Partida Rol por web

-Ni de coña. Vamos a ver el resto de la planta. Algo habrá.

No quería reventar la cerradura el primer día. Ya habría momento y alguna razón mejor que cruzar aquel umbral que la simple curiosidad. Aunque la posibilidad de que tuviera un pequeño minibar era una buena razón para echar atrás todo su razonamiento.

Se levantó del suelo en pos de mirar si había algo en el resto de la planta, sobre todo una posible subida al tejado.

Natasha llega al último pasillo de la última plata, sitio dónde se encuentra el despacho del director... aun respirando alterada, corre al despacho del propio director y pica con fuerza.

...¡Director...! ... - respira -  ¡Director! ... - vuelve a respirar, le falta el aliento - ... ¡es importante...!

Ahora sí, entre el cansancio y todo lo que ha ocurrido... las lágrimas le saltan de los ojos... se gira, mirando las grandes ventanas de la biblioteca... el miedo se apodera de ella.

Vuelve a llamar a la puerta, casi histérica.

El director sale preocupado cerrando la puerta tras de si..

¿Natasha? ¿Pero qué..? Murmura mirando a los lados para comprobar que no había nadie. Después le acarícia la cara con ternura. Y entonces se da cuenta de sus heridas.

¡Dios mío! Hay que curarte eso cuanto antes...corres peligro. Le da un dulce beso en la frente, y abrazándola por el lado le coloca un pañuelo en las heridas para evitar que vaya dejando rastros de sangre y se la lleva lejos de los nocturnos, a la enfermería.

Natasha se aparta del director, sigue llorando... aunque no es descifrable si es por rabia, miedo, tristeza... o todo a la vez.

¡¡¡Deja las heridas!!! - grita, mira a los ojos del director... probablemente la esté mirando sorprendido por su actitud - ¡¡¡Estaba allí!!! ¡¡¡Ha vuelto!!! ¡¡¡Carl ha vuelto!!! ¿¡Es que no lo entiendes!? Tengo... ¡tengo que irme de este instituto!

El director la miraba con cara de asustado y preocupado.

La abraza con fuerza para intentar tranquilizarla, le coge la cara con las manos, y se agacha para quedar a su altura.

Natasha, tranquilízate...Carl está muerto. No está aquí. Y tu no te irás... porque yo no quiero que te vayas de mi lado nunca... ¿me has oído? Le responde esto último con un susurro.

Asiente... dejándose ir a los brazos del director...

Sí... está muerto, ¿verdad? pero él estaba allí, conmigo... y me ha... - se pone una mano encima de la mejilla, y esboza una fugaz tierna sonrisa... se separa finalmente del director - No me crees. - lo mira a los ojos, ella aun llora.

Vuelve a mirar a los ventanales... y baja la mirada, para mirar al director - Él siempre tuvo razón... ni la muerte nos separará. Y él quiere lo que es suyo. No me iré del instituto... porque no tengo sitio dónde ir. Pero no me verá más sola... ni me saltaré más clase - y no quiero saber qué es lo que te haría a ti si lo nuestro siguiera... - voy a comer. - se gira un último instante - Yo no soy suficientemente sádica cómo para tirarme contra los rosales de espaldas... - estando de espaldas, se ven los pequeños cortos de los antebrazos y los muslos.

Se gira, y camina hacia fuera de la biblioteca... mirando los ventanales y el cielo... suplicando con la mirada - La culpa es mía, Carl... no lo pagues con los demás. Seré tuya... - susurra en una voz, casi inaudible... ni siquiera Jake podrá escucharla.

Ha dejado de llorar... ahora muestra una mirada de determinación, decidida.

¡Espera Natasha! Le dice deteniéndola.

En ese momento se oye como se abre la puerta del despacho y el director, coge a Natasha con cuidado y se la lleva lejos de la puerta del despacho, a la otra punta... una vez allí la deja en el suelo de nuevo. Y le sigue tratando de curar las heridas.

La mira a los ojos. Te creo, Natasha, te creo... ¿Cómo no iba a creerla? ¿Yo te protegeré de acuerdo? Le dice acariciando con ternura la cara. Pero confía en mí...

Natasha se deja curar las heridas... pero no dice nada... mira hacia los ventanales. Perdiéndose en ellos... en el cielo. 

