Partida Rol por web

- Varias... - contestó parcamente sin desvelar ninguna de ellas. - Pero el hecho de que una IA sin sentimiento... ¿cómo dijo Dávila que se llamaba... Demiurgo...? Que ese programa informático haya decidido tomar el control del resto de IA's no presagia nada bueno. Y, sí... lo de que Zimmer y Mizarelli no estén llama mucho la atención. Dudo que los encontremos en sus respectivos despachos... - comentó en tono fúnebre a la vez que el tal Eric corría a avisarlos.

Jacob Szorowski no era un hombre de acción. Era casi un universitario venido a más. Se desenvolvía bien con trabajo de corte analítico pero no solía empuñar un arma. Ni siquiera en la persecución de Brotzman. De hecho, siempre se machacó al respecto... tal vez si hubiese adoptado un papel más activo en aquel asunto ahora su compañero aún viviría. Pero no era así. La cabra tira al monte y Szorowski no tenía ese arranque.

- Afortunadamente el protocolo de extracción ya está en marcha, ¿no? ¿En qué consiste? ¿Dormimos a los sujetos dentro de la simulación o los despertamos "a las bravas"? Y, ¿qué es eso que dice Dávila de "consecuencias peores que la muerte en la simulación"?

- Joder.

Davila estaba pálido. Algunos técnicos tenían la misma expresión en su rostro: una mezcla de desconcierto y pánico.

- Joder.- repitió mirando las pantallas -Las líneas de comunicaciones no funcionan porque Demiurgo... ¡se está descargando hacia el exterior! Pero ¿cómo...? ¡Joder! ¡La llamada de Lockart! ¿Qué puñetas? ¡Desconecten la red principal de alimentación! Procedan a la desconexión de emergencia de los sujetos. ¡Inmediatamente! No sé que hostias está pasando pero...

- Señor... me temo que no podemos desconectar la red. Está todo automatizado a través de Demiurgo...- dijo uno de los técnicos.

- La red principal está abajo pero la seguridad... la controla Demiurgo.- informó una mujer que toqueteaba desesperada su holotablet - De hecho ahora mismo el circuito de cámara interno está ofuscado.

- La simulación - dijo alguien señalando la pantalla en la que se veía como los dos visitantes se movían por una casa a oscuras - ¡Es de noche! Pero...

- Oh... oh...- otro técnico se sumaba a las malas noticias - Se han desactivado los protocolos de desconexión de emergencia y hay... algo más... una rutina desconocida de input hacia los visitantes...

Davila contempló el terminal.

- Joder.- repitió por tercera vez - No podemos desconectarlos directamente. No si no queremos que acaben lobotomizados. Demiurgo... Demiurgo los ha tomado como rehenes...- miró las pantallas donde Chris y Todd, ajenos a lo que sucedía, paseaban por la casa encendiendo luces - No podemos desconectarlos. No...

El hombre parecía estar en estado de shock y lo mismo le sucedía a los demás técnicos. Era probable que todos fueran unos genios en sus áreas correspondientes y quizás la mayoría estuvieran preparados para escenarios complejos o negativos. Pero estaba claro que la situación actual los había desbordado.

Para un hombre que estaba acostumbrado a mantener unos férreos horarios y, por lo tanto, la fantasía bien alejada de la realidad, aquello le empezaba a superar. Una cosa eran las recreaciones de Sherlock Holmes con el grupo de los sábados, ¿pero aquello? Sus peores presentimientos estaban cobrando vida, y mucho más rápido de lo que él se esperaba. Si su vida era una película, empezaba a estar seguro de que no la estaba dirigiendo Lars von Trier ni Ingman Bergman. Ahora bien, como comenzase a ver fetos deformes o personas hablando al revés, comenzaría a considerar el ir a terapia. 

—¿Que el Demiurgo se está descargando? ¿Me toma el pelo? ¿Se cree acaso que estamos en uno de esos dibujos animados japoneses? ¡Por El Escándalo en Bohemia! ¡Tiene que haber alguna forma de contactar con alguien!

Estupefacto. Realmente Jacob Szorowski estaba viviendo aquellos momentos de absoluto caos como si estuviese en una especie de obra de teatro aburrida y experimental en la que todos fingían perder los papeles como malos actores que eran. Y, sin embargo, el problema era que no había ficción allí. En un lugar con pantallas cromadas, holotablets y operarios uniformados... la ficción quedaba horriblemente lejos. Así, la mandíbula inferior del analista se había descolgado ligeramente y su ceño quedaba a medio fruncir mientras veía a todos como braceaban a su alrededor en una siniestra cámara lenta... Conceptos como "Demiurgo...", "Incomunicados...", "Emergencia..." o "Dibujos japoneses..." flotaban en el aire como una espesa niebla de información ininteligible. Pero un sustrato quedaba detrás... evidente y desesperado: la situación estaba completamente descontrolada.

