Partida Rol por web

Con una sonrisa recibió lo robado -tenéis razón soy culpable de muchas cosas- añadió con tono cortés. Con un además de su mano la despidió -id, id, hablad con Atalantios si os place, vos sabréis lo que os hacéis- dijo a modo de advertencia.

Resuelto el incidente, volvió a lo suyo, lo primero es lo primero, procurarse bebida. Ya copa de vino en mano, se internó en la marabunta de magos, muchos reunidos por grupos. Tranquilo paseaba saludando a unos y otros, intercambiando alguna palabra y risa.

Por fin llegó a su objetivo, el grupo de magos Jerbiton -salve sodales,soy Septimus Ex-Tremere- sonrió a modo de saludo -quería felicitar a nuestro joven mago- dijo tendiendo la mano.

Para Septimus y los Jerbiton cercanos

-Oh, vaya, eso huele estupendamente -fue el comienzo de una atropellada carrera por embutirse varios tipos de carnes diferentes y remojarlas en el gaznate con no menos de tres tipos diferentes de bebidas alcohólicas. Sin duda un gran comienzo para acabar borracho como una cuba antes de que llegaran los postres... Pero era momento de celebración, no todos los días uno alcanza nada menos que el título de mago de la Orden de Hermes.

-Puefff, perdón, ejem, ejem -dice el recién nombrado mago al tragar aceleradamente un trozo de pollo empujado por algo de vino especiado- la verdad es que no acostumbro a molestar con preguntas impertinentes a los archimagos, aunque ese en particular sea mi pater. No tengo ni idea, pero seguí sus instrucciones al pie de la letra. Si alguien averigua el porqué, que no dude en informarme... No quería que esto sonara grosero, no era mi intención. Lamento no haber podido saciar vuestra curiosidad, emmm, amigo. ¿Augusto?, no, no recuerdo que me hablara de vos, aunque reconozco que soy una calamidad con los nombres, seguro que sí que os nombró en alguna ocasión, sin duda para elogiaros. En cambio Alma mater... sí que me suena algo... Si tenéis la bondad de ayudarme...

Entonces interrumpió su interesante conversación un joven Tremere, posiblemente nombrado tal el anterior Tribunal.

-Un Tremere... vaya, nunca había conversado con ninguno, no vienen muchos por París. O si lo hacen no visitan mi Alianza de origen. Un placer, supongo. Excelsius filius de Mathieus, seguidor de Jerbiton, aunque supongo que eso no se te habría escapado -dice sonriente y dicharachero, su faz algo manchada de grasa de la carne ingerida, el joven Jerbiton no ha perdido el tiempo; la mano tendida no queda mucho tiempo en el aire, es recibida con un fuerte apretón de manos endurecidas por el trabajo- ¿Traéis algún asunto al Tribunal? ¿Tal vez la fundación de una Alianza? No me vendría mal información en ese sentido. París está bien para el tema arquitectónico, pero el clima es horrendo...

Papagena le sirve un poco de hipocras al pequeño, mientras ella aprovecha para servirse hidromiel, choca sus copas y da un largo sorbo.

-Siendote sincera, a mi eso me la trae bastante floja -dice al joven mientras le sonrie-siguen siendo miembros valiosos de la orden, hace de guardaespaldas, nos cocinan, nos limpian y realizan cualquier cosa que les pidamos. ¿Quien crees que ha cocinado todo esto? Ninguno de nosotros ha dicho "Avada kadaver" con un peon de vis en la mano y lo ha hecho aparecer -continua comiendo alegremente- pero eso es solo una opinion personal, como maga poco puedo hacer.

Al oir lo de la joroba comienza a reirse

-¿Cambiar el lugar? Jajajja, seran imaginaciones tuyas, Aigor no es un ser magico. Ains... Asi que tus padres son magos ¿son tambien tus maestros? ¿Quienes son?

A Excelsius y los Jerbiton cercanos

-Un placer,¿supones? ...- enarca una ceja con tono sombrío, tras un tiempo prudencial acude la sonrisa a sus labios -perdonad, he notado que sois algo ... inseguro, y tengo cierta debilidad por las situaciones incomodas, tranquilo joven, solo es un juego inofensivo- agrega estrechando con fuerza la encallecida mano del muchacho.

-Sin duda es una lástima, pero entended que no somos muy numerosos en este tribunal, y los viajes largos salvo los imprescindibles no son del agrado del nadie. Pero si me invitáis estaré encantado de aceptar vuestra invitación tan pronto me sea posible- dice asintiendo con la cabeza en señal de respeto -no, no, tan solo he venido a tratar asuntos propios de mi alianza- añade como si espantase un molesto mosquito restando importancia al asunto - ¿una nueva alianza?, tal vez- se encoge de hombros - ¿cual puede ser vuestro interés en este asunto?- dice retirando una silla para sentarse.

