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Viejos Enemigos: en busca de las Brumas

Escena 8 La verdad es algo subjetivo

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12/08/2014, 21:00
Armand de Bouvines

Armand asiente a las últimas palabras de Papagena, y espera las explicaciones, si es que las hay.

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12/08/2014, 22:57
Magnus

El anciano clava los ojos sobre el público que espera expectante sus explicaciones. Un silencio sobrecogedor se instala en la cabaña mientras Magnus parece decidir cómo empezar.

-Todo comenzó... -susurra con una voz aún más débil si cabe.- oh, si no hubiera sido tan necio. Pero era tan prometedor y la idea tan sublime que no podía dejarlo pasar. Un artefacto que podía conceder cualquier deseo, último vestigio de una civilización ya hundida en el polvo...las Brumas de Magia.

Cuando las tuve entre mis manos no pude evitarlo, tenía que usarlas. -agita las esqueléticas manos, como si aferrase una esfera invisible delante de él.- Pero las Brumas tienen voluntad propia, una entidad oscura...y tan antigua como el mismo mundo, ella aguardaba la llegada de un ingenuo como yo para poder ser liberada. Aunque concedió mi deseo, lo hizo a su manera y después trato de consumirme. Aún ahora, después de tanto tiempo, no sé muy bien como logre resistirme.

Un nuevo acceso de toses interrumpe la historia durante un tiempo considerable y cuando Magnus vuelve a hablar sus manos tienen sangre.

-No podía dejar las Brumas ahí, al alcance de cualquier otro incauto, por lo que volví a mi Alianza con ellas. Trate de olvidarme, oh sí, pero aquellos que sabían de mi viaje querían respuestas que yo no podía darles. Jamás habríamos podido controlar las Brumas, pero sabía que de todos modos lo intentarían, así que las oculte a todo el mundo y fingí que mi búsqueda había sido en vano.

Pero...uno de mis viejos amigos no se dejo engañar por mis mentiras...el también era poderoso y al final no me quedo más remedio que matarlo. La pelea atrajo a más sodales...y sabía que aunque me escucharan en un juicio, al final debería entregar las Brumas al Tribunal. Solo hice lo que había que hacer. Intente salvarlos, pero muchos estaban dispuestos a pelear hasta el final. Cuando salí de las ruinas del que había sido mi hogar, mis manos estaban manchadas de sangre de mis hermanos.

Lagrimas empiezan a brotar de los ojos del consumido mago con lentitud, como si quisieran remarcar todo el tiempo pasado, esos hechos ocurridos hace una centuria que sin embargo eran capaces de afectar con la misma intensidad como el mismo día que ocurrieron.

-La Orden de Hermes empezó a cazarme y sabía que a pesar de mis poderes...no, debido a ellos precisamente. NO podía ocultar la magnitud de mi poder y sabía que me localizarían. Entonces tomé dos decisiones: esconder las Brumas en un lugar donde ellos no podrían encontrarlas, un lugar al que pocos tienen acceso y a ellos no les interesa el poder terrenal. En el Laberinto, en la montaña que nunca cambia, allí las guarde, bien protegidas.

Y para poder ocultarme de la Orden...emplee magia de los elfos para fusionarme con este lugar. Si, uní mi esencia con la de este lugar y a partir de ese momento fuimos uno solo. Deje de existir como Magnus, de modo que mi poder ya no se podía distinguir en modo alguno. Los hechizos de localización, las maldiciones...no podían encontrarme, porque realmente estaba muerto. Magos de la Orden han pasado muy cerca de este lugar sin encontrar nada durante cien años.

Su voz disminuye por momentos y sus ojos se cierran paulatinamente, como si estuviera entrando en un profundo sueño...pero vuelve a abrirlos una vez más y se clavan en vosotros con una fuerza que os hace estremecer. No lo sabéis, pero ya nunca podréis olvidar las siguientes palabras en lo que os resta de vida.

