Partida Rol por web

Un precioso jardín que los alumnos utilizan como patio. El suelo está cubierto de piedrecitas en algunos puntos y césped en otros. Hay árboles que dan sombra y flores que perfuman los días de primavera.

En el centro hay una fuente dónde los más sedientos calman su sed, y los más calurosos pegan el primer chapuzón del año, antes de que quede custodiada en verano.

El hombre os guía através de un jardín impresionante, con todo tipo de plantas, césped y muy bien cuidado.

Erika sonríe al señor Murray cuando éste le tiende la mano, sujetándosela firmemente.

Luego vuelve a coger su maleta de ruedas mientras lo sigue, mirándolo todo con curiosidad, completamente anonadada...

Vaaaaaaaaaaaaaaaaaaaya... qué jardín más bonito...

Iba a responder al Albretch cuando apareció el director - Ya era hora... - piensa tendiéndole la mano y estrechándosela, aunque al apartarla le preocupó que tuviera la mano sucia de barro... el hombre iba muy bien vestido. Pero a esto, Natasha, ya estaba acostumbrada.

Se levantó de la maleta y tiró de ella con dificultades... parecía que sí, que sus delgados huesos pudieran romperse en cualquier momento, al mismo golpe de viento. Pero siguió adelante, arrastrando la pesada maleta.

Al llegar al jardín, observó la fuente y se la quedó mirando... solo le vino una cosa a la mente: Dibujarla. Pero... no contaba con que su padre le hubiera metido los cuadernos de dibujo y los utensilios en la maleta. Suspiró, y dejando la maleta allí se acercó al director.

Disculpe - dijo en tono elevado y seguro, se apartó el pelo de la cara y miró al adulto a los ojos - ¿Hay alguna tienda por aquí cerca? Para comprar material.

Miraba el jardín. Y no pudo evitar un bostezo. ¿Creen en el royo zen o qué? Aquel lugar bucólico le daba arcadas. Aquel sitio no debería tener demasiado tiempo para poder conservar sus jardines tan bien. Poco tiempo duraría.

Esperaba ver su habitación. Aunque conocía el proceso y llegar a ella sería el paso anterior al uniforme. Esperaba que el de aquí no fuera muy ridículo. Pero ya haría sus arreglos.

El director sonríe alegre y orgulloso tras las palabras de Erika.

¿Te gusta? Lo cuido yo. Guiña un ojo a la niña, hasta que Natasha, le hace su pregunta.

Sí, claro... bueno, no es una tienda. Pídele lo que necesites a la reponedora, Julie. Ella te conseguirá lo que necesites de un día para otro. Sonríe satisfecho también.

Al iros acercando, vais viendo que hay grupos de gente ya sentados en unas sillas colocadas delante de una tarima. Son los alumnos de cursos superiores, aunque este también es su primer año en este instituto.

Bien, chicos, sentáos por aquí... ¿Alguna pregunta más? Pregunta, con los brazos tras la espalda y una mirada amable hacia todos vosotros.

No se movió, una leve sonrisa afloraba en su rostro, y sus ojos le brillaban, y seguía mirando al director. Sin importarle que los demás iban sentándose, al fin y al cabo, si no fuera porque tenía el pelo negro como el carbón y fuera tan delgada, nadie se fijaría en ella.

Pero... lo tendremos que pagar a la reponedora, ¿no?

Llevaba algo de dinero suelto, así que esto no le era ningún problema, un cuaderno y un par de lápices o carboncillo, no era tan caro.

El señor Murray niega con la cabeza, sonriendo amable...

No será necesario. Vuestros padres ya pagan una mensualidad que incluye un margen de precio para casos así... si el precio de lo que deseas excede en gran cantidad de ese margen, entonces sí deberás pagarlo.

Sigue allí plantado, esperando por si hay alguna pregunta más por parte de alguno de los chicos.

Frunce el ceño, se enfada y fulmina al director con la mirada... pero no deja de fulminarlo, sigue mirándolo con aquella expresión.

Yo no quiero que mi padre me pague nada. Ni siquiera las mensualidades. Yo lo pagaré.

Jake parece sorprendido ante la actitud de Natasha...

Vale, vale... ¿y como piensas pagar? Aquí se viene a estudiar...

Se encoge de hombros, y suaviza su mirada. Parece que almenos no la trata como una niña... y esto la alivia.

