Partida Rol por web

Valladolid (1559-2012)

[2012] Capítulo 1: Bajo la luna del Demonio

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16/06/2015, 01:38
Narrador

Lo cierto es que tras pensarlo un poco consigues orientarte en aquel lugar y te das cuenta de que el pasillo os está llevando hacia la otra fachada de la catedral, en la que están las catacumbas y otras celdas. Probablemente esas celdas sean a las que se refería aquella voz cuando te citó allí. 

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16/06/2015, 01:46
Narrador

Nuria no tiene ninguna dificultad para abrir las distintas puertas que podéis ver a ambos lados del pasillo, desvelando a los ojos de todos varias celdas, como las que ya habéis dejado atrás. A simple vista parecen estar todas vacías a excepción de algunos catres y el polvo cubre sus suelos con una gruesa capa. 

Todavía tenéis que girar otras dos veces, una a la derecha y otra a la izquierda, antes de llegar a un pasillo más largo que los anteriores, que termina con un recodo hacia la derecha. A vuestra izquierda hay varias puertas, en mejor estado que las que habéis dejado atrás pero igualmente abiertas, que contienen más celdas, también vacías a simple vista. Algunos huecos en lo alto de las paredes dejan pasar la luz de las farolas de la calle, iluminando tenuemente el lugar y los sonidos del viento y algún coche ocasional llegan lejanos a vuestros oídos y os hacen sentir ajenos a ese mundo, como si bajo el suelo de la ciudad hubiera un universo diferente, más oscuro y polvoriento, pero al mismo tiempo más envolvente. Más tranquilo y silencioso.

Percibís entonces un tarareo suave que parece provenir de la única de esas puertas que se abre en la pared de la derecha. Una puerta que está entreabierta y que no debe dar hacia el exterior. Suena dulce y de alguna manera resulta maternal e infantil al mismo tiempo, como una nana tarareada para ayudar a dormir.

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16/06/2015, 02:31
Narrador

Es entonces cuando te das cuenta de que el ronroneo de esa Bestia que habita dentro de ti resuena en armonía perfecta con ese tarareo, como si ella lo hubiera percibido antes que tú. Su vibración se extiende bajo tu piel, haciendo latir suavemente la vitae que llena tus venas y durante un instante te sientes más viva de lo que has podido sentir desde que te abrazaron. Hacía mucho que no te sentías sencillamente tan bien. 

La sensación de calma aumenta con cada paso y una intensa atracción parece empujarte hacia esa puerta. De alguna forma sientes la necesidad de abrirla, de ver qué hay más allá, hasta que terminas por no distinguir si es tu Bestia la que quiere seguir avanzando o eres tú misma la que lo desea con fuerza. 

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16/06/2015, 02:43
Narrador

Es entonces cuando te das cuenta de que el ronroneo de esa Bestia que habita dentro de ti resuena en armonía perfecta con ese tarareo, como si ella lo hubiera percibido antes que tú. Su vibración se extiende bajo tu piel, haciendo latir suavemente la vitae que llena tus venas y durante un instante te sientes más viva de lo que has podido sentir desde que te abrazaron. Hacía mucho que no te sentías sencillamente tan bien. 

La sensación de calma aumenta con cada paso y una intensa atracción parece empujarte hacia esa puerta. De alguna forma sientes la necesidad de abrirla, de ver qué hay más allá, hasta que terminas por no distinguir si es tu Bestia la que quiere seguir avanzando o eres tú misma la que lo desea con fuerza. 

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16/06/2015, 02:44
Narrador

Es entonces cuando te das cuenta de que el ronroneo de esa Bestia que habita dentro de ti resuena en armonía perfecta con ese tarareo, como si ella lo hubiera percibido antes que tú. Su vibración se extiende bajo tu piel, haciendo latir suavemente la vitae que llena tus venas y durante un instante te sientes más vivo de lo que has podido sentir desde que te abrazaron. Hacía mucho que no te sentías sencillamente tan bien. 

La sensación de calma aumenta con cada paso y una intensa atracción parece empujarte hacia esa puerta. De alguna forma sientes la necesidad de abrirla, de ver qué hay más allá, hasta que terminas por no distinguir si es tu Bestia la que quiere seguir avanzando o eres tú mismo la que lo desea con fuerza. 

