Partida Rol por web

Unas horas después de la captura del mercante, en un aparte en la sala de navegación de la pinaza

Adam os invitó a las tres a entrar en su camarote con una sonrisa

- Buenas tardes. Me preguntaba si no les importaría acompañarme un momento. Tengo algunas cuestiones que creo podrían ayudarme a solucionar respecto al barco. ¿Pueden acompañarme dentro unos instantes por favor?. No creo que nos lleve mucho tiempo - dijo con cortesía británica

Vuelta a Tortuga

-Por supuesto que no aspiro a ser capitan de esta cascarria,pero es un buen Caballo de Troya..-

- Escocés, sin ese mercante a cuestas hubiéramos atacado al menos a uno mas de los barcos que nos hemos cruzado - le replico- Se que tienes un gran interés en mandar tu propio barco, pero ten un poco de paciencia.

-ok,tu ganas.....de momento.- le guiño un ojo.

Tortuga - Mayo 1665

- ¿Asumo que no deseais tener esa conversación? - pregunto a las mujeres del barco tras unos instantes de silencio bastante embarazoso

Bueno, algo importante debía estar pasando para que pidiera hablar puntualmente con nosotras. Así que di un paso al frente decidida a seguirlo luego del contratiempo inicial de no saber qué hacer.

-Disculpe, señor, pensaba en otra cosa y me quedé un poco... No importa, voy con usted.

Me acerqué lentamente a él, miré a Jack unos instantes antes y luego me decidí a ver qué tenía el Rojo para decirnos.

Cuando vi que Kath dio un paso al frente, hice lo mismo que ella.
No me había acercado antes porque no entendía su conversación.
-Yo también voy.-dijo dispuesta a todo.

Recuperando la cortés sonrisa franqueé el paso a las tres piratas a la sala de navegación.

- Por favor, sentaos - dije con una sonrisa apuntando a la mesa de mapas y carraspeé suavemente- Supongo que os estareis preguntando para qué quiero hablar con vosotras. Supongo también que el hecho de que soy un ogro perverso, creido y con mala baba también os ha quedado claro. Así que si no os importa entraré en materia. Nunca he navegado con mujeres a bordo de un barco, y estoy seguro que eso dará problemas. Antes o después. Pero habéis sido aceptadas como tripulantes por mi capitán, y eso me vale. Además, estoy convencido que podeis ser tremendamente importantes para este barco y para la expedición. Me he apercibido que ha sido vuestra presencia, y no las palabras de nuestro buen Escocés el que ha convencido a algunos de los marineros del barco español para que se nos unieran. Y lo cierto es que necesitamos gente, y necesitamos mantener su moral alta. Y necesitamos saber como son. Estoy convencido que podeis saber, mejor que ningún otro, los deseos y anhelos de nuestros tripulantes. Y no me refiero solo al obvio de que mas de la mitad de la tripulación se pasa el día pensando en como llevaros al catre. Además creo que alguna de ustedes tiene conocimientos sobre como regatear en los mercados. Y me preguntaba si estarían dispuestas a informarme de cualquier problema que tengan los hombres, antes de que se produzca. Habrá cosas inevitables, claro. Necesito que tengan disciplina, y eso no les gustará. Pero a pesar de lo que puedan creer quiero que nuestra tripulación se sienta lo más feliz posible. Sin ellos no lograremos ni una sola moneda. ¿Qué piensan de lo que les he dicho?

-Haré lo que pueda, señor... Aunque no sé si eso no nos pondría en peligro a cualquiera de nosotras. La verdad es que si alguno de esos hombres se enteera de nuestro proceder, bien se puede despedir de nosotras pero por mi parte cuente con ello. Ya veremos de qué pie cojean los marinos de este barco.

Me sacudí la falda, estaba segura que esto podría ser un poco extenuante y sobre todo conflictivo en algún punto en el que sólo yo sabía pero había prometido servir y lo haria.

Claro, Rojo. Ayudaremos en todo lo que podamos. -asiente Carmen al oír las ideas de Adam- Como me asignó el capitán puedo entretener a la tripulación con alguno de mis bailes españoles, aunque tengo que decir una cosa. -dice mientras se pone seria de repente- De mi parte no tendrás ningún problema relacionado con la tripulación. No estoy dispuesta a meterme en la cama con nadie. Ya escarmenté... -susurra por sí misma, aunque lo suficientemente fuerte para que sus compañeros la oigan.

