Partida Rol por web

Scott se acerca sonriente a Albretch como si no le hubiera dicho nada y fueran amigos de toda la vida.

¿Crees que vendran mas chicas?

Observa la rosa y esboza una tierna sonrisa... agachando un poco más la cabeza hasta tener la barbilla encima de sus brazos.

Sí que es bonita... parece tan frágil... - le responde, siguiendo en la línea de hablar en voz baja. Parece que ninguna de las dos quiera molestar a las flores.

Mira ahora a Erika, sin dejar de sonreir - ¿Tú crees que el director nos dejará ayudarlo a cuidar las flores? Quizás haya un club de jardinería.

Horas atrás nunca se hubiera imaginado decir aquellas cosas... ¿cuidar de flores? ¿Natasha? Bastante tenía en escapar de las amenazas de su padre... y vivir la vida como ella sabía.

Erika abre los ojos, emocionada, juntando las palmas de las manos.

¡Sí! Se tapa la boca con ambas manos al ver que ha levantado demasiado la voz... luego vuelve a hablar bajito... Seguro que si se lo pedimos, nos deja... Hay muchas flores y él solo seguro que no puede... Vuelve a mirar la rosa, sonriente.

Se ríe animadamente, aunque una vez más se pone la mano delante de la boca para reir, eleva la mano y le acaricia la rubia melena.

Seguro que se te da genial, cuidar flores - le dice con sinceridad, le parecía tan mona que no podía resistirse la tentación de hacerle caso y asentir todo lo que ella dijera.

Erika asiente divertida, aunque luego se para a pensar unos segundos, con un dedo en la barbilla... finalmente...

Bueno... en mi casa no teníamos flores. Es una casa pequeña para 12 personas, así que no podíamos tener muchas cosas dentro... Se encoje de hombros, como si no acabara de decir que tiene 9 hermanos más.

¿12 personas? - pregunta asombrada Natasha, pero luego se ríe - Y la casa era pequeña, ¿no? - vuelve a reirse - No me extraña que no tuvierais flores, no... bastante teníais con vosotros mismos... ¿cómo es que sois tantos? ¿Abuelos, padres y hermanos?

Erika niega...

No... sólo estabamos mis papas y mis hermanos... por eso me mandaron aquí... porque era barato y así no tenian que cuidar de mí... Se encoje de hombros aunque en ningún momento deja de sonreír. Tengo 3 hermanos pequeños. Dos Levanta dos dedos de la mano. Son mellizos, y el otro es un bebé.

Ahora todo empieza a cobrar sentido... quizá, Erika ha sido cuidada por sus hermanos porque sus padres tenían demasiado con los demás y con ganar dinero suficiente para todos ellos. Quizá, ella se haya quedado en ese estado de niñez permanente para poder llamar la atención...

Vaya... - por un impulso, la mano de Natasha hizo que Erika se acercara a ella hasta apoyarse a su brazo, y le rodeo los hombros con su delgado brazo.

Bueno... si quieres... - sonrió con pesar y miró a la rubia, habló despacio, con dulzura - Yo seré tú familia mientas estemos aquí, así nos tendremos la una a la otra y no nos sentiremos solas...

Natasha no sabía si lo hacía por Erika... o por ella misma. Pero sentía que tenía la misma necesidad que la niña que tenía al lado.

Erika asiente, completamente... feliz.

¡Sí! Abraza a Erika con fuerza, haciendo que pierdan el equilibrio y caigan al suelo. Oops... per- perdona... Se levanta, limpiándole la ropa primero a Natasha, algo ruborizada y avergonzada...

Observó de manera pasiva la conversación que tenían esas dos - que raras...

Se ríe divertida y aparta las manos de Erika, que la estaba limpiando, niega con la cabeza - No te preocupes... ya iba con la ropa hecha polvo antes de esto.

Uno de los motivos por los que le gustaba ir con la ropa hecha trizas: no pasa nada si se ensucia o si se agujerea más.

Natasha se levanta y le tiende una mano a Erika, con la lengua fuera y mostrando el piercing de color blanco que lleva... aunque parece no darse cuenta de que lo está enseñando. Será la costumbre.

Erika vuelve a mirar a Natasha boquiabierta por segunda vez en lo que va de día.

¡Llevas una bola en la lengua! La piruleta, que ya era sólo un palo, se le cae al suelo. Qué guapa eres... Comenta, sin apartar la vista del piercing...

Se sonroja por completo al ver la mirada que le dedica Erika.

No digas tonterías... no soy guapa, aunque me alegro que te guste el piercing - se acerca a ella y le da un toquecito con el dedo índice a la nariz - Pero tú nada de agujeros, que sino tus padres se enfadarán contigo.

Se agacha y coge el palo de la piruleta que se le ha caido a Erika... y mira a lado y lado, esperando ver una papelera, cuando la encuentra, va a lanzar el palo y vuelve junto a su amiga. Sonriendo.

Erika asiente a cada palabra que dice Natasha...

Vale, yo no me hago, pero tú eres guapa. ò.ó

Cuando Natasha vuelve a su lado, Erika le coge la mano. No piensa despegarse de ella.

Vio como las dos chicas estaban tan juntas y otra vez su retorcida mente volvía pensar. Ohh siii

-No se si vendrán más... pero espero que lo hagan. Con una estúpida sonrisa en la boca. Y voz queda para que solo le oyera Scott. Si consiguieran unas cervezas aquel sitio no estaría tan mal.

Responde sonriendo a Albretch y sin decir nada se lleva las manos a la nuca para despues acercarse a las dos chicas.

¿Y de donde sois?

Erika dirige su mirada turquesa hacia el chico de ojos verdes.

Levanta la mano emocionada, como si estuviese en el colegio y se supiera esa pregunta.

¡Birmingham! Dice de carrerilla... cosa que os hace dudar que realmente sepa como se escribe...

Sonríe con amabilidad a Erika, más aun cuando la coge de la mano... Natasha tampoco iba a despegarse de ella.

Mira ahora a Scott, que les ha hablado - Edimburgo, Escocia... - responde sin sonreir, pero mirándolo fijamente a los ojos, al mismo tiempo que se aparta el pelo de la cara por enésima vez.

Kevin llega corriendo como un poseso ya que sabia que llegaba tarde, muy tarde a su primer dia de "colegio". Efectivamente, ya no quedaba nadie en la entrada del colegio y la verja de la entrada estaba cerrada, pero a lo lejos divisa las figuras de sus compañeros que ya estan dentro del recionto y empieza a gritar.

¡¡¡ EHHHHHHHHHH, ESPERAD, QUE ALGUIEN ME HABRA LA PUERTAAAAAAAAAAA !!!

Una vez Kevin deja de gritar, se agacha, pone sus brazos en su estomago y empieza a respirar entrecortadamente, estaba tan cansado que no podia ni respirar normalmente.

Ahora solo espera que alguien le haya escuchado y heche marcha atras para que le abran la puerta.

Jake Murray ya se dirije hacia la puerta para abrir al otro chico.

Perdona, perdona... ya decía yo que faltaba alguien... jajaja Ríe divertido.