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16/06/2015, 02:44
Narrador

Es entonces cuando te das cuenta de que el ronroneo de esa Bestia que habita dentro de ti resuena en armonía perfecta con ese tarareo, como si ella lo hubiera percibido antes que tú. Su vibración se extiende bajo tu piel, haciendo latir suavemente la vitae que llena tus venas y durante un instante te sientes más vivo de lo que has podido sentir desde que te abrazaron. Hacía mucho que no te sentías sencillamente tan bien. 

La sensación de calma aumenta con cada paso y una intensa atracción parece empujarte hacia esa puerta. De alguna forma sientes la necesidad de abrirla, de ver qué hay más allá, hasta que terminas por no distinguir si es tu Bestia la que quiere seguir avanzando o eres tú mismo la que lo desea con fuerza. 

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17/06/2015, 00:57
Sonia Aguirre

Sonia, envuelta en su propio cuerpo, permaneció inmóvil tras las primeras palabras de Óscar, al menos de un modo exteriorizado. Dentro de su espacio privado apretó los labios esforzándose por no teñir ese silencio con su nerviosismo. En aquel momento incluso le pareció que de ser humana se le hubiesen escapado las lágrimas, o incluso en su condición podrían haberlo hecho de no estar tan seca.

Entonces llegó una disculpa que no esperaba, sintiendo la voz cada vez más próxima a ella, y con ello dio por hecho que su compañero había mordido el anzuelo y su sonrisa se afiló dejando victoriosa.

¿Sonia? - empezó a levantar la cabeza lentamente cuando el Grangel le cogió la muñeca - No soy Sonia. - comentó como si fuese un desconocido llamando a un número equivocado, y al sentir como Óscar se apartaba ensanchó su sonrisa dispuesta a acabar con aquello - Soy tu peor pesadilla- susurró antes de levantar su cabeza con un golpe final y una sonrisa que rogaba ser perdonada por el susto; cayendo en la oportunidad de que lo hizo en el segundo en que Óscar la liberaba de aquella pseudoposesión. - ¡Buh! - gritó con una risa antes de procesar lo que acababa de pasar y a punto estuvo de atragantarse con sus palabras cuando vio "volar" el cofre lejos de ella con tan poco tacto.

No si al final por A o por B, la liaremos, bien liada y bien parda. -  se reprochó mientras se apresuraba a levantarse para correr a recoger el cofre.

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17/06/2015, 02:31
Óscar Fernández

Óscar había recibido cada vez con más miedo cada una de las palabras de Sonia. Sus ojos se habían quedado pegados a los de ella mientras levantaba la cabeza, y sólo ante la negativa de su identidad pudo apartarlos, asustado. Tendría que haberle hecho caso cuando dijo que aquella caja estaba maldita, que siempre lo estaban. Pero una vez más había pensado que tenía cómo librarse de las cosas, y sólo había servido para que su compañera se viera poseída por un demonio, o por una bruja, o por Carlos, o por a saber qué. Aquel soy tu peor pesadilla le hizo estremecer, mientras su mente se iba bien lejos, a un lugar indefinido de su infancia que no tuvo tiempo de ubicar. Por fortuna logró patear aquel cofre a tiempo.

No llegó a mirar a la Nosferatu. Con aquel breve grito el Gangrel pegó un bote, y la risa que lo acompañó no ayudó en absoluto. El espíritu de los Reyes Católicos, o a saber qué, estaba jugando con ellos. Aquello era horrible. Aquello era terriblemente malo se mirase como se mirase.

Óscar sólo dudó un segundo: lo justo para ver que aquella cosa se empezaba a levantar con intención de ir hacia el cofre. Rápidamente el chico se lanzó también a por él consciente de que si algo lo había encerrado allí una vez probablemente sería posible repetirlo. Quizá por eso esa presencia quería hacerse con el cofre: para quedarse el cuerpo de Sonia para siempre. De modo que el Gangrel se abalanzó a por él a toda velocidad, dispuesto a abrirlo y esperando que con ese gesto aquel ente ectoplasmático del averno volviera a su lugar. Para siempre.