- Joder... joder... ¡joder...! ¿Es que no hay un maldito enchufe del que tirar para apagar esta máquina? ¿O simplemente un cable del que tirar para que esa súper IA que habéis creado no salga de estas instalaciones? Mover el culo, joder.

La voz de Feelgood sobresalió de aquel caos clamando por un sistema de comunicación que fuera ajeno al que vivía (cruel palabra dadas las circunstancias) en aquellas instalaciones.

- Nuestros móviles... ¿dónde los habéis dejado? En unas taquillas a la entrada, ¿verdad? Hay que recuperarlos para dar el aviso. Vamos... 

Jacob se dirigió hacia la puerta en busca de su móvil con poco esperanza en que aquellos pusilánimes consiguiesen desconectar nada. Mientras alcanzaba el pasillo escuchaba a varios de ellos discutir la posibilidad de bajar a la base del edificio para activar el procedimiento manual de desconexión global.

- ¿Es que nadie me ha escuchado? ¡Si desconectamos la electricidad los mataremos!

La voz de Davila quedaba ya a sus espaldas cuando se asomó al aséptico pasillo de las instalaciones. Se cruzó en el camino hacia la taquilla con el joven al que habían llamado Eric, el que supuestamente debía avisar a los CEOs del caos desatado. De alguna manera a Jacob no le sorprendió verlo regresar solo.

- ¡Están encerrados! - le dijo al agente del FBI al que, probablemente, considerase una figura de autoridad - El despacho 404 es una zona de alta seguridad porque allí están los terminales maestros y su puerta es como la de un bunker. He logrado hablar con Mizarelli a través de la puerta y me ha dicho que los sistemas de 'cámara del pánico' se han activado solos y sus terminales no responden. Algo grave está pasando con el sistema de seguridad...

Los guardias de seguridad que los habían acompañado hasta allí no estaban presentes por ningún lado. Jacob supuso que estarían en estos momentos subiendo para mirar estupidamente la puerta de ese despacho-bunker. ¿Qué iban a hacer? ¿Tirarala abajo a patadas?

Feelgod se quedó mirando el mapa que había aparecido en la simulación. Revisó la holotablet para comprobar que nadie había realizado ninguna modificación en Victoriana. De hecho revisó los datos para comprobar los puntos de extracción y el faro no era uno de ellos. Había una cueva en el bosque al norte y un almacén en los muelles. Pero no el faro.

Jacob asió fuertemente del brazo al operario al que Dávila se había referido antes como Eric. Le miró a los ojos y trató de recordar todo lo que había aprendido sobre negociación con rehenes. Probablemente no fuera el mejor momento para usarlo pero le vinieron a la mente una serie de claves que quizá le funcionasen en aquella situación.

- Dónde está ese bunker... esa sala 404. Tengo que ir. Mientras tanto, Eric, ve a la entrada y recupera mi teléfono móvil. Tráemelo en cuanto lo tengas. Yo voy a hablar con Mizarelli... nos tiene que dar las credenciales para actuar en su nombre en el sistema y desconectarlo. Su contraseña o como mierda funcione.

Seguridad... determinación... amabilidad pero no flexibilidad... ser asertivo... contundente... no ambiguo... 

Al meollo.

- Vamos... date prisa.

Todo estaba sucediendo demasiado deprisa para el pobre Edgar, quién estaba más acostumbrado a que la acción sucediese más bien entre las páginas de sus libros. Su curiosidad innata le había causado problemas algunas veces, pero desde luego nunca había puesto vidas ajenas en juego. ¿Qué diablos estaba ocurriendo allí? Los directores encerrados en un bunker, los sujetos de prueba a punto de lanzarse de cabeza a una posible trampa, el detective de la FBI jugando a ser Bruce Willis en una película de acción, los sistemas fuera de control…

—Vale —dijo al fin —, creo que tengo una idea. Szorowski, usted vaya a hacer lo que tenga que hacer; yo me quedaré aquí. Davila, antes Mizarelli logró comunicarse con Knight y Brotzman, ¿no es así? ¿Hay alguna forma de volver a forzar una comunicación? ¿Qué es lo peor que podría pasar si el programa sufre otra sobrecarga?

No le gustaba ni un pelo el asunto del faro, y mucho menos sabiendo que aquellos jóvenes corrían peligro real.

El técnico obedeció las órdenes de Jacob sin cuestionarlas, señalándole el ascensor de subida a la planta superior.

- El código es 497879.- informó mientras se dirigía al lugar donde el agente había dejado el móvil.

Szorowski decidió que era mejor no esperar y se subió al ascensor. Cuanto antes contactase con Mizarelli antes arreglarían todo ese embrollo. Cuando el ascensor llegó a su destino, dos plantas por debajo de la del laboratorio, y se abrieron las puertas quedo claro que aquella situación estaba totalmente fuera de control.