Tengo dinero ahorrado, mi madre me ingresaba una cantidad de dinero cada mes, y como soy menor nunca he podido gastarme nada de mi cuenta bancaria.

No le supone ningún problema explicar esto delante de los demás.

Había reprimido muchas respuestas picajosas, y preguntas desquiciantes para el director. Pero no le gustaba que se metiera con aquella chica. Au

-¿No ha visto como pesa su maleta?. Es que lleva medio banco suizo ahí dentro. Si iba a pagar ella es que lleva dinero. Y salvo que la reponedora venda coches no creo que la falta par unos miseros cuadernos y bolis.

Despues de soltarlo una voz en su cabeza le dijo. -La has cagado pero bien. y otra sin embargo dijo algo como -Salve a tus partes bajas. Así que no pudo más que dedicarle una burlona sonrisa, tras soltar su pequeña parrafada.

Jake parece ignorar al principio a Albretch...

Sigue hablando con Natasha.

Bien... en ese caso, sube luego a mi despacho y arreglamos ese asunto, ¿te parece? Pregunta, interesado.

Ahora sí, mira al chico.

Y tú, Albretch, supongo... calma esos ánimos que nadie se está metiendo con nadie. ¡Ah! Y sí... ¿Has visto su maleta? Bien... Te ocuparás de llevársela a su cuarto cuando sea el momento. Su sonrisa amable se ha esfumado... parece que con los chicos es más estricto...

Y ahora... si no necesitáis nada más, tengo que ir a hablar con los otros alumnos. Quedáos por aquí para el discurso de inicio de curso, por favor. Vuelve a sonreiros a todos, amablemente, y se aleja del grupo hacia alguno de los que ya estaban allí.

Redmund anduvo con garbo pausado y de los últimos del grupo. Miraba a un lado a otro pero sin levantar demasiado la cabeza, suspiro un poco cuando vio mas gente y se quedó por la zona en la que dijo el director sin sentarse. Tenía que hablar con el en privado para preguntarle quien pagó su matricula

De acuerdo, gracias - responde educadamente la chica, mirando al profesor y dirigiendo una mirada asesina a Albretch... pero cuando el director le dice que tendrá que subir la maleta de la chica... Natasha sonríe con superioridad.

Espera a que el director se vaya para darle un par de palmaditas a la espalda y sentarse de nuevo encima de su maleta negra - Gracias, chico... eres muy amable, no te alejes demasiado... para cuando tengamos que subir a las habitaciones. Je - sonrió maliciosamente, sin dejar de tener aquella mirada firme.

Se giró hacia Natasha, sonriendo por haber salido bien parado.

-Si al final voy a ser un caballero. Donde quiere que le deje su equipaje la señorita.

Lo dijo recargando el acento inglés, menos la palabra "señorita" en la que imitaba burdamente el acento de la sirvienta de lo que el viento se llevó. Al menos se lo estaba pasando bien.

Erika se había entretenido mirando algunas flores del jardín. Ahora mismo estaba delante de un rosal blanco, embobada, agachada, con la piruleta en la boca y ambos brazos rodeando sus rodillas... la maleta detrás.

De momento aquí, no nos vamos a ninguna parte, esclavo.

Se puso la mano delante de la boca y se rió, dando la imagen de niña frágil y delicada, a conjunto de su blanca piel... estaba totalmente... mona.

Al ver a Erika, se dirigió a ella y se agachó a su lado - ¿Qué haces? - le preguntó en susurro, sin querer molestarla. También se abrazó a sus rodillas.

Scott pone todas sus fuerzas en mantener su atencion en el profesor, asintiendo en todo momento para que viera que le hacia caso y que no tenia ninguna pregunta.

Hmm parece majo. Dice cuando se aleja, acercandose a la fuente. Albretch me parece que vas a subir muchas maletas a lo largo del curso.

Erika al principio no aparta la mirada de una de las rosas blancas... medio cerrada aún. Luego la señala y gira la cabeza hacia Natasha, sonriendo y con los ojos brillantes, emocionada.

Es bonita... Susurra también como ella...

La verdad es que ambas chicas eran muy diferentes en algunos aspectos... pero ambas parecían frágiles y adorables... sobretodo cuando estan juntas. La mirada madura de Natasha se complementa con la inocente de Erika.