Partida Rol por web

Cuando Miki se coloca en el camino, una suave luz lo ilumina, abriendo un tenue camino en la sombra hacia la oscuridad. Parece que eran unas plantas luminescentes, quizás hongos o similar. Deben haber reaccionado al pisarlas Miki.

El camino lleva a lo que parece ser la entrada de una cueva.

Al principio un breve bote expone su inesperada recepción de aquella vocecilla, bote posiblemente inadvertido acompañado de los gestos hechos para llamar la atención. Su pecho se aceleró un poco mientras miraba en todas direcciones buscando la procedencia de la voz, pero al no encontrarla, empezó a calmarse, era un lugar extraño, y puede que ocurrieran cosas raras, tenía que prepararse para no perder la compostura, por ello solo respondió con un susurro.

- ...y justo por eso no debería fiarme tampoco de ti ¿no crees? - el juzgaría a quien creer y a quien no, pero le gustó el detalle de que le dijera que uno de los niños no era lo que parecía, posiblemente hubiera buscado apoyo en ellos, ese aviso le haría confiar de manera limitada, pero no le importaba tanto, el quería ya que no conocía aquel lugar, pasarlo bien, por una vez sus padres no le iban a exigir que estudiara en su habitación.

Unos botes con las manos en alto aparentaban llamarlos, justo cuando el camino comenzó a iluminarse y empezó a mirar en todas direcciones, quizás murmuró mal diciendo el susto de algo tan repentino, pero no le dio mayor importancia, bajó los brazos, más con aquella iluminación sus brazos ya no señalaban nada. Mirando alrededor, vio que el camino llevaba a una cueva, cosa que no le gustaba mucho, era como si le hicieran entrar en la boca del lobo.

Miró poniéndose de puntillas sujetando sus gafas para buscar mirar eficientemente con el rabillo del ojo, buscando otros posibles caminos, "no fiarse de nadie", un camino que se iluminaba solo ¿era fiar? En caso de no ver ningún otro camino, esperaba que si.

Me giro rapidamente y me echo la mano a la cintura por debajo del poncho buscando algo que me hace sentir mas segura, al no ver a nadie detras de mi vuelvo a girarme para contestar al de gafas.

-no pienso andar en por la oscuridad sin saber a donde voy ni con quien vo. . .-

en ese momento se ilumina un camino delante de donde Miki ha pisado

-ves, no vamos a necesitar tanta visión en la oscuridad sea lo que sea que este pasando se va iluminando el camino, así que ir plantando os todos en la luz para que os pueda ver-

no me gusta el que aparezca un camino de la nada pero menos me gusta la idea de ir caminando a oscuras y mucho menos el quedarnos aquí parados.

¡Oh Vamos! ¿Vais a esperar aquí a morir de hambre? Porque yo no.

Al decir esto, me situo al principio del camino y haciendo un gesto con la mano me giro en dirección a la cueva.

¡Ya iremos hablando mientras buscamos la salida de aquí! Digo mientras doy mis primeros pasos.

Miro lo que sucede y sin mediar palabra decido ir con aquella gente, era mejor que estar en la oscuridad - Esperadme, os acompaño! - dijo cuando se apresuro y se acerco al grupo caminando junto ellos hacia la cueva.

-Mi nombre es Alex -respondió la figura vestida de deportista. 

Por su aspecto bien podría ser una chica de complexión atlética o un joven deportista y como no dijo su nombre completo, aquella cuestión no se aclaró. 

Escuchó el resumen de Mikki y lo que dijeron los demás, le parecía una buena idea ir por aquel sendero, a falta de ningún plan mejor... al fin y al cabo, nunca había sido una persona de mucho pensar. Se ajustó sus guantes de tipo duro mientras esperaba a que todos iniciaran la marcha tras los que habían comenzado a caminar y cerró la misma. 

-Vamos, iré al final, por si acaso -comentó mientras les hacía un gesto al resto para que se adelantaran; al parecer, tampoco era que hablara demasiado. 