Entonces se queda pensativa, recordando que Alan le comentó si podía ayudar a José. El problema -piensa con pesar- es que nunca he entrado en una cocina... Viniendo de donde vengo no necesité aprender a cocinar...

Por curiosidad... Creéis que podríamos organizar alguna sesión de entrenamiento con la tripulación? -pregunta a Adam, con cautela ya que no sabe si su idea es demasiado fantasiosa- Lo digo porque tengo formación con el florete, y quizás pueda enseñar algún que otro truco a nuestros compañeros. Ya se que lo que se busca aquí es la rapidez y la fuerza, pero sería una forma de compenetrar más con nuestros compañeros y de paso mejorar su disciplina. -concluye, esperando la respuesta de Adam- Aunque claro está, si lo hacemos sería a tierra o en algún momento en el barco, cuando podamos...

- No creo que eso les ponga en peligro, al menos mientras la situación en el barco sea buena, y os aseguro que mi deseo es precisamente no permitir que empeore en demasía. Quien sabe lo que preocupa a su gente, tal vez evite motines. Esa es mi idea, al menos - digo mientras sonrío abiertamente ante las palabras de ambas mujeres. Luego me rasco la barbilla y miro a Carmen- Si quieres que te sea sincero, Española... dudo mucho que nuestros hombres estén muy dispuestos a aprender esgrima, y menos de una mujer. Pero no me opongo en absoluto a que lo intentes. De hecho, y sabiendo que tienes experiencia en esas aptitudes, tal vez te agrade realizar algún combate con floretes de entrenamiento. Yo también disfruto de la esgrima. Y siempre es bueno estar a tono para cuando tengamos que combatir. En cuanto a lo de no acostarse con nadie... como dije en el barco está prohibido, pero lo que hagáis en tierra es cosa vuestra. Eso sí, tened en cuenta que todos los hombres de la tripulación os mirarán con deseo, y que son mucho tiempo de viaje en el que solo os verán a vosotras. Si hay cualquier problema - y lo dice mirandoos con mucha seriedad- contadmelo de inmediato. Prefiero bajar las "pasiones" de algunos a base del látigo, que tener que colgarlo del palo mayor. Y estoy seguro que alguno de ellos intentará.... - Adam se queda un momento pensando una forma poco brutal de decirlo- ... sobrepasarse con vosotras en un momento u otro. Es un barco de piratas, al fin y al cabo

-Pues ya mismo pueden intentarlo, que un buen navajazo o espadazo se van a llevar. La verdad es que no me intimidan esas miradas, peor para ellos, ya la Española ha dicho que no se acostará con ninguno... A Mony creo conocerla un poco y tampoco lo hará y yo no estoy por la labor de hacer feliz a ninguno de estos; ya me pueden mirar como se les dé la gana-luego pensé en sus palabras respecto a las prohibiciones, ¿sería que acaso estaba enterado de algo sobre Jack y yo?-Por lo demás, no se preocupe, señor... Sé..., creo que todas sabemos cuáles son las prohibiciones. ¿Hay algo más qué decir?

Me precisaba hablar con Jack ya mismo, había de decirle de mis sospechas o de las del Rojo o lo que m... fuera porque no podíamos arriesgarnos.

Volvimos a Tortuga. El regreso fue antes de lo que yo esperaba. Menos mal que no robamos los cañones, o estaríamos en graves peligros.

Me acerqué a el rojo y le dije:

-Señor, creo que debemos vender los cañones por separado del barco. Podríamos sacar un poco más de dinero. Si pensamos en lo que nosotros pagamos por los nuestros. Sólo un consejo. Si usted me afirma, y ome encargo de buscar un comprador.

Me bajo del barco, por fin piso tierra firme. Bueno, no hay nada como la mar, pero en tierra por lo menos no se gasta el RON.- Bueno compañeros, mientras amarrais y tal, me voy al bar, seguro que se cuece algo importante en esta isla.- Que ganas de probar el delicioso RON de mi taberna preferida

viaje arriba... viaje abajo.... y nadie me necesita...esto es vida de verdad... si siguen sin molestarme un tiempo quizas me acostumbe... que lastima que quieran vender el barco, ahora toca acostumbrarse a otro, bueno sera mejor que de un paseo por la isla a ver que veo me incorporo y sin saludra a nadie salgo de el barco en direccion al puerto, a robar algo para comer y quizas algo para distraereme, observo los tenderetes portuarios a ver si veo algo de interes