Partida Rol por web

Kaya notaba algo extraño en el ambiente, ¿y ese parpadeo? ¿sólo lo había sentido ella? ¿a caso era que se estaba mareando? Pero la modelo se sentía perfectamente, nerviosa, pero no para marearse…, no, no podía ser cosa suya… ¿y por qué no había ido allí la policía ya? ¿tanta influencia tenía el organizador?

Cuando inició la carrera, las motos salieron disparadas como alma que lleva el diablo e, instintivamente, Kaya se echó hacia atrás, quedando entre las chicas que estaban en primera línea, quería saber el resultado de la carrera, pero tampoco quería destacar más…

Una mujer a la que no conocía de nada se dirigió a ella y Kaya la miró extrañada, ¿tan obvia era? Pensaba que no… Se sintió extraña y los nervios que ya llevaban tiempo en su interior aumentaron por momentos. Kaya volvió de nuevo la vista hacia la carretera, Samuel no iba el primero, y eso no era lo peor, su compañero tampoco y eso no podía ser bueno. Tenía miedo de que si seguía así no consiguieran ganar la carrera y su pulso aceleraba por momentos. Solo quería que aquello terminase ya, que los Black Phantoms ganasen y ella pudiese irse a casa por fin.

El inicio de carrera había sido excelente para Samuel, pero después de avanzar a toda potencia durante medio kilómetro, advirtió que los que le acompañaban a su lado no eran más que la dupla de los Bandidos, y los dos líderes de las otras dos bandas, los Fucking Mum y los Punisher. Algo no iba bien, puesto que su colega Bruno no debería estar tan rezagado de inicio, y eso solo podía significar que se había dejado influenciar por las provocaciones, pullas y la presión de saber que se jugaba más que nunca. 

Aunque no fuese esa su intención, el joven Johnson se vio condicionado por la situación y no relentizó su ritmo, lo que que le impidió llevar la cabeza y terminó quedando relegado a una quinta posición que dejaba en una situación complicada a los Black Phantom. Continuamente Samuel echó miradas hacia atrás para saber si Evans empezaba a coger ritmo de carrera y les alcanzaba, pero sabía que así iban a perder toda oportunidad. ¿Qué podía hacer? Un pensamiento cruzó por la mente del magnífico motero, y es que si había alguien capaz de alcanzar la primera posición y lograr que el ritmo de carrera siguiese el curso que él deseaba, ese era Samuel Johnson. 

Sin dudarlo, aceleró nuevamente su preciada alma gemela y no se contendría hasta alcanzar y rebasar a los dos Bandidos con un pilotaje excepcional, incluso adelantando a algún coche que circulaba por la misma avenida principal ajeno a la carrera, por el estrecho espacio que quedaba de la carretera entre el vehículo y el arcén, y logrando un grito de exclamación por su parte. Delante del grupo, tuvo un apasionante duelo con el líder de los Bandidos, y eso repercutió en la conducción de los que iban por detras, quiénes en algún caso se vieron obligados a dar frenazos. ¿Estaría logrando que Bruno retomarse las riendas y permitirle superar su colpaso inicial? 

Parece que he iniciado una guerra, y se están produciendo múltiples adelantos que provocan que se relenticen y molesten entre sí. Vamos Bruno, esto es todo lo que puedo hacer por los Black Phantom, pero te necesito aquí conmigo...

