Partida Rol por web

Vademécum del mal

Un extraño ejemplar - Escena de Juego

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11/02/2020, 13:28
Ramiro Ledesma

Sí, hay está el teléf... -Ledesma señaló a una mesita del comedor, en una esquina, junto al sofá, donde debía haber un teléfono Opis recién adquirido, de esos en los que el auricular pendía de una cuerda y el micrófono estaba asido a la base a través de una sujección gruesa y vertical. El caso es que estaba destrozado, fruto de la revuelta. Menudo día... -balbuceó Ramiro-.

¿Las autoridades? -se preguntó, parafraseando a José Alfonso-. Los fulanos se llevaron el libro y algo de dinero, y nada más. No sé qué investigarán si no hay nada que recuperar de por medio... Además, ese libro... me interesa mucho, me gustaría recuperarlo cuanto antes.

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11/02/2020, 13:28
Tomás Belgrano

Lo único que ví, doctor, fue a un tipo grande viniendo contra mí, porra en alto, y debió endosarme con ella en la frente. Mire qué estropicio... -Belgrano se volvía a señalar la cabeza-. Pero no recuerdo mucho más. Después Ramiro se sentó junto a su mayordomo.

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11/02/2020, 13:29
Ramiro Ledesma

Cómo te han dejado, Tomás... -le dijo mirándole la herida-.

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11/02/2020, 13:29
Tomás Belgrano

Y que lo diga, señor Ledesma, pero creo que es sólo el golpe, no se preocupe -respondió algo más calmado-.

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11/02/2020, 13:29
Ramiro Ledesma

Nadie más sabía lo del libro. Tomás estaba aquí hace unos días, cuando regresé de la librería de Lafuente, y se lo comenté a él como cosa normal -se refería a su mayordomo-. Ni tan siquiera me dió tiempo decírselo a mi secretaria -mirando a Virginia-. Señores, les seré franco. Creo que ese libro vale mucho, muchísimo. No sólo en dinero, sino en conocimiento. Y yo soy coleccionista aficionado, ya saben, pero no sé porqué, ese libro es especial. No querría que estuviera en manos de cualquiera, sea un ladrón o la agencia policial -referido a que ese libro era una especie de reliquia, como para que anduviera en un almacén de pruebas de delito una vez recuperado-. Les daré mil pesetas a cada uno si me lo traen de vuelta, y usted, José Alfonso, le pagaré también los gastos del viaje empleados para llegar aquí. No os hubiera citado a todos tan de repente sino para compartir algo emocionante con gente a la que... echo de menos -os dijo finalmente-.

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11/02/2020, 13:31
Tomás Belgrano

Cálmese, señor Ledesma -dijo el mayordomo-. Ese libro se recuperará, está claro. Ah... pues como avisen al portero, este suceso se sabrá en todo el edificio, y en toda la Gran Vía. Si quiere yo me acerco a donde don Honorio para ver si tiene otro como ese, está en la otra punta de la avenida, señor -decía bondadosa e ignorantemente Tomás, para contentar a su jefe-.

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11/02/2020, 13:32
Ramiro Ledesma

No, espera... -le espetó Ramiro para luego miraros de nuevo-. ¿Me ayudarán a recuperarlo?

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11/02/2020, 16:17
Dr. Jose Maria Rocavila

- Por supuesto le ayudaremos a recuperarlo, al menos yo.

Mirando a mis compañeros.

- ¿Por donde empezamos? ¿Revisamos la biblioteca en busca de alguna pista? ¿Vamos a ver al librero?

Notas de juego

Al turrón 

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11/02/2020, 16:58
José Alfonso Marro Gambin

Aquello no era demasiado ortodoxo. Ramiro pretendía dejar de lado a las autoridades, aunque conociendo bien como funcionaban muchas de las comisarías españolas, casi podía aplaudir la idea. Al final él era el perjudicado, él y su mayordomo, pero si ninguno de los dos deseaba presentar denuncia alguna, no sería él quien lo hiciera. No obstante, seguía sin gustarle ni un pelo la idea de iniciar una investigación por su cuenta dejando de lado a la policía. Podía buscarse problemas.

Bueno... - Tomó aire. Mil pesetas eran mil pesetas. - Puedo hacer una excepción. No soy investigador privado. No acepto trabajos por encargo, pero... - Resopló arrepinténdose de lo que iba a decir. - Le ayudaré... - Pero lo dijo. Aceptó el encargo. - Lo primero es hablar con el librero. Es la única pista que tenemos. - Le confirmó al doctor Rocavila. 

Ahora quedaba saber si Buendía y Echagüe aceptaban también el trabajo.