Al ver a todos en pie, y algunos ya en el camino, asegurándose de que este no se apague, y aun mirando si habían otras opciones, se acercó caminando hasta la única persona que aun no había dicho nada, ni movido un dedo, pese a que claramente estaba despierta.

- ¿te encuentras bien? ¿te has hecho daño? - el niño extendió su mano libre para ayudar a la niña de camiseta azul y faldita rosa, quizás el miedo le mantenía inmóvil y él no quería dejar a nadie atrás - puede que este sitio de un poco de miedo, pero creo que puede ser divertido ¿no crees? - sonrió colocándose las gafas en esta ocasión con el límite de su gastado cuaderno, puesto que su zurda estaba siendo ofrecida a la chica - ¿vamos?

uve abrio los ojos la ultima de echo se desperto al escucharlos hablar (una no puede ni descansar...) al ver al grupo marchar, se alzo rapidamente levantando los brazos.

- Ay, ay esperarme ... yo no me quiero quedar sola en la oscuridad, a ver si voy a desaparecer o algo, ESPERAR!!!

uve se espolso la ropa y echo a andar rapidamente para alcanzar al grupo.

- S..soy Uve

El chico se colocó las gafas, sin dar demasiada importancia a que hubiera corrido hacia los demás ignorando su ayuda como si no estuviera justo delante de ella, para acto seguido caminar con el grupo.

Tras todos los demás, puse una mano comprensiva en el hombro de Miki e inicié la marcha tras todos ellos, echando un último vistazo atrás y en derredor, antes de volver mi vista de nuevo al frente.

La cueva, cuando os acercáis, es en realidad una puerta de piedra, o mejor dicho, el marco de la misma, ya que no hay ninguna puerta. Es imponente, como de cuatro metros de alto, tallada en marmol oscuro. Al cruzarla veis algo de luz al otro lado. Es una gran sala realizada en el mismo material que el arco que habéis atravesado, y unas tenues antorchas cuelgan del techo.

Al fondo de la sala, dos grandes escaleras de una piedra más clara llevan a un nivel ligeramente más elevado, en el que una puerta algo más pequeña sigue interandose en las profundidades de este extraño lugar.

Además, hojas secas adornan ligeramente la sala, que está revestida de un toque de dejadez y antiguedad, como si en rarísimas ocasiones fuera usada, y el polvo parece ser su habitante principal.

Todo se encuentra en una agradable (?) semipenumbra.

- Uuuh, así que vais a ir por ahí, ¿eh? Ya se yo a la primera mentirosa que os vais a encontrar, jujuju, jejeje...

La vocecilla habla a tus espaldas antes de que entres en la sala, proveniente de tus espaldas. De girarte, no verías nada allí.

- Uuuh, así que vais a ir por ahí, ¿eh? Ya se yo a la primera mentirosa que os vais a encontrar, jujuju, jejeje...

La vocecilla habla a tus espaldas antes de que entres en la sala, proveniente de tus espaldas. De girarte, no verías nada allí.

Liv entra a la habitación cuando mira todo curiosa, viendo donde estaban, quizás en algún tipo de mansión, dispuesta a seguir se retoco el lacito y con el cuchillo de juguete en mano se acerco a las escaleras de la derecha

" Raro. Muy raro.. pero debo continuar hacia delante"

Pensó para si misma cuando miro a sus compañeros 

Yo sibiré primero, para asegurarme de que es seguro, esperadme aquí... yo os diré si es seguro.

Dijo Liv para sacrificarse por el grupo y subir las escaleras 

Desde que entré lo que más me llamaba la atención eran las antorchas encendidas del techo. ¿Quién habrá puesto eso ahí y cuando? El fuego no dura eternamente encendido. ¿Será la voz que nos llamó?

La voz de Liv me sacó de mis pensamientos y reaccioné tan rapido como pude.

¡Espera! Mejor lancemos alguna piedra, por si acaso sean muy viejas y se vayan a caer cuando subas.

Acto seguido cojo una piedra y la lanzo con todas mis fuerzas hacia arriba.