Partida Rol por web

Sigo mirando alrededor buscando...y algo llama mi atención..algo metálico..¿puede ser?¿es lo que nos permitirá salir de aquí?. Me agacho estirando el brazo para cogerlo...pero mi mano solo consigue estirar de otro cable...Mierda!!; exclamo en un susurro al tiempo que escucho el ruido de otra jaula estrellándose contra el suelo.

Hecho una mirada a mi alrededor y miro a mis compañeros, todos están mirando, buscando...y entonces los ojos de Amber se abren como platos. ¿Es posible que haya visto algo?. Miro hacia delante, hacia esos seres. Todavia no se han percatado de nuestra presencia. Bien. No soy tan estúpida de comenzar una batalla, y menos aún que todavía no nos han detectado, pero las cosas pueden ponerse feas y más vale estar preparado. Desenfundo mi Beretta con mi mano derecha y agarro mi hacha de mano con la izquierda. Puede que todo acabe aquí, pero si caigo...estoy dispuesta a llevarme conmigo a un buen número de esos monstruos.

Layla saca de su macuto una manta que huele a rallos y se la hecha encima, podeis observar que tiene cosidos dedos y trozos de carne de zombies... y a ellos huele.

Intentaré cogerla sin que se den cuenta... preparad las hachas o los cuchillos por si teneis que actuar.

Luego se arrastra, pasando por debajo de algunos cables y por encima de otros, casi como un gusano enrollado en aquella manta hedionda... conteneis el aliento mientras llega hasta el zombie y le quita la llave de debajo de los pies. El estúpido zombie apunto está de caer, lanza un gruñido pero sigue en su idiotizado silencio... Layla se acerca hasta vosotros cuando un sonido retumba en el enorme espacio del interior de la chimenea... seguido de varios otros.

Os están disparando de arriba, de muy arriba. Veis como varias luces rojizas caen desde la parte superior del techo, son bengalas y si en veinte segundos no habeis salido de ese lugar, todos los zombies sabran donde estais.

Amber vio la llave que estaban buscando. Desgraciadamente, los zombies estaban demasiado cerca de ella. Antes de que le diera tiempo a pensar en alguna solución, Layla se acercó sigilosamente y le quitó la llave a los zombies bajo sus propios pies.

- Bien... - susurró, sin dejar de prestar atención a los zombies por si notaban algo.

- ¡Mierda! - dijo Amber al ver que les disparaban desde lo alto, pero aún con miedo de alzar la voz. Aquello se había complicado, tenían que salir de allí. Viendo que ninguno de sus compañeros reaccionaba, se acercó a la puerta e intentó abrirla.

Con todas sus fuerzas, intentó abrirla, pero estaba demasiado cansada y no pudo moverla siquiera un milímetro. Mientras tanto, los disparos no cesaban...

Y cuando todo parecia jodido, se vuelve más jodido todavía. Alguien dijo una vez que si algo puede salir mal, saldrá mal. Y cuanta razón tenía. Gracias a la sorpresiva actuación de Layla la conseguimos, y Amber intenta, sin mucho éxito, abrir la escotilla. Yo me quedo anclada, mirando hacia esos monstruos, observando sus movimientos...y entonces un sonoro ¡clonk! a mis pies me hace desviar la mirada hacia abajo. Lo primero que veo es una luz roja que rueda delante mio...¿Pero que es esto?; aunque tardo tan solo un segundo en reconocerlo. Para mi asombro, comienzan a llover más cosas de esas, y mi mente grita..¡¡Bengalas..nos están arrojando bengalas!!; la oscuridad jugaba a nuestro favor contra los zombies pero si esto comienza a iluminarnos...no tardarán mucho en vernos...y entonces comienzan los disparos. 

Vienen de arriba, como las bengalas...de arriba..del zeppelín...eso significa que los que se quedaron...no quiero pensar en eso, además, está todo muy oscuro y no estoy segura de que provengan del zeppelín. Ahora nuestra máxima prioridad es abrir la escotilla...porque si no nos matan los disparos, lo harán los zombies, ya que con el ruido de los disparos y la luz de las bengalas iluminandonos será cuestión de segundos que nos vean...