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11/02/2020, 17:50
Virginia Echagüe

Me doy cuenta de que estaba sospechando en que fuera mi propio jefe quien hubiera fingido el robo para pedir un seguro o algo así ¿Por qué? Supongo que porque a él no le han arreado tan fuerte como a Tomás, porque justo ha citado a dos testigos ligados a las fuerzas del orden que poco parecen saber de libros -y a un médico- que además hemos venido a aparecer en el momento justo para verlo todo sin ver nada y... también por el numerito del vaso, que me ha parecido que tenía algo de impostado.

Por eso quería ver los libros, para fijarme si "casualmente" los favoritos de Ramiro se habían librado de los daños*.

Solo que no me cuadra que lo quiera resolver extraoficialmente. Eso no apoya mi hipótesis, la verdad. De todas formas miro buscando algún objeto querido por el jefe entre los dañados.

Asiento a sus palabras. Mil pesetas, no está mal. Pero podemos sacarle más.

—Eso está hecho, jefe. Gastos a parte, claro. Veinte duros estaría bien para ir dando propinas a informantes y cosas así. Además, los señores tendrán que dormir en un hotel decente. Por supuesto, yo me encargaré de todo eso.

Notas de juego

(*) Máster, si procede hacer una tirada dímelo, please.

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11/02/2020, 21:59
Valerio Buendía

- Joder. ¿Será así de fácil como nos venden las guitarras a cargo del presupuesto? -me digo respirando hondo.

Si tanto quiere que le ayudemos, yo no voy a ser menos que el resto. Además, todavía me fastidia no haberle podido ayudar más con el asunto de Volubilis. 

- Técnicamente la culpa de eso la tiene Don Leopoldo O'Donnel

Me giro hacia José Alfonso

- Permitame que me ponga a su entera disposición, paisano.

- El cielo me asista. He estado a punto de no aceptar el dinero. Pero solo estoy ayudando a un amigo rico. Padre una vez le regaló un lechal al veterinario por salvarle la vaca (La pobre Angelines, que era tonta de tan mansa). Mientras no tengamos que hacer nada ilegal, estoy decomisionado de servicio y puedo hacer estas cosas. Creo.

 

Notas de juego

Lo he estado mirando, y he dejado de mirarlo cuando ha llegado a 250.000 pesetas de 2000. ¿Cuánto son esas mil pelas, así a ojo?

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12/02/2020, 10:24
Ramiro Ledesma

Toma Virginia, eres una buena chica -dijo Ramiro buscándose en su bolsillo y sacando la cartera-. Esos tipos ni me han cacheado, a ver a ver... -sacó entonces cuarenta duros, dos billetes de cincuenta pesetas-, y se lo entregó sin rechistar. Lo que necesitéis y esté en mi mano, os lo daré. Esto... Valerio. Si todo sabe bien, usted y yo tendremos que regresar a Volubis una temporada, a pesar de los franceses, para ahonda un poco en la ciudad... -ahondar, nunca mejor dicho-.

 

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12/02/2020, 10:24
Tomás Belgrano

El caso es que Tomás se levantó entonces.

¿Quieren que les prepare un café? -os miró-. ¿Un té? ¿Algo de comer? ¿Y usted, don Ramiro?

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12/02/2020, 10:25
Ramiro Ledesma

No gracias, Tomás, habrá que ir recogiendo todo esto -añadió-. Pero para mis amigos, lo que les apetezca. Por cierto, hay una comisaría cerca de la librería. Quizá allí sepan algo de esos dos tipos -propuso el magnate-.

Notas de juego

Pues ni idea de cuánto puede ser. He buscado el tema de la inflacción del dinero y tal, pero es un tema que no conozco bien. Yo tengo aquí mismo (de hecho los he sacado para recordarlos por esta partida), billetes de la época (cien y cincuenta), y me los dio mi abuela hace tiempo, los guardaba como oro en paño. No creo que sea mucho, pero 1000 "pelas" en total podemos considerar que sí. (lo cierto es que esos billetes, vistos detenidamente, son preciosos).

No hacía falta Virginia ;)

La veda está abierta, podéis hacer lo que queráis.

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12/02/2020, 11:10
Valerio Buendía

- Desde luego -respondo ilusionado con la idea de un poco de descubrimiento, aunque sea con un señorito francés respirandome encima- Pongámonos en marcha cuanto antes -digo con algo de remordimiento por ponerme ya a organizar- Cuanta menos ventaja tengan los pillos para enfriar su rastro, mejor. 

Me quedo, sin embargo, congelado un momento en el sitio. Como si hubiera querido moverme pero las piernas no respondiesen

- ¿Y dónde demonios está el cotilla del portero? ¡Con las ganas que tenía de subir para enterarse de chismes!

Me asomo a la puerta, a ver si le oigo subir.