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17/06/2015, 02:54
Narrador

Al abrir el cofre ningún ente ectoplasmático del averno volvió a encerrarse a él. Al menos de forma que los dos vástagos pudieran percibirlo a simple vista. Sin embargo, lo que sí pudieron ver fue el contenido del cofre. En él sólo había una cadena con lo que parecía ser un colgante de plata al final, que parecía recrear un curioso y retorcido símbolo que a ninguno de los dos les decía nada:

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17/06/2015, 13:16
Sonia Aguirre

Sonia apenas se fijó en el bote que había pegado Óscar pues se encontraba demasiado preocupada por el estado del cofre de Carlos; aunque para ser justos, la parte de ella que sí se había fijado no hizo más aprecio que considerarlo un aplauso a su actuación, una reacción esperada.

 Pero cuando éste se le unió a la carrera por el Cofre Perdido, Sonia aminoró su paso temiendo haber cruzado esa fina línea entre lo gracioso y lo que está fuera de lugar de la que tanto hablaban sus compañeros de laboratorio.

 - Óscar,- levantó las manos al pecho mostrando ambas palmas, una de ellas con más claridad que la otra por culpa de su Tic - soy yo, soy yo. Perdona. - se dirigió a él con voz dulce, en un tono muy parecido al que había empleado cuando le anunció su plan para alimentarse de camino al chalet, pretendiendo, como entonces, que no se asustara cuando viera su próximo movimiento.

 Sonia se acercó, consciente de que necesitaba compensar aquel susto, más en su situación, si se le iba la olla necesitaría que Óscar la creyera y se largase.

 Por contra de ese pensamiento, un punto más profundo, o quizás remoto, de ella volvió a destapar el recuerdo de apenas unos minutos antes, cuando al abrir las vesicas una melodía casi animal había acariciado toda su sangre. Sin embargo, esa evocación no fue escuchada más que por las capas más internas de su piel.

 Levantó la vista desde su posición, más o menos próxima a Óscar y al cofre para mirar en su interior y al ver el colgante, necesitó reprimir su primera reacción de cogerlo para observarlo más de cerca. En su lugar, buscó el móvil y le sacó una foto para tenerlo documentado.

 -Es bonito.- comentó con timidez, tanteando el humor del Grangel.

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17/06/2015, 22:30
Óscar Fernández

Durante sólo un instante Óscar se quedó mirando el contenido del cofre. Tanto esfuerzo... ¿Para eso? Era casi decepcionante. Al menos lo era si se tenía en cuenta que el chico no tenía ni idea de lo que era aquello. Sin embargo, y a pesar de que no hubiera habido un cambio que se pudiera apreciar a simple vista, todo había merecido la pena. El motivo estaba claro: Sonia estaba bien. Lo decía su voz, lo decían sus gestos y lo decían sus ojos. Aquel ser ectoplasmático demoníaco había sido vencido, quizá absorbido por aquel colgante. Había costado, pero por una vez en la vida Óscar había conseguido enmendar uno de sus errores.

Con un suspiro de alivio cruzó una mirada con la Nosferatu, sin saber si preguntar por cómo estaba, o por cómo se había sentido, si necesitaba que le explicase lo que había pasado mientras -Sí, jojojo, dile que habéis follado como putos salvajes, jo - animaba mientras tanto Rocky. Pero para Óscar sólo había una cosa: la tranquilidad de saber que los demonios estaban donde debían.

Cansado por la tensión acumulada en el último minuto dejó que sus hombros se cayesen un poco, sin poder evitarlo sonrió ligeramente. Lo hizo evitando la mirada de la chica, ya que no se sentía muy cómodo expresando sus emociones, pero notando por primera vez en la noche una calma nueva y sincera.

- Bu-Bueno, - Dijo entonces, mostrándoselo a ella. - no... No es feo. - Afirmó, intentando que no pareciese que le daba la razón simplemente por quedar bien después de lo que le había hecho. - No... ¿No sabes lo que es, verdad? - Le preguntó, dubitativo. Entonces volvió a repasar una vez más la habitación, tomando nota mental de lo que se llevarían para no dejar pasar nada por alto. - O-oye... - Empezó entonces. - ¿Tienes un boli?

