Partida Rol por web

Todos salís al exterior del vagón. Ya es casi de noche.

Veis en la multitud de cables de luz cientos de cuervos, todos muertos, todos vivos.
Sabeis que comen carne, como todos los no-muertos. Lo que parece diferenciarles es que con la caréncia de luz, duermen. O eso os parece.

Todos os quedais sin habla cuando veis que el fuego no solo había tomado vuestro vagón. Todo el tren estaba ardiendo. Lo que estaba claro es que eso no había sido producido por la flecha de Layla.
Seguramente un cortocircuito en el cuarto del generador y sin nadie para revisarlo se había convertido en fuego.

De los doce vagones vosotros os encontrabais -contando desde el vagón de cabecera acia el vuestro- en el octavo. Los cinco primeros estaban ardiendo completamente. Del sexto y el septimo salía humo.

El fuego del incendio iluminaba a los muertos que cuasi frenéticos golpeaban el tren. Si había una escapatoria, en estos momentos no la veíais.

A vuestro alrededor, otros trenes, la caseta de la que vino Layla, las figuras recortadas en la oscuridad de la enorme y cilíndrica estación. A lo lejos la ciudad.

Casi puedo paladear la salsa barbacoa...

La situación es, cuanto menos, desesperada. ¿Quién coño me mandaba a mí lanzarme sobre la trampilla como un poseso? La morfina (o lo que me hubiese chutado) me ha dejado un poco más gilipollas de lo normal.

Me tumbo cuando largo soy sobre el techo del vagón, haciendo sitio a Alain y Adam, y oteo el paisaje de muerte y destrucción. Si entorno mucho los ojos, a veces parece hasta bonito.

- He estado fuera de juego un rato - le digo a mis compañeros en un susurro - pero seguro que la atractiva Robin Hood recientemente mutilada no había previsto ésto. ¿Y si probamos a desenganchar el vagón? ¿Creéis que su propio peso hara que se aparte del incendio?

Subo con esfuerzo la escalerilla de la trampilla, la herida, aunque menos grave de lo que pensaba, me retrasa. Cuando llego arriba me aparto a un lado para dejar sitio al resto y les hablo: Doc, Layla, ¿tienen alguna tipo de tejido limpio? Voy a intentar arreglarme esta herida.*

En cuanto tengo algo que me sirve de vendaje y para limpiarla, intento remediarme lo mejor que puedo. Tras un par de minutos, estoy mucho mejor...

... hasta que observo el panorama que se muestra alrededor. Mierda... Joder... toda la explanada está infectada de zombies, no se les puede ver pero se les siente... y el tren está en llamas... a saber cuanto tarda en explotar. Busco una posible solución a nuestros problemas, pero lo único que se me ocurre es seguir avanzando por el techo del tren. Seguro que es más seguro... y a lo mejor podemos acceder a los otros trenes... corriendo, por supuesto.

Bien gente, creo que toca más de lo mismo: sigilo y correr. ¿cómo vamos de armas?**

No creo que desenganchando el vagón logremos moverlo, tan sólo retrasarnos. Hay otros 4 más detrás del nuestro, estamos en el medio del tren. Quizás con el último haya alguna posibilidad.

Cita:

No entiendo lo del pié xD tu herida es bastante superficial y fué en un hombro. Veniais del vagón 10 (nevera) y ahora estais en el 8, del 9 tuvisteis que pasar de largo cuando os arrastrabais por el suelo.

El vagón no solo no se va a apagar, sino que va a ir a peor, la cuestión es cuando.

Os dais cuenta de que Lauren no está, y básicamente lo haceis cuando escucháis un "dring dring", el sonido metálico y seco de el timbre de una bici.

Cuando os giríais la veis montada en su pequeña bici, los faros iluminados por la dínamo de la rueda trasera, apenas una mera y ridícula simulación de luz.

Corre con su bici entre ellos haciendo sonar su timbre y toda la avalancha de zombies se va corriendo detrás de ella. La veis alejarse primero, luego solo ois en la lejanía el "dring dring" cada vez más lejano.

Que os aspen si teneis alguna idea de porque ha hecho eso.

¿Pero que cojo...?

- ¿Se puede saber qué coño está haciendo? - mi primer impulso es saltar y perseguirla, caminar si hace falta por encima de las cabezas de los podridos, por fin tengo un objetivo y acabo de perderlo - Layla, ¿tú sabes algo de ésto? ¿A dónde coño va? ¿Huye de nosotros o nos está regalando una oportunidad?

Noto que me estoy hiperventilando, tantas dudas y tantas supuestas respuestas... Todavía tengo algo de su sangre, quizá lo mejor sería largarse por el camino despejado y tratar de aislar cepas... Pero por otro lado, tener la fuente directa...

Pero que hace esa niña... La adolescente se pierde en las sombras de la noche, haciendo sonar su timbre, mientras la horda de zombies sale detrás de ella. Ha "despejado" el camino de zombies... pero en dirección a la sede de los antropófagos. Nada bueno se puede sacar de esto... si sobrevive avisará a sus compañeros y vendrán a por su "comida".... y si la atrapan pronto los zombies nos cortarán el paso... Sea lo que sea lo que vaya a ocurrir, necesitamos hacer algo ya. Y nuestra prioridad es el metro para llegar al puerto. Y a la isla.