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12/02/2020, 14:42
José Alfonso Marro Gambin

Si, lo primero es hablar con ese tipo... - Se quedó pensando un momento. - ¿Cómo se llamaba... Cruz, Crespo? No lo recuerdo... - Se encogió de hombros. - Pero vamos, quiero haber hablado con el librero antes de comer.

Sin esperar una respuesta, José Alfonso se encaminó hacia el ascensor y pulsó el botón. Ya estaba en aquella planta, por lo que sólo tuvo que abrir la puerta y se giró hacia sus compañeros inesperados de investigación. Con un gesto con la cabeza les invitó a pasar al interior del ascensor. Tenían que hablar con el portero. Eso era lo primero. Por fuerza había visto algo. Tenía que haberse fijado en los asaltantes. 

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13/02/2020, 09:01
Dr. Jose Maria Rocavila

Una vez decidido entre todos que nos embarcaremos en esta investigación me preparo para ponernos en marcha, mientras veo que José Alfonso ya se dirige hacia el ascensor. 

- Estoy de acuerdo señores, será mejor que nos pongamos en marcha cuanto antes. 

Mientras digo estas palabras miro a Tomás negando con la cabeza su ofrecimiento. Justo antes de darme la vuelta para seguir ha Marro hacia el ascensor me dirijo al mayordomo.

- Quizá debería buscar ayuda para arreglar este desbarajuste. Después de ese fuerte golpe en la cabeza, no debería hacer esfuerzos. Debería guardar reposo unas horas y acercarse a la clínica para que le hagan un chequeo pormenorizado.

Cuando estoy en la puerta del ascensor recuerdo las reticencias de Virginia y Tomás a que el portero sepa mas detalles de los necesarios. Quizá es una buena idea hablar con el discretamente sin mencionarle demasiados detalles y averiguar si ha podido ver alguna cosa que seguro que ha sido así.

- Quizá sería buena idea no contarle demasiado al portero. Unas preguntas discretas de Virginia, quizá acompañada de Narro podrían ser una buena estrategia.

Espero a mis compañeros en el ascensor. Pensando en toda la información que nos ha suministrado Don Ramiro. Esta claro que nos tendremos que acercar a la Librería y quizá el inspector pueda obtener alguna información en la comisaría. Todos sabemos que en esta España nuestra que nos ha tocado vivir la camaradería esta a la orden del día.

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13/02/2020, 10:09
Valerio Buendía

Doy inconscientemente un taconazo y un saludo antes de encaminarme yo también hacia la puerta:

- Bajaré por la escalera, a ver si está subiendo ya el portero. No sea que nos crucemos. -Digo agarrando el cinturón con una mano, súbitamente nervioso- No se preocupe Don Ramiro: haremos todo lo posible. 

Dicho esto, cumplo con el plan enunciado, no sin antes agradecer su ofrecimiento al Mayordomo y pedirle que priorice el hielo y la llamada al médico sobre la evidente necesidad de limpiar el desastre. 

- Esperemos que esos tipos fuesen locuaces con el librero. Su plan ha sido eficaz pero muy directo: son astutos, pero impacientes. Esperaba que eso les hubiera hecho cometer errores. Esperemos que la cosa no escale: al fin y al cabo no han matado a nadie. ¿Porqué habrán cogido los billetes de la caja pero no la cartera de Ledesma?

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14/02/2020, 01:20
Virginia Echagüe

Saco un monedero de mi bolso y echo el dinero que nos ha dado el patrón.

—Descuide, don Ramiro — le llamo de usted siempre que me da dinero. Le sonrío— ,usted descanse que la maquinaria de represión que ha puesto en marcha no se detendrá hasta que no recupere su libro.

Y salgo pitando a la caza del portero. Dudo del nivel de "sutilidad" que voy a gastar en su interrogatorio. Estoy entre preguntarle si han venido unos mozos a traerle un paquete al señorito o amenazarle con el despido sin no nos cuenta todo lo que sabe sin decir ni mu a nadie.

En el rellano sonrío a mis nuevos socios en este asunto un poco opaco, turbio. Libro de brujería incluido.

Luego me asaltan las dudas ¿yo interrogando a un compañero habiendo militares, policías y… médicos? No sé… Pero es Julián y Dios —otra vez Él— estoy fantaseando no ya con interrogarle. Con torturarle con electricidad.

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16/02/2020, 11:37
Ramiro Ledesma

Gracias amigos -dijo Ledesma-. Desde luego, iremos ahora a la clínica Bálsamo a que le vean la cabeza a Tomás -el mayordomo comenzó a insistir que no era nada, pero la palabra de Ledesma para él era casi obligatoria-. Iremos, Tomás, y no se hable más. No puedes estar así, tal vez te pongan algún punto. En cuanto acabemos, señores, vendremos aquí de nuevo. Aquí estaremos para cuando vuelvan... además, hay mucho desbarajuste, mucho que colocar y retirar...