poco después, Izzy salió de su habitación en busca de la caza. Los pasillos estaban desiertos, y la moqueta disimulaba sus pasos.

Había tres pisos con cerca de treinta habitaciones en cada uno. Ella estaba en el segundo. Tuvo que inventarse algunas excusas para los seguratas que había apostados por los pasillos, y aun así no la dejaron acceder a la zona reservada. No le importó porque con un rápido escáner desde lejos vio que no había nadie allí. Nadie se gastaría tanto dinero en proteger a una zorra como Quinn. Y si lo hacía es que estaba loco o no la conocía.

Tras quince minutos deambulando, contó cuatro habitaciones con gente armada. Una en la primera, dos en su misma planta y otra en la tercera. En la tercera le pareció que estaban los hombres que habái visto esta mañana entrar en el lugar. Los cuatro ejecutivos. En la primera había dos personas que, al parecer, dormían en la misma cama. En las de la segunda había una en cada una. Era jora de decidir.

Notas de juego

No tengo foto de Quinn, mujer o..o

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06/11/2010, 13:03
Izzy

Izzy, si es que entendía la psicología de Quinn, imaginaba que nadie pagaría para protegerla. Nadie en su sano juicio. Pero resultaba que la muy zorra sabía manipular a la gente, y una manera de manipularla era seduciéndola. A decir verdad no era fea. Algo había tenido que tener para que Izzy se fijase en ella. No le costaría volver a encantar y a hacer que la protegiera.

Por tanto, eligió la de los dos durmiendo en la misma cama. Se acercó a la puerta y llamó dos veces, sin prisa. La mano sujetaba la pistola y la sacaría en cuanto abriesen la puerta... o en cuanto supiese que había acertado.

-Disculpen... Soy la huésped de la habitación del fondo del pasillo. ¿Han oído ese ruido?

Llevaba la cresta rosa desde los dieciseis años. Era poco probable que Quinn la reconociese. Se había maquillado el tatuaje y se había dado tanta sombra de ojos que no se parecía en nada a lo que Izzy Mile había sido alguna vez.

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07/11/2010, 11:07
Director

Un hombre de cuerpo fibroso y pelo cobrizo abrió la puerta, con cara de sueño y terminándose de poner la camiseta gris. Miró a Izzy de arriba abajo y asomó la cabeza hacia el fondo del pasillo.

-No. ¿Qué ruido? -preguntó, rascándose la barbilla.

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07/11/2010, 12:49
Izzy

Izzy le puso el monocuchillo en el cuello y lo empujó para pasar. Cerró la puerta con el talón y apuntó a la mujer. ¿Era Quinn?

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07/11/2010, 15:18
Director

Efectivamente, la mujer que había tendida en la cama, era Quinn, la cual abrió los ojos como platos sin llegar a comprender la situación.

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07/11/2010, 15:23
Izzy

Un escalofrío la recorrió de pies a cabeza. Había imaginado aquel encuentro durante mucho tiempo, pero no había pensado que fuese así. La miró con una mueca de asco.

-¿Ahora te van los tíos?

Golpeó al hombre en la sien con el mango del cuchillo, haciendo que se desplomase en el suelo. Luego se encargaría de él. Ahora avanzaba hasta Quinn y la apuntaba a la frente con la pistola.

-¿No te acuerdas de mí?