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Desembarco del Rey es la ciudad capital de los Siete Reinos, localizada en la costa este de Poniente, en la bahía del Aguasnegras. Es la sede del Trono de Hierro en la Fortaleza Roja y por tanto el asentamiento del Rey de los Siete Reinos. La ciudad principal está rodeada de una muralla y es custodiada por la Guardia de la Ciudad, también conocidos como los Capas Doradas. Está extremadamente poblada, por lo que es una ciudad sucia y llena de edificaciones de madera y paja. Es el principal puerto de los Siete Reinos, cuyo rival sólo es Antigua.

Localización: Tierras de la Corona, Poniente

Gobierno: Rey de los Siete Reinos

Fundación: Tras el desembarco de Aegon

Religión: Fé de los Siete

Los primeros rayos del sol bañan con su luz los viejos muros rosados que en sus mejore tiempos fueron rojos del palacio fortaleza de Desembarco del Rey. Qyburn apresura el paso hacia los aposentos de Cersei Lannister con un frasco de tinta, papel pergamino y una pluma de escritura oculta en su toga.

Qyburn baja la cabeza ante Cersei Lannister, mientras que varias doncellas salen presurosas con todos los aditamentos de limpieza y trajes de la reina madre. Sigilosamente sin levantar la vista no las manos de entre su ropa pregunta casi en voz baja y con un genuino respeto a Cersei.

-Mi señora... los pajaritos han salido de sus jaulas, y han dispuesto todo lo necesario para el juicio que celebrará el Septo supremo...- Qyburn permanece inmóvil con la vista fija en el suelo. -He seguido sus indicaciones para que el maestre Pycelle sea conducido a mi cámara para finiquitar cualquier discrepancia que hubiese entre nosostros, el rey Tommen se encuentra seguro en sus aposentos y descansando aún, no así la reina, la cuál ha salido desde temprano a visitar a su hermano antes... antes del juicio, si no le es inconveniente tengo que apresurar la visita con el maestre Pycelle, ¿algo más en que pueda ayudarle?...- El consejero de rumores hace una reverencia antes de marcharse, se detiene un momento para agregar una última cosa.

-Por cierto mi señora... la septa Unella ha sido capturada y se encuentra desde anoche recluida en las mazmorras de la fortaleza.- Qyburn sin dar la espalda ni levantar la mirada sale de los aposentos reales rumbo a su cámara.

Cersei no había podido dormir apenas la noche anterior, demasiadas cosas a tener en cuenta y decidir para que nada se escapase de su control. 

Pero aún así se levanto impasible y erguida como las columnas de mármol espero en sus aposentos hasta que su consejero llegase a disponer todo. Su primera visión fue hacia la ciudad de desembarco contemplarla una vez más. 

Tras eso llegó Qyburn con las doncellas a dar la nuevas y a disponer todo, para la ocasión cersei había elegido un traje de lino y seda negro con remaches plateados, de cortes rectos y bastante ajustado. La línea del vertido recuerda a la de los ropajes de su padre Tywin Lannister, al vestido le acompaña unas hombreras metálicas unidas mediante una cadena de plata. Y algunos más adornos entre los que se contaba el anillo con una enorme piedra preciosa de su madre. Tras las palabras de Qyburn la reina madre respondió 

Todo correcto Qyburn, asegúrate que Clegan esté dispuesto en los aposentos del rey. Cuando pase todo iré a visitar a nuestra querida septa. Eso es todo...

Cersei se dispone a que empiece el ritual para que las doncellas la preparen para la ocasión mientras su copa de vino espera junto a la ventana principal, pero antes de que su consejero se marche dice

Una cosa más Qyburn....que mi tío Kevan tampoco vaya al juicio, que lo recluyan en sus aposentos hasta nuevo aviso.

-Mi señora, su tío ha partido de madrugada a Roca Casterly a un encuentro con un representante del banco de Hierro, para tratar de amortizar la deuda que tiene la corona con Braavos...-

perfecto entonces, puedes retirarte. 

