Partida Rol por web

Las palabras del jóven que nos seguía pero que todavía no sabía su nombre me estaban taladreando la cabeza. Y además osó a tomarme la mano.

-Muchacho, suéltame la mano si no quieres saber lo que es malo. Y por cierto, no seas miedoso, estoy yo aquí para hacerle frente a la guardia, no tienes nada que temer.

Me asomo por la puerta y grito:

-APURENSE, QUE ME ABURRO AQUÍ AFUERA. NO HAY NADA DE ACCIÓN. (esto último si es que lo escuchan, haceselo saber al resto sin que sepan lo primero)

Oigo al fondo las palabras del rojo, amortiguadas y poco comprensibles por la distancia, y me apresuro a llegar hasta la entrada de la sala de la que proceden.

Tras mi aturdida cabeza escucho las amenazas de mis compañeros a aquellos que amenazan con atentar contra la indefensa dama mientras completo mi labor de incorporarme y recomponerme del golpe recibido por mi imprudencia y temeridad.

- No veo, ¿dónde están? - el dolor ha nublado momentaneamente mi visión. Un universo de colores y destellos se me dibuja ante los ojos, como mil explosiones de santa bárbaras juntas.

Poco a poco, la vista se me despeja y consigo perfilar las figuras de cinco indivíduos frente a mi

Miré a Carmen algo apurada, estaba tomando más tiempo del necesario aquella cosa. ¿Por qué no entraban allí, sacaban a la mujer y terminaban con ese lío?

-¡Demasiada espera, compañeros!-bromeé.-¿Mucho ruido y pocas nueces?

Si no se apuraban, entraría yo a rebanar cabezas y luego averiguaría de qué se trataba todo el asunto.

Sin dejar de apuntarlos, y como si le leyese la mente a Kat comento a la chica-Guapa, ven aqui...y si vosotros os moveis, veremos quién es el primero que redecora las paredes de gris cerebro.- una sonrisa se dibuja en mi rostro mientras acaricio el gatillo.

Uno de los hombres que está más cerca de "El Sabio" tiene la intención de ir a por el, pero vuestra palabras y el trabuco de Jack le paran en seco.

Os mira con gesto rabioso y en un dialecto del francés bastante usado en las colonias os replica - ¿Qué quegueis?, la mujer, tendeis que espegar a que tegminemos... - En general parecen algo nerviosos, pero ninguno saca sus armas.

La mujer que ha caido al suelo grita entre sollozos - No, ayudarme, no me dejeis con los asesinos de mis padres... - mientras trata de abrise paso hacia vosotros.

-Por belenos, qué clase de degenerados sois? venga, dejar vuestras armas y las bolsas de dinero en el suelo e iros, o disparo. Que tengo ganas de beber un poco de ron sin complicaciones piratiles...- comento serio a los piratas mientras apunto a uno y presiono ligeramente el gatillo (sin disparar) mientras desenvaino el sable lentamente.

He terminado de sacar la pistola y apunto a los piratas sin vacilar.

- Fuera. Ahora. No voy a repetirlo. -digo en voz alta

Escuché la conversación que estaban entablando mis compañeros y realmente me enfadé, tanto que había nublado mi juicio. No porque le hayan matado a los padres, sino porque la querían violar y era tan sólo una pequeña señorita. Entré a la habitación empujando (No de mala manera) a mis compañeros para hacerme lugar hasta la escena. Saqué mi cuchillo y mi trabuco y me acerqué rápidamente a uno de los piratas.

-¿Qué clase de piratas sois?- Dije mirando a mis compañeros completamente enojado. -Por lo menos yo no voy a dejar irlos asi como así.

Sin más que hablar, disparé a la pierna (O eso intento, le apunto al muslo) de uno con mi trabuco y le clavé el cuchillo a otro en el estómago (O eso intento, jeje).

-Malditos enfermos. Ahora sabrán por qué me llaman el despiadado.

La acción del despiadado, me sorprende en un primer momento, pero enseguida saco mis armas y miro al rojo y a los demás compañeros a ver cómo reaccionan para seguirles.

En el momento de más tensión, mientras uno de los piratas parece comentarle algo en voz baja al que os habia hablado, un grito de furia se oye detrás vuestro. Jóse comienza a avanzar, un hombre de casi dos metros de altura y fornido se abre paso mientras saca sus armas. Según pasa por el vestibulo, las dos mujeres y Mike se ven contundentemente apartados a los lados.

Los piratas, por el estruendo o por otros motivos desaparecen de la vista, tan solo Francisco es capaz de ver como todos ellos se mueven hacia un muro del patio mientras trata de ponerse en pie. Adam y Jack tienen una preocupación más importante ahora mismo que los piratas, José parece no tener intención de pararse y es casi imposible que pase con vosotros en medio.

Fanny, al verse liberada va hacia donde está Francisco.

Me meto más en la habitación para apartarme de José y veo que hacen los piratas, si los veo sacar armas disparo.

Hacerle daño a una señorita... válgame el Cielo. Si en el barco capturamos un barco, o logramos hacer un saqueo, entre este y las dos chicas arman un lío. Demonios

Casi me giro para pegarle un tiro. Pero me contengo. La puerta entre abierta me permite apartarme solo poniendome en el quicio de esta, así que dejo que pase delante, y luego le sigo.

Hay que joderse, que manera de complicarlo todo. Uno se anuncia, y el otro nos aparta.

Apenas puedo comprender que ha pasado cuando me siento apartada de la puerta por una gran mole. Una sonrisa incrédula escapa de mis labios y es que aquello es sencillamente ridiculo, más aún cuando veo a los demás moverse. Alguien no estará muy contento aquí.

-¡Qué demonios...!

Un solo pensamiento se forma en mi mente

YO... LOS.... MATO

Afortunadamente luego recuerdo que estoy en una situación de vida o muerte, y que tengo cosas mas importantes que pensar que en matarlos o no. Pero los pensamientos, como negros nubarrones, siguen en mi mente.

Seguí caminando a paso firme, sin pensar siquiera en frenarme ni un segundo. Tenía que dar la imagen de seguridad absoluta como para transmitir miedo a mis enemigos. Con mi trabuco y cuchillo en mano* seguí acercándome con la misma idea de antes. Si alguno llegaba a intentar sacar un arma, le dispararía inmediatamente. No quería matar a nadie, así que dispararía a lugares no letales, salvo que corriese peligro.

Carmen está dispuesta a enfrentarse al pirata que les intenta avanzar, pero al darse cuenta de su "pacífica" actitud... Y de su enorme altura, prefiere tragarse sus gruñidos. Le lanza una mirada amenazadora a su espalda y espera que se desenvolupe la situación.

De repente me veo empujado por detrás e intento volverme espada en mano para dar su merecido al desaprensivo, pero finalmente veo que es José y me contengo.una vez que la mole ha pasado, me dispongo a seguirle, y entro en la zona que va despejando con su cuerpo.