Partida Rol por web

Tras la derrota del Rey Exánime, la Cruzada Argenta se ha dedicado todos estos años a erradicar cualquier reducto de la plaga en Azeroth, sin embargo, el enemigo está demasiado desperdigado en un mundo que está lentamente reconstruyéndose. Tirion, muy orgulloso de tu colaboración en las guerras pasadas te ha encomendado misiones de todo tipo para eliminar a estos agentes de la plaga que han ido ocasionando problemas a los ciudadanos, pero esta vez tu último trabajo ha sido más llamativo que de costumbre.

Te han ordenado viajar hacia Dalaran, la ciudad flotante gobernada por el Kirin Tor, la cual tras una breve audiencia con Ronin, su enérgico y sabio líder te ha pedido el favor de que investigues las cloacas de su amada ciudad. Parece ser que hay algún tipo de criatura relacionada con la plaga que está ocasionando el pánico entre los magos del lugar y han preferido enviar a alguien con experiencia para investigar el suceso.

 Ha pasado ya algo de tiempo desde la caída del Rey Exánime, aunque aun mi mente no ha podido asimilarlo, es dificil creer algo así, pero ha ocurrido y saber que yo he colaborado en ello me satisface enormemente.

Tirion desde entonces no ha dejado de darme misiones para eliminar a los miembros de la plaga que ahora andan desorientados sin un rey que los guie, algunas fueron mas complicadas que otras, pero todas han sido igual de satisfactorias cuando eran todo un éxito.

Hoy se me ha ordenado ir a Dalaran, había oido de ella, no era un lugar donde me hiciera mucha ilusión ir, pues poseía una gran cantidad de mágia, de hecho se mantenía en pie gracias a ella, y me podía sentir incomoda pero si puedo ser sincera, era una ciudad preciosa aunque pueda sentirme algo traicionada conmigo misma al admitirlo.

Caminé por sus calles admirando las altas torres, pudiendo percatarme que mi compañera de viaje parecía estar tambien impresionada por el lugar, aunque se sentía cohibida. Acaricié su cabeza para tranquilizarla.

Me reuní con quien sería el líder, fue el encargado de decirme realmente a que había venido allí, me sorprendió saber que en las cloacas pudiera haber una criatura relacionada con la plaga. En la ciudad no había demasiada gente, algo que agradecí ya que sería mucho mas fácil realizar mi trabajo.

- Shesha... encontremos a ese repugnante agente de la plaga. - Comenté mientras la incitaba a seguirme, comencé a adentrarme al interior de las cloacas. La bajada tenía bastante pendiente pero podía controlarlo. Era sorprendente que alli dentro no oliera del todo mal, supuse que como con todo, a base de magia modificaban las cosas que quisieran "mejorandolas"... me preguntaba si hasta el aire que respiraba tambien.

Sabía que no debía avanzar confiada, daba igual cuantos hubiera eliminado sin haber sido dañada en absoluto, pero cada uno era una amenaza que había que tomarse en serio. Tensé mi arco y comencé a avanzar lentamente, sintiendo como mi cuerpo acechaba al igual que el de mi compañera Shesha que caminaba del mismo modo.

Seguimos avanzando ahora por los túneles, en cada uno de los cruces me giraba rápidamente apuntando con mi arco, permitiendo a Shesha que se lanzara sobre la criatura que viésemos. De vez en cuando observaba el suelo con intención de rastrear al agente de la plaga

 A primera vista el complejo de las cloacas parecía un laberinto, todo estaba repleto de túneles y rampas, además de zonas encharcadas con el agua. Había goteras por todos lados y no era un ambiente demasiado agradable a pesar de que la magia había "adornado" el lugar. Según seguías adentrándote comprobaste algo que no era normal. Los salideros estaban expulsando un líquido que se alejaba mucho de considerarse agua. Se trataba de una materia viscosa y de color verde oscuro que emitía unos olores potencialmente desagradables. La poca vegetación fúngica que había en los alrededores estaba totalmente marchita.