Dos guardias de seguridad se encontraban, con sus fusiles en las manos, ante una enorme puerta blindada cerrada a cal y canto. Mientras se aproximaba el agente del FBI pudo escuchar la voz de Mizarelli hablando por un intercomunicador.

- Algo está fallando en todo el sistema de seguridad. Nos han encerrado en esta sala y no tenemos conexión con ninguna red. Informen inmediatamente a Lockart y cancelen el viaje. Hasta que sepamos exactamente que ha pasado consideren que pueda tratarse de un ataque cibernético para robar o sabotear el proyecto. Establezcan el protocolo de seguridad 1.

Davila negó con la cabeza:

- No mientras no levantemos el bloqueo que impide utilizar el Protocolo Marioneta. Podríamos intentar situar algún tipo de aviso por medio del entorno en lugar de a través de una IA. A estas alturas no sé que pensar.- señaló la noche que se veía a través de las ventanas de la casa - ¿Cómo coño ha sucedido eso? Un cambio de la realidad aumentada tan brusco tendría que haber hecho caer todo el sistema pero ellos casi no lo han notado. Sólo un mareo más que normal.

El hombre seguía revisando las distintas pantallas. Feelgood hacía otro tanto. Había margen de maniobra para un cambio en el entorno pero ¿cómo darles un mensaje sin que alguien se lo entregase? ¿Y si lo ponían en un sitio que ellos no pudieran ver? No podían hacer nada que rompiese los esquemas de la realidad, nada como voces en el aire o una llamada de teléfono. El sistema estaba preparado para chequear los parámetros de realidad compatible y si cualquier cosa entraba dentro de un parámetro superior a 7 tenía que solicitarse la autorización expresa de Mizarelli o Zimmerman. Y cualquier cosa que fuera un cambio brusco o una aparición espectral superaba el nivel 6 de sobra.

- Hay otra posibilidad. Que alguien entre en la simulación para avisarlos. A nivel recursos no provocaría ninguna interferencia. Se aparecería en la zona segura de extracción y sólo habría que llegar hasta ellos antes de que alcanzasen el faro para devolverlos a dicha zona.

Se quedó mirando a Feelgood. Ninguno de los dos había mencionado que esperaban que sucediera en el faro pero tal como iban las cosas no parecía que fuera nada bueno.

- Doctor Feelgood: es el que mejor conoce la disposición del pueblo y sus alrededores. Se diseñaron según sus indicaciones...

¿Qué hacer?

Había poco que pudiese hacer allí fuera, en mitad del desconcierto general. Szorowski era un hombre de acción, ¿pero él? El solo se ponía gabardina una vez por semana para fingir que era un detective de una saga de ficción. Conocía parte de los mecanismos del juego y zonas del entorno, pero aquello no serviría de mucha ayuda si no conseguían comunicarse con ellos.

—Supongo que cerrar las puertas y las ventanas sería una acción demasiado brusca… veo que no hay otra opción, Lucius. Asegúrate de guiar al agente Szorowski durante mi ausencia. Yo… intentaré ayudarles de la mejor forma que sé.

Se aproximó a uno de los terminales y lo acarició como si este fuera la hoja de una guillotina. Había trabajado muy duro para ver uno de sus sueños echo realidad, pero jamás se habría imaginado que su primera incursión con Inteligencias Artificiales activas fuese a acabar tan mal.

Antes de proceder a sumergirse en Victoriana, se giró hacia su compañero:

—Deséame suerte, Lucius.

Lucius apoyó una mano en el hombro de su compañero.

- Suerte amigo.- se quedó un momento pensando antes de añadir en voz baja - Escucha... sé que esto es algo desesperado pero tampoco te pases. Si ves que la cosa se está complicando retrocede hasta la zona segura y sal tú. No sé que está pasando pero es evidente que nada bueno. Si soy capaz de dejarte una señal lo haré siempre haciendo que las dos primeras palabras tengan una L y una D respectivamente y la última palabra no tendrá sentido alguno con el resto de la frase. No quiero que aparezca otro mapa con un faro marcado y te guíe a sabe dios donde...

Aquellas palabras, lejos de reconfortar a Feelgood, hicieron que se inquietara aún más. Los tintes de novela de terror barata estaban impregnando cada movimiento que hacían. Aún así decidió sentarse antes de que su voluntad todavía flaquease más. Davila comenzó los preparativos de forma inmediata. El tiempo apremiaba si querían interceptar a los otros dos antes de que llegasen al faro.

Cuando el suero adormecedor entró en su torrente sanguíneo Feelgood se dejó llevar y cerró los ojos. Al otro lado le esperaba Victoriana.