Para Michel

Entre bocado y bocado, el mago sentado a mi izquierda empieza con los formalismos propios de estos banquetes. Trago, con notable sonoridad, lo que estaba masticando y me fijo en él.

-Oskari Toivonen, Casa Bjornaer, de la alianza Servi Liberum -recité aquellas palabras como habría hecho cientos de veces-. La comida está bastante bien y, hasta el momento, ha sido lo mejor que me he encontrado en la Domus -apuro de un trago la cerveza mientras se mantiene tibia aún. Cojo la jarra y vuelvo a servirme otra copa-. Una pena que la luz del sol no pueda atravesar estos fríos muros...

Imaginaba que la conversación iría para largo, así que borré de mi cabeza la idea de seguir comiendo hasta el momento, y me centraría en que mi copa no estuviera vacía.

Para Septimus y los Jerbiton cercanos

-Verá, en la Alianza de Conventio Eboris se está muy bien, pero yo aspiro a construir una Alianza magnífica. No es por echarme flores, pero soy buen constructor y aunque ha habido algunos buenos ideadores de Alianzas en la Orden, me atrevería a decir que apenas ha intervenido ningún mago con conocimientos reales de Arquitectura en la construcción de Alianzas. Ni siquiera se saca verdadero partido de las posibilidades de hechizos con tanta solera como Erigir la Torre Mágica. Las que he visto hasta ahora están desaprovechadas y son, ¿cómo decirlo sin ofender a nadie? Sosas. Con honrosas excepciones, como la de Mistridge según me han dicho, aunque claro, la lanzadora de ese ritual fue una reputada maga Jerbiton. En Île-de-France ahora se construye en lo que se viene llamando opus francigenum, no sé si lo habréis visto. Las paredes de piedra son finas y altísimas, la estructura es ligera y las ventanas se pueden hacer enormes, la luz lo ilumina todo. ¿Os imagináis una biblioteca con tanta luz como si estuvierais en el exterior y sin el menor uso de la magia? ¿Un laboratorio con tanto espacio interior que una sola sala diera cabida a varios pisos? ¿Una sala de concilios con una bóveda de arcos elevados que de la magnificencia y grandiosidad que se merecen esas reuniones? Las posibilidades son apabullantes. Eso quiero. Quiero una Alianza nueva donde hacer crecer edificios que desafíen al cielo... –el autodenominado “buen constructor” parece que tiene una debilidad y, animado por el alcohol, su cháchara podía ser inacabable. Incluso se ha olvidado de seguir comiendo...

A Excelsius y el resto de Jerbiton :

-Eso explica sus manos ... - sonrió mientras escuchaba el apasionado discurso del joven -apuntáis muy alto, joven sodales, aunque sin duda estoy convencido que con el tiempo vuestro deseo se hará realidad , tal vez no tengáis que esperar mucho para la oportunidad de ayudar a erigir una nueva alianza e incluso ser participe en su construcción- comenta distraido.

Se mirada se centra ahora en el resto de magos Jerbiton -habeis tenido suerte al contar con este joven en vuestras filas, yo que vosotros le invitaría a visitar mi alianza para posibles mejoras, yo haré lo propio tras hablar con mis sodales ... si al él le place- sonríe mirando al joven, que cada vez se está poniendo más colorado, tal vez debido a los cumplidos, al alcohol o una mezcla de ellos -vuestros trabajos no serían en vano os lo aseguro, la casa Tremere tiene en mucha estima a sus amigos casi tanto como a sus enemigos- sonríe mirando al grupo Jerbiton.

-Augusto de Alma Mater,¿verdad?- dice señalando al mago con perilla -sois doblemente afortunado al tener un aprendiz y además de vuestra propia sangre- sonríe, tras darle un sorbo a su copa de vino mira hacia a uno y otro lado -he escuchado muchas cosas buenas de vos, y el que la casa Criamon muestre interés por vos no hace sino acrecentar mi curiosidad, me encantaría hablar con vos, en otro momento ... - señala con un gesto de su cabeza -querido amigo, tened cuidado con las compañias que frecuenta vuestro hijo, no sea que pierda el interés en los estudios en virtud de cosas más ... carnales- dice señalando a la mesa de los aprendices donde la conocida como la prostituta de la orden conversa con el joven hijo de Augusto.

Tras una sonora palmada se se despide -ha sido un placer sodales- añade levantándose -seguiremos hablando en otra ocasión, no quiero ocupar vuestro tiempo, pasad una agradable velada- dice a modo de despedida.

Para Septimus y los Jerbiton cercanos

-Me place, me place. Debo encontrar mi lugar en el mundo, no deseo cerrarme ninguna puerta... -dice Excelsius y brinda con una recién reencontrada copa a la salud de la propuesta del Tremere... ¿Séptimo?