Un enorme estruendo cimbra toda la ciudad, miles de pájaros surcan el cielo soleado perseguidos por una gran nube verde, a lo lejos se escucha el derrumbe de algunas construcciones cercanas al gran Septo de Baelor, un olor a resina quemada se esparce por las calles aledañas en donde antes estaba la construcción dedicada a los siete, ahora reducida a escombros.

Tommen vence el temor que le provoca su bizarro guardián y lo evade saliendo de los aposentos reales para dirigirse hasta los aposentos de la reina madre.

-¡Madre!... ¡¿Qué ha sucedido?!... ¿¡Qué ha sido ese estruendo!?... - El joven rey pregunta desconsolado a su madre temiendo por su reina, presintiendo lo peor.

Cersei mira con ojos angustiados a su hijo pequeño, él es el único que le da consuelo ahora a parte de que sus enemigos hayan desaparecido, ahora todo podría seguir su rumbo normal sin ninguna amenaza cercana. Se acerca a tommen y lo abraza. 

Ven aquí mi pequeño, ahora Nadie podrá hacernos daño, serás el rey más querido de todas las épocas. Mi amado Tommen

Bueno hijo ahora ve a tus aposentos que tengo asuntos que atender. Luego te veo amor mío 

le da un beso y se despide. Mientras le dice a un sirviente 

dígale a Qyburn que tengo que hablar con el

Espera ansiosa a que llegue su consejero y le dice. 

Quburn quiero q envíes un Cuervo a mi tío y le digas lo sucedido y que quiero que organice una reunión con los Arryn para pactar una posible alianza

Ignorando al consejero de rumores quién hace acto de presencia y antes de ser despedido por la reina madre nuevamente, Tommen, a punto de entrar en llanto mira horrorizado a su madre al darse cuenta de que ella ha sido la autora de tan terrible acción y de la pérdida de su amada reina, sin decir una palabra con el corazón roto sale de los aposentos de su madre rumbo a la alcoba real, seguido por Clegane  quién lo resguarda hasta sus aposentos.

El joven Rey observa a lo lejos la enorme columna de humo que se extiende al azulado firmamento, todos sus sirvientes se retiran excepto Clegane quién ni siquiera lo mira, absorto con la vista perdida resguardando la entrada de los aposentos reales.

El Rey se quita la corona de los siete reinos y la coloca en una de las mesas junto a uno de los collares de su amada reina.

El Rey ha muerto.

Los pasos de Qyburn son apresurados pero no quisiera que llegaran nunca hasta los aposentos de la reina madre sin saber como tomará el trágico suicidio de su hijo el rey.

Con sumo respeto el consejero de los rumores  hace una larga caravana y y sin mirar a los ojos a la reina madre, suelta las terribles noticias.

-Reina madre... su hijo, el rey Tommen ha muerto, arrojándose de la ventana principal de sus aposentos...- sin más preámbulos pregunta -¿Que desea hacer con sus restos?...

Cersei se extraña ante la aparición de Qyburn y sobretodo del gesto de su rostro y su temblorosa voz. Cersei había sufrido tanto que ya siempre esperaba lo peor. Pero la muerte de su pequeño, eso era un duro golpe que sabía que algún día debería de soportar pues esta vida se ha dedicado a arrebatarle todo aquello que ama. Se quedó impasible ya ni una lágrima ni un gemido de dolor. Su herida interna era tan profunda que el dolor se hizo insensible. 

dijo con tono pausado y firme

que sea incinerado, y sus cenizas arrojadas en el septo de Balor junto a su abuelo y sus hermanos. 

Y dispón todo para la ceremonia de coronación. Debo asumir mi responsabilidad, en ese mismo acto serás nombrado mano de la reina. 

Alguna pregunta?