De camino a buscar una buena posición para ver la carrera, Lexi comenzó a medio burlarse de Malcolm y este se arrepintió de haberse sincerado con su compañera. Sabia que sonaba a locura y más viniendo de él y de la fama que tenía en la comisaría. Si el resto de sus compañeros se enteraba de que creía que tenía una especie de poder raro, acabaría despedido y probablemente internado en un hospital psiquiátrico.
Después de un momento andando en silencio, Lexi paró en seco a Malcolm y le propuso un experimento científico. El arisco detective no pudo llegar a contestar ya que su compañera actuó soltándole un patadón directo a su entrepierna. Sin saber muy bien cómo, quizá gracias al no haber bebido en un par de días, Malcolm esquivó la patada de su compañera -¿¡TE HAS VUELTO LOCA!? ¡¿QUE COÑO ESTÁS HACIENDO?! Nunca hubiese pensado que Lexi fuera capaz de algo parecido, y en ese momento no entendía muy bien lo que quería conseguir así. Lo único que consiguió fue que Malcolm se sintiese traicionado por ella y cabreado por esa acción.
Debido al cabreo, Malcolm volvió a sentir la rabia creciendo en su interior, y en ese momento entendió lo que Lexi quiso decir con lo de "experimento científico" Mierda...Temiendo que volviera a pasar lo mismo que antes y que Lexi se llevara todo el impacto, gritó a su compañera para que se alejara de él inmediatamente -¡VETE DE AQUÍ!

Ya había dejado claro tanto a la chica rubia, Sienna, como a la especie de capataz sacado de un videojuego de los 80’s, Gregory, que pasaba de estar en deuda con gente tan “respetable” como ellos... comencé a andar hacia la que parecía ser Lily.

No bien anduve un par de metros cuando algo ocurrió... sentí como una especie de onda, y muchos de los que había por allí cayeron al suelo como si alguien hubiese hecho un jodido strike en la calle 19 de la bolera... Unos pocos quedamos en pie y comenzamos a mirar enrededor, ligeramente confundidos... ¡¿pero qué demonios?! No tuve mucho tiempo de pensar en ello, pues la chica pelirroja comenzó a andar hacia donde se acababa de producir la salida. La tipa esa sobre la que parecía girar todo el evento quedó “rodeada”... y Lily (ya no albergaba dudas de que era ella) se mezcló ahí, en la cabecera, como si fuese alguien demasiado importante... ¿e iba a ir yo, un pobre músico a tratar de sacarla de ahí?

Con todas mis dudas presentes conseguí alcanzarla, mientras los rugidos de las bestias se alejaban por Prospect Park West, la toqué ligeramente en el hombro desnudo y traté de girarla, para que me viera... cuando cruzamos nuestras miradas sentí un escalofrío y quedé en una especie de estado de shock... totalmente en blanco...  y por más que lo intentaba me daba la sensación de estar balbuceando... finalmente, y haciendo un tremendo esfuerzo, conseguí liberarme de esa especie delirio en que me había visto sumido y dije: Lily, deberías venir conmigo, este no es lugar para una niña de catorce años... - pese a que no quería avergonzarla, sabía que citar la edad podía acarrearle ciertos problemas, pues por muy delincuentes curtidos como parecían ser toda aquella panda, tontear con una menor era un delito demasiado grave en este estado como para tomárselo a la ligera. Que te cogieran en una carrera ilegal, aun habiendo victimas mortales, con un buen abogado como máximo podrían caerte dos o tres años, pero con una menor por medio... las condenas pasarían los veinte años... y es que, algo bueno tenía que tener un gobierno tan conservador como había en Nueva York.

Observé como varios rostros se giraban hacia mi ante la mención de la edad de la chica... y de nuevo le dije, esta vez en un tono más bajo - déjame hablar contigo 5 minutos en privado, luego me iré si ese es tu deseo...

No tenía pensado dejarla ahí, una corderita entre lobos, por mucho que se resistiese. La llevaría a casa, eso lo tenía claro, no ya por Miracle, sino porque me hervía la sangre tan solo de pensar que algún depravado pudiese hacerle algo...

