Partida Rol por web

El Tremere no podía dar crédito a lo que sucedía, un grupo de magos eligiendo al azar. No obstante de salir elegido, cosa que daba por sentado siendo idea de la maldita bruja merenita, estaba convencido que esta buscaba su muerte o al menos que saliera bastante perjudicado, que mejor forma de conseguirlo que embarcarlo en una misión suicida.

Aún con todo, lo había previsto, y por ello se presentó voluntario, el hecho de salir elegido al azar no minaría sus esfuerzos, en cierta forma había salido ganando, pase lo que pase, de salir elegido colaboraría con el resto de magos y si no, también tenía asuntos propios que tratar.

Estaba convencido que su apoyo, más aún, liderazgo daría buenos frutos, tal vez no consiguiese imponerse directamente pero había otras formas, y él las conocía casi todas, había conseguido lo que quería, llamar la atención, ahora con el ojo fijo en él, era el momento de volver a ser el mago seguro y cabal que suele ser.

-Seguro, que el Criamon, y la chica del lobo, son elegidos ... - pensó mirando a Alisandre -para ponerme las cosas más dificiles, te crees muy lista pero yo lo soy más que tú y el que ríe el último rie mejor- pensó manteniéndole la mirada con una enigmática sonrisilla.

Que hubieran accedido a utilizar un método azaroso, para elegir a los que formarían el grupo que se encargaría de investigar el suceso, era algo, había costado una votación y más tiempo del que tenemos para perder, pero al menos los voluntarios tan dispuestos se quedarían en un segundo plano sino salen elegidos, aunque sinceramente, dudo que se quedaran de brazos cruzados ante la negativa de poder participar. Como había dicho Michel, buscaba hacerse notar, y apostaría a que no es el único que piensa así. De hecho, me pregunto si soy el único que quiere salir de aquí, abandonar la opresión de estos muros que son para mí lo que una jaula para cualquier animal.

Sea como fuere, sólo quedaba esperar a la resolución del azar para saber si podía continuar con mis asuntos y marcharme cuando pudiera o, si la mala suerte se reiría de mí y me haría participar en la investigación.

Tras las indicaciones de Atalantios sobre como debe proceder, el grog mira la lista, eligiendo nombres al azar sin percatarse de que todas las miradas están clavadas en él, lo que diga puede cambiar por completo la vida de siete magos y no necesariamente para mejor. Los segundos de silencio se hacen intensamente insoportables hasta que los labios del hombre se abren y las palabras caen como si de una pesada losa se tratase

-Armand de Bouvines...Septimus ex Tremere...Oskari Toivonen...Excelsius...Papagena...Michel duGevene...Remiel.

Si hace un minuto importaba lo que el grog dijera, ahora toda la atención va dirigida a los magos que han sido elegidos. Por increíble que pareciera todos ellos eran magos bastante jóvenes, apenas retoños, y por añadidura no había ningún Flambeau a pesar de que mas de la mitad de magos allí presentes lo eran. Tanta es la sorpresa que incluso Atalantios queda mudo unos instantes, sin saber que decir.

Septimus lanzó una mirada a los magos que tanto apoyaban el resultado del azar, su mirada se clavó en aquellos que pese a toda sensatez, se resisitian a la idea que se presentasen voluntarios, si las miradas hablasen esta diría un "os lo dije".

Miró a Alisandre, sospechando como sospechaba que tuvo algo que ver en el resultado -maldita bruja ... aunque lo sospechase, e incluso estuviese seguro he de reconocer que no me lo has puesto fácil con semejante grupo-

Con seguridad, se levantó, dando un paso al frente -es un honor para mí y para los míos, aceptar está misión,traeré al culpable de vuelta o moriré en el intento -dijo con tono solemne.

-Apuesto a que eso te encantaría zorra- pensó mientras paseaba la mirada sobre el resto de sodales parándose un momento sobre Alisandre.

