Estoy garabateando dibujos sin sentido en el cuaderno, esperando que se presente algún profesor en el aula. Levanto la mirada al darme cuenta como el chico del pupitre de al lado se dirige a mi.
Encantada. Mi nombre es Yu...Zoe Cullen... Esto? Pregunto posando mi mano sobre el crucifijo. Me lo regaló mi madre, por eso lo llevo, lo compró en Tokyo. A ella le gustaban mucho los crucifijos y de alguna manera me contagió su pasión. Mi mirada por un momento se vuelve triste, aunque rápidamente parpadeo evitando que caigan las lágrimas que se estaban preparando. Vuelvo a prestar atención a mi compañero. También eres nuevo, verdad?
- Uhhh, Ahhh, Hpmh, Ummm como lo haces sonar parece que sabes mucho sobre las personas - Sonrie levemente mirandole fijamente - Subjetiva, supongo que tienes razon - Dice esto con poco aliento - Aun asi, no caigas en lo extraño, pero... todo dependeria del punto que se mire, asi que... si! tienes razon - Terminaba de mencionarlo con un enfasis en la afirmacion, y una onda de energia al final, antes de abrir su cuaderno y escribir en letra cursiva y con gran caligrafia, Kei Keller en la esquina superior derecha.
Mira a la chica mientras esta habla y cuando adquiere un tono triste no puede evitar sino ensombrecer el rostro propio por un momento.
-Sí... yo acabo de llegar de hecho. No creo que conocieras mi país de todas formas, pero eso no importa. Alguien como tu no debería ensombrecer su rostro con las lágrimas del pasado...
Sonrie hacia la chica para evitar que volviera a deprimirse. Es una sonrisa extraña, no demasiado natural, propia del rostro que no conoce la alegría. Después saca su cuaderno y garabatea un par de palbras, y vuelve a guardarlo.
-Bueno, ¿y tú por qué estas aquí?
Bueno, es un poco largo de contar... Digamos que no me adapto a la nueva familia de mi padre, él pretende que la considere mi familia, pero me es imposible...
Una débil sonrisa asoma por mis labios. Inconscientemente me llevo un mechón de pelo que me molestaba detrás de la oreja. Cojo un boli y sin darme cuenta me lo llevo a la boca, mordiendo el tapón nuevo hasta destrozarlo como siempre he hecho.
Y tú de donde eres y por qué estás aquí?
-Yo... buena pregunta, ¿de dónde vengo yo?...
Kael queda pensativo un largo rato. Cruzando los brazos delate de sí y escogiendo cuidadosamente sus palabras.
-¿Por qué estoy haciendo esto? La gente siempre hiere, siempre... ¿o no? ¿es solo una idea inculcada para generarnos miedo y controlarnos? ¿es algo más? ¿por qué estoy confensado a esta chica mi pasado? ¿Por qué?... ¿por qué?...
-Yo vengo de unas islas que se encuentran perdidas en mitad del mar, no excesivamente lejos de aquí. Basicamente, mis padres estaban cansados de irme a buscar a comisaria, y me mandaron a la patria de mi abuelo. Supongo que el mundo no está hecho para gente con conciencia.
En previsión a la reacción que pudiera generar el nombramiento de comisaria no puede mas que sonreir y aclarar:
-No te preocupes, lo único que hice fue manifestarme. No causé ningún perjuicio a nadie. Salvé unos cuántos animales, pero el hombre gusta más de un mar de sangre que del perfume de una rosa.
Al nombrar Kael lo de la comisaría mis ojos se abren sorprendidos, le miro con una expresión entre fascinada y asustada. Aunque prefiero no interrumpirle y dejo que termine de hablar. Él mismo se da cuenta de la confusión que puede crear el tema de la comisaría y me explica los motivos.
Manifestarte? Estabas en alguna organización o algo? Es muy bonita la lucha que has ejercido, lástima que poca gente lo entienda. Aunque eres muy joven para estar metido en estas cosas, no?
Intento no parecer que le esté censurando. Mi mirada dulce no se aparta de sus ojos.
Pobre, se le ve tan triste, ha debido pasarlo muy mal...
Perdón, no me malinterpretes, te lo decía porque siempre he creído que para formar parte de organizaciones se tiene que ser mayor de edad.
Corrijo rápidamente al darme cuenta que pueda ofenderle mi comentario ignorante.
-No soy parte de ninguna organización. Simplemente tiré algo de dinamita al mar, para asustar las ballenas, para que ese año no las mataran al llegar a la costa. Allí lo llaman tradición. Para mí. Vil asesinato.
Hablar tanto de sí mismo le estaba poniendo muy tenso. Ahora mismo está demasiado expuesto...
-Bueno... ¿y de qué se supone que nos van a hablar ahora? ¿De qué es la próxima clase?
NOTA DE CULTURA GENERAL: Kael se refiero a esto, mirar el apartado de costumbres.
Permanezco en silencio observando a los demás hablar pues no escucho nada a causa de la musica a alto volumen de mi i-pod mientras que por mi menta pasa la siguiente pregunta
¿Donde está la docente?
Shaq, ya que posteas poco podrías leer los posts anteriores, ¿no? Llevo esperando respuesta hace días.
[Master]: Natasha tiene toda la razón, pues no sólo ha hablado a Shaq... sino que ha dado una patada a su pupitre. De eso, aunque tenga la música alta, debería enterarse ;)
Y... Y de donde sacaste la dinamita?