De todas formas, según te dedicabas a mirar a tu alrededor no había nada que te alertara a parte del agua, no había alimañas de cloaca, y sobre todo, no había señales del Agente de la Plaga

 Cuanto mas me adentraba, mas horrible veía los túneles, avanzaba con cuidado, vigilando cada paso, haciendo que mis pies no chapotearan en el agua que pasaba ráidamente. Cuando decidí adentrarme por otro túnel pude percatarme que el agua no era "clara" como la de antes, sino que había tomado una textura mas espesa y un color intenso, verde.

Mis ojos se abrieron mas aun, identificaba esa sensación al igual que el agua putrefacta, estaba claro que había sido mancillada por un agente de la plaga, aquellos que por donde pasan se pudre todo lo de su alrededor... Mi ceño se frunció y mi expresión se marco  ahora mas dura.

Ese agente debía estar escondido, quien sabe si me vigilaba desde algún lugar, tenía que tener los ojos bien abiertos, por lo que comencé a buscar a ese ser donde sea que estuviese.

 Gracias a tus agudizados sentidos, notaste un cambio brusco en el sonido que provenía de los salideros de agua putrefacta. No podías determinar que era exactamente pero había algo que no era normal al final de los túneles. No te quedaba más remedio que introducirte en uno de esos salideros aunque eso conllevara tener muy cerca aquella materia viscosa.

Según avanzas por el túnel, puedes ver flotar por el suelo varios huesos con restos de carne, incluso algún que otro abalorio de lo que seguramente habrá sido algún despistado que se haya adentrado más de lo que debía en aquella zona.

 Un sonido me indicó el camino, y pareció como si mi compañera también lo notara, mis ojos se cruzaron con los de mi fiel amiga y a continuación mis pasos se dirigieron a uno de eso salideros, el que había escuchado ese ahuecado sonido.

Agradecí que llevara unas buenas botas de cuero revestidas con mallas, ese liquido viscoso no se filtraban en ellas, pero Shesha tenía que aguantarse.

Fue entonces cuando di un pequeño respingo al notar que algo duro había chocado con mis pies, mis ojos se fijaron en lo que quiera que fuese, y de ese agua viscosa y repugnante emergió flotante un hueso con restos de carne. Me alarmé de inmediato, mis ojos plateados se había abierto y mis orejas reaccionaron inmediatamente alzándose mas si cabe.

Volví a mi camino, volviendo a seguir el rastro de lo que mas convencida estaba de que se trataba de un agente de la plaga. Algún que otro objeto resbalaba por el sumidero, echaba vistazos rápidos para saber de donde venían y mis sentidos se encontraban alerta para no volver a asustarme, ya no sentiría sorpresa si veía incluso algún cuerpo descompuesto... .

Mi compañera gimió levemente, sus orejas se echaban hacia atrás, no acobardada, pero si inquieta por estar entre túneles con un suspense que no estaba acostumbrada, y para ser sincera, yo tampoco.

Continuaste caminando hasta que por fin encontraste una salida para aquel túnel. Tuviste que dar un pequeño salto para llegar de nuevo a suelo firme. Estabas en una cámara subterránea, todo el líquido viscoso rodeaba la parcela de suelo como si se tratara de una isla. Aquel lugar olía de una manera insoportable pero por suerte ya casi te habías acostumbrado. Seguiste avanzando por aquel lugar para intentar encontrar  más pistas. Flotando por el líquido viscoso había más huesos, probablemente correspondieran a la misma persona de antes, pero hubo algo que hizo que te pararas en seco.

De entre las aguas escuchaste un ruido extraño, como si algo pesado se deslizara. De repente, notaste unas pequeñas burbujas estallar de ahí. En un primer momento  no parecía que apareciese algo extraño o el tan buscado agente de la placa, sin embargo, cuando decidiste acercarte con mucha cautela para intentar determinar qué era lo que estaba ocasionando esos ruidos, notaste como de un fuerte ruido, una enorme bestia saltó de las viscosas aguas. Tus reflejos impidieron que te aplastara y cuando decidiste dedicarle unos segundos para ver de que se trataba te quedaste sumamente sorprendida.

