Partida Rol por web

(La falta de costumbre ante tal pericia hace que en instantes todas descarguen sus fluidos hacia ti, manchando tu cuerpo, algunas comienzan a recuperar sus clitoris, mientras que un par de ellas lo conservan)-Ah...aún no, un poco más, ahora los bajos...(ambas te empujan a tumbarte, una de ellas introduce de forma suave su miembro en tu vagina, mientras que la segunda más bruta lo hace en tu ano de forma seca).

(Avanzas por el paso estrecho hasta encontrarte en una celda cuyos barrotes están rotos, en la instancia había cuatro mujeres que al verte se acercan hacia ti, como fieras observando al cachorrillo sabroso te cierran el paso, antes de que nuevamente tus correas te hicieran caer en una postura vulnerable pudiste contemplar que adelante había dos salidas de esta celda cuyos barrotes también estaban rotos, uno a la izquierda y otro a la derecha)-Por fin llega, y vaya poderio...yo primera...(la primera sacerdotisa era algo más voluptuosa y de cabellos oscuros rizados esta tarda un poco más en comenzar a "violarte", tras ella dos jóvenes de caracteristicas similares a la primera que encontraste, finalmente una mujer de cuerpo esbelto, pelo marrón corto y unos anteojos, esta fue la que mayor placer te proporcionó, esta se introdujo una cantidad considerable de tu falo y consiguió al fin hacerte eyacular, tras recibir su ración todas, salvo la estudiosa que se queda sobre ti admirando como respiras se quedan dormidas).

-La primera trato de hacerme venir por delante lo cual era absurdo,fue como desvirgar a un crío incluso fingi el orgasmo-Siii que gusto cariño vamos ya me corroooo-desde fuera cualquiera se daria cuenta de esta imitacion pero en fin,luego la segunda un poco mas lista busco mi ano,pero tambien fracasa eran muchas las veces que me habian dado bien,como para que unas lesbianas pudieran hacerlo-

Había estado pidiendo algo de paciencia y compostura... intentando formular algunas preguntas; pero, sin oponerse realmente... de hecho disfrutó tomarle los pechos a la mujer voluptuosa... hasta que por fin casi todas cayeron rendidas.

Con la jovencita aún encima, Nisso se sentía muy a gusto, en parte le gustaba ser dominado pero comenzaba a sentir aquel impulso masculino y natural de ir arriba... pero aún no le despertaba locura o ganas de arrancarse aquel arnés.

-ah... ah...- jadeante -...señorita... por favor ayúdeme, podría intentar sacarlas a todas de aquí, no tienen por qué vivir así...- le pide amablemente, usando su hermosisimo rostro para convencerla.

(Tras hacer todo lo que le apetecio de levanto desplegando una hilera de fluídos hacia el suelo)-¿Y porque no, quien te ha dicho que no queramos vivir asi, estar aqui abajo?, ¿que crees que nos pasa si nos quedamos y que si salimos?...aqui estamos protegidas, alimentadas y nutridas, mientras que fuera estamos condenadas a muerte, si te conviertes en sacerdotisa azul te haces enemiga del mundo y aunque rompas los votos sigues siendolo, nos encierran para evitar que nos maten la culpa es nuestra por aceptar los votos...y luego traicionarlos...

(Tras perder sus energías las sacerdotisas tratan de recuperar el aliento, mientras Anna, divertida por todo lo ocurrido sonrié sentada en el banco, le encantaba sentirse la dueña de todo esto, pesé a estar hechizada por la flor sus deseos por dominar a los demás eran latentes, la tarde parecía tranquila, por lo que mirando a los pajaros se pasaba el tiempo).

Su hermosisimo rostro muestra preocupación, no entendía a aquellas mujeres... pero poco a poco iba quedando claro que era parte de su fe, y él debía respetar eso.

-esta bien... - baja la vista, mientras se sienta en el suelo -yo entiendo...- aunque no podía ver el suelo sin ver su enorme sexo de por medio.

 "pero ¿por qué sostener una religión tan autodestructiva?"

Sacude la cabeza y se va intentando poner de pie -lo siento... espero haberle servido bien...- agrega -tiene un poco de agua o alimento?... temo que aún debo recorrer mucho para encontrar como ayudar a mi amiga capturara...-

-En el camino derecho hay agua cerca, pero están las guerreras, no se yo si te dejarán pasar sin hacer algo a cambio, por el de la izquierda también, pero esta algo más lejos y hay más caminos de por medio, así que usted verá...(dijo la jóven sacerdotis, o ex-sacerdotisa).

Aburrida de tanto pajarito cantor y viendo que las pobres sacerdotisas no se despertarían en un rato, decidí que podía ser buena hora para explorar el templo... Quien sabe... igual podía encontrar a alguna sacerdotisa que supiera dejarme satisfecha de verdad... recojo el habito del banco y me lo coloco...Estoy a punto de marcharme cuando me fijo en los arboles de los cuales habían cogido las frutas... Por un momento me siento tentada de agarrar unas frutas y experimentar como se siente ser el hombre... Al final me marcho sin coger ninguna fruta... Lo dejare para otro día... Hoy quiero disfrutar como mujer. Inicié el camino en busca del resto de sacerdotisas...