Se cruzó de hombros, con el mentón bien alto esperando que el praeco diese las primeras instrucciones al grupo de jovenes magos, elegidos por el "azar".

Papagena se queda unos segundos paralizada, luego su chock inicial desaparece y piensa "Hay va la hostia, que marron me ha caido sin comermelo ni bebermelo... esto me pasa por abrir la boca"

Con gesto solemne y educado se quita su gorro y lo lleva a su prominente pecho, hace una reverencia y se levanta.

- Sera para mi todo un honor servir a la Orden y a sus intereses, si de esta manera reestablecemos el equilibrio que el asesino a trastocado -dice ahora en un tono mas solemne- juro centrarme en la busqueda y en la captura de este individuo hasta que el mal sea erradicado.

Se gira hacia los presentes y los mira severamente.

- Y ay de quien lo haya hecho o lo ayude, pues sobre el caera todo el peso de la Orden.

¿Habra sido buena idea soltar este discurso? 

Tanto el Tremere como la maga sexy hablan antes que yo. El que esté a punto de estallar en carcajadas no me ayuda a vocalizar. Una vez controlado el impulso doy un paso al frente dispuesto a hablar.

Vaya, sin duda la Fortuna me sonríe... Hay aquí magos más preparados que yo para esclarecer este misterio, pero vaya, acepto este reto encantado. Además, me agrada la idea de poder ayudar a la casa Flambeau. Tengo el presentimiento de que cogeremos a ese asesino pronto, y que lograremos esclarecer este entuerto con celeridad.

Miro las caras pasmadas de aquellos que han sido elegidos por el azar. Vaya equipo... Entre Septimus y Remiel saltarán chispas, eso seguro.

Mientras el grog se acomoda y deja a un lado la congoja de que tantos ojos le estén mirando, acechando como depredadores a una presa incauta, apoyo el codo en el reposabrazos* de la silla y me tapo los ojos con la mano. Como no queriendo ver el desenlace de todo esto, como si pudiera prever que iría de mal en peor.

Cuando mi nombre es pronunciado por el grog, cierro los ojos un momento, pero apenas se ve por la mano que tapa mi cara. Tras un segundo para mentalizarme del premio y "orgullo" (estaba claro que era con tono sardónico), paladeo y trago saliva, pero es imposible reprimir un golpetazo con el puño, tras destapar mi cara, en el reposabrazos. No sé si el resto habrá captado ese movimiento, probablemente así, pero no es algo que me importe demasiado en este momento.

-El azar ha decidido y yo, Oskari Toivonen de la Casa Bjornaer, cumpliré con esta empresa -dije tras levantarme y cuando el silencio del resto de participantes me permitió-

Remiel estaba satisfecho con el resultado de la votación y con el resultado obtenido. 

El hecho de que Tremere perteneciera al grupo, no era algo que le importase, lo único importante era demostrarle que el no era el líder y no iba a tomar decisiones por el resto. Es mas, los Tremere tienen buena fama de conspiradores, así que tenerlo beneficiaría mucho al grupo de investigación, en todo lo referente al entramado pólitico y a posibles sospechosos, móviles, etc...

El haber salido él mismo, era algo que le gustaba bastante. Había venido a aprender y que mejor manera de aprender que dándose una vuelta por el Domus Flambeau prácticamente con impunidad y sin que nadie pregunte. Era una buena oportunidad que no debía dejarse pasar. No era cuestión de ir revolviéndolo todo, pero seguro que algo interesante encontrarían 

-Yo, Remiel de Criamon, acepto de buen grado el deber que ha recaído sobre mi persona y juro esforzarme para encontrar al culpable lo antes posible- Dijo solemne, haciendo una inclinación al Praeco, otra al Primus y una mas a sus "compañeros" de aventura

Excelsius pareció abstraido la mayor parte del tiempo durante el que transcurrió la elección. Era algo que no iba con él, que él no podía alterar y que tal vez alguien alterara silenciosamente en la cabeza del desafortunado grog... Una vez escucha su nombre, una leve sonrisa cruza su rostro, pero no dura mucho. Armado de paciencia, esperó a que todo el resto recitara su discursito y finalmente intervino cuando todos tenían su atención fijada sobre él.