¡Era un tiburón! o más o menos era lo que parecía.

La criatura era inmensa, estaba descompuesta en gran parte de su cuerpo, le faltaba una de sus aletas y sus ojos desprendían llamas antinaturales de color verde  ¿era aquello el agente de la plaga que estaba atemorizando a los magos?.

Aquella criatura desprendía una fuerza inhumana, por suerte, cuando la bestia intentó atacarte, lograste hacer una maniobra para montarte encima, había llegado el momento de controlar a la bestia.

 Continuaba el camino con la misma atención que antes, aunque ésta aumentaba por momentos, la ansiedad oprimia mi pecho, la adrenalina corría por mis venas libremente preparando mi cuerpo para lo que fuese a ocurrir. Mis ojos en ocasiones se paseaban por el agua viscosa que arrastraba otro brazo, y juraría que había visto una pierna revestida con unas botas de cuero ya podridas, retiré mi mirada asqueada pidiendo a mi cuerpo que no reaccionase al asco, había visto muchas cosas a lo largo de mi vida.

Sonó de nuevo otro sonido, similar al de antes podría ser, no, en esta ocasión era como si algo hubiese caido, me alarmé de inmediato, tal vez hubiese alguien aqui que necesitaba ayuda, que algo le estuviese haciendo algo. Rápidamente me fui dirigiendo hacia ese sonido, observando que dentro en el agua había algo, estaba en movimiento, salían burbujas. Desde allí no podía ver lo que ocasionaba esas burbujas, así que entré por el tunel y me fui acercando hacia donde estaba la zona con agua.

Me acerqué, pero era imposible, el agua verde y viscosa impedia ver atraves de ella, me preparé para pensar si meter mis manos o utilizar alguna herramienta para ello, pero entonces algo salió de alli y gracias a mis reflejos me dio tiempo a saltar hacia atrás e impedir que esa bestia me arrollase en primer momento, pero al estar en la salida del tunel estaba en medio de la trayectoria de la bestia que pude describirla como un tiburón, un tiburón realmente deformado y con parte de su cuerpo podridas, estaba claro, era lo que estaba buscando, un agente de la plaga que nunca antes me hubiera esperado encontrar, fue todo una sorpresa.

Mis plateados ojos se cruzaron con la mirada de aquel ser, sus ojos verdes centelleaban, su cuerpo resbaladizo iba directamente hacia mi situación deslizandose por el tunel, por lo que tuve que saltar para subirme sobre él para no ser arrollada y para no perderle de vista, tenía que elimitar a esa criatura como fuese.

- Shesha!! aparta!-Dije por inercia, pero sabía que mi compañía tenia una gran agilidad, una agilidad felina que muchos podían envidiar y evitó ser arrollada, y comenzó a correr tras de mi, rugiendo enfurecida.

Tenia que intentar calmar a aquello, era algo dificil pues había perdido casi en su totalidad lo que una vez fue, un animal del mar que tenía que ser sacrificada lo mas pronto posible.

 La criatura comenzó a dar embestidas por todos los lugares, era curioso comprobar como a pesar de tratarse de un tiburón era capaz de mantenerse bastante tiempo fuera del agua, si es que se le podría llamar así, pero teniendo en cuenta que ahora era un no-muerto, su condición de "pez" había pasado a un segundo plano.

Gracias a tu habilidad cabalgando, pudiste contener las embestidas de aquella criatura, sin embargo sabías que no ibas a poder aguantar así demasiado tiempo. Tenías que pensar en algo antes de que el tiburón tuviera la genial idea de arrastrarte hasta el interior de aquellas aguas viscosas o de estamparte contra un muro. Lo único que había realmente claro es que el hecho de que estuvieras montada sobre el, le estaba enfureciendo y mucho.

 La criatura al notar que yo estaba sobre él comenzó a moverse con mas energía, intentando a toda costa que cayese, pero con mis piernas me aferraba a el cruzandolas en su resbaladizo cuerpo y lo mismo hacía con mis brazos.