(La torre tenía 7 plantas, contando la baja y la zona superior donde estaba el jardín, en la primera planta estaban las habtaciones de las sacerdotisa clasificadas según su función, en la segunda se hallaba la biblioteca que recogía la cultura de la orden de las sacerdotisas, en la tercera existían una serie de 5 puertas en las cuales se decía no entrer sino estás preparada, en la cuarta planta se hallaba la habitación de la sacerdotisa superior y finalmente en la quinta una capilla superior que daba lugar a una subida hacia el jardín superior).

Caminaba relajadamente por la torre de las sacerdotisas mirando con curiosidad a mi alrededor... Llevaba caminando un rato, creo que me encuentro en la segunda planta cuando veo una gran puerta entre-abierta, movida por la curiosidad me acerco hasta la puerta y asomo la cabeza... En su interior diviso cientos de libros... No se trataba de una biblioteca muy grande, pero si la mayor que yo había visto en mi vida... Curiosa, me adentré en esa sala repleta de conocimiento... Paseaba entre los libros acariciando con mis manos sus viejos lomos. Cuando un libro llamo mi atención, cuando me acerque y lo saque, vi que se trataba de un libro sobre la cultura de este lugar... Agarrando el libro me senté en el primer sitio cómodo que encontré y me puse a ojear el libro curiosa por conocer esta extraña secta...

(La historia de estás mujeres se basaban en una mujer que era profeta de las diosas, estás aseguaban que el hombre representaba al mal, sin embargo sus dioses contrarios afirmaban que la mujer era el caos, por ello se crearon dos órdenes que mantuvieran la pureza del sexo, una de ellas las sacerdotisas azules, cuyo don de la maternidad unido a los frutos de la bendición de las diosas les permite reproducirse sin necesidad de entablar contacto alguno con hombres, pues sus cuerpos son todo corrupció, por ello y para mantener este juramento se puede tratar de salvar a aquellas que cayeron en manos de hombres antes de llegar a la orden, pero no dspués...para ello se eligira a una sacerdotisa superior a la cual se le concdera el don de la eterna juventud).

-muchas gracias... um... podrías regalarme una cantimplora?...- sinceramente no se esperaba a que ella tuviera o le entregara la suya, pero luego de recibir su respuesta, se arriesgaría y seguiría el camino de la derecha, temiendo un poco a lo que le tocaría pasar allá.

Cuando escuchara a las mujeres guardianas o viera el agua, comenzaría a preguntar -¿hay alguien ahí?... hola... soy Nisso-

-Entenderás que si apenas poseemos ropa, menos voy a tener algo como una cantimplora...(tras dejar a la muchacha atrás llega a una sala ovalada, había armarios maltrechos como portadores de armas algo rotos y mohosos por todas las paredes, nadie respondío a tu pregunta, pero la fuente se hallaba tras una puerta cuyas verjas estaban cerradas, aunque bastante destrozadas, no obstante aún quedaban a izquierda y derecha dos caminos a cada lado).

Me mantengo entretenida leyendo la historia de la orden... Conforme voy leyendo voy sintiéndome mas identificada con los pensamientos de esta orden, recuerdo vividamente los bandidos que acabaron con toda mi vida... Con mi familia... Recuerdo que me escondí asustada y desde allí vi como mataban a los hombres y violaban a las mujeres, vi como se las llevaron encadenadas... Tiempo ha pasado desde entonces y ahora se que seguramente se trataba de un grupo de esclavistas. Cerré el libro y lo guarde en su sitio... El pensar en mi familia me había quitado el calentón...Salí de la biblioteca y recorrí el lugar, resultaba bastante apacible vivir aquí... No tenia que preocuparme apenas por mi seguridad, no vigilar cada callejón oscuro, Estar siempre alerta... Era agradable sentirse segura por una vez en la vida... Paseaba por el templo sumida en mis pensamientos, mientras que mis pasos me llevaban de nuevo al jardín...

(La escena no se alteró demasiado en el jardín las sacerotisas se habían tirado tan tranquilamente a la delicada hierba, sus sexos aún estaban empapados de lo que  acababan de hacern, estaban todas dormiditas descansando, tu cuerpo desde luego tenía efectos un tanto "machacantes" contra los cuerpos ajenos).

Pone una mano sobre las rejas, frustrado por no poder acceder al agua. Baja la cabeza y luego decide ir por la derecha; de nuevo intentando llamar y advertir de su presencia, antes de asustar o incomodar a alguien.

Sonreí al verlas aun tumbadas y exhaustas... Me sentía halagada... No había perdido mi toque. Me senté en el banco a disfrutar del agradable sol y de las desnudas sacerdotisas.

Mis pensamientos volaban, y recordé al joven con el que llegué a esta isla... ¿Que habrá sido de él? Seguro que estará bien... Este parece un lugar tranquilo... ¿Como demonios se llamaba el joven afeminado?... Sumida en mis pensamientos tomaba el sol cual lagarto...