-Sí, sí, sí, sí. Estupendo. Ya hemos sido elegidos, las frases pomposas no van a arreglar este entuerto. Sugiero que el Primus de Flambeau y el Quaesitor se reúnan a puerta cerrada con el grupo de investigación. Y el grog. Comencemos cuanto antes, hay unas cuantas cosas de las que hablar... -dice resuelto, claramente con ideas preclaras poblando su mente.

Armand dejó que todos hablaran mientras iba centrando sus pensamientos. No era un grupo conjuntado, y eso no era bueno. Tampoco era proporcionalmente razonable que ninguno de los mucho más numerosos flambeau hubiera resultado elegido. Pero todo eso, y cualquier consideración sobre hasta qué punto todo era cosa del azar, o del destino, o incluso de la magia (aunque esta última opción era la menos probable: muchos magos habían allí, y muy poderosos) no tenía demasiada importancia ya.

- Se ha cometido un crimen. Eso es todo lo importante, evidentemente cumpliré la obligación que se ha impuesto sobre mis hombros, y confío que el grupo recien creado pueda actuar como uno sólo, a fin de evitar el daño que a toda la Orden de Hermes se le ha causado, al asesinar a uno de sus miembros dentro de una domus de tanta importancia y prestigio - Armand hablaba con elocuencia, y la preocupación que traslucía en sus palabras no trataba de disimularla- Es un asunto de gran importancia, y se que todos colaboraremos a esclarecer lo ocurrido - dicho esto mira tanto al Praeco Atalantios como al primus Tortious- Haré todo lo que esté en mi mano para resolver este misterio. Se que el grupo que se ha creado produce desconfianza. Somos muy jóvenes. De hecho hasta a mi me produce desconfianza. Pero también eso puede ser un don. ¿O no empieza toda alianza en la primavera? Somos magos venidos de la primavera. Y espero que eso nos ayude a resolver lo ocurrido - tras las palabras mira pensativo a los compañeros magos que el azar ha reunido y luego mira al primus flambeau- Honorable, digno y poderoso primus flambeau Tortious - inclina la cabeza y luego mira a Atalantios- Honorable, justo y digno praeco Atalantios... ¿sería posible que los magos que hemos sido elegidos pudiéramos reunirnos a solas para tratar de ver como llevar adelante la misión encomendada? Luego sin duda sería bueno que pudiéramos hablar con el grog que encontró el cadáver y con ambos. Y sin duda es necesario que nadie toque nada de este lugar por lo menos por ahora

Sí, por supuesto-responde a Armand, recomponiéndose de la impresión que le ha supuesto este hecho-pero será mejor que no os demoréis mucho.

Luego se gira hacia el resto de magos y alza su voz-¡Estos son los magos que han sido escogidos para atrapar al asesino y recuperar el diario de Magnus! Confió en que estéis dispuestos a atender todas sus peticiones por el bien común de la Orden.

Por su parte Tortious se acerca a vuestro grupo antes de que abandonéis la sala-Tened cuidado. No me importa lo que los demas digan, estoy seguro de que Magnus anda detrás de este robo. No deseo perder a mas sodales.

Armand asiente respetuosamente a las palabras del primus flambeau y a las del praeco quaesitor. Luego espera que, conforme a su petición, los conduzcan a un lugar donde poder estar a solas y toma asiento mirando a sus compañeros

- Sodales... como dije mi nombre es Armand de Bouvines, de la alianza quid pro quo, Quaesitor de la casa Guernicus. Vamos a tener que trabajar juntos para resolver este tema, y creo que es conveniente que pongamos algunas cosas en claro antes de empezar, protegidos de otras personas, entre nosotros. Tenemos que ser un grupo operativo, y tenemos que tener una voz mas o menos común cuando actuemos y hablemos con otros miembros de la orden... y aun mas con extraños.