-Después...de tanto tiempo, pensaba que ya...nadie...se acordaría de las Brumas. Qué gran error cometí. Nunca imagine que mi diario sobreviviría a la destrucción. Y ahora está en las peores manos que podía imaginar. Arcturus...ese chiquillo necio no tiene ni idea de lo que pretende hacer, su rencor le ciega. No...puede...debe...ser ...detenido...id...por...las...Brumas.

Y esas fueron las ultimas palabras que Magnus el Grande, uno de los mejores magos que el mundo ha conocido, dijo antes de morir.

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18/08/2014, 23:59
Oskari Toivonen

Escucho atentamente el relato que Magnus va narrando, al principio creí que sería algún tipo de discurso pidiendo el perdón por los actos que había cometido en pos de su propia avaricia, aunque poco a poco se va transformando en la historia de alguien que hizo todo lo que pudo por enmendar un error que había cometido. Noble por su parte, aunque eso no justifica que haya derramado la sangre de sus hermanos.

Aquí mismo somos testigos del fin de un gran mago, aunque para muchos hubiera desaparecido hace mucho tiempo. Y sus últimas palabras nos instan a continuar con esta búsqueda. Al menos esta vez tenemos algo más concreto por donde continuar.

Me tomo unos segundos en silencio, pensando en que la tierra ya ha reclamado un cuerpo al que llevaba demasiado esperando. Acto seguido hablo para el resto.

-Siento sino es el mejor momento para decir esto -lo digo principalmente por el mozo que estaba allí- pero deberíamos partir cuanto antes al Laberinto.

Desconozco si van a hacer algún tipo de ceremonia o ritual para su entierro, o tienen pensado alguna otra cosa. Una lástima que me lo vaya a perder.

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22/08/2014, 16:09
Remiel

Por mucho que le pesara, Remiel estaba de acuerdo con el Bjornaer.

Los Magus no mienten en su lecho de muerte; parece ser que, realmente, el conocimiento que persigue Arcturus es más peligroso de lo que creía. Debemos llegar hasta estas brumas los primeros, cueste lo que cueste.

Pero, una vez llegaran allí... ¿qué harían? ¿Quedárselas ellos? ¿Qué les hacía suponer que ellos actuarían con más sabiduría que Arcturus? Remiel no era tan vanidoso como para creerse más sabio que un Magus mucho más anciano. 

¿Deberían destruirlas, entonces? ¿Era esto siquiera posible? En realidad, no sabían ni el aspecto que tenían estas misteriosas Brumas. ¿Podrían contenerse? Magnus les contó que se las llevó y las ocultó. ¿Cómo narices se oculta algo cuya misma naturaleza es ocultar cosas? Sería como, no sé... armar un arma. O quemar el fuego.

Pero todo aquello no era más que retórica embarullada; lo que importaba era ponerse en marcha.

Vamos, pues. El Laberinto y las Brumas que contiene nos esperan.

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23/08/2014, 18:12
Excelsius

-Estoy de acuerdo –dijo Excelsius sin aclarar a cuál de las afirmaciones se refería, si no a cuantas se habían dicho.

El tema le preocupaba, pero más como un desafío interesante que como un verdadero problema. El seguidor de Jerbiton estaba por encima de cosas mundanas como temer por su vida, al menos la mayor parte de las veces. Ahora era uno de esos momentos en los que percibía algo que pensaba debía inmortalizarse, no podía dejarse pasar: Excelsius estaba embelesado contemplando el cadáver del que fuera gran magus, convertido en un amasijo de piel y huesos de matices verdes y formas vegetales, con orejas desfiguradas a la manera de los elfos y su cuerpo igualmente estirado y estilizado, un poema de dramatismo en sí mismo. Esa visión debía llevarla a la piedra imperecedera para que desafiase una vez más a la muerte, ahora ya para siempre. Se lo había ganado.

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05/09/2014, 17:21
Armand de Bouvines

Era algo imposible. No lograba entender la totalidad de los argumentos que se habían señalado, pero había una cosa clara: para la Orden era prioritario estar allí antes que Arcturus. Y Armand se debía a la orden.