No te asustes Doc, es hora de actuar con rapidez. Me vuelvo hacia Layla, clavándole la mirada. Mis ojos reflejan esperanza. Hay una oportunidad de sobrevivir.  Dinos Layla, ¿cómo se llega desde aquí a la boca de metro?

Layla apenas se cree lo que acaba de ver... no puede creer que aquella niña sádica y psicópata haya hecho algo bueno por ellos. Debe de haber algo mas ¿o no?

La.. la entrada más cercana es tirar recto hacia donde apunta el tren, saltar la valla y recorrer dos calles hasta la entrada de metro. Y eso son las buenas noticias... respira
Las malas son que quizás la gente que se convirtió allí dentro -señala la enorme estacion ovoidal- quizás se ayan metido por el metro y ahora sean zombies, y que la entrada a la estación estará emparedada lo cual significa que será un callejón sin salida hasta que hechemos a bajo la pared, pared por la que luego podrán entrar cabrones si no nos están esperando a la otra parte por hacer demasiado ruido.
Cada dos calles hay una entrada, cuando más lejos tomemos la entrada más dificil será encontrarse zombies, pero más habrá que internarse en la ciudad...

Se pone de cuclillas y ayudándose de los hierros oxidados empieza a bajar con mucho cuidado de no caerse y empalarse.

Hay algo en esta mujer que me obliga a seguirla, tienes dotes de mando, ha nacido para ser un líder. Sin dudarlo un instante, la sigo tren abajo.

Nu pasa na!!

Yo estoy con mi bronquitis, tamos tos jodidos xD

Asiento a las indicaciones de Layla, en el fondo quiere au¡yudarnos a salir de aquí. Bien, intentemos primero salir de esta estación... luego veremos si podríamos llegar sin problemas a la boca de metro no bloqueada con la pared.

Dicho esto, me descuelgo con cuidado por el lateral del vagón, aunque la herida de bala me arranca una mueca dolor. Aún así, logro ahogar el grito. Ni de coña vas a gritar ahora Alain... te lo estás jugando todo. Me escondo en el suelo junto a Layla y a Gregory.  Sobrevive. Y después llora, grita y celebra todo lo que quieras.

Layla se pone a correr a marcha ligera y la seguís, hay un tramo largo y lo vais bordeando para esquivar a los zombies-mutilados rezagados, lo último que quereis es que se pongan a gritar y atraer a más muertos.

Cansados y con la lengua por fuera os plantais ante la berja, es un rato alta y os va a costar lo vuestro escalarla. A Layla le falta un dedo, Gergory perdió bastante sangre y Alain tuvo una ración de pólvora. Solo Adam parece al 100%... si olvidamos que todos salvo Layla habeis estado cuasi congelados durante varias horas.

A través de la reja metálica veis la ciudad. Oscura y silenciosa, mucho más mortal que cualquier selva... y mucho más traicionera.
Edificios medio derribados luciendo galerías de cristales rotos, cientos de vehículos muertos derramados por cada calle. El suelo lleno de cascotes, vídrios, papeles y suciedad. Apenas veis nada más que siluetas, y teneis suerte de que haya estrellas pues la poca luz que os alumbra es por cortesía de las mismas.

Laya sube la primera y cuando ya a cruzado a la otra cara de la vaya su pierna se le engancha en la parte superior... cae de cabeza aunque parece que en el último momento logra girare sobre si misma y el brutal impacto lo recibe en el hombro.
Desde vuestro lado ois romperse el hueso y su grito mudo.

Incluso con su dolor sabe que gritar en alto es llamar a la muerte, aguanta el grito con lágrimas en los ojos y luego se desmaya.

Subo tras Layla la verja, tragándome el dolor que me produce la herida. Sé que este es un momento crucial en mi vida y que tengo que hacer todo lo posible para no joderla. Vamos Alain... ¡arriba! Por peores paredes escalastes en Noruega...

Voy absorto en mis pensamientos, ascendiendo poco a poco, como Layla. ¡CRACK! Bueno, como Layla hasta que se ha caído desde lo alto y se ha roto el hombro contra el suelo. Mierda arquera... te podías haber matado... La joven se retuerce en el asfalto, pero no emite ningún ruido. Joder, que valor tienes... te sacaremos de esta.

Al poco, estoy al otro lado de la verja sin problemas y ayudando a Layla a levantarse. El hombro no tiene muy buena pinta, pero en cuanto lleguemos al metro algo podremos hacer para arreglarselo. Tranquila... saldremos adelante, la susurro muy bajito.

Salvo el último tramo con más gloria que pena, pero tampoco mucha. El ruido seco de Layla impactando contra el suelo reverbera en mi cabeza.

Me acerco rápidamente a ella y observo su herida, tratando de averiguar si se puede tomar alguna medida preventiva inmediata, o si tendrá que morderse la lengua hasta llegar al refugio...