-Ummm, es una buena idea, tal vez podría ganar algo de vis a la vez que practico y mejoro mis artes constructivas. Hay unas cuantas cosas que quisiera probar... Ummm, vaya, mi copa es diferente de la de al lado. ¿Provendrán de saqueos diferentes? Dicen que Al-Ándalus es un lugar rico. Pero los musulmanes no beben vino, todo el mundo lo sabe. O tal vez sí. O puede que beban otras cosas interesantes... -piensa para sí.

Dirigido a Neomides

- Os comprendo perfectamente. ¿Acaso hay algo peor que las peleas en el seno de la misma familia? Pues siendo tal cosa para los mundanos, también es para los magos, y desde luego lo es especialmente cuando son los miembros de una misma casa, o de una misma alianza, los que se enfrentan - Armand se queda unos segundos pensativos, y toma algo de unos de los platos de carne, acercando luego la bandeja a los sodalis cercanos. Luego mira a su interlocutor y continúa hablando- En todo caso es de esperar que las cosas se normalicen. Cualquiera ávido de poder se toma mal las derrotas. Y en eso, por más que me pese reconocerlo, no se distingue un mago de un mundano. En todo caso, se trata de prácticas poco recomendables, por mucho que ni el yacer con bestias, ni el hablar mal de compañeros magos se encuentren incluidos en el código periférico - dice en tono pensativo Armand que luego sonríe al mago- ¿Conoceis entonces personalmente a los tres magos? Se que vuestras obras han maravillado a muchos, y que lograis por ellas reconocimiento para vuestra casa  

Dirigido a Remiel

Con una sonrisa bastante siniestra, se gira hacia ti y puedes comprobar que en lugar de ojos normales lleva unos de cristal, a pesar de lo cual parece estar viéndote. 

-Si conocieses mi nombre, entonces sabrías mucho mas que yo mismo. Pero si crees que necesitas una manera de dirigirte a mí, entonces puedes llamarme Sagitus, Criamon de la Alianza Lux et veritas-inclina la cabeza a un lado, tanto que parece que casi puede partirse el cuello-Llevaba tiempo esperando a que nuestros caminos se cruzaran Remiel. Pues ese es tu nombre original, ¿verdad? 

Dirigido a Papagena

Ya mas cómodo, el chico demuestra que no tiene pelos en la lengua-Podéis verlos en aquella mesa, al lado de ese nuevo Jerbiton-te indica con precisión quienes son, son bastante reconocibles por su juventud, no parece que ninguno de ellos supera la treintena...aunque con magos eso nunca se sabe-se llaman Augusto y Suszane. Y si, ellos me han enseñado los fundamentos de la magia desde que era pequeño, dicen que tengo un gran don y el resto de nuestra Alianza también lo piensa. Estoy deseando que lleguen mas magos con hijos, en Alma mater somos pocos y mi padre los necesita para sus estudios. Si queréis podéis vistarnos en alguna ocasión, estaríamos encantados de disfrutar de vos...quiero decir de vuestra compañía-rectifica, un poco colorado.

Tu mirada inquisitiva que navega entre los presentes no puede dejar de advertir el sutil gesto que te hace Caradris, indicándote que te acerques. Parece que tiene algo que comentar contigo. A su lado puedes ver al resto del comité de bienvenida, exceptuando a Tortious.

Dirigido a Excelsius y a los magos cercanos

Antes de poder responder a tu pregunta, de repente se queda totalmente rígido, con las venas marcándose por todo su cuerpo y poniendo los ojos en blanco. La charla que había en derredor se interrumpe y toda la atención se centra en Augusto, en especial su esposa, aunque nadie parece preocupado. Uno de los Criamon ha sacado pergamino y pluma tan rápido que parece arte de magia y empieza a copiar algo frenéticamente. De repente abre la boca y con una voz aguda que difiere totalmente de la suya dice:

-¡Invocador de decisión táctica!

Dirigido a Sagitus

Remiel miró fijamente a su compañero de casa sin inmutarse por el ojo de cristal y su siniestra apariencia. En realidad le habría inquietado mucho más si interlocutor hubiese tenido un aspecto común, ya que en los Criamon la normalidad era vista como algo en lo que no valía la pena invertir el tiempo. 

-Nuestros caminos se han cruzado y no es necesario que esperes más, Sagitus de Lux et Veritas- dijo con voz seca y carente de humor- ¿Esperabas encontrarme por algo ó solo buscabas encontrarme? Por lo general el camino es tan importante como el destino, así pues ¿Cual de las dos es, Hermano?

Para Caradris y el resto de la embajada Flambeau.

Copa en mano, se dirigió hacia Caradris y el resto de Flambau que formaban parte del comité de bienvenida.

-Salve Caradris, me alegra volver a veros- dice agachando la cabeza en señal de respeto -un banquete ... entretenido- sonríe -¿puedo robaros algo de vuestro tiempo?- pregunta pasando por alto la seña que le hizo el mago.