Mentiría si dijera que comprendo todo lo que se ha dicho, o sus implicaciones. Pero una cosa es clara: debemos llegar hasta el laberinto y las brumas antes que lo hagan otros.- recuerda entonces algo y busca con la mirada al extraño joven que los condujo ante Magnus- ¿Sabes si había algo más que quería decirnos antes que la muerte se lo llevara? 

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09/09/2014, 14:03
Papagena

Papagena escucha con dolor el relato. ¿Podria acaso llamarse traicion lo que hizo? Ahora mismo tenia la cabeza embotada con demasiada informacion y le costaba entender todo aquello. Solo cuando el anciano acabo comenzo a escuchar las opiniones de sus compañeros. Pese a todo no pudo evitar una producir una mueca ante la frialdad que mostraban frente a la muerte. La vida de cualquier ser es unica y como tal ha de ser respetada.

Aigor se quito su capucha cuando vio que su señora se llevaba la buccina a los labios.

De esta comienza a manar una cancion triste, una cancion de final, de despedida. Cada una de sus notas es una lagrima que parece ser derramada por el ocaso de una vida.

Del suelo comienzan a brotar primero finas ramas verdes que van tornandose lentamente troncos que elevan unos centimetros el cuerpo del mago y se van trenzando entre si convirtiendose en un ataud en el que por fin descansara Magnus.

Con los ultimos acordes una flor nace en la cabeza del ataud decorando la escena.

Finalmente deja caer los brazos mientras que tambien se quita su boina despidiendo al mago. Ahora, ya acabado, se gira a sus compañeros y dice en tono firme aunque sin ser autoritario.

- Marchemos.

- Tiradas (1)

Motivo: Crear ataud

Tirada: 1d10

Dificultad: 15+

Resultado: 6(+16)=22 (Exito)

Notas de juego

Creo + Herbam + Maña

-1 Fatiga

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09/09/2014, 16:21
Armand de Bouvines

Armand había preguntado al joven Rafael, y esperaba aún la respuesta de este cuando los acordes de Papagena resonaron, de forma sorprendente, otorgando a la escena una belleza lejana, triste, de un dolor sordo y claramente sobrenatural. Para Armand los deseos e intereses de la Orden de Hermes eran prioritarios, al fin y al cabo, el peligro al que había hecho referencia Magnus implicaba a toda la Orden. Lo que significaba que ninguna otra cuestión tenía importancia.

Además, era un traidor- pensó para sí, mirando como Papagena iba creando el más hermoso y apropiado ataúd para quien e había convertido en parte vegetal- Sí, un traidor. Pero es un traidor que se convirtió parcialmente en vegetal y sacrificó su vida, probablemente, para ayudarnos a todos. 

Armand se dejó atrapar por el embrujo de la música, aunque sólo fuera un instante, y luego miró nuevamente a Rafael.

Tu maestro hizo mucho bien, y mucho mal. Pero era nuestro hermano- hace un gesto a Papagena, reclamándole sin palabras que espere- Pero estaba a punto de morir, y no quiero arriesgarme a partir sin algo de información que pudiera ser clave. ¿Sabes si te comentó alguna otra cosa? ¿Sabes donde guarda sus reservas de vis y sus objetos mágicos, si los tiene? Toda ayuda que podamos tener en nuestra misión es poca. 

Tras la pregunta mira a Papagena y asiente

Gracias por recordarnos a todos que, fuera lo que fuera Magnus, y hubiera hecho lo que hubiera hecho, había sido un hermano y, por lo que creo, profundamente preocupado por todos sus sodalis.

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09/09/2014, 18:26
Barry "chispaextinta"

Escucho el relato del magus que nos habla de las brumas y de cómo mató quién sabe si a una decena de sus sodalis. Atiendo con atención a las palabras del hombre en apenas sus últimos instantes. Has demorado toda la vida en contar ésta historia a alguien, y sólo lo haces por la amenaza potencial de éste poder... Tú mismo dices que el tribunal te hubiera escuchado. Mataste a tus compañeros en vez de acatar las leyes que juraste respetar. Pensé con dureza.