- Señora Mizarelli... soy el agente Szorowski. El señor Dávila está intentando retomar el control del sistema pero parece ser que no es posible. La simulación no sólo está comprometida sino que la propia vida de los sujetos que actualmente se encuentran "enchufados" parace estar en riesgo. Discúlpeme que no sea muy técnico en el asunto pero ni entiendo la mitad de lo que está pasando ni tampoco tenemos tiempo para ponernos al día. La cuestión es que nos tiene que facilitar sus claves de acceso al sistema. Sólo con sus credenciales conseguiremos "burlar" a la IA conocida como el Demiurgo quien, según Dávila, se ha hecho con el control total del sistema.

Szorowski estaba realmente fuera de sí. No sabía si se estaba explicando correctamente pero parecía que, aunque aquel fallo monumental había encerrado a los "padres de la criatura" estos no estaban del todo al corriente de cuán grave era la situación. El agente desconocía en qué consistía ese supuesto protocolo de Emergencia de nivel 1, pero lo que sí creía saber era que ningún plan de contingencia habría podido prever algo como lo que estaba sucediendo.

- Sé que es una medida extrema pero la urgencia manda y hay dos vidas en riesgo. Sólo usted o Zimmer tienen credenciales superiores a las de su programa. Por eso el sistema les ha dejado incomunicados.

Hubo un silencio que pareció eterno al otro lado del intercomunicador. Probablemente Mizarelli y Zimmer estarían sopesando lo sucedido. Fue Zimmer quien contestó en esta ocasión:

- Escuchen: nuestras credenciales incluyen códigos pero también sensores biométricos que hacen que nuestra presencia en esa sala sea imprescindible, al menos la de uno de nosotros. Contemplando la posibilidad de que nos sucediese algo se repartió la codificación entre los directores de proyecto. Por desgracia están todos fuera de las instalaciones, en dirección a la reunión que tiene Lockhart, y por lo que nos dicen estamos incomunicados, así que es otra opción que está descartada.

Szorowski empezaba contemplar un patrón organizado en todo lo que sucedía. Aquello no podía ser una mera cadena de casualidades. Zimmer explicó las opciones:

- Deben sacar a los individuos de la simulación. Eso es prioritario. Si les pasase algo... no podemos permitirnos la cancelación de este proyecto. - Szorowski no sabía si maravillarse ante la sangre fría de aquel hombre, que todavía quería salir de aquella situación pese al desastre general - Deben guiarlos a un punto seguro de extracción. Ni siquiera el Demiurgo puede evitar su extracción si llegan a una zona de emergencia. Si la IA ha tomado consciencia...- dudó un momento, aunque no parecía excesivamente sorprendido por esa noticia - Dios mío, hay tantas cosas que ahora mismo estoy deseando comprobar. Pero ahora mismo lo prioritario es extraerlos y luego bajar al nivel -3 para realizar la desconexión de seguridad de todas las terminales. Para hacer eso no es necesaria ninguna clave. Los hombres que están allí deberían hacerlo pero imagino que Demiurgo habrá bloqueado también las comunicaciones internas. Vayan allí, desconecten manualmente las medidas de seguridad y desactiven las terminales. Y por dios... busquen explosivos o lo que sea necesario para volar esta puñetera puerta si es necesario.

Lo primero que a Jacob se le pasó por la cabeza en aquella situación límite era si, efectivamente, en aquellas instalaciones pudiesen almacenar explosivos como para volar aquella puerta que parecía la de una gran caja fuerte. Y sin embargo descartó aquella posibilidad casi de inmediato. Suspiró pesadamente y comenzó a hablar a gran velocidad. Desconocía los planes del Demiurgo... más aún, desconocía si aquello del Demiurgo escondía una estratagema más sencilla para que alguien boicotease el proyecto o, más aún, se apropiase de él. Y con alguien no se refería a una IA descarriada precisamente. Pero lo que tenía claro era que había que actuar con velocidad y determinación.

- Ya han oído... - comentó a los operarios que flanqueaban la puerta. - Abran esto... usen cualquier método que esté en sus manos. Yo vuelvo abajo.

Y de ahí a la carrera de nuevo al ascensor.

Cuando regresó al ascensor se encontró con el muchacho al que había enviado a por su móvil.

- Lo siento - le dijo el chico - pero me temo que no tiene cobertura. La señal está siendo interferida. Estamos incomunicados.

El tipo parecía estar a punto de echarse a llorar. Jacob desconocía que tipo de entrenamiento habían recibido los técnicos pero dudaba que incluyera una situación tan al límite como la que ahora vivían. Tampoco es que se fiase mucho más del personal de seguridad. Estaba claro que era gente con entrenamiento militar pero probablemente se habían confiado tras varios meses en unas instalaciones donde lo máximo que podía suceder es que a alguien se le atascase el papel en la impresora.