Armand espera un tiempo prudencial a que alguno de sus compañeros diga algo, pero ante el pertinaz silencio se ve obligado a carraspear

- No hableis todos a una - bromea en un intento de facilitar el ambiente para luego adoptar una pose mas seria- Realmente debemos hablar de cuales será nuestros próximos movimientos. Se que en estos momentos es difícil pero... es importante. Tenemos que determinar si habrá alguien que actuará como líder frente a extraños cuando sea preciso dar una respuesta rápida, sin perjuicio que todas las decisiones posteriores se tomen en conjunto, cuestión que creo lo mejor. Tenemos que decidir como vamos a enfocar la investigación, y comentar las ideas que tenemos entre todos. El problema que se nos plantea es grave... y no negaré que tanto silencio me preocupa

-¿Eh, qué? Ah, sí. Ejem. ¿Y si primero dijéramos cuáles son nuestras virtudes para conocernos mejor y poder elegir con más tino quién pueda actuar de líder? Es cierto que necesitamos una sola voz para que haga de portavoz una vez que se halla decidido un curso de acción determinado, pero tampoco me gustaría repetir la escenita de "vamos a ver qué investigadores nos toca"... Yo soy Excelsius seguidor de Jerbiton, me puedo defender con dignidad en Muto y Terram, se me dan bien los artificios mentales, la construcción y la escultura. Admito que esto último no tiene mucha relevancia aquí, pero no por ello deja de ser digno de mención. Oh, y mi pater no sólo es de otra Alianza, sino que es de otro Tribunal. Yo es la primera vez que vengo aquí. ¿Y usted cómo se llamaba, ha dicho?

Una amplia sonrisa de dientes blancos y bien colocados pasó a decorar su cara de muchacho bueno y alegre, desdibujando el tono serio de su exposición de hacía un momento.

Papagena se cruza de brazos realzando sus portentosas habilidades frente al resto de magos.

- Yo soy Papagena, Mercere mensajera, de las pocas de mi casa con magia, especializada en Herbam y Vim. Aunque prefiero los dones de la socializacion antes que de la magia. Con respecto a lo de la voz... bueno, tanto me da, puede ahorrar tiempo, pero no lo veo tan necesario como para ponernos a decdirlo, creo que ya ira saliendo.

- Dos de siete - dice Armand con una sonrisa- Tres contándome a mi. Con un valiente que hable más en la reunión casi podremos empezar - es indiscutible que Armand tiene labia... y quizás algo más, algo que difícilmente se esperaría de base en un quaesitor: un aparentemente sincero interés en que todos los presentes se encuentren a gusto- Sodales... la idea de nuestro buen recientemente nombrado hermano Excelsius es buena. Tenemos que trabajar juntos y conocernos. Y aunque es bueno que salgamos de esta reunión con una sola voz - al decir esto mira a Papagena y hace un meritorio esfuerzo en mirarle a los ojos y no a... ejem... las armas en las que supera más evidentemente al resto de la comitiva- cuestión en la que difiero con lo opinado por Papagena, sí creo que es bueno decir nuestras habilidades. Como dije... soy de la casa Guernicus, quaesitor, tengo facilidades en comprender los sentimientos de la gente, y sus motivaciones. Capacidades naturales más que mágicas, debo señalar. Y mis puntos fuertes son mentem, intellego, algo de corpus... debo señalar que soy capaz de lanzar "Sombras del Pasado" lo que creo podría ser un buena idea. - tras el largo parlamento mira a Excelsius- Y mi nombre es Armand. Armand de Bouvines

Una vez más, tocaba presentarse, ¿no sé cansaban de siempre lo mismo? Maldita sea, y además me ha tocado estar en el grupo que investigará el suceso, lo que implica que todas las miradas y comentarios de los batiburrillos estarán fijos en nosotros. Alentador.