¿Cómo va a protegerme de un fantasma... un simple mortal?

Empezaban a florecer aquellos sentimientos que creía haber dejado atrás... no era más que una niña.

Una vez las heridas han dejado de sangrar, el director le besa la frente de nuevo.

Será mejor que bajes, tengo a los nocturnos en mi despacho. Prométeme que luego irás a la enfermería... Le dice con mirada preocupada.

Claro.

Natasha se levanta, y sin decir ni hacer nada... sale de la biblioteca.

Natasha y Erika llegan a la biblioteca cogidas de las manos... la morena se dirige directamente a la última hilera de libros, gira a la derecha y se agacha al suelo... y espera que Erika la imite.

Tengo que contarte un secreto muy fuerte, Erika... un secreto que no puedes decir a nadie bajo ningún concepto... pero esto no haría falta que lo dijera.

Sonríe... ella no trataba a Erika como a una niña pequeña. Pues sabía que en el fondo, a pesar de su comportamiento infantil era una chica madura... o bastante madura.

Os encontráis en la biblioteca. Yard parece que sale del despacho y Sydney quiere entrar.

Oís murmullos de voces que provienen de la biblioteca. Por el leve olor a sangre que desprende uno de ellos notáis que son diurnos.

De repente veis como del despacho sale un nocturno (Yard) y por la puerta de la biblioteca entra otro (Sydney).

Mas sangre?... que pasa aquí?, están jugando con nosotros o buscan algo mas...

Observo al nuevo bastante serio mientras lo veo salir del despacho de Murray.

Tu eres nuevo verdad?, tus compañeros se encuentran abajo en el pasillo de los nocturnos. seria lo mejor que vallas a instalarte en tu cuarto y descanses para las clases de la noche.

Mi tono de voz se notaba bastante ansioso, las pupilas de los ojos se me dilataban y se pigmentaban de un color rojizo.

Veamos que pasa aquí... antes de ver a Murray

Retiro una pastilla de mi camisa y la ingiero con cautela, lentamente me dirijo hacia donde provienen las voces.

Erika, agachada junto a Natasha, escuchándola atentamente, asiente a sus palabras, con el ceño fruncido levemente para demostrar que está escuchando.

¿Has visto un duende? ¿un pasadizo secreto? Pregunta completamente en serio.

Postead sólo para el director e indicad a quien van los mensajes... Hasta que os encontréis.

Alguien parece hablarme al salir del despacho de murray.

Me acerco a él.

Le hago una reverencia. Me llamo Yard de la casa DeLuclin de Edimburgo.

Me quedo meditabundo, ese delicioso sabor no deja de quitarseme de la cabeza. Estupidas reglas de murray

No nos hemos visto en alguna ocasión

Se oyen las voces interrupiendo las conversaciones.

Será mejor ir aver que ocurre alliConocere a este compañero nocturno

Esboza una sonrisa y niega lentamente con la cabeza.

Verás... - espera unos segundos antes de proseguir, considera que es mejor explicarle un poco el rollo a Erika - Yo tenía un novio... un novio que se murió, hace casi un año... y hoy... ha aparecido de nuevo - se imagina la cara que pondrá la chica - el fantasma de Carl - Natasha tiembla levemente... nerviosa, sobretodo por la reacción que pueda tener Erika...

Erika se lleva las manos a la boca, con los ojos muy abiertos...

¿Un fantasma? ¿Has visto un fantasma? Enseguida coge las manos de Nat y deja al descubierto una enorme sonrisa de oreja a oreja. ¡Sabía que existían! ¡Lo sabía!

Luego mira alrededor, igualmente ilusionada.

¿Está aquí ahora? ¿Eh? ¿Está? ¿Sólo puedes verlo tú? ¿Tienes superpoderes? Luego se da con un pequeño puño en el pecho. Tu secreto está a salvo, tranquila.

Se sorprende ligeramente, y mira a Erika... luego esboza una sonrisa.

Pues no sé si querrá venir... - le responde, respeto a si está aquí - o almenos no sé si querrá presentarse... - se coloca la mano en la nuca, algo incómoda... y mira alrededor. - ¿Carl...? ¿Estás ahí...? Me gustaría presentarte una amiga... - aquello es de todo menos normal.