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18/06/2015, 00:49
Sonia Aguirre

Cuando Óscar giró el cofre hacia ella, Sonia acarició las aristas de la apertura para asegurarse que no se había mellado. Después de haberle mandado una fotografía del cofre en perfecto estado a José, no quería que ahora apareciera dañado.

Aunque tampoco creía que se fuera a fijar, o más concretamente, a querer escuchar su historia.

- ¿Nooo?- respondió entonces dubitativa a la pregunta de Óscar que parecía más segura que su propia respuesta. - Ni idea. - confirmó entonces alargando sus manos sobre el colgante y apartándolo de su cofre se lo acercó a una distancia de lectura.

Lo observó analíticamente, pasando una y otra vez su pulgar por encima del grabado, como si quisiera abrillantarlo, como si los baches casi imperceptibles en la yema de su pulgar pudieran leerlo como si se tratase de braille.

Levantó la mirada del colgante con la llamada del Grangel y una vez más deseó conocer que pasaba por su cabeza.

-¿Un boli? ¿Vas a firmar en la pared un "Óscar ha estado aquí"? - preguntó con naturalidad y casi con ilusión de que así fuera - ¿un boli? - repitió esta vez sin extrañeza en la voz, sino más bien haciendo memoria de si llevaba uno encima o no. - ¡Ah sí! - chasqueó los dedos triunfal y al molestarle el colgante en el gesto se lo pasó por la cabeza y dejó que cayera a su cuello. Metió ambas manos en el bolsillo y terminó sacando un bolígrafo con publicidad de un restaurante chino. - Todo tuyo. - sonrió al entregarle el boli con cierta curiosidad.

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18/06/2015, 01:28
Óscar Fernández

Los enrojecidos ojos de Óscar se abrieron con sorpresa al ver cómo la loca de Sonia se atrevía a ponerse el colgante maldito. No iba a llevarle la contraria, y más cuando ella era la que sabía de esas cosas, pero tendría que tenerla vigilada, desde luego. A saber lo que el colgante ese podría obligarla a hacer.

Asintió con la cabeza cuando ella le preguntó si se refería a un boli, pero negó acto seguido. Por supuesto que no iba a escribir eso por las paredes, qué chorrada. Para escribir en las paredes haría falta un rotulador.

Una vez tuvo el objeto se acercó adonde estaban los periódicos y cogió una hoja. La puso sobre la mesa y arrugando el ceño, con gesto de concentración, empezó a escribir. O lo intentó, al menos. Le ponía un poco nervioso hacerlo con Sonia cerca, y más apartándole la vista de encima mientras llevaba el colgante. Pero finalmente echó el aliento un par de veces a la punta del bolígrafo y se puso a ello.

Hola Señor Carlos.

Le escrivo esta nota para pedirle disculpas por lo de su caja fuerte. No le queríamos rovar robar, pero es que la gente está preocupada por usted y nos an mandado a vuscarlo.

Nos bamos a llebar vamos a llevar bamos a llebar también sus cosas de Milán y lo otro, por si se ubiera ido para allá.

Por la caja no se preocupe, cuando le encontremos o vuelva usted me vusca y se la pago o se la intento pagar o arreglar o algo. Lo otro se lo debolvemos cuando llegue, de verdad. Es que mientras nos ace falta para saber donde vuscarle.

Usted no me conoce, pero para que sepa quien soy valla al eliseo y pregunta por Óscar. Le puede preguntar a mucha gente que estaba cuando me presente, que creo que me conocen todos. Voy siempre con Rocky y con Mel conmigo, para que me pueda rreconocer.

Espero que se encuentre bien. Si vuelve por aquí avisenos abísenos avísenos para dejar de vuscarle.

Óscar.

Una vez terminó de escribir el chico llevó la nota a la caja fuerte y la metió dentro. Después colocó como pudo la tapa, intentando que al menos se quedase sujeta por sí misma, y se dispuso a volver a poner la estantería donde se encontraba a su llegada. Durante un instante se pensó dejar otra nota fuera de la caja para avisar de la existencia de la primera, pero finalmente desechó la idea. Si alguien más venía no quería alertarles de que había una caja fuerte en la habitación. Quién sabía lo que le podían robar. Y seguro que Carlos se daría cuenta pronto de todo.