-¡¡Hay que salir de aquí ya!!- ya no sirve de nada intentar pasar desapercibidos, así que el grito sale de mi garganta mientas me acerco a Amber para intentar cubrirla, al estar intentando abrir la compuerta no ha podido moverse...y en ese momento escucho una  bala silbando al lado de mi oreja. Si no me hubiera movido en ese instante, me habria atravesado el cerebro. De forma automática, sin pensar, levanto mi pistola y disparo a ciegas, aún no hay suficiente luz para ver lo que nos está atacando desde arriba. Y un grito de dolor resuena en el aire...Le he dado..le he dado a ese cabrón; no sé si le he matado, pero al menos le he jodido bien. Y aunque la situación no está de nuestro favor, no puedo reprimir una sonrisita de satisfacción.

Amber coge la llave inglesa y la incustra en la base de la reclusa, hace acopio de todas sus fuerzas y tira de la palanca... en la dirección contraria. Casi podeis oir el chirriar del hierro cuando la exclusa queda más fuertemente cerrada aún de lo que estaba. Amber se queda atónita hasta que un tiro en el antebrazo la despierta.

Los disparos, pese a proceder de gran altura son bastante certeros, uno de los disparos alcanza a Kyle en costado, pero rozándole aepnas, Layla recibe al momento un disparo en la cadera. Todos devolveis el fuego, no pensais morir sin defenderos y tanto los disparos de Sam como los de Amber se saldan con dos figuras cayendo desde lo alto, estrellándose contra el suelo.

Las bengalas caen rodeandoos... y lo agradeceis pues los zombies ya se dirigen hacia vosotros y preferis luchar con luz.
Veis que el suelo alrededor de la exclusa está todo plagado de brillantes cables en un radio de unos 10 metros, los zombies corren hacia vosotros y empiezan a tropezar con los cables.
Escuchais como caen más y más de esas jaulas y todo empieza a llenarse más y más de zombies... pero por el momento los cables del suelo también juegan contra los zombies que tropezan una y otra y otra vez.
Vais a tener que afinar vuestros ojos y vuestros nervios para salir de esta.

La cosa va muy mal...pero que muy mal...Mi disparo le ha dado a uno de esos cabrones y acto seguido, veo a otro acompañandolo en su caida. Por acto reflejo me giro a tiempo de ver a Amber con su pistola aún humeante levantada en el aire, y entonces una mueca de dolor se posa en su rostro. Se agarra el brazo con el que empuña la pistola, y un líquido rojo comienza a gotear de él. Y entoces más gritos de dolor resuenan a mi alrededor...La lluvia de disparos nos está masacrando, y para colmo los zombies ya nos han visto. Se acercan renqueantes tropezando con todos los cables que hay en el suelo, y por supuesto haciendo caer más y más jaulas, llenando cada vez más la estancia de esas cosas. Dispararles a los zombies no tiene sentido, son demasiados...y a los de arriba no los puedo ver bien, solo nos queda abrir la puerta. Enfundo de nuevo mi pistola en la parte de atrás del pantalón y meto el hacha de mano en un costado del cinturón y me acerco a Amber.

- Amber, tienes que dejarme la llave, intentaré abrir la compuerta para sacaros de aquí - le digo. Más balas pasan zumbando por mi lado, pero afortunadamente ninguna da en el blanco. Me acerco a la compuerta y haciendo acopio de todas mis fuerzas empujo. Nada...vamos Sam, no te rindas...empujo...nada..aguanto la respiración, me empiezo a poner colorada y empujo de nuevo...y entonces la puerta rechina y se afloja...la compuerta se abre... - No me lo puedo creer...- exclamo atónita - Está abierta...¡¡chicos, está abierta!! vamos, deprisa, entrad..-

Amber sintió un profundo dolor en el brazo. Le habían dado, y la puerta seguía tan cerrada, si no más, como cuando habían llegado.

- ¡Joder! Esos cabrones me han dado - dijo mientras se apretaba la herida del antebrazo con la otra mano, intentando que no saliera demasiada sangre. - Que alguien intente abrir la puerta, yo no soy capaz...

Sacando su pistola con rabia, apuntó hacia lo alto de la chimenea y disparó hacia los que le habían acertado. Alguno tendría que pagarlo. Los zombies se acercaban por todos lados, pero si iban a morir, se llevarían consigo a sus atacantes. Los disparos silbaban a su alrededor, y le pasaban rozando.