Poco a poco me percataba que cesaba en sus intentos, era como si supiese que yo no iba a ceder, así que me imaginé que a lo mejor estaba "pensando" hacer otra cosa, esa bestia no parecía pensar mucho por su bienestar y por unos instantes por mi cabeza pasó mi cuerpo siendo estrellado contra una pared.

Tenía que actuar rápido, pensar que hacer pues no me quedaba demasiado tiempo. Opté por arriesgarme a aguantar sobre la criatura un poco mas y saltar en el momento que se fuese chocar con algo, era una buena estrategia pero no estaba segura si llegaría a salir con éxito porque ya notaba que mis piernas se agarrotaban por el esfuerzo, tomé la segunda opción, la mas segura para mi.

Tomé mi espada que estaba colgada a mi espalda con intención de realizar una estocada en diagonal para cortarle la cabeza

 Sacaste una espada corta con la cual ibas a intentar tajar a tu enemigo sin embargo ocurrió un sustancial problema. Tenías maestría sobre todo con el uso de tu arco y la concentración necesaria para esgrimir tu espada con certeza hizo que descuidaras tu equilibrio encima del tiburón, eso hizo, que con una violenta sacudida de la criatura, salieras disparada de su lomo, haciéndote caer en las viscosas aguas por donde navegaba la criatura.

En aquel momento perdiste de vista al tiburón, tu espada también había caído en el fondo de las aguas, sin embargo aún tu arco seguía intacto y tu fiel mascota permanecía a una distancia segura para no entrar en demasiado contacto con el líquido.

Pasaron un par de minutos y el tiburón seguía sin aparecer ¿estaba jugando contigo?

 Con la espada corta en la mano, creí estar preparada para darle un sablazo y arrancarle esa pudrida cabeza, pero pareció que la criatura estaba esperando ese momento para zarandar su cuerpo con fuerza, una fuerza que podía haber controlado si no hubiese sacado la espada corta por lo que mi cuerpo se deslizó violentamente de la piel escurridiza del tiburón, cayendo sobre el agua viscosa que salpicó tanto mi cuerpo como a Shesha que con un gruñido se quejó y eso que la pobre estaba a una buena distancia para no pisar esas aguas.

- Shesha, estamos en una mision, si tienes que mojarte, mojate. - Dije frunciendo el ceño a la vez que me levantaba y sacaba mi arco mostrando en mi rostro enfado, no con mi compañera, sino con la situación y sobretodo con ese monstruo acuatico no-muerto.

Continué con la búsqueda, dirigiendome hacia donde creí que había marchado, miraba el agua para ver si habia alguna señal de movimiento, pero no, era como si hubiese desaparecido, me maldije a mi misma por haberlo dejado escapar.

- Busquemoslo juntas Shesha, si lo encuentras, no dudes en abalanzarte sobre el, se va a acabar el juego. - Dije entrecerrando mis ojos, afinando mis sentidos para seguir buscandolo y esperando que mi compañera tambien estuviese atenta.

 Sin que te lo esperases, la vil criatura salió de debajo del suelo firme que estabas pisando. Con una fuerza brutal rompió las baldosas que conformaban el terreno para emerger de la viscosa agua y sentir un gran empujón.

En aquellos instantes no te diste cuenta, pero el tiburón te había arrastrado hasta el agua con una velocidad increíble. Tu enemigo ahora te trataba como un rival digno, sabía que no eras una persona cualquiera que había ido a investigar, el monstruo se sentía en peligro e iba a hacer todo lo posible por detenerte.

Cuando recobraste la concentración de lo que estaba ocurriendo te viste perdida y desorientada en medio de un mar viscoso. Apenas tenías visibilidad y notabas como si alzabas el brazo un techo de piedra te impedía salir. No había duda de que el tiburón te había arrastrado hasta un complejo acuático en el cual estabas absolutamente en desventaja. Apenas veías bien, no tenías por donde respirar y para colmo nadar hacia arriba no era la solución. No sabías donde estaba Shesha, posiblemente aún estuviera en la superficie, sin embargo ahora tu cometido era salir de aquella trampa acuática donde te había metido tu enemigo.