El silencio en el Salón del Trono de Hierro es roto sólo por los pasos de Cersei Lannister quién es escoltada por la guardia de capas doradas y como guardián real Gregor Clegane quién se límita a seguirla con una mano en su mandoble. Las miradas bajan a medida que Cerseí avanza a paso firme hacia el trono de hierro, en lo alto del pedestal se encuentra Qyburn sujetando una hermosa y fina corona tallada por los mejores artesanos herreros de Desembarco del Rey.

Justo antes de detenerse ante el trono de Hierro Cersei observa ingresar por una de las puertas laterales a Ser Jaime Lannister quién ha llegado en el momento justo para observar su coronación.

-Queda coronada Cerseí Lannister, la primera de su nombre, reina de los sándalos y de los primeros hombres, protectora de los siete reinos...-

Qyburn se gira frente a Cerseí y con sumo cuidado y respeto le coloca la corona ante las cientos de miradas silenciosas reunidas en el salón del trono de Hierro.

¡Largo sea su reinado! Se escucha hasta el último rincón de salón y como si fuera un eco a una sola voz vuelve a repetirse la frase que enmarca la coronación de Cerseí Lannister.

Terminada la coronación y tras disponer lo adecuado para tener unas palabras con su hermano Jaime, Cersei le insta a Qyburn para que prepare una reunión con los consejeros para ver los asuntos más urgentes, y ver los balances. 

Los guardias abren las puertas dando paso al matarreyes quién con un rictus serio entra en el salón del trono de hierro con paso firme hacia Cersei Lannister, las puertas se vuelven a cerrar detrás de Jaime quién se detiene a unos cuantos metros de distancia de la ahora señora de los siete reinos.

Una leve reverencia con la cabe y fija la mirada en Cersei. -Ahora que haz perpetuado nuestro linaje y te haz convertido en la soberana protectora tenemos que mantener a nuestra casa al frente de los siete reinos... tengo noticias de que el norte se ha levantado con un nuevo rey  y se ha colocado la corona de hierro en las sienes de un bastardo. En el Valle y la Montaña aguarda el polluelo Arryn, dicen que casi esta listo para volar... puede causarnos problemas con su ejército si no elige bien a quién apoyar.

Por otra parte y el asunto por lo que he venido, la heredera Targaryen se alza de la nada con un inmenso ejército de salvajes cruzando el mar y tres dragones... no tengo idea de donde o como ha logrado regresar a la vida a tres dragones.-

Jaime acepta una copa de vino mientras continúa externando sus preocupaciones.

-Ser Meryn Trant ha enviado un cuervo comunicando que tienen al Pez negro y a su sobrino, en espera de ejecutarlos o traerlos ante tu presencia.-

Jaime da un sorbo mientras  con el rabillo del ojo observa como la nueva mano de la reina se acerca sigilos y dubitativo con las manos escondidas entre sus amplias mangas.

Y por último... la casa Greyjoy ha caído en desgracia sus herederos han desertado y se han llevado consigo a toda la flota del Kraken, se ha levantado un también otro rey ante la gracia de su dios ahogado...- Jaime extiende la copa vacia a algún sirviente y se acerca a Cersei.

-Como puedes ver, hermana, todos quieren ser reyes únicos, todos anhelan el trono de hierro... ¿Que es lo que tienes en mente?- 

Qyburn quién ha escuchado todo se acerca sigiloso sin atreverse a alzar la mirada ante sus amos.

-Sí me permite mi señora yo os sugiero enviar un comunicado a todos los representantes de cada amenaza, y reunirlos en un concillium para deliberar alguna posible solución ante tal enredo... no creo que ninguno de estos supuestos reyes quebrante la ley ante tan magna reunión antes un posible derramamiento de sangre innecesario... pero es sólo mi humilde opinión mi señora, que va a saber un pobre sirviente como yo...-

Cercei mira con rictus serio e indiferente a Jaime y a qeybur y pensativa durante un rato para luego decir

Que traigan ante mi presencia al pez negro y el imbecil de su sobrino. 
y si, buena idea mano de la reina. Envía cuervos para reunirnos con las posibles amenazas.