Partida Rol por web

Loki está tan cegado con su "presa" que apenas se percata de que el tal Anubis vuelve a acercarse, extendiendo el brazo delante de él para detenerlo.
-Loki, nos vamos- afirma nuevamente cómo ya hizo antes. Su compañero parece nuevamente contrariado y fastidiado, pero finalmente chasquea la lengua y se da la vuelta corriendo hacia las sombras de la calle y desapareciendo entre ellas.

Las sirenas de algún coche patrulla empiezan a distinguirse en la lejanía mientras el hombre retrocede mirándote con expresión seria y distante. Imponente pero no terrorífica.
-Será mejor que intentes olvidarnos- se limita a decir antes de darse la vuelta definitivamente para empezar a correr hasta perderse entre las sombras de las distintas calles colindantes al igual que su salvaje compañero rubio.

Cuando me coge del brazo diciendome que no habia ningún sentido en morir todos se me cambia la cara formando una mueca de completa indignación.

-Papa!- dije molesta por el comportamiento de él- como crees que me sentiré si muere por mi culpa, la abandoné cuando ella me ayudó, espera tu aqui a la policia...- no dudé en des hacerme de su brazo aún con el corazón en un puño, sabia que lo que habia hecho estaba mal, pero si ella moría estaba claro que habria sido por su culpa y seguramente en lugar de ella.

Cuando el tal Loki  le dice que deduzca Leyja se queda mirando al tipo de arriba a abajo que cuadno ve la sangre goteando se la boca de éste se lleva la mano hacia el brazo y vuelve a retroceder al confirmar que no han sido imaginaciones suyas. -Vampiro..?- dije murmurando, más bien hacia mis adentros que para que me lo confirmaran.

Cuadno se acerca más a ella ahoga un grito con ganas de volver a salir corriendo pero incapaz de mover un musculo por los nervios y el cansancio que tenía hasta que el chico rubio desapareció.

Se quedó mirando a Anubis con una expresión de desconcierto, era raro que no tuviera las mismas ideas que su amigo, pero desde luego era un GRAN consuelo que no quisiera matarla.

En el momento en que dijo que los olvidara y retrocedía musité un -Gracias...- por haber hecho que no me matara y llevárselo. Me quedé mirando como desaparecían y ya me giré de cara hacia donde escuchaba la sirena de la policía con un gran alivio.

-¡Kari...!- el padre de la susodicha vuelve a gritarla en vano y cada vez más malhumorado, sin embargo esta vez sale corriendo detrás de su hija en absoluto convencido de que sea lo adecuado. ¿Qué iban a solucionar ellos dos? Sólo conseguirían meterse en un lío más gordo del que ya debía haber formado...

Ambos llegan hasta la posición de Leyja, la cuál se encuentra en perfectas condiciones, al parecer sólo algo asustada y con parte de la manga de su chaqueta ensangrentada.
Algunas de las farolas aún permanecen apagadas pero ya no hay rastro del extraño joven rubio que os asaltó y afirmó convencido que Kari era su "Gerd".

Las sirenas del coches patrulla acaban de acercarse, deteniéndose el vehículo en esa misma calle.
Un par de agentes bajan del susodicho mirando alrededor y acercándose a vosotros a paso ligero. La sangre en la ropa de Leyja no pasa desapercibida así que la miran con mayor atención.
-¿Se encuentra bien?, ¿usted era la agredida?- pregunta uno de ellos mirándola inquisitivamente y esperando respuestas inmediatas.

Escuche como me grito mi padre pero no quise darle importancia, esto tenia que hacerlo y punto, aunque despues me castigara, con razón, vi que me seguia y me tranquilicé.

cuando vi que se encuentra bien pegé un resolplido de alivio y me acerque a ella y a la policia no dude en esquivarles hasta que cogí la mano de la chica para que me mirara.

-Estas bien? he pedido ayuda, menos mal que estas viva- le mire de arriba a abajo para averiguar de donde salia exactamente la sangre y donde estaba su herida, realmente estaba bastante localizada asi que le mire el brazo, aturdida, la sangre no era lo mio y me entrarón nauseas, acabé apartandome y dejando hacer a la policia y cuando vi a mi padre corri para el y le abracé

- todo esta bien papa!!- con un suspiro.