 ¿Como había permitido haberme cogido por sorpresa así? Pensaba mientras decenas de burbujas salían disparadas de mi boca a causa de la sorpresa. La criatura surgió del suelo atrapandome y ahora me arrastraba a traves de aquel asqueroso y viscoso líquido que ya no podía denominarlo como agua.

Mis manos comenzaron a moverse y tantear lo que había a mi alrededor, golpeando, dandome cuenta que ahora sobre mi cabeza no había ningun espacio, sino el "suelo", estaba por el subterraneo y lo unico que podía sentir del exterior era a Shesha rugir repetidas veces, sentía que me llamaba.

La adrenalina corría con fuerza por mis venas y la ansiedad golpeaba mi pecho, pero eso era lo peor que podía hacer, tenía que calmarme, tranquilizar mi mente para así relajar mi cuerpo, tenía que aguantar todo lo posible, las reservas de aire que tenia ahora mismo no eran muchas, pero debían ser las suficientes como para poder salir del agujero.

Intenté concentrarme para recordar el camino que había recorrido la criatura. Mis ojos no podían ayudarme bajo ese liquido, todo lo veía de color verde amarillento, con restos de cosas que no quería saber de que se trataban.

Notaba que ya no estaba libre de aquella bestia que  apenas pude ver, pero que representaba claramente a uno de los agentes de la plaga. Estaba acostumbrada verlos de forma de humanoides, pero me sorprendió haber visto  lo que me habia arrastrado.

Comencé a nadar hacia donde creía que estaba la salida, entre abriendo mis ojos por pura inercia, pero usando mi instinto de supervivencia para salir de alli

 Gracias a tu experiencia en situaciones límite en tu historial, supiste mantener la compostura en esa situación tan extrema, una firmeza que te salvó la vida, puesto que a los pocos minutos, antes de que se te acabara el oxígeno y gracias también a los gruñidos de tu fiel mascota, supiste encontrar de nuevo un acceso a la superficie.

Shesha empezó a tirar de ti para ayudarte a salir, estabas totalmente cubierta de esa asquerosa capa de sustancias desconocidas, pero estabas vivas y con fuerzas para vengarte. La criatura seguía sin salir, probablemente estaba confiada de que hubieras muerto en su trampa mortal, cualquier otra persona hubiera muerto ahí pero tu no eras como los demás...

De repente, escuchaste un pequeño burbujeo ¿era el tiburón?¿estaba dispuesto a salir otra vez? ¡era tu oportunidad! notaste como se asomaba por la superficie la aleta dorsal de la criatura, la cual estaba repleta de marcas y cicatrices, pero fue cuando asomó el hocico por completo cuando creíste que era el mejor momento para contraatacar.

Tu enemigo no se esperaba que tu estuvieras de nuevo en la superficie, de ahí que era la oportunidad perfecta para acabar de un solo golpe con el agente de la plaga ¿podrás estar a la altura?

 Cuando encuentro la salida doy una gran bocanada de aire, aunque el edor recorra mi garganta y casi me entrara nausias, era de agradecer que podía respirar.

Antes de continuar con la busqueda, acaricie la cabeza de mi compañera, sus rugidos me abian ayudado a orientarme.

Alzo la mirada para dirigirla hacia la superficie, apuntando y entrecerrando mis ojos para afinar mi punteria, la templanza era unas de mis virtudes, pero la ira que estaba comenzando a sentir por esa criatura me guiaria para terminar aquello.

Notaba mi cuerpo humedo, viscoso, casi me mata ahogada... esa criatura iba a morir... otra vez.

Entonces vi algo asomandose por la superficie, podia catalogarlo como una parte del cuerpo de esa criatura, una aleta tal vez. Tensé aun mas la cuerda de mi arco y la flecha casi vibraba deseando ser clavada en espera del momento idoneo.

