Partida Rol por web

Aunque aún aguagdo que me devolváis la botella, el goce de vuestros dedos es bueno. La tensión dice que no estáis cómoda. Pero vuestra valentía dice lo contragio. Apuesto por que sois doncella.

Continúo tumbado, mirando el techo de la habitación. Sin esperar que me devuelva la botella, saco mi jarra de vete tú a saber dónde y le meto un largo trago, un trago en el que claramente podía haber bebido más de lo que cabría, si eso es posible, un pequeño hilo de ron por la comisura de mis labios.

Me tumbo a su lado, le cojo la mano y le doy la botella. Me coloco al lado suya y le digo.

- Tengo mucha valentía, pero a la vez quiero distancia en ocasiones...ocasiones si ocasiones no... hmmm...s...si soy doncella.-

Tomo la botella y le meto un trago.

Aaah...

Resoplo, entonces le miro de reojo.

¿Espegáis a alguien? ¿huís por estag prometida? Contadme.

Mi mano se desliza hacia su hombro sin cubrir, quizá con demasiada confianza. Y con la otra mano extiendo la botella para que la tome si desea beber.

Tomo la botella mientras le respondo.

- No estoy prometida, ni espero a nadie, ¿acaso tiene algo de malo?. -

En absoluto.

Me siento para ponerme en su lado y mi mano jugar en la parte superior de su espalda.

Ningún hombre te tocagá a bogdo, segás mi Intégprete con todos los que no entiendan mis palabras, más adelante judgagé tu estilo de agmas, quizá no seas Primer Oficial, pego sí Segundo Oficial.

Le guiño un ojo.

Me gusta cuando empieza acariciarme la espalda, me empiezo a relajar. Mirándole le digo.

- Si me vas a proteger en el barco de todos, te estaré eternamente agradecida. Me tocará pagar mi deuda con vos...-

Pagad.

Digo con mi mejor sonrisa, sin darme cuenta, quizá, de la doble intención que pueden albergar sus palabras.

Cuando y cuanto gustéis.

Cierro los ojos y agacho la cabeza para rozar mi mejilla con la suya.

Agdo en desseos de batigme con vos.

Me quedé un poco sin saber muy bien que decir al escuchar de boca, cuando y cuando queráis. No sabía si se refería a lo que estaba intuyendo o qué. Pero quise hacer oídos sordos sobre lo dicho y responder a otra cosa.

- Deseos de batirte conmigo...suena interesante.- Soltó una risa pícara.

He pegdido bastante destreza, la vegdad sea dicha, pego... continúo siendo alguien a teneg en cuenta.

Me río y bebo un trago de mi jarra ¿pero cómo es posible que aún quede?

Bueno... ¿Una pagtida de cagtas? No es un duelo, pego... si ganáis, segéis la Segunda Oficial, si gano yo, os quitagéis la toalla ahoga y siempre que yo os lo solicite, siempre que estemos sólos. ¿Aceptáis? 

Agarré con ganas la botella y le pegué un trago casi sin respirar. Al oír lo que estaba oyendo, no me quería poner más nerviosa de lo que podía estar ya por dentro.

Había perdido ya medio gremial, y ahora el perder las cartas...supondría algo muy serio para mi. Dado que sería la primera vez que intimaría un hombre y le daba a puro...

Le miré a los ojos y acercándome hacia él le dije.

- Acepto encantada su condición, pero si pierdes cambiará la petición...-

Está bien, el juego oficial de éste bagco* es el siete y medio.

Saco una baraja que está en mi bolsa, es una vieja baraja con marcas difíciles de distinguir, quizá algún día me pusiera a limpiarlas para recordar qué tenía puesto. Comienzo a barajar.

Se saca una cagta, el más bajo comienza y desde ahí se sacan cagtas de uno en uno, siendo tú la primega. Las figugas** valen medio punto. El objetivo es llegag a siete y medio o acegcagte. El primego que comienza jugando es el primego en decidig si plantagse o seguig. ¿Comprendes?

Sonrío, el juego era sencillo, pero muy popular entre mis marineros. Observo su figura a través de la toalla.

Me cruzo de piernas le miro y le sonrío.

- Entiendo, pues traiga aquí que empiezo.-

Un cinco, la media, a ver yo...

Sonrío y saco carta.

Un siete. Comienzas.

Con una ligera risa le dejo el primer movimiento a ella.

Pura suerte tiene este capitán...me va sacar todo lo que tengo a este paso. Pensé para mi, y con una sonrisa cogí carta.

Lleváis medio punto, pog el lado bueno, toméis lo que toméis ahoga, segá una buena jugada. Por mi pagte...

Saco una carta y la muestro.

Un seis. Sopeso las posibilidades.

Os lo pondré fácil, decidid vos si me planto o continúo jugando, pego hacedlo antes de sacag vuestra cagta.

- Voy a ser buena y te diré que te plantes. -

Agarro la botella de ron, mientras le miro toda seria y concentrada. Pego un trago y destapo la carta.

- parece que tengo siete y medio, por lo que yo gano. Antes ganaste tú ahora yo, tendremos que negociar durante la partida eso de ser segunda oficial...¿acaso tenéis a alguien mejor que yo?.-

Le pasé la baraja.

En gealidad habéis ganado, la primega tigada ega sólo paga ver quién comenzaba...

Me llevo un dedo a los labios pensativo con una sonrisa.

Está bien, al mejog de tres, lleváis una. Si ganáis, además, compagtigé el ron del capitán con vos.

Digo, como si eso fuese algo realmente interesante.

Comienzo.

Saco una carta sin siquiera esperar que acepte, o no.

Media, como vos antes.

Sonreí cuando dijo de compartir el ron, agarre una carta y la levanté.

- Un seis...y creo que me planto. Tú ron ya lo estamos compartiendo capitán. Aquí vamos a decidir el puesto de mi trabajo que será en vez de segunda oficial como primera. -

Le dijo con picardía mientras descruzaba las piernas y las cruzaba para el otro lado.

Estás bebiendo el ron de los oficiales, no el mío...

Sonrío y muestro otra carta.

Medio más... Esto se pone tenso.

Una carta más.

Llevo uno y medio... voy a gastag todos los medios de la bagaja.

Bromeo, sacando una tercera carta consecutiva.

Dos... En segio. ¿Broma o destino?

Una cuarta.

Medio punto más... ¡Jugo que no está trucada!

Un trago de mi jarra, en serio, ya debería de estar vacía. Y una quinta carta.

Ocho y medio. El puesto de Segunda Oficial es vuestro. Salvo que tengáis algo más con lo que subig la apuesta...

Le ofrezco mi jarra, en apariencia vacía.