- ¡Moríos, malditos! - gritó, disparando a las sombras que se veían en lo alto de las escaleras. Un tiro pareció dar en el blanco: - ¡¡Jódete, cabrón!!

James se parapeto como pudo esquivando los disparos que se oian cercanos. La experiencia hablaba por si sola. Al oir gritar a sus compañeros intento girarse hacia ellos pero una bala paso rozandole la oreja y volvio a prestar atencion a sus atacantes.

Joder Amber!-grito al escuchar a su compañera, sabia que había una cura pero no sabía si les daría tiempo-hijos de putaaa!-gritaba mientras habria fuego a loz zombis que se acercaban peligrosamente. La cabeza de dos de ellos reventaron como un melon maduro.

Derrepente algo parecia ir bien dentro de ese infierno. Se habia abierto, por fin se habia abierto

Vamonos joder!

James consigue esquivar los disparos para luego contraatacar volando la cabeza de tres de aquellos muertos vivientes.
Ese es el momento en el que Sam abre la compuerta mientras que Amber recibe un disparo en el muslo que hace juego con el de su antebrazo, está empezando a perder demasiada sangre. Grita de dolor acompañando sus disparos, uno de ellos se convierte en chispas al golpear la escalera metálica allá arriba, el segundo alcanza a otro de aquellos cabrones que tras el impacto cae desde aquella altura conviertiéndose en puré contra el suelo.
Kyle y Layla disparan sin cesar contra aquellos cabrones, apuntando al sitio donde Amber ha hecho blanco, uno de esos disparos consigue acabar con la vida de otro de aquellos hijos de puta. Y si no lo consigue el disparo, si lo hace la brutal caida.

Es hora de salir de aquí.

- ¡¡Amber, Layla, ¿podeis caminar? pasad primero vosotras, intentaré cubriros!! ¡¡Id pasando, yo seré la última, pero daos prisa!! - desenfundo mi pistola y vuelvo a disparar. Más balas pasan silbando a mi alrededor, pero la Diosa Fortuna sigue conmigo y no dan en el blanco. Disparo mi pistola pero un sonido metálico me indíca que mis balas han golpeado en la escalera. Los monstruos se acercan y de arriba no dejan de llover disparos....¿es que no nos van  a dejar respirar nunca?

Vamos Sam, no es momento de heroicidades. Metamonos todos por la trampilla ys algamos ya de este puto infierno. Vamos Amber, todavia tienes una oportunidad!-les dijo James mientras sin dejar de apuntar con la pistola hacia el interior de la oscura trampilla se metio corriendo dispuesto a afrontar con su arma cualquier peligro que alli hubiera.

Si aqui tambien hay zombies estamos condenados....

- ¡Joder! - dijo Amber tras recibir un segundo disparo. La cosa se estaba poniendo fea, y en menos de cinco minutos ya le habían dado dos balazos. - ¡Te sigo, James!

Andando a duras penas, y con un inmenso dolor en el muslo, Amber se dirigió hacia la exclusa para bajar tras James, y comenzó a bajar.

Todos empiezan a bajar rápidamente mientras Sam dispara hacia vuestros agresores, justo cuando se gira de espaldas para bajar un disparo le roza la mejilla, como un corte con navaja, los siguientes disparos de aquellos cabrones y las primeras manos de los podridos caen contra la exclusa en el mismo momento de cerrarse.
Bajais resoplando por una escalerilla de mano que os hace descender por un espacio circular totalmente claustrofóbico, hasta dejaros caer en un pasillo donde casi resbalais con la sangre del suelo.
Hay tres cadaveres de pielgrises en el suelo, repartidos a lo largo de todo el pasillo. Parece que Ivett se ha ensañado con ellos, no tienen armas de ningún tipo, van todos harapientos, aunque más del tipo redneck del desierto que del tipo muerto viviente, aunque con esas ropas y esas pintas pasarían totalmente desapercibidos. Lo que está claro es que son como los que os emboscaron en la calle en que todos os encontrasteis para subir al zeppelin.

El pasillo va en dos direcciones, hay unas cuatro puertas a lo largo del mismo sin ningún tipo de indicación, hacia la derecha el pasillo muere en un cruce de pasillos y hacia la izquierda en una puerta con una vidriera circular a la altura de los ojos.

Varia cámaras cuelgan del techo arrancadas y aún lanzando chispas.