Esa espera cesó, pues su enorme y asqueroso hocico salió a la superficie en su totalidad, seguramente iria a por Shesha, pero ahi estaba yo para terminar con esto. Disparé

 La flecha cortó el aire mientras se dirigía a gran velocidad hacia la criatura. Un leve chasquido inició lo que pretendía la elfa nocturna, la segunda muerte de la criatura.

Un corto y deprimente gruñido fue el indicativo de que aquella criatura estaba sufriendo por última vez en su vida. La flecha que con éxito lanzó Elvawen había atravesado por completo uno de los puntos vitales de la criatura, dándole una muerte rápida que probablemente no se merecía.

La sensación de satisfacción era plenamente reconfortante puesto que a pesar de que con un disparo certero la bestia haya caído, no se lo puso nada fácil para tratarse tan solo de una criatura acuática.

Shesha no dudó en ir hasta el tiburón para mordisquear parte de su cuerpo y comprobar que definitivamente había dejado de ser un problema. Ahora habría que regresar con el líder del Kirin Tor y darle la buena noticia, las cloacas de Dalaran volvían de nuevo a ser un lugar seguro, por lo menos por ahora...

 Cuando vi como mi flecha había atravesado a la criatura la miré con severidad, observé el rugido que emergió de su pudrido cuerpo para luego flotar de costado en las viscosas aguas que tenía esperanza que volvieran a ser lo que era antes.

Mi amiga no dudó de abalanzarse a la caza ya neutralizada, mordisqueando y arañando parte de su cuerpo, comprobando que era cierto, había acabado todo, por lo que regresó a mi  sacudiendo con esmero sus zarpas al haber pisado el agua.

- Vamos Shesha, ya hemos acabado aquí. - Comenté premiandola con una caricia tras una oreja.

Caminé lentamente hasta salir de los túneles, agradecí enormemente encontrarme de nuevo con las grandes torres y principalmente aire libre, aire de verdad. Mi aspecto no era de lo mas heroico aun cubierta parcialmente con ese liquido viscoso, pero mi acción se podía denominar así, por lo que no me esforcé en limpiarme, simplemente no podía, tendría que darme un buen baño.

Mis pasos terminaron hasta la ciudadela violeta. Saludé con una pequeña sonrisa y un asentimiento de cabeza a los que me miraban hasta que frente a mi tenía al líder de los Kirin Tor.

- Vengo a informarle, que el agente de la plaga que amenazaba las cloacas ya ha sido neutralizado. Había comenzado a pudrir todo lo que hubiese a su alrededor, hongos, pequeñas plantaciones, y el agua transformandola totalmente en lo que ve sobre mi. - Dije señalando como prueba aunque algo molesta por estar cubierta de esa cosa. - Se trataba de un tiburón , no se como llegó ahí, pero creo que esa parte os corresponde a vosotros. La criatura está muerta. - Acabé por decir mirandolo fijamente.

 Rhonin, líder del Kirin Tor desde la muerte de Antonidas años atrás, te recibió como a una heroína. Su rostro reflejaba alegría por poder contar con una elfa que era capaz de igualarse al poder de un grupo de hombres.

Con total amabilidad te ofreció hospedaje en las cámaras privadas de la ciudadela para que te alimentaras y limpiaras después de haber estado en un lugar tan desagradable como aquel. Te pagó con una cuantiosa cantidad de oro, pero era algo innecesario para ti, ya que tus servicios en la Cruzada Argenta siempre te han aportado muchos beneficios para subsistir.

- No olvidaré esta hazaña elfa nocturna, créeme que si alguna vez necesito a alguien eficaz para llevar a acabo alguna tarea que concierna al Kirin Tor me pondré en contacto con la Cruzada Argenta para que pueda localizarte. Recuerda que serás bienvenida a nuestra ciudad siempre que necesites algo - dijo a modo de despedida mientras te tendía la mano.

Ahora tan solo quedaba descansar y recuperar fuerzas, esto no había sido más que un día más en tu dura jornada como Cruzada Argenta, aún hay mucho mal que combatir...