Ella se queda mirando a los policías que se le acercan con una expresión de alivio y de felicidad a la vez, cuando empiezan a preguntarle, se relame los labios sin saber exactamente que decir, ya que su cordura dependía de las respuestas que diera.

-Sí, soy yo...- dije mirando al policía y en cuanto la chica se me abrazó se lo devolvi - si, menos mal que has venido con ayuda... aunque un poco antes no ubiera estado mal- dije con un resoplido largo dejando que me mirara el brazo, pero por suerte no había ninguna herida. Cuadno se alejó y se abrazó a su padre me quedé mirandolos y ya me acerqué a ellos -Sr Mcgregor?- dije mirandolo y luego me quedé mirando a la chica que entonces recaí

-Entonces tu eres Kari??-  dije mirandola de arriba a abajo como si fuera la primera vez que la veía en mucho tiempo, aunque relativamente era cierto, enseguida me abracé a ella antes de que pudiera contestar -soy Keija Storaken! te acuerdas d mi?- dije moviendola un poco de lado a lado. La verdad esque me sentía un poco mal, y algo tonta por no haber recaido antes, no es que ubiera cambiado excesivamente de físico.

Me volví a girar hacia los policías -Eran 2 tipos, uno rubio y otro moreno con rastas... se fueron corriendo por esa dirección- dije señalando un lado -aunque dudo que puedan encontrarlos...- dije mirando de reojo a Kari.

El padre de Kari se queda tan aturdido como los propios agentes cuando Leyja se presenta repentinamente y empieza a abrazar a Kari a pasar de todo lo sucedido. De hecho uno de ellos entorna los ojos sin molestarse a disimular, hasta que son informados de por donde escaparon los individuos y uno de ellos decide internarse en la oscuridad del callejón corriendo a paso vivo.

El otro os sigue mirando y carraspea sonoramente para interrumpir el momento y que le prestéis algo más de atención.
-Y supongo que usted es la señorita que llamó... Acompáñenme a comisaría, les tomaré declaración. ¿Se encuentra herida?- pregunta a Leyja mirando la manga de su abrigo con cierta fijeza.

-Yo no entiendo nada...- alcanza a murmurar el padre de Kari algo aturdido mientras se pasa una mano por la calva y después pasa un brazo por los hombros de su hija -Ya hablaremos cuando volvamos a casa- le dice en tono de reprimenda, dirigiéndola al coche patrulla tras el abrazo de Leyja, a la que según parece no recuerda demasiado. Aunque es bastante normal considerando que tenía 7 años y él apenas la conocía.

Cuando vino la policia y vi que estaba bien me tranquilice bastante y ahi empecé a notar que me dolia el brazo del golpe al caer estrepitosamente, me acordé de mi mp4 hasta que Leyja se presento estaba desconcertada ¿esa era la niñita de 7 años? pues como habia cambiado.

La abracé pero no tan efusivamente como ella a mi, aún no sabia si estaba contenta o no de haberla reencontrado, parpadee aturdida durante unos segundos hasta que se separo y sonrei levemente.

- Ley, que, que grande te has puesto! y guapa!- me limite a observarla de arriba a abajo y como iba vestida repetidamente, mientras hacia la descripción al guardia seguia observandola hasta que mi padre me sobresalto al pasarme el brazo por los hombros.

-mm, deacuerdo papa, por cierto ese hombre me estropeo el mp4!- quise poner cara de buena al tiempo que me empujaban para el coche patrulla y giraba la cabeza para seguir observando a Leyja la cual ahora me parecia un mundo completamente desconocido.

Cuando el policía me preguntó si estaba herida me miré el brazo -me... corté pero es un corte pequeño... cuando me tiró al suelo..- mentí. Estaba claro que era mejor mentir a decir la verdad porque sino me acabarían encerrando en un psiquiátrico.

fui andando detras de Kari mientras me bajaba la manga del abrigo para que no se notara en exceso y ya me senté en la parte trasera del coche patrulla, y una vez allí pegué un suspiro largo mientras miraba por la ventanilla. Menudo altercado acavaba de tener... y me había quedado sin Batalla en las Calles... Genial.

Me giré hacia Kari mirandola -Menuda noche para reencontrarnos, eh?- le dije con una risita nerviosa.