Samuel Johnson tenía claro que aquella carrera iba a ser de los Black Phantom costara lo que costase, acelerando su moto como nunca lo había hecho, posicionándose al lado del jefe bandido y compitiendo entre ambos, la guerra la comenzó el joven estudiante de abogacía mientras que el otro tipo intentaba acelerar e incluso separar su moto cuando la inercia entre ambos vehículos tendían a juntarse. Samuel estaba completamente loco, y aquel pique particular provocó que el líder bandido hiciera una maniobra precipitada para dejar a Johnson atrás, perdiendo el liderazgo en la carrera

Sin embargo aquel movimiento entre ambos competidores en vez de molestar a todos los que habían por detrás, parecía mejorar a varios de ellos quedando el segundo de The Fucking Mum en cabeza totalmente a la par con el compañero del líder bandido, el joven que pretendía a la pelirroja Lily. El tercer puesto lo recuperó Bruno Evans seguido del líder de los Punisher en cuarta posición y en quinta iba Samuel, dejando atrás a su archienemigo. Parecía que remontaban la carrera pero aún quedaba el tercer tramo y era importante cómo la jugasen en la siguiente ronda, donde los dos campeones comenzarían a competirse entre sí y a molestarse para ocupar el puesto ganador, cualquiera podría ser el finalista y la tensión se notaba en el ambiente.

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Kaya por su parte sentía su deseo en el interior y aunque ella no pudiera verlo desde la posición que ocupaba, la carrera de motos que comenzaba muy desigual comenzaba a cambiar de curso, poniendo a los Black Phantom en una posición particularmente buena como para ser los campeones indiscutibles del evento.

La mujer rubia había sido completamente ignorada, puesto que la modelo no le respondió, pero eso parecía no importar a Sienna, la cual aprovechó para ponerle un pañuelo en la nariz que olía particularmente fuerte, pero no controló bien su postura corporal y no llegó a posicionarlo correctamente, advirtiendo a Kaya de sus intenciones.

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Si de algo estaba seguro el mundo era de que Malcolm era un experto en esquive, pues al ver que su compañera le dirigía la patada en la entrepierna se quitó con un estilo perfecto, evitando que siquiera le rozase, pero sus intenciones estaban más que claras y aquello faltaba a la confianza que entre ambos se estaba forjando.

El enfado del detective fue en aumento tanto que gritó algo que afectó a su compañera de manera inmediata y solo a ella, lanzando a Lexi por los aires. Malcolm ya no tenía duda porque había controlado el poder y quiso apartarla, pero la orden y su propio miedo hicieron que ella saliera lanzada hacia atrás como si un golpe de viento la hubiese arrastrado, dejándola literalmente por el suelo, y más al haber llevado consigo a varios transeúntes del lugar, un par de ellos cayeron sobre Lexi, la cual estaba dolorida y no se levantaba.

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Matt estaba haciendo un esfuerzo titánico para encontrar a la hija de su pareja sentimental, visualizándola por fin entre tanta gente, llegando hasta ella y tocando su hombro para poder hablarle. La joven se quedó blanca al ver quien era, estaba claro de que no esperaba de que el novio de su madre fuera a buscarle y tras decir su edad, nadie se interpuso en el camino de aquel tipo, probablemente algunos de allí, por delincuentes que fueran, tenían hermanas pequeñas.

- Voy a perderme la carrera... - dijo ella a modo de queja -... espérate a que termine... - comenta la joven como si ella tuviera el poder de elegir qué hacer y cuando hacerlo, provocando que un tipo que estaba cerca mirada a Lomenzo y negase con la cabeza como diciendo "Si fuera mía la mataba" - ¿Cómo sabías que estaba aquí? Mi madre estará muy enfadada, debo aprovechar la noche, mañana seguramente estaré castigada... - comenta ella esbozando una sonrisa, y es que en realidad ya lo estaba, pero por sus palabras entendías que estaba en la línea de la provocación, sabedora de que nada podía hacer el hombre para impedir que ella estuviese allí, o al menos era lo que se pensaba.

Kaya notó como alguien colocaba fallidamente por suerte, un pañuelo en su cara, un pañuelo que olía de una forma muy peculiar, ¿estaban intentando secuestrarla?

La modelo instintivamente se giró, viendo como la causante de aquello había sido la rubia mujer que le había hablado momentos antes, ¿delante de toda esa gente y en primera línea iba a secuestrarla? Kaya la empujó con ambas manos para que se retirase de ella.

