Partida Rol por web

Venezuela Nocturna I: Caracas de las Noches Rojas

Otro más que salta la reja

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10/10/2016, 18:53

Notas de juego

Juraría que había una escena empezada acá

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11/10/2016, 07:04
Marco Amesty.
Sólo para el director

Notas de juego

Pos... Nop. Ya he terminado con la ficha, por cierto.

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13/10/2016, 02:49

 Al fallar el tiro el hombre se te viene encima con una ferocidad apabullante. Apenas si te da tiempo de atravesar la escopeta entre tu rostro y sus uñas inmundas. Pero con la fuerza de su acometida y el piso enchumbado por el palo de agua que no ha dejado de caer desde hace horas, pierdes el equilibrio terminas boca arriba mientras el recogelatas te arranca el arma de las manos... es más rápido que tu: se te empiezan a notar los años.

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13/10/2016, 03:46
Marco Amesty.
Sólo para el director

«Mardita sea» pensó Marco tan pronto se dió cuenta de que había errado el disparo. Lo siguiente fue un manchón, pues con una velocidad y ferocidad propia de un drogadicto abstemio al que se le enseña su vicio, aquel hombre se abalanzó sobre el viejo vigilante. El impulso del indigente, por no mencionar el barro que la lluvia había generado, acaban por causar que tanto Marco como el hombre que lo ataca caigan al suelo, aunque el viejo vigilante claramente se estaba llevando lo peor. «Mardita sea» el pensamiento cruzó por su cabeza una vez más. Intentó aferrarse a su escopeta con todas sus fuerzas, pues la única ventaja que tenía sobre el desconocido era su arma, pero éste acabó por arrancársela de las manos como si le quitara una chupeta de la mano a un niño pequeño. «Mardita sea» pensó por tercera vez. Se estaba quedando sin opciones, y sin un arma Marco sabía que tendría que pelear con todo para salir de aquella situación, así que sin más dilaciones, decidió intentar asestarle un puñetazo al desconocido.

¡A la mierda contigo! — bramó mientras su puño chocaba contra el costado del hombre.

- Tiradas (2)
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19/10/2016, 04:48
Gerónimo Pineda

 Puedes ver mejor su rostro mientras recula con el impulso de tu puñetazo, pero luego sacude la cabeza, como para quitarse el dolor, y un brillo muevo aparece en su mirada: algo salvaje palpita al fondo de sus pupilas.

 Amaga un golpe en tu dirección, que no te da tiempo de detener, pero en vez del dolor esperado, oyes un rápido tintinear.  Una fina y afilada sonrisa se dibuja en su rostro, y enseñandote el manojo de llaves que te acaba de arrancar, se burla de tí: ¿Te hacen falta? jeje, llégate y arranca a correr al fondo oscuro del parque. un chaparrón de agua más fría que la lluvia que te cala hasta los huesos. Es el único llavero que queda, porque el otro vigilante faltó a su guardia hoy. Lás otras, están bajo llave en la oficina (lo que no deja de ser irónico).

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21/10/2016, 04:06
Marco Amesty.
Sólo para el director

Coño, eres más feo que pe'gale a la madre — le dijo al huelepega con sorna, aunque se calló al percibir el extraño brillo que emitían los ojos del indigente.

Presiente que el huelepega va a intentar encajarle un golpe, pero aún con ese conocimiento le resulta imposible bloquearlo, por lo que prepara su cuerpo para el impacto y dolor del coñazo que iba a recibir, pero en su lugar lo único que siente es el tintinear metálico de sus llaves. «Mardita sea» piensa otra vez el maracucho mientras ve al huelepega salir corriendo con sus llaves en la mano. Se levanta del suelo con pesadez y se toma un segundo para recoger su fiel escopeta antes de pegársele atrás al indigente. Sentía como si mil agujas se le clavaran al mismo tiempo cada vez que daba un paso en el lodazal que era el botánico, pero tenía que seguir adelante. «Mardita lluvia» pensó mientras miraba momentáneamente el oscuro cielo caraqueño.

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07/11/2016, 18:10

 La noche, la lluvia, y algún carro escandilándote con la luz al pasar a millón por la autopista te dificulta la búsqueda. Estás de espalda a la laguna, pero algo se mueve entre las palmas de más adelante. 

Notas de juego

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Jardín Botánico, Caracas