Los tres os apretáis un poco en la parte trasera y después de asegurarse de que la herida de Leyja no es en absoluto grave, el agente de policía os lleva con el coche patrulla hasta la comisaría de la ciudad, algo alejada del centro para ser sinceros, pero llegáis sin problemas.
Una vez en el interior los trámites e interrogatorios son de lo más pesados pero aún así no demasiado exhaustivos, probablemente con un sospechoso la cosa cambiaría.

Kari da su versión de los hechos más o menos verídica, sin embargo Leyja se ve obligada a titubear e inventar más a menudo hasta que al cabo de un par de horas os dejan salir nuevamente asegurándoos que encontrarán a los sospechosos y no debería ser muy difícil debido a las llamativas descripciones. Sin embargo Leyja alcanza a dudar que la cosa sea tan fácil...

Así pues, los tres salís de comisaría enfrentándoos nuevamente a la fría noche de Bergen, esta vez ya son las 22 de la noche y el padre de Kari mira un instante el edificio frotándose las manos con insistencia antes de miraros a ambas.
-Quizá deberíamos haberles pedido que nos acompañen... ¿no?- pregunto un poco dubitativa. Al fin y al cabo nunca se ha considerado un héroe, más bien todo lo contrario es un hombre bastante realista.

Cuando se sento en el coche patruya justo a mi otro lado no pude evitar mirarla todo el rato tenia ganas de hablar con ella pero no sabia que decirle. En comisaria fue un caos, yo explique todo lo que sabia, lo cual no era demasiado ya que sali corriendo como una gallina asustada, ese comportamiento me avergonzaba y miraba a mi padre de reojo.

una vez fuera me abrigue bien, volviendo a sacar vaho de la boca mire al fondo sin un punto fijo.

- deberian habernos llevado a casa si!...- resople tirandome el pelo de la cara para atras y comence a andar- venga que estoy hambrienta!- en realidad ahora no me encontraba tan segura en las solitarias calles de Bergen, aunque seguro que esa sensación desaparece despues de una buena noche y otro dia en Bergen.

Mire a Leyja- aun vives en nuestra calle?, seria bueno que llamaras a tus padres no?- mirando a mi padre como pidiendo su aprobación.

Una vez fuera de la comisaria se queda mirando la fachada de arriba a abajo y ya se gira hacia ellos dos.

-Eso es cierto, pero algo me dice que tienen cosas mejores que hacer que enviar a una patrulla para llevarnos a casa..- dije chasqueando la lengua bastante  enfadada con ese aspecto.

-Si la verdad esque si... aunque supongo que a estas horas ya se habrá acostado mi madre- dije sacando el movil de mi bolsillo del abrigo para asegurarme de que no me había llamado mientras estaba en comisaría.

-Bueno, sera mejor que nos vayamos ya, la verdad, prefiero no estar en la calle ya...- dije encogiendo el cuello un poco en el abrigo al acordarme de esos hombres y lo que se suponía que eran.. Aunque dudaba profundamente que volviesen a cruzarse en mi camino, seguramente para ellos sería algo así como una mosca... o comida, como bien dijeron. Al acordarme de todo eso me estremecí y pegué un suspiro largo como para quitar todos esos pensamientos de mi cabeza.

En el móvil de Leyja no hay ninguna llamada, y eso conlleve seguramente un enfado pro parte de su madre y una reprimenda acompañada de un castigo a la mañana siguiente, aunque quizá consiga neutralizar todo eso con el papeleo de la policía pero entonces la tendría mortalmente preocupada y a saber qué puede ser peor...

Vuestros pasos resuenan por las vacías calles y el padre de Kari no deja de mirar alrededor incluso más alarmado que vosotras, pero por suerte conseguís llegar a vuestras respectivas casas sanas y salvas sin que ningún accidente raro más os importune... Y además habiéndoos reencontrado.
Habrá muchas cosas de las que podréis hablar a partir de ahora, pero sin duda os merecéis un descanso en estos momentos.

Si es que la visión del tal Loki alimentándose de la muñeca de Leyja le permite conciliar el sueño...

Esa misma noche a Leyja no le cuesta conciliar el sueño, pero si que tiene varias pesadillas sobre vampiros, recordando la serie de buffy y imaginándose ella misma con estacas en la mano y ristras de ajo colgadas del cuello a modo de bufanda... a parte de que la imagen de ese tal Anubis se le muestra constantemente, esos ojos penetrantes y seberos que la miraban desde arriba  pero queda en eso, sólo un sueño.