En cuanto todo estuvo listo Óscar se preparó para recoger las cosas que habían encontrado, cofrecito incluido, y guardarlas en sus bolsillos. Tras echar un último vistazo al cuarto se dirigió a la nueva salida, la que comunicaba con las alcantarillas.

- Po... Podemos mirar un poco. - Propuso inseguro. - Y si vemos que no hay nada, salimos. Si-Si quieres, claro. - Expuso.

Notas de juego

Pues eso. Por mí si nos bajamos a que se nos pegue un poco el mal olor, y si no vemos nada nos salimos por la primera tapa de alcantarilla, de haberla.

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18/06/2015, 02:52
Narrador
Sólo para el director

Cuando Sonia se colgó la cadena del cuello pudo sentir cómo algo cambiaba en su interior. La sensación de Sed que la acuciaba se atenuó y la Bestia que moraba dentro de ella ronroneó con placer, adormeciéndose.

Notas de juego

Sonia, mientras lleves el colgante puesto no podrás caer en frenesí.

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18/06/2015, 12:17
Sonia Aguirre

Una vez más la Nosferatu siguió los pasos de Óscar con la mirada, sus silencios siempre le parecían curiosos, como si avecinarían y a la vez advirtieran del inicio de uno de sus planes privados.

Al verle elegir una página entre los periódicos se acercó unos pasos por si había descubierto algo, pero al verle preparar el bolígrafo se temió que el chico tuviera la irracional necesidad de pasar cuentas con un crucigrama.

Se encogió de hombros a sus propios pensamientos, de pronto aquella sensación de urgencia por salir de allí se había esfumado, ni siquiera veía a Óscar como un microondas con patas, y su consciencia volvió a valorar contarle su situación al Grangel y disculparse por haberle puesto potencialmente en peligro tanto tiempo.

Sin embargo, al ojear sus quehaceres, olvidó todo pensamiento y arrugó el ceño incapaz de creer lo que veía. Boqueó en un intento de ordenar las palabras que se le amontonaban en la garganta y tras su oportuna mudez, negó ligeramente con la cabeza a lo que aquel hecho revelaba y prefirió no decir nada, no quería ofenderle, ni hacía real falta en aquel momento.

Aprovechó para sacar algunas fotos al lugar, y tras comprobar de soslayo que Óscar seguía ocupado se apresuró a hacerse una selfie con su viejo rostro y su colgante nuevo.

Cuando Óscar estuvo listo y propuso echar un vistazo al pozo de los huevos podridos, Sonia se limitó a asentir con la cabeza y dirigirse también hacia las alcantarillas para luego descender al único lugar dónde su olor parecería inexistente.

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18/06/2015, 12:21
Francisco Ansúrez

- Voy a entrar... - susurré al resto una vez me planté frente al origen de la nana. Dichas aquellas palabras devolví la mirada a la madera.

No pude aguantarme y avancé hasta la puerta con intención de abrirla, de conocer la razón por la que éramos atraídos. Era evidente que algo fallaba en aquel laberinto, en cuanto comencé a sentirme tan bien fue bastante claro. Al principio creí que era algo normal en mi nueva condición, que como decía Elisa nos habíamos vuelto unos monstruos, pero es que aquella sensación fue a más.

Conseguí inclusó dejar de lado las preocupaciones de la capilla, ya solo podía concentrarme en el tarareo que provenía de detrás de la puerta.

Se me ocurrió que podía picar con los nudillos pero desistí, la persona del interior ya estaría alertada de nosotros. En lugar de eso me aseguré de estar alerta por si al abrir me encontraba con alguna sorpresa desgradable.

- Tiradas (1)
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18/06/2015, 12:39
Narrador

Una vez Óscar ha terminado de escribir su nota y la ha dejado en la caja fuerte, los dos cainitas se deslizan por el hueco del suelo, bajando los escalones hacia las alcantarillas. En cuanto la puerta se cierra sobre sus cabezas con un fuerte chasquido pueden comprobar que efectivamente, como les había parecido antes, la puerta sólo se puede abrir desde el interior de aquel refugio.