Papagena comenzó a tocar y a hacerle ceremonias al tipo éste, y le lancé una mirada seria mientras tocaba, aunque en su trance ni siquiera la notaría. Me levanto y apoyo mi mano izquierda en el pomo de la espada, en posición de reposo, y me voy hacia la puerta. No llego a salir, sino que desde ella lanzo una mirada seria a Rafael, sin comentarios. Que cada cuál pensara lo que quisiese sobre el asesino.

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09/09/2014, 22:15
Excelsius

El Jerbiton apartó la mirada extrañado cuando escuchó cómo Papagena comenzaba a tocar con gran delicadeza la buccina y se sorprendió gratamente al ver cómo al compás de la música se formaba un ataúd que cubría el cuerpo sin vida del viejo mago, ahora cadáver. Bonito, muy bonito, digno de recordar. Aunque el efecto ha sido más espectacular que el acabado del ataúd, la verdad sea dicha. Yo mismo podría haberle dado un lugar digno donde reposar, aunque su vida había sido de dudosa honorabilidad para con la Orden.

En fin, ya hay gente impaciente por partir en la puerta, será cuestión de ir saliendo…

-Oh, vis, eso iría bien. Sí.

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10/09/2014, 14:59
Oskari Toivonen

La oportuna participación de Papagena responde a mi duda sobre si se le haría algún tipo de ceremonia. Puede que no fuera lo que tuvieran en mente las criaturas que vivían con el mago, pero al menos el cuerpo no estaba expuesto sin más. Respecto a la música previa al encierro del cadáver, ¿qué decir? no tengo un oído acostumbrado a la música aunque todos enmudecen y la escuchan tocar.

La última de las propuestas me resulta un poco grotesca. Es cierto que a dónde va no necesita ni vis ni ningún objeto mágico que pudiera poseer en vida, pero nada nos daba derecho a reclamarlo sin más ni siquiera el hecho de que quisiéramos enmendar su error de juventud. Pero parece que era el único que pensaba de esta forma, y el salvaje siempre soy yo.

Si aquel mozo quería añadir algo más sobre su maestro, aún estaba a tiempo. Sólo espero que no tarde demasiado en hablar.

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10/09/2014, 23:08
Rafael

El joven había permanecido inmóvil al lado de su maestro mientras contaba toda su historia, asiéndole con una mano a modo de consuelo hasta que el ataúd labrado por la la magia de Papagena los separó para siempre. No hay rastro de tristeza en su rostro ni lagrimas en sus ojos, pero su mirada deja claro que tenía fuertes sentimientos hacia Magnus. Todavía permanece unos instantes callado antes de levantarse y asentir para si mismo con convicción.

-Más tarde responderé a vuestras preguntas, pero ahora debemos partir. Pix -llama al hada, que se presenta ante el con un revoloteo- se que no puedes llevarnos hasta el bosque, pero necesito que nos acerques todo lo que puedas. Armand, traeré la vis pero me temo que los objetos no os servirán, no para esta misión al menos.

Parece que trata de ser enérgico, aunque no es que se noten mucho sus dotes de mando. Eso sí, es rápido, pues en poco tiempo vuelve con un cofre de mano que entrega a Armand. También le ha dado tiempo a prepararse para el viaje; cubiertas sus estrafalarias ropas por una capa verde y con un arco a la espalda, nadie diría que es el mismo joven que os recibió y no un guardabosques cualquiera.

-¿Todos listos?

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16/09/2014, 09:58
Barry "chispaextinta"

Escucho lo que dice el chiquillo y frunzo el ceño levemente. Tenía que informarme bien, pero quizás no pudiera hacer lo que planeaba.

- Explícame bien eso, ¿por qué los objetos no serán útiles?¿Los objetos mágicos se inutilizan en la zona? -pregunto con seriedad.

Tras terminar de hablar, por si acaso, extraigo una pequeña parte del acero y miro que el filo de la espada siga tan agudo como debe, pero se nota de lejos que no hay amenaza alguna en el gesto. Igualmente, no tardo en volver a fijar el arma en la vaina.