Al día siguiente después de las clases enseguida se va hacia la casa de Kari llamando a la puerta sentada en su bici que está algo hecha polvo pero aun resiste a la espera de que alguien abra la puerta.

Despues de ese espectaculo me costo mucho, mucho conciliar el sueño, apenas que cerraba los ojos contemplaba la escena hasta que el cansancio pudo mas y me quede dormida. A las pocas horas sono el despertador y fuy a clase en la universidad, todo seguia igual, la gente, los profesores, las mismas fechorias, las mismas charlas, el altercado de anoche cada vez parecia mas lejano, casi parecia ya el resultado de un sueño borroso, el miedo desapareció por completo mas bien con el anelo de que jamas vuelva a suceder.
Estaba nerviosa, habia quedado con Leyja mas por la insistencia de ella que otra cosa, estaba contenta de verme, yo aun no estaba segura de que sentia y la charla con los demas no esque se mediera realmente bien.
Iba llegando a casa cuando vi la bicicleta y a ella subida y me acerque aligerando un poco el paso.

- Ley! estoy aqui!- esboce una sonrisa y me quede a su altura- que rápido has llegado...- me quite un asa de la mochila- quieres subir voy a dejar la mochila!

La puerta de la escalera se abre a través del interfono, al parecer el padre de Kari deduce que se trata de su propia hija aunque no llega a decir nada.
Leyja espera abajo pacientemente, en realidad apenas unos minutos, y tras despedirse de papá Kira vuelve abajo con su bolso, algo más mentalizada pero igual de nerviosa que hace un rato.

Leyja tiene la opción de dejar su bici en la escalera si lo desea antes de que ambas decidan dirigirse a algún restaurante cercano para comer y hablar acerca de lo sucedido ayer noche o sencillamente en todos estos años que han estado sin verse.

Leyja efectivamente deja la bici en la escalera enganchándola junto a alguna barandilla y poniendole un seguro con candado para asegurarse de que a la vuelta siguiera estando alli.

En cuanto la vio bajar ya sonrió ampliamente -vamos a comer?- dije muy animada que en cuanto se puso a mi altura la cogí del brazo -Cuentame a donde te has ido todo este tiempo?- dije mirandola con entusiasmo y esperé a que me contestara mientras llegabamos a una cafetería que había relativamente cerca, asi que entramos dentro del establecimiento y ya miré a mi alrededor para percatarme de la gente que había o de si conocía a alguien. Estiré a Kari hacia una de las mesas vacías que había y ya me senté en uno de los sofás acolchados que había y alargué la mano mirando la carta por encima, en realidad ya sabía lo que quería.

-Pues yo sigo iendo a la escuela... sólo que ahora por las tardes trabajo también en la Escuela de Arte y Danza de la calle 24.- dije sonriendo ampliamente orgullosa de haber podido entrar allí.

-Por cierto, quienes crees que eran los tipos de anoche?- dije mirandola por encima de la carta con mucho interés.

En cuanto me cogio del brazo la observe recelosa, no estaba acostumbrada a ese trato y me resultaba dificil e incomodo.
-Mis padres se divorciarón asi que me fui a vivir con mi madre y su actual marido, ahora tienen un bebe!- como si fuera importante aunque lo dije en un tono sobrio, desganada.
En cuanto me senté en el sofa pegue un suspiro de alivio, seguramente de volver a recuperar mi espacio vital y al parecer rotundamente necesario. Observé su cara mientras miraba la carta, en el prospecto aparecia un enorme sandwich con extra de queso y bacon, pegue un suspiro, ya sabia que queria y no me hacia falta ni mirar la carta, asi que puse las manos debajo de la mesa y empecé a juguetear con uno de mis anillos, aparentemente tranquila.
- Ahmm!- me limité a decir cuando dijo que asistia a la escuela de arte, desde cuando pintaba? no era el momento de parecer tonta asi que esperé, cuando pregunto por el tipo raro de anoche arqueé ambas cejas.
- Estaba claro era un yonki con exceso de adrenalina.- era lo mas logico- he visto reportajes de lo que puede hacer la gente cuando tiene mono.- empece a mirar alrededor esperando a que llegara la camarera.