Las escaleras terminan varios metros más abajo y si el olor a quemado de Sonia resulta molesto y el olor del refugio que dejan atrás resultaba desagradable, el olor del alcantarillado sencillamente es nauseabundo. Las aguas fecales inundan con un chapoteo el túnel y es imposible caminar por él sin meter los pies hasta los tobillos en ellas. El lugar está completamente oscuro aunque entre la visión de Óscar y la linterna de Sonia los dos se pueden mover sin demasiadas dificultades. Ante ellos se presenta un laberinto de túneles, conductos y colectores llenos de inmundicia y sus direcciones no tienen ninguna pinta de ser las mismas que las de las calles del exterior.

 

Notas de juego

Óscar, anota en tu pestaña de equipo lo que te llevas ^^.

En mesa os haría recorrer paso a paso el camino, pero en rpw creo que sería un alargamiento innecesario. Así que decidme hacia dónde queréis ir y haced una tirada de Astucia+Supervivencia, dificultad 8 (+1 si no tenéis Supervivencia). Necesitaréis varios éxitos.

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18/06/2015, 13:01
Óscar Fernández

Brevemente, tras dejarlo todo listo, Óscar se quedó pensativo, con la sensación de que algo se le olvidaba. Finalmente terminó por apartar esa idea de su mente y cogió el cubo y lo demás y se dispuso a bajar por aquellas escaleras.

Una vez abajo no tardó en pestañear varias veces agitando las manos de forma espasmódica, como si las ganas de estornudar se mezclasen con la molestia del vuelo de una mosca delante de sus narices. Cuando terminó sus ojos volvían a ser los de siempre. Quién sabía a quién podían cruzarse ahí a esas horas de la noche, y como alguien le viera... Óscar ni siquiera quería pensar en la cara del Príncipe y la vergüenza que sentiría Elisa cuando le condenasen a muerte.

Decidiendo conscientmente no respirar el Gangrel empezó a avanzar por el lugar, hasta que aquello que había revoloteado en su mente terminó de encajar.

- Ostras... - Dijo entonces, antes de buscar a Sonia con la mirada. - No... No te pregunté si querías firmar, perdona. - Se disculpó mientras miraba alrededor, buscando cualquier huellas que Carlos hubiera podido dejar por ahí. De no encontrarla continuaría avanzando hasta la primera salida que viese.

- Tiradas (3)

Notas de juego

Por mi parte no quiero ir a ningún sitio. Mirar por alrededor de donde llegamos, y si no hay nada más que inmundicia salir por el primer lugar que encuentre. No sé si Sonia quiere que vayamos por aquí a algún sitio o no, la verdad.

PD: Repito la última tirada oculta.

 

Al final no he podido resistirme y he posteado.

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18/06/2015, 13:35
Eric Maneiro

El tarareo, la nana o lo que sea me mueve. Hace que mi paso sea decidido y constante. Tengo la mente bastante despejada y clara en este momento, algo que no ha sido sencillo desde mi Abrazo. Todo parece natural ahora, como si se hubiesen ordenado las piezas y solo tuviese que atender a una naturaleza, dejando la otra algo aparcada. Estoy decidido a entrar cuando Francisco interviene. Lo observo un segundo fijamente, pues yo estoy dispuesto a hacer lo mismo. Asiento a su anuncio con una decisión en el rostro que seguro no se ha visto hasta ahora, sustituyendo a mi habitual expresión de predisposición a la amabilidad y al tacto.

- Te sigo. - Contesto escueto al Tremere, no queriendo que suene como un reto, pero me siento como llamado, y el sonar bien es lo menos prioritario. Ni siquiera me fijo en Nuria y Elisa. Simplemente observo la puerta y cuento los segundos hasta que Francisco la abra.

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18/06/2015, 23:36
Silvia Pereira

Silvia se mordió el labio inferior al ver la decisión de Francisco y Eric. No parecía asustada, más bien algo impaciente por ver de dónde provenía aquel sonido. Alumbró con su linterna a ras de suelo y se puso ligeramente en puntillas para poder ver por encima de los hombros del toreador y el tremere. Curiosamente, parecía resultarle bastante sencillo mantenerse en aquella postura. A pesar de la calma y bienestar que sentía, no podía evitar sentirse como una niña desenvolviendo un regalo. -¿Veis algo?- Preguntó con cierta curiosidad en un tono bajo, como si le pareciese inapropiado hacer ruido.