-¿De qué coño vas? ¡No te acerques a mí!

La joven sintió la rabia en su interior, el miedo y el nerviosismo, miró hacia ambos lados, recordaba haber visto al detective Kavulski al llegar, ¿seguiría por allí? Kaya se alejó de la rubia y presurosa, e intentando correr entre la multitud lo buscó.

Tiradas. Si tú sacas la tirada ganas carrera, como la falles el bandido 1 llega meta seguro.....XD..., aunque no su compañero, tiramos otra ronda

El tercer y último tramo de la carrera fue de infarto, y no era para menos, dado que era el momento en que debían hacer gala de su tremenda habilidad y no reservarse nada. Samuel sonrió al ver que finalmente Bruno se había recompuesto de su mal inicio y que ya abordaba las primeras posiciones. Era ahora el momento en que Samuel debía lucirse y demostrar por qué era considerado por muchos el mejor motero de la costa este, y de ganar, revalidar el título de campeón que llevaban conservando en su poder la dupla de los Black Phantom los últimos años.

A pesar de que el líder de los bandidos y Johnson hubiesen perdido varias posiciones tras su encontronazo, quedando momentáneamente en la quinta y sexta posición, el pilotaje de ambos manifiestamente mejor que el de resto quedó patente, y no tardaron en alcanzar a sus inmediatos perseguidores, conformando entonces un grupo muy compacto y numeroso a falta de pocos metros para la llegada. El líder de los Fucking Mum fue el primero en ceder ante el endiablado ritmo, rezagándose a las últimas posiciones donde aguardaban su compañero de equipo y uno de los Punisher. Ambos equipos habían perdido toda posibilidad de alzarse con la victoria salvo accidente monumental, quedando todo en manos de las duplas favoritas, los Bandidos y los Black Phantom.

Los vítores y gritos de ánimo, exatación y nerviosismo se empezaron a acrecentar a medida que se acercaban más y más, no estando nada claro ni definido el enlace de la carrera. No sé recordaba un final tan apretado desde hacía años, y cualquier detalle podía marcar la diferencia, como así ocurrió. La presión pudo con el socio del líder bandido y aflojó en la última curva, siendo ya para él imposible alcanzar al trio en cabeza, y aunque los tres atravesaron la linea de meta casi a la vez, fue Samuel el primero, seguido por Bruno y el Bandido. 

El joven Johnson levantó el puño en alto sabiéndose e ganador del evento, y quemó neumáticos como venía siendo un clásico, para de inmediato abrazar a Bruno y felicitarle por su magnífico desempeño al final de la prueba, y como no podía ser menos, saludando uno a uno a los corredores y felicitándolos por la gran carrera y espectáculo ofrecido, a la par que agradecía sus cumplidos por llevarse una vez más la victoria. Buscó con la mirada a Kaya Smith, intuyendo que estaría contenta de dar la vuelta con él, aunque sin mucho éxito.

A la que si vió fue a una adolescente pelirroja que difícilmente era confundíble, Lily, acompañada de un tipo al que no conocía de nada pero con actitud protectora, ¿algún familiar? Parecía buscar con la mirada a alguien entre los competidores, en concreto al socio del líder Bandido, lo que le hizo suspirar.

- ¿Lily? ¿Tú qué estás haciendo aquí...?  - preguntó desde su motocicleta, sin darse cuenta de que llevaba el casco con la visera, y que probablemente su voz quedaría opacada por la multitud. Fuese como fuese, al ver al tipo con atuendos metaleros que la acompañaba y no se separaba mucho de ella, disimuladamente se acercó hasta él haciendo ver a la multitud como si agradeciese los cumplidos de éste por haber ganado la carrera, pero susurrandole en voz baja al saludarse... ¿Sabes que es una menor, no? No sé quién eres ni que rollo te va, pero juro que te partiré las piernas si... No obstante, las rápidas palabras del tipo le hicieron atar cabos, entendiendo que había juzgado mal al hombre. Entiendo. Ejem, no le pierdas de vista, tiene facilidad para "desaparecer" - y el tono empleado en su última palabra podía dar mucho margen a como debía ser interpretado aquello.

