Partida Rol por web

Kipp revisó de arriba a abajo la habitación con nerviosismo. Desde luego lo que había dejado catatónico a un monstruo que se alimenta de vidas ajenas bien merecía atención.

-Sea lo que sea la cosa que le ha dejado en este estado... no quiero alarmar a nadie, pero dice que viene hacia aquí...

Deslizando su mano en el bolsillo, agarró a su fiel compañera y con un movimiento de muñeca y un par de filigranas, colocó en posición su mariposa, mientras buscaba ventanas, respiraderos y miraba de reojo la puerta que acababan de romper de un portazo.

Sabía que el poder del que disponían ese tipo de seres era alto. Quedarme en aquel lugar era una insensatez a todos los niveles. Por un momento intuí que podía haber alguien más en aquel almacén, pero no me atreví a confirmarlo. Pensé en Ashley y supuse que debía encontrarse allí dentro. ¿Por qué me estaría dejando con vida aquel ser?

La situación era desesperada, si seguía a aquel demonio, sin duda me destruiría, no era una criatura dada en las artes del combate, y mi experiencia en este tipo de situaciones era nula. La emoción me embriagó, pero la contuve.

En el mismo lugar en el que me encontraba traté de dirigirme a la calle, con suerte podría vislumbrar el vehículo de mis compatriotas, tratando de huir, o el de algún compañero capaz de defenderse con mejor suerte que yo.

Te parece distinguir lo que dice Fuller una de las veces:

- Está aquí. ¡Ya viene... Ya viene! - en ese instante notas que sus ojos despiden terror.

Parece que sólo Kipp ha entendido al hombre, puesto que lo dice para todos... Sólo Wheems y puede que Cohen no hayan entendido los farfulleos de Fuller.

Fuller os mira aterrorizado y se aprieta contra la esquina mientras dais unos pasos alrededor inspeccionando la sala.

Sigue sin aparecer nadie por sorpresa allí.

En ese instante os llega a los 3 un mensaje, es del movil de Cohen... - Está en la entrada. HUID. -

Diste un rodeo por el exterior del almacen, y descubriste el coche de Ashley aparcado donde lo dejó... en el extremo opuesto divisaste un vehículo que recordabas pertenecía a John Weems. Un par de tipos esperaban en el interior del vehículo y los reconociste como los hombres de John.

Pero de tus compañeros ninguno había salido al parecer... seguían dentro y aquella criatura acababa de entrar.

Quizá pudieran esconderse, quizá pudieran huir... evidentemente lo más sensato era que no intervinieras... aunque quizá pudieras echarles una mano preparando algún tipo de huida.

-Debemos marcharnos- susurro no muy segura de si es la decisión correcta-. Dice que va a llegar... y...

No sé expresarlo con palabras, pero tengo con fuerza agarrado mi viejo móvil. 

Me dirigí hacia los hombres de Weems seguro que ellos disponían de un dispositivo de telefonía móvil para comunicarse con Weems, y con suerte podrían informar a alguien más, a alguien poderoso. Desconocía los contactos de Weems, pero esperaba que fueran muchos.

Caminé a grandes zancadas tratando de no llamar la atención hasta el coche en el que estaban aquellos hombres.

A John comienza a sonarle el telefono movil... Mas bien a vibrar pero todos lo notais puesto que no hay ruido en la sala... salvo los temblores de Fuller...

Mierda, fue lo único que consiguió articular mientras depositaba la escopeta encima de la mesa, para agarrarla con ambas manos. Lori, abre las ventana. Kipp cógete a Füller. Comentó mientras colocaba con soltura la mesa atravesando la puerta,  para dificultar su apertura, pues poco se podía confiar ahora del cerrojo.

Una vez colocada respondió a su móvil con cierta agitación. Rápido, qué pasa.

[ Mientras escuchaba, aprovechó para introducir toda la información de aquellos papeles en los amplios bolsillos de la gabardina, sin preocuparse demasiado cuánto pudieran arrugarse. ]

Posteriormente recogió la escopeta con su mano libre para cubrir la puerta mientras sus compañeros preparaban la salida.

Sus ojos recorrieron rápidamente la estancia una última vez intentando no dejarse nada, aunque de poco le servirían aquellas miradas nerviosas a su alrededor.

-Enseguida. No tengo ganas de comprobar qué o quién es lo que viene.

Agachándose al lado de Fuller, le dijo unas palabras al oído y se lo echó sobre un hombro, deseando que aquella cosa-mujer abriera la ventana rápidamente.

-Estas cosas te pasan por jugar a los sectarios.- Se atrevió a susurrarle en el oído a un catatónico Fuller.

John recoge papeles a toda prisa del escritorio mientras apunta con la escopeta en dirección a la puerta.

Mientras Kipp trata de echarse al hombro a Fuller y mira hacia Lori esperando que ésta abra la ventana. En ese momento escucháis a Kipp soltar una especie de gemido-gruñido y soltar a Fuller de golpe.

Al levantar a Fuller, cuando el zurrón de éste ha entrado en contacto contigo has sentido como si te quemaras... La impresión ha sido fuerte y has soltado a Fuller inconscientemente. La bestia se ha agitado en ti pero no ha despertado, luego examinas la zona del pecho que te ha rozado el zurrón y ves que no tienes ninguna marca o herida... pero una especie de resplandor blanco asoma entre los pliegues del zurrón...

Es como una luz vibrante, como si alguien estuviera encendiendo y apagando una bombilla en el interior

Cuando oyes el gemido de Kipp, y antes de que te gires para ver qué pasa... eres el único que se percata de que ha aparecido un resplandor anaranjado en el interior del almacén... puedes verlo a través del hueco de la puerta abierta.

Tu hombre te responde al teléfono:

- Jefe, el tipo raro del bastón que iba con ustedes está aquí a la puerta del coche... y una especie de cosa, demonio o algo así enorme de más de dos metros se ha cargado a todos los que estaban fuera del almacén y ha entrado... Jefe...¡¡ esa cosa iba envuelta en llamas!! -

Casi das un susto de muerte a los hombres de John cuando te plantas junto a su ventanilla sigilosamente. Ni se habían percatado de que estuvieras ahí pero te reconocen.

El copiloto baja la ventanilla y te mira... tiene los ojos desorbitados después de haber visto a esa criatura envuelta en llamas.

El conductor está hablando por teléfono, al parecer con Wheems.

- ¿Qué era eso? - pregunta el copiloto.

- Un demonio - Contesto con total naturalidad. - Mis capacidades están muy por debajo de las suyas, ¿Dónde están wheems y los demás? Tienen que salir de ahí. Si Wheems tiene contactos quizá debería avisar a alguien de confianza.

Miré a mi alrededor en la calle... Parece que el demonio había venido de fuera, eso me tranquilizaba. La verdad es que esto de vivir emociones era complicado... sí.

A ver si ésto funciona: pongo el zurrón aparte, me echo a Fuller encima con un brazo (con Fuerza 4 debería darme para llevarle con un brazo y apoyado en el hombro), y con la mano libre... me enrollo la correa en la mano y lo mantengo por delante y lo más lejos posible de mí, pero sin que balancee demasiado. Así puedo usar esa mano de apoyo todavía, aunque no para utilizar objetos prensiles. ¿Me he explicado bien o te he liado mucho? xD