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25/09/2014, 00:07
Remiel

¿Los objetos mágicos no servirían? Bueno, esto no era un problema para Remiel, cuya capacidad mágica dependía de sí mismo, no de algún aparato extraño. Pero eso podría inutilizar el único as en la manga que aún les quedaba: el objeto con el que podían pedir ayuda a los demás magus. Bueno, nadie había dicho que aquella fuera a ser una lucha justa, ¿verdad? Porque por ahora, a Remiel le daba la impresión de que ellos eran los que llevaban las de perder. Aunque eso no le había detenido jamás, y no le detendría ahora.

Partamos, pues. No hay tiempo que perder. Remiel estaba tan listo como podría llegar a estarlo, y no tenía sentido posponer el conflicto al que se dirigían.

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29/09/2014, 23:22
Rafael

-No exactamente -responde mientras mira inquisitivamente el filo de la espada- quiero decir que Magnus no preparó ningún objeto que os pueda ser de ayuda en el Laberinto. Y por otra parte, si es cierto lo que me contó, el Laberinto se adapta a los que entran, incluyendo sus poderes y lo que porten encima. Objetos muy poderosos solo servirían para complicaros la vida. 

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30/09/2014, 21:36
Remiel

Hm... ¿O sea que el laberinto se adapta a los poderes de quienes entran? Interesante... pues esto les daba cierta ventaja.

Si el laberinto se adapta a quienes lo exploran, esto podría significar que nuestra magia estará tan diezmada como la de aquellos que nos persigan o intenten impedirnos llegar a nuestro objetivo... con lo que aún es más importante llegar los primeros hasta allí, pues probablemente quien golpee primero golpeará dos veces.

A Remiel le parecía que empezaba a entender cuál era la partida que se jugaría en aquel misterioso lugar; iban a tener que superar los obstáculos usando su cabeza, y no su magia. 

Bien, pues; él estaba dispuesto a participar. Y, de ser necesario, incluso haría trampas, qué narices.

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06/10/2014, 00:35
Armand de Bouvines

- Y nuestros propios poderes por lo que veo también. Si el laberinto se adapta a nuestros poderes, esto será muy complicado- dice casi para sí Armand mientras toma la vis, asintiendo- Gracias Rafael. Vayamos, pues. No tiene sentido demorarse más.

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06/10/2014, 21:07
Oskari Toivonen

Si vamos a un lugar donde nuestros poderes no van a servir de mucho habrá que valerse de la fuerza física y el propio intelecto. No dudo que muchos de aquí van sobrados en lo segundo, pero no creo que la mayoría sea capaz de romper una ramita con las manos desnudas.

-Esto se pone interesante... -pienso en voz alta mientras sigo al resto a donde nos guíe Rafael-. ¿Magnus te contó algo más sobre el Laberinto?

El apunte que había hecho era más que interesante, si tenía alguna información más sobre ese extraño sitio al que nuestro camino nos empuja sería de gran importancia conocerla de antemano y no descubrirla por las malas.

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12/10/2014, 12:25
Papagena

Papagena se quedo pensando en las consecuencias de que el laberinto se adapte a nuestros poderes cuando una pequeña maquinacion se comienza a forjar en la cabecita endiablada de la semi elfa.

- Si se adapta a nuestros poderes... ¿Podriamos ocultarlos? -mira al resto de compañeros- ¿Podriamos engañar al laberinto con un fuerte hechizo de PeVi?

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12/10/2014, 12:48
Rafael

Empieza a impacientarse, pero ante vuestra insistencia no le queda más remedio que resoplar y seguir contestando a vuestras preguntas.

-Mira... -dice dirigiéndose a Oskari.- no tengo ni idea de como es realmente, me contó muy poco. Tengo una idea general, pero eso es todo. Es un lugar feérico, de modo que lo mejor es esperar lo inesperado, Papagena seguro que sabe mucho de eso -cambia el foco hacia ella- No creo que eso funcione...pero por probar. -encoge los hombros.