Samuel se separó de Lomenzo como si nada hubiese ocurrido, manteniendo la sonrisa inicial y continuando saludando de inmediato a la gente que se agolpaba, le había apoyado y buscaba felicitarle. Estaba un tanto preocupado de no localizar a la modelo, aunque confiaba que estuviese cerca de Gregory, esperando a que llegase para dar la vuelta de honor.

Se creó un momento de tensión al ver acercarse lentamente al líder de los bandidos, no sabiendo cuál sería su reacción tras perder o si las cosas podían llegar a complicarse, pero se mantuvo firme y se retiró la visera para verle cara a cara, aguardando a que fuese aquel tipo el primero en hablar. 

Al ver a su compañera salir volando después de notar la rabia emerger de su interior, Malcolm se quedó unos segundos petrificados por lo que aquello significaba. Estaba claro que él era el causante de aquello, y también de lo de había pasado hacia unos minutos pero ¿Cómo era posible? Tenía que existir una explicación razonable a todo aquello ¿Y si todo está pasando en mi cabeza? Quizá haya perdido por completo la cordura ¿Y si tengo un tumor cerebral como en esa película de Travolta? Quizá Lexi tenga una mejor explicación... ¡Lexi! En ese momento cayó en la cuenta de que podía haber hecho mucho daño a su compañera, por lo que corrió a ver cómo se encontraba.
La joven policía estaba en el suelo dolorido, y Malcolm comenzó a temer un pudiera tener una lesión grave ¡Joder, joder, joder! -¡Lexi! ¿Puedes oírme? ¿Te encuentras bien? Esperaba que la joven no se hubiese dañado la cabeza en la caída. A su alrededor, había un par de transeúntes más en el suelo, pero en ese momento le importaba una mierda la integridad física de aquellos desconocidos.
A su alrededor había un gran alboroto que parecía indicar el final de la carrera, pero a Malcolm le importaba poco quién había ganado la carrera. Ahora solo le importaba la salud de su compañera.

Cuan extraño resultaba todo esto... extraño y fascinante, sin duda. ¿Cómo era posible que Lily, la jovencísima Lily, fuese en apariencia uno de los puntos centrales de toda esta movida? ¿Por qué ese tipo... Johnson... la conocía... y además trataba de protegerla de mi? ¿Y en que puto momento yo me he metido en medio de todo esto?

Observé con cierto temor las miradas que muchos de los presentes me dirigían cuando el ganador de la carrera se acercó a mi... dudaba que nadie hubiese oido lo que dijo, pero no dejaba de resultar chocante, que un don nadie fuese el primero en "hablar" con ese tipo.

Lily... termina lo que tengas que hacer y me buscas. Te acompañaré a casa, no diré a tu madre nada de esto, pero siempre que me prometas que buscaremos una solución. No soy ningún carca ni nada de eso, pero no puedo obviar que solo tienes catorce años y estás en medio de toda esta movida.

No sabía como actuaría la joven, pero tampoco podía hacer mucho más. Obligarla no era una opción. Sin duda ella se rebelaría, lo cual no era positivo. Y segundo, nada me aseguraba que los que antes miraban con curiosidad de pronto miraran con hostilidad y entonces, entonces todo estaría jodido...

Mientras dejaba que Lily pensara en lo que había dicho, hice algo que jamás hubiese pensado. Me acerqué al tal Gregory y le dije - Ey, Greg, ¿habrá algún bebercio ahora que ha terminado la carrerita? Joder... me muero de sed

La carrera seguía su curso, el segundo de los Fuking Mum que iba en cabeza comenzó a molestar a su mayor rival, aquél que justo al lado suya se posicionaba el compañero del líder bandido, comenzando una contienda personal que evitó que su posición se mantuviera durante mucho tiempo, siendo adelantados por todos aquellos que habían apostado por acelerar y realizar esquives cargados de destreza, como el líder Punisher, el líder Bandido y Samuel Johnson, especialmente éste último que rompió toda la columna, quedando el primero y mirando significativamente a su compañero Bruno, el cual pareció venirse arriba por el nuevo acelerón que daba.

