Partida Rol por web

Esta es tu zona privada donde puedes poner cualquier duda o anotación sobre tu personaje.

El capítulo 3 ha finalizado, lo que implica que durante varios meses has seguido con tu rutina habitual, descríbeme cómo ha pasado Matt durante este tiempo, ¿se une más a Miracle? ¿Terminan la relación? ¿Cómo se lleva con Lily? ¿Y con Ted?... ¿Llama a Harold para invitarle a su estudio? ¿Cambia de profesión?....

Todo lo que incorpores de información puede enriquecer el próximo rol, ayudarte o perjudicarte, así que tienes cierta dosis de libertad inventiva que puedes plasmar a continuación.

¿Rutina? Bah... la rutina tras la accidentada reunión con el señor Wright siguió siendo la misma que antes. Soy un tipo sencillo, no le pido demasiado a la vida. Adoro mi trabajo, si no fuera por ver como pequeños e insignificantes youtubers ganan dinero haciendo como que tocan el bajo en internet... al menos... al menos yo si era un un verdadero músico, y esperaba que en mi epitafio rezara, aquí yace Matt, era bueno tocando.

Con Miracle las cosas iban bien. Si yo era sencillo, ella lo era más si cabe. Por alguna extraña razón habíamos congeniado. Juntos sumábamos más que por separado, cada uno "tapaba" las carencias del otro, y lo que era más importante, nos hacía mejores personas. Además, en la cama (o donde se terciara) nos complementábamos a la perfección, como dos universitarios que comienzan a experimentar. Tocábamos los extremos, desde el sexo más inocente y dulce, al más bizarro...

La relación con los chicos siguió siendo complicada. Bueno, con Ted realmente no, con él iba bien. Me lo he llevado al estudio varias veces, comienza a despertar su interés por la música, sobre todo porque pudo conocer a un chico joven que toca en no-se-que banda y que nos contrató para que le hiciésemos unos arreglos. Por lo visto, era uno de esos jóvenes youtubers con legiones de fan entre los que se contaba Ted. Así que, para él fue un gran día.

Con Lily, en cambio, todo era mucho más frío, casi artificial. La comida en casa de los Wright ni empeoró ni mejoró las cosas. Pero así era ella, indiferente a todo, indolente con todo lo que no fueran sus asuntos... Al principio lo intenté, pero con el tiempo, digamos que me acomodé, ambos teníamos nuestro espacio en la vida de Miracle... podría decirse que se había firmado una tregua. Al menos, al menos no puteó tanto a su madre... y con eso me valía.

Tuve también una oferta muy interesante. Los californianos Guns N’ Roses quisieron hacer una pequeña gira, tres fechas en Los Angeles, Detroit y Nueva York y su bajista, el señor McKagan, tenía unos problemas familiares que le impedían acudir y el representante pensó en mi. Acepté, como no podía ser de otro modo, y eso me tuvo fuera de casa 5 semanas.

Al regresar, el señor Wright finalmente aceptó mi propuesta y visitó el estudio donde trabajaba. Como me comentó que le gustaba el jazz, tenía unos conocidos que tocaban en varios garitos del Soho, los invité y montamos una jam session que hizo las delicias del poderoso hombre. A raiz de aquello, entablamos una relación un poco más cercana, casi como si fuésemos amigos y todo lo que pasó en la accidentada comida no hubiese ocurrido. Incluso nos acompañó a Gilby y a mi en una ocasión a tomar unos tragos.