Estoy sorprendida ante lo que me cuenta Kael. Me doy cuenta de que se siente incómodo hablando sobre ese tema, e intenta cambiar. Así que niego con la cabeza y le sonrío intentando suavizar la tensión del ambiente.
Perdona por mi curiosidad. La próxima clase? Pues no lo se. No me han dado ningún horario. Lo raro es que no se haya presentado todavía ningún profesor.
Shagrath se va hechando poco a poco en su pupitre poniendo sus manos como almoada
Pega un largo suspiro, cierra los ojos y se hecha a dormir tranquilamente.
Su melena gris le tapaba toda su cara.
Mejor estar aquí que en la calle, supongo......ZZZZzzzZZZzzzz
Al ver tal situación, y en ver que Shary prestaba atención al barullo, vuelvo a mi posición inicial: tumbarme sobre mis hombros, en la mesa.
Os ruego miréis en la escena [Información] la distribución de la clase por si hay algún error. Gracias ^^
Erika levanta la mirada para fijarse en Shary. Que está ahora pendiente de su dibujo. Sonríe tímidamente y un ligero rubor sube a sus mejillas.
Pues... no dibujo muy bien. Murmura con un hilo de voz. Luego vuelve a bajar la mirada hacia la libreta en la que dibujaba, escondiéndose detrás de su rubio y largo flequillo.
Es entonces cuando Shary puede llegar a distinguir parte del dibujo de la rubia.
Es mi hermana más mayor... Comenta, aún ruborizada y volviendo a balancear los pies.
Ups... ¡Lo siento! Examenes :P
La profesora Connell, una mujer muy delgada, alta y con una poderosa aura de autoridad a su alrededor, aparece de nuevo por la puerta del aula, llevando consigo un archivador lleno hasta parecer que supera su capacidad. Lo deja encima de la mesa y apoya las manos en ésta, mirando a toda la clase... paseando su mirada por nuevos y no tan nuevos.
Disculpad la tardanza. He tenido que actualizar la lista de clase entre otros documentos. Dice con tono de voz serio y orgulloso.
Puesto que hay nuevos alumnos, volveré a presentarme. Soy Jessica Connell, vuestra profesora durante todo este año, y también vuestra tutora. Podéis consultarme cualquier duda que tengáis acerca de vuestra educación en este centro.
Dicho esto, esboza una suave sonrisa amable y se agacha, abriendo un armario que hay debajo de su mesa. De él saca una cantidad de 12 libros de texto. Los coge en sus brazos y os los va pasando, recorriendo la clase de uno en uno.
Como podéis ver, empezaremos con las matemáticas. Abrid vuestros libros por la página 5, por favor.
Dicho esto, abre el libro y empieza a explicar la lección, escribiendo ejemplos en la pizarra de forma pulcra e impecable, con una letra totalmente legible a pesar de la velocidad con la que escribía.
Al ver la timidez de Erika y oir su vocecilla aniñada sonreí con simpatía mientras miraba el dibujo. ¿Realmente esta chica tiene 16 años? por su comportamiento no me hubiera extrañado nada que en sus ratos libres no jugase aún a las muñecas. A pesar de ello, su aparent fragilidad e inocencia tenían algo que me enternecía. Iba a contestarla pero en ese momento unos pasos firmes a mi espalda anunciaron por fin la llegada de la profesora.
-Disculpa...-le susurré a Erika antes de girarme en la silla y colocarme de manera correcta. Mis ojos se centraron en la tarima donde una mujer muy guapa y de aspecto orgulloso estaba apoyada resueltamente.
Vaya...para una mujer de armas tomar medité mientras escuchaba atentamente sus palabras. Cúando llegó hasta mí cogí el libro que me tendía murmurando un "gracias" y lo abrí por donde nos indicaba en actitud obediente. ¿Por dónde empezaremos? Espero que el nivel no sea muy alto al que traigo...pensé un tanto preocupada mientras comenzaba a tomar notas con letra pulcra y ordenada en mi libreta.
don't worry, por cierto el dibujo no logro verlo pero no pasa nada
Cuando la profesora le da el libro y se aleja un poco de el, deja de jugar con el boli.
Puff. Vuelve a suspirar no muy contento con la idea de dar clase de matematicas. Los nuevos no han hecho redaccion, podian hacerla mientras nos deja algo de tiempo libre. Comenta susurrando a Erika.
Saca de su mochila un archivador de plástico negro y saca unos folios que numera y rellena pulcramente con las explicaciones de su profesora, y notas propias sobre dudas a resolver o aclaraciones.
-Parece que va a ser un curso duro...
Dejo de hablar con Kei y saco de mi cajonera la carpeta negra y un bolígrafo. Abro la carpeta y saco varios folios, los ordeno, colocandolos en el centro del escritorio.
Atentamente escucho a la profesora, saludo con la cabeza cuando ella vuelve a presentarse y luego de recibir el libro de texto, lo hojeo por encima antes de abrirlo por la pagina solicitada.
Atiendo a la pizarra ora escuchando sus explicaciones ora anotando en los folios lo que va escribiendo en la pizarra.
Al sujetar el libro asiento con la cabeza baja, pasando de una en una la pagina hasta llegar a la quinta, numeros, ecuaciones, variables, mi mano apenas podia seguirle el paso a todo aquello, en letra cursiva se me hace mas dificil de copiar velozmente, asintiendo a cada una de las explicaciones que tendia la profesora, con dificultad mis ojos se movian intercalando el cuaderno, la pizarra y la profesora.