Y así llegaron a la línea de meta, Samuel en cabeza, Bruno detrás y finalmente el líder Bandido, los tres atravesaron la meta con una clara diferencia con los demás competidores haciendo que los Black Phantom se coronaran, como ya lo habían hecho antes, en el podium de los vencedores. El público enloqueció habiendo una verdadera masa humana chillando, saltando, vitoreando, era un escenario de locura mientras seguía sonando de fondo la mítica música de Queen, y era curioso, nadie podría señalar donde estaban los altavoces.

Y era el momento del premio para Samuel Johnson y Bruno Evans, el momento del reconocimiento en el que darían su paseo triunfal, aunque eso parecía que iba a esperar con tanta gente dislocada y más ahora que el control desaparecería completamente, muchas chicas jóvenes rodearon a Samuel, encolerizadas, algunas gritando cosas como "cásate conmigo", "súbeme a mi", "eres el mejor de todos"... y cientos de frases destinadas a agrandar cualquier tipo de ego, dejando que el líder bandido quedase fuera del círculo de ellas, aunque otras tantas féminas, dominadas por el espectacular atractivo de él, también le incomodaban lo suyo. Ambos rivales se miraban separados por la marabunta, ¿qué sucedería cuando ésta se retirase?

Siena chasqueó la lengua, normalmente no era tan inútil haciendo ese tipo de cosas pero por lo visto hoy se había levantado con el pie incorrecto. A la modelo le dio tiempo a girarse y a intentar hacer un contra ataque, aunque era como una gatita enseñando las uñas pero no haciendo particularmente daño.

- Venga Kaya, no tienes ni idea de cómo salir de ésta, el escenario está en tu contra, esta carrera de motos NO es real... - remarcó mucho la palabra NO -...puedo hacerte daño porque me han entrenado para eso... No me lo pongas difícil, tienes que acompañarme... - le dice de manera autoritaria aunque casi podía leer la negativa en la mente de la modelo desde antes de que se formulasen sus propios pensamientos.

- Si usas tu poder, mi gente usará los suyos..., ¿realmente quieres que hayan heridos y muertos?...  Ven conmigo y todo será más fácil... - dijo la mujer haciéndole una llave de artes marciales con el fin de inmovilizar el brazo derecho de Kaya y provocar que ésta andase hacia la dirección que le interesaba.

En ese contexto una pelea de chicas o cualquier ataque físico no sería muy tomado en cuenta  porque había un exceso de caos. Un par de jóvenes se estaban liando a puñetazos, por lo visto debido a una muchacha de falda muy corta; una joven estaba golpeando los cristales de un coche, solo sabían los dioses el porqué; un tipo evidentemente borracho se puso a orinar justo en la esquina donde unos tipos estaban bebiendo, cabreando a un grupo tan numerosos que para el desgraciado las consecuencias no podían ser positivas.

Y allí estaba Siena, arrastrando a la modelo, esperando que no actuase contra su voluntad.

Malcolm necesitó un tiempo para recobrarse de la sorpresa y aceptar que él causaba aquella energía que impulsaba a la gente hacia atrás cuando algo le enfadaba, sacando lo peor de sí mismo. Lexi se encontraba en el suelo tirada, se había dado un buen golpe y le costó lo suyo abrir de nuevo los ojos, sintiendo como todo a su alrededor estaba bastante borroso.

- ¿Qué?... ¿Qué ha pasado?... - preguntó la mujer con voz débil mirando a Malcolm pero sin realmente fijar su pupila en él, una clara señal de conmoción, hablaba pero no sabía qué respondía o a quien.

En ese instante un hombre vestido como casi todos los que estaban en el lugar se posicionaron justo donde el detective se encontraba y tras mirar a la mujer caída se agachó justo a su lado de la fémina.