Cuando hace el comentario sobre que sus padres se habían divorciado ahi asentí con la cabeza, en realidad algo había escuchado, esa era una de las razones por las que se fue, seguro.

En el momento en que dijo que tenian un bebé me quedé mirnadola a ver que cara se le ponía -oh...- dije sin saber muy bien que decir y ya me limité a levantar el brazo para llamar al camarero y que me trajera mi plato de ensalada y un buen chuletón de carne.

Me volví a girar hacia Kari mirandola que cuando dijo lo de los yonkis asentí con la cabeza, la verdad esque parecía bastante logico, pero yo sabía perfectamente que iba bastante mal encaminada.

-No era un Yonki... en realidad he mentido a la policía, te voy a decir exactamente lo que pasó... por eso entenderás que no haya podido decir la verdad, más que nada porque no me creerían..- ahi inspiré hondo y ya empecé a soltarlo todo.

-En el momento en que te fuiste, ese tipo rubio, Loki, se me acercó y acabó arremangandome y sacó unos afilados colmillos...- dije poniendo énfasis y tocando los míos aun impresinoada -y me mordió en el brazo... por eso tenía sangre en la manga- dije bajando de nuevo los brazos -Era un vampiro... después apareció otro tipo mucho más alto que él, con rastas.. por lo visto se llamaba Anubis...- dije asintiendo con la cabeza y con un suspiro al acordarme de él -Por suerte le dijo que me dejara y que se fueran... a ese tal Loki no le hizo gracia y quería matarme pero Anubis le quitó las intenciones y al final se fueron...- dije que ahi pegué un suspiro largo -es lo que pasó, y no me he inventado nada- la miré fijamente a ver que cara ponía despues de toda la información que había soltado de golpe, la verdad que me sentía mucho mejor.

Te llama la atención el hecho de que ambos hombres tengan "nombres", o mejor dicho apodos, de dioses, podrías intuir que no es una coincidencia.

*Loki es el dios timador de la mitología nórdica, es hijo de los gigantes Farbauti y Laufey y tiene dos hermanos, Helblindi y Býleistr de los que poco se sabe.
Loki fue una figura de atenuada maldad, una suerte de estafador entre los dioses. En algunas oportunidades con sus trampas, engaños o bromas molestaba o ponía en apuros a los dioses y luego los ayudaba.
Loki es, junto con Odín y Thor, parte de los tres personajes de la mitología nórdica que más influencia han tenido sobre la cultura popular moderna y sobre los cuales se encuentran mayor número de referencias.

*Anubis era el "Señor de la necrópolis", la ciudad de los muertos, que situaban siempre al oeste, y era el encargado de guiar al espíritu de los muertos al "otro mundo", la Duat, dentro de las creencias egipcias.
Anubis estaba relacionado no sólo con la muerte, también con la resurrección después de la muerte, y era pintado en color negro, color que representa la fertilidad.
También Anubis era el encargado de vigilar, junto a Horus, la balanza en la que se pesaban los corazones de los difuntos durante el Juicio de Osiris.

Recibió los epítetos y títulos de: "Señor de las necrópolis", "Señor de los Occidentales", "Señor de la Tierra Sagrada", "Señor del País Sagrado", "Señor de Rosetau", "El que está sobre su montaña", "Señor de las cavernas", "El que preside la tienda divina", "El que está en la cámara del embalsamamiento", "Señor de los embalsamadores", "El que está sobre las vendas", "El que cuenta los corazones", "Señor de las vacas lecheras", "El Señor de Nubia".

Al recordar esto, también recaes en que en la Mitología Nórdica se menciona una "Gerd", aunque su nombre tiene varios derivados.

Gerd, Gärd, Gerdhr, Gerda o Gerdur (Nórdico antiguo Gerðr) es una giganta de la mitología nórdica conocida por ser la esposa del dios Freyr. Es la más hermosa de todas las criaturas y pudo haber sido la personificación de la fertilidad de la tierra y del sexo. Sus brillantes brazos desnudos iluminaban el aire y el mar.
Ella nunca quiso casarse con Freyr, rechazó sus propuestas (realizadas por Skirnir, el mensajero de Freyr) aun cuando le llevó once manzanas doradas y el Draupnir. Skirnir finalmente la amenzó con usar la espada de Freyr para cubrir la tierra con hielo y tras esa amenaza aceptó casarse con Freyr.