-Soy Oskari Toivonen, de la Casa Bjornaer. Imagino que con sólo nombrar mi casa, os podéis hacer una idea de mis habilidades. Por si acaso, me manejo en la mayoría de las formas de vida, lo que vendría siendo Corpus, Animal y un poco de Herbam -no soy de muchas palabras, esperaba que eso se viera a simple vista-. Quien sea de vosotros que se convierta en la voz ante el resto -ya me había sacado a mí de esa elección, confiaba en que no se convirtiera en otra rifa como había pasado antes- sepa manejarse con ellos y no ceda ante la presión del gentío.

Sin mucho más que decir, me acaricio la barba de la mejilla y voy observando a los que ya han hablado. No sabría decir por cual me decantaría, aunque no negaré que la mujer tiene cierto gancho para embaucar a los hombres, lo que serviría para evitar que hicieran preguntas constantemente. Aún así, no sería problema mío enfrentarme al resto de magos ahí fuera.

Por un momento siguió mirando con superioridad a sus nuevos compañeros. Estaba contento, y no lo podía evitar. Hasta el azar le sonreía, porque realmente se merecía estar en esta comitiva, y esto daría buenos méritos a su casa, si pillaban al asesino. Y estaba convencido de que iban a hacerlo.

Escuchó a los demás presentarse antes que él. El tal Armand parecía ansioso por saber en compañía de quién se hallaba, y no era de extrañar. Le devolvió la mirada fría de antes a Papagena mientras sonreía triunfal. 

- Mi nombre es Septimus, de la Alianza Arbor Decoctor. Pertenezco a la Casa de los Tremere. - se esforzó por utilizar un tono amable. Aún estaba presente Tortius y tenía que mantener las formas.- Mis dotes, considero, al igual que el sodalis Oskari, que son evidentes con solo nombrar la casa a la que pertenezco. - sonrió con orgullo. - Por ello creo que puedo ser el representante del grupo de cara a los demás magos aquí presentes, al igual que lo soy de mi casa en este Tribunal. - Creo que les llegará la sutileza. Estoy seguro de que estoy mejor cualificado que Ramiel, que después de la discusión de hace un momento querrá tomar el mando y eso no se lo puedo permitir. 

La idea de trabajar con un Quaesitor no le resultaba cómoda y la idea de trabajar con Septimus tampoco mejoraba la situación, pero cuando el deber llama uno debe de cumplir.

-Mi nombre es Remiel de Criamon de la Alianza Adamantis Malleus. Soy adepto de Ignem y de Vim, seguidor del Enigma y enemigo del Angel Caído y sus siervos. Soy cazador de demonios.-Dijo imprimiendo fuerza a sus palabras- Soy una persona inquisitiva versada en las artes ocultas y tengo el Don de ver lo que se oculta a los ojos de los mundanos.- continuó mientras los miraba profundamente uno por uno- Creo que nuestro representante debería ser un Quaesitor, daría un grado de formalidad mayor a la investigación y facilitaría la cooperación de magos mas ancianos y orgullosos, que no cederían ante cualquiera. -Había visto el obvio y basto intento de Septimus de hacerse con el liderazgo, lo cual los llevaría a una empresa desastrosa sin duda.

Miró al Criamon fríamente, aún sin perder la sonrisa, ni la compostura. 

- Está muy bien eso que dices, es muy interesante, pero aún así en una domus donde la influencia política y las dotes de la misma cuentan más que un simple título. Y yo poseo muchos... conocidos. Contactos. Llámalos como quieras.

Ya sabía yo que esto iba a ocurrir. Este descerebrado, cazador de demonios, debería hacer eso, cazar demonios, y no dedicarse a opinar lo que han de hacer los demás. Já. Mayor formalidad dice... Seguro que lo que quiere es que le digan que lidere él, pero con lo feo que es sólo atemorizaría a los que fuese a interrogar. 

Una carcajada estaba a punto de salir por su garganta, pero al final pudo controlarse y mantener la mirada fría y la sonrisa de antes.