Partida Rol por web

Adam frunce el ceño al notar como Mike empuja, y al escuchar los gritos de Jack. Pero no dice nada

En cabeza Adam, Jack y Francisco se disponen a cruzar la puerta, todos ellos preparando sus armas para un posible conflicto.

Adam abre la puerta bruscamente para dejar via libre, dándose cuenta de que daba a un angosto pasillo que está en una oscuridad casi completa. Solo se vislumbra levemente una puerta al final del pasillo y una abertura en el al lado izquierdo.

Lo que si se percibe con total claridad son los gritos que provienen del otro lado de la puerta de enfrente, son más intensos y desesperados.

Por lo poco que oyes y ves parece que algunos se disponen a cruzar la puerta de enfrente, pero a partir de ahora poco vas a saber de lo que está pasando. Te quedas solo en la calle vigilando la entrada.

La impaciencia y la temeridad ante tamaños y desgarradores aullidos de dolor pueden conmigo y me apresuro raudo hasta la puerta del final del pasillo, abriéndola de una patada mientras sostengo en alto mi sable y grito

- ¡YA BASTA! -

Sigo al "Sabio" y le cubro con mi trabuco dentro de la habitación.

Observo con atención cómo los hombres se han adelantado, bien, hacen bien al menos por el momento me quedaré donde estoy. Echo una mirada a Carmen, debemos estar atentas por si acaso, veo poco prudente meter más gente a esa habitación.

Entro junto al Sabio y el Escocés, una vez confirmo que no hay nadie emboscado en la puerta de la izquierda. No llego a entrar en ella, sin embargo, sino que miro a Kay y señalando la puerta que dejamos a nuestra espalda le digo

- Cubre esa puerta. Que nadie nos ataque por ahi

Asiento a las palabras de Adam sin hacer muchos aspavientos, después de todo ya somos muchos para una sola cosa. Siempre parecemos muchos. Puse mi arma del otro lado de la puerta para que si alguien venía no pudiera verla y esperé pacientemente, paciente y alerta.

-Así se hará, Adam...-murmuré.

Esperando a que vuestra vista se acostumbre a la oscuridad del pasillo Francisco reacciona súbitamente. Se lanza con el sable en alto corriendo hacia la puerta del fondo, cuando está a punto de llegar para tumbarla de una patada parece tropezar con algo y se estampa contra la puerta. Esta no debia ser muy fuerte, ya que con el impulso y peso del español se rompe en pedazos mientras el la atraviesa, cayendo a un suelo de piedra de un pequeño patio interior.

Sorprendidos, al igual que vosotros, varios piratas se encuentran forcejeando con una chica. Mirándo primero al español estampado en el suelo algo aturdido, para despúes ver hacia el pasillo donde os encontrais y luego mirarse unos a otros pensando en como reaccionar.

Adam y Jack han avanzado unos pasos por el pasillo, el primero observa el porqué del tropiezo de su compañero. Ahora hay algo más de luz y por el rabillo del ojo observa la puerta de la izquierda. Asomando por ella se ven las piernas de una persona que está echada en el suelo, encima de un charco de un líquido oscuro. Jack iba apuntando con el trabuco hacia el frente del pasillo, al caer su compañero no puede evitar bajar el arma un instante y fijarse en lo que ha pasado.

Escuchas un golpe seco que proviene de la casa y los gritos cesan de repente.

- Las prisas no son buenas para nada - me digo mientras sacudo la cabeza e intento incorporarme del golpe que acabo de sufrir por mi propia desidia.

Alzo la vista hacia los hombres que tengo frente a mi y se encuentran forzando a una pobre dama. Aún mareado por el impacto, y alzando mi espada hacia los piratas, pregunto:

- ¿qué está ocurriendo aquí? -

Oigo un estruendo pero no me muevo de mi lugar, aunque si intento ver qué sucede. Parece ser que había mucha más gente de la que esperabamos, bueno, si no veo nada aquí, pronto me les uniré.

-¡Maldita sea, con lo planeada que teníamos la noche!

Vuelvo a apuntarlos y me acerco bordeando a el "Sabio" mientras digo
-Apartaos de la dama si no quereis que os haga otro agujero en vuestras pateticas cabezas.-

Bastardos... -gruñe Carmen, visiblemente afectada por la escena. Lanza una mirada asesina a los piratas y se dispone a rebanar cabezas, perdida ya su típica actitud de agradable diplomática. Se acerca a Kat y se sitúa a si lado- Por que no jugáis con nosotras, eh?? -les suelta con una sonrisa sarcástica en su cara.

No vais a saliros con la vuestra...

Entre una cosa y otra me distraje y al final sólo entré hasta el umbral de la puerta, así que ahora aprovecho para seguir pasillo adelante intentando averiguär qué pasa allí y de dónde venían esos critos, que parecen haber cambiado un tanto.

Daniel parece algo nervioso, mira continuamente hacia los extremos de la calle y hacia el interior de la casa. Agarrándote del brazo te dice con ansiedad - Deberiamos irnos, esto no puede traer nada bueno... si viene la guardia... - dice mientras mira en dirección al fuerte - Vámonos, venga vámonos...

Llevo la espada en mi mano y escucho la baladronada de El Escocés sin inmutarme. Con la espada en la mano y llevándome la otra al lugar de la casaca donde guardo mi pistola miro a los piratas y alzo la voz

- Si yo fuera vuesas mercedes me iría de aquí, antes de que no tuviera opción para hacerlo... - y deja que la frase, claramente amenazante, quede flotando en el aire