- Veo que necesita ayuda... - dijo el desconocido a Kabulski con una mirada tan seria como todo su rostro, acuclillado delante de la muchacha le aparta un mechón de cabello que le tapa el rostro -... Killer ven, ayúdame a levantar a la muchacha, vamos a llevarla a la furgoneta para que la atiendan... - miró al detective con interés -...¿es su pareja?... Venga con nosotros, hay alguien que le puede ayudar, con tanto barullo no hay ambulancias en la zona, aunque no se preocupe..., creo que se recuperará, el problema sería si se hubiera quedado completamente inconsciente, pero ha vuelto en sí, un poco de hielo en la zona del golpe no le irá mal y eso sí, importante que no cierre los ojos... - comentó el tipo incorporando despacio a Lexi, siendo ayudado por el otro tipo cuyo nombre o apodo era de matón de barrio bajo.

El tipo apodado Killer ciertamente tenía mala pinta, no era como el otro varón que tenía unas formas refinadas y se prestaba a ser amable incluso, pero demostró ser bastante dispuesto cuando hizo una indicación a su compañero.

- Es una joven muy ligera, deje que yo la cargue y me abrís el camino para que nadie nos empuje... - y aunque el varón no aparentaba ser particularmente fuerte, se notó que por debajo de su camisa ancha estaba bien musculado, cogiendo a la detective en brazos casi sin esfuerzo -...lo dicho..., no pesa nada... - sonríe casi haciendo alarde a su fortaleza mientras espera que su compañero y Malcolm abriesen camino, quedando en segundo lugar

- Toda tuya, campeón... - le responde el hombre mirando a Kabulski -... no te preocupes, ya verás como se recupera... Por cierto mi nombre es Anxo Blacket..., le diría que es un placer conocerle pero en estas situaciones nunca es realmente un placer... ¿cómo se ha caído la joven?.... ¿algún tipo de tropiezo?... - le pregunta interesado en saber cómo la muchacha estaba malherida, mientras abría el camino hacia un lateral apartado de todo el conflicto motero.

La joven pelirroja sonrió a Samuel cuando le vio aparecer, parecía estar dispuesta a abrazarle si no fuera porque una decena de chicas pensaron precisamente lo mismo, quedando ella en un segundo lugar mientras el joven abogado era sepultado entre una alterada multitud. 

En esos instantes Lomenzo dijo algo que extrañó a la joven de cabellos caoba, y es que no iba a actuar contra ella por las malas como se estaba viendo venir, si no que le daba su espacio para hacer lo que debiera y luego ambos hablarían sobre aquello, y quizás se sorprendiera el músico de recibir una bonita sonrisa por parte de la niña, era algo que hasta a su propia madre le hubiera asombrado.

- No tardaré... - le dijo Lily al novio de su madre -... debo hablar con alguien... - y fue directa hacia el compañero del líder bandido, un joven muy atractivo que había cruzado por fin la línea de meta en una posición un tanto humillante para ser quien era.

Ambos estaban hablando y no pasaba desapercibido el cabreo monumental del chico, el cual le hizo un gesto a Lily para que se montase detrás, dudando ella en hacerlo o no... Habló de nuevo con él y señaló hacia donde Matt se encontraba, como si buscara excusa alguna. El joven le respondió de nuevo y se puso el casco y Lily no dudó entonces, se subió a la moto con él de copiloto. Fue entonces cuando arrancó el vehículo y se llevó a la adolescente del lugar, pero eso sí, con su consentimiento.

Mientras la joven Lily se iba a hablar con el motero, Lomenzo se acercó a Gregory Parker para preguntarle si iba a haber algún botellón donde celebrar el éxito de la carrera. El negro miró a Matt casi con sorna.

- Claro, siempre la hay pero es ya para gente con invitación...-miró el negro del tupé a Lily y cómo se retiraba junto con el bandido en la moto -...¿no venías buscando a esa chica?... me temo que tu pajarito ha volado del nido... - dijo casi riendo, como si aquello tuviera un cariz divertido -... Joder tío me das pena, si quieres te invito al bebercio..., acabo mis cuentas con la peña que ha apostado y te vienes en mi coche... La pelirroja estará en el convite seguro, si va con William Vance no se perderá la fiesta por nada, eso si antes no decide tener fiesta con la niña..., ya me entiendes... - dijo dejando caer lo que le parecía evidente, tras la frustración del éxito de la carrera solo había una forma de que el tipo se desquitase, y podía ser con la inocente niña, pero claro, aquello eran solo suposiciones...¿no?...

El caos estaba desatado alrededor de los pilotos que se habían posicionado en los tres primeros lugares. Samuel era el héroe de la velada y hubo alguna atrevida mujer que se tomó la libertad de pellizcarle el trasero y tocar su entrepierna. El joven no habría entendido lo que implicaba el término acoso sexual hasta que se vio en aquella situación tan sumamente incómoda para unos y lamentablemente, halagadora para otros.

Bruno por su parte parecía estar en la gloria rozando con sus dedos el cielo, las mujeres a su alrededor, el dinero prometido a punto de ser desembolsado en su bolsillo, cantidad suficiente para poder vivir bien incluso un par de años, y la zozobra del éxito provocaban que tras un par de miradas a su mejor amigo se evadiese de la realidad de la carrera para morrear a unas y otras, sin selección, sin timidez, con mucha pasión de por medio, y es que era de sangre latina.

El bandido por su parte miró cómo su compañero se había retirado del lugar, había hecho bien, casi le apetecía reventarle la boca, si no fuera porque era de la familia lo habría hecho. Pero tenía otros asuntos de por medio con su rival, el niñato de mierda que le había llevado a la cárcel y que ahora le quitaba la posibilidad de ganar la carrera, habiendo apostado un capital extremadamente importante, y es que su patrón iba a enojarse mucho, demasiado...

- ¡Tú Black Phantom!... - dijo aproximándose hasta el joven Samuel, abriéndose paso entre las mujeres dispuestas a su alrededor -... Ven si tienes cojones, niñato... - y el tipo iba hacia Johnson como un toro dispuesto a clavarle la cornamenta, tenía la opción de huir o echarle huevos al asunto, y es que las decisiones, estaban en su mano.

Antes de que Malcolm pudiera contar a Lexi lo que había ocurrido, un hombre de aspecto refinado se acercó para interesarse por su estado. Aunque demostró unos excelentes modales, había algo en él que a Malcolm le daba mala espina, sobre todo al ver al tipo que le acompañaba. El sexto sentido de Malcolm, o su intuición de detective, le decía que aquel tipo era peligroso, e incluso no le extrañaría que fuese el verdadero organizado de todo aquello.
Ya estaba preparado para decirle que no necesitaba su ayuda, pero al pensar que quizá era uno de los verdaderos organizadores decidió seguir con la tapadera y aceptó su ayuda. - Muchas gracias por su ayuda. La pobre siempre ha sido un poco patosa, y con tanta gente no ha podido mantener el equilibrio. Malcolm continuó interpretando su papel sin perder de vista a su compañera evitando que la multitud los separase. No sabía muy bien a dónde les conducían, pero Malcolm estaba preparado para actuar en caso de que intentasen algo extraño. -Un placer señor Blacket. Yo me llamo James, y ella es mi esposa Carol Dijo improvisando sobre la marcha - Y muchas gracias a al señor Killer por su ayuda ¡Se nota que está en forma! Su propia forma de actuar le parecía patética y le daban ganas de pegarse a sí mismo.
-Parece que usted conoce bien esta fiesta, señor Blacket. Yo ni me había fijado que no había ambulancias. ¿En esa furgoneta a la que nos lleva hay alguna especie de Doctor? Mientras hablaba con el tal Anxo, Malcolm alternaba su vista entre su compañera y hacia delante para intentar ver la furgoneta.