Partida Rol por web

Lember se marcho a toda prisa. Quisiste seguirlo pero te sentiste mareado y aturdido...

Despues de unos minutos te sentiste mejor. Alzaste la vista y encontraste la silueta de Gambito en el pasillo.

Remy avanzo por los pasillos siguiendo las indicaciones que Lember le habia dado. Llego a una especie de enfermeria que estaba mejor equipada que muchos hospitales. En el pasillo encontro a Scott algo aturdido pero con un aspecto razonablemente saludable.

Remy se acercó caminando tranquilamente hacia Scott, mirando al hombre recuperándose como él lo había heco ya. Lo observó de arriba hacia abajo y extendió la mano para saludarlo, con un gesto que demostraba estar complacido de verlo otra vez, de encontrarse con él allí.

Que bueno encontrarte monami. Tenemos muchas cosas que hablar, y tu tendrás mucho que pensar.

Gambito parecía saludable y de buen ánimo, estaba vestido con sus típicas ropas pero ahora se veían relucientes y con un perfume poco habitual en ellas.

Scott todavía estaba muy cansado y no había podido hacer nada por detener a Mark. El ver llegar a Gambito andando como si no pasara nada no es que acabara de animarle demasiado. Además él iba vestido y ciclope llevaba esa estupida bata de hospital.

El comentario tranquilo de Gambito no le hizo mucha gracia, pero también era cierto que acababa de llegar a la escuela cuando fueron atacados. No había podido establecer lazos o alianzas. Era bastante plausible que se uniera a aquel asesino sin más.

Veo que estás comodamente instalado aquí. ¿Te has unido a este tipo? Si es así lo mejor que puedes hacer es largarte o tratar de detenerme porque mi intención es salir de aquí con Lember hecho pedazos.

Además. Siempre podemos estar en otra realidad simulada. Lo comprobaré en un momento.

Se muy bien que Lember es un tipo... como decirlo guardó la mano que le había ofrecido a Scott en el bolsillo, parecía jugar con algo con poco tacto. Reflexionó de métodos duros. Pero trataba de decirte algo.

Hizo una pausa, mirándolo a dónde debían estar sus ojos. He visto los documentos del gobierno, estos mismos ojos rojos los vieron. Se señaló los ojos con la otra mano. Es un plan asquerosamente macabro monami. Van realizar un grave atentado y a culpar a los mutantes por ello... lo siguió mirando tendrán la excusa perfecta para ejecutar un plan de tortura y exterminio, con ese gas que probamos, y con mejores instalaciones que estas.

Cambió el tono de voz, más lúgubre ahora como betes nos pretenden tratar. Si tu remarcó el tu señalandolo quieres, podrias ver estos documentos antes de ser tan precipitado en tus juicios. Relajó la postura Necesito que los veas, los X-Men deben saberlo...

Scott no se aminaló ante la actitud de Gambito.

Me dan igual esos documentos. Los mutantes llevamos siendo perseguidos y odiados desde que era adolescente. Nos hemos enfrentado a muchas cosas y seguramente nos quedan aun más.

Te lo vuelvo a repetir. Marchate o trata de detenerme. No pienso tratar de convencerte, es tú elección.

Qué decepción Scott... La expresión de Gambito cambió, realmente parecía que los ánimos se le habían ido por el piso al escuchar esa respuesta. Se colocó ambas manos en los bolsillos.

El hecho de que te de igual la muerte y tortura de tus pares es una tristeza. Estás atentando contra la vida de quienes confiaron en ti. bajó levemente la cabeza entrecerrando los ojos estiró la mano izquierda señalando un pasillo. Por allí tienes la salida de este complejo. Nadie te impedirá la salida ni intentará lastimarte, pero te pido... hizo una pausa breve, como si meditara sobre sus palabras Sé que no somos amigos y apenas nos conocimos, pero te lo pido por quienes no están dispuestos a sacrificar su futuro, que te vayas y no causes problemas a la gente de aquí, que ya tienen suficiente con lo que han sufrido. Terminó de hacer su pedido y se giró un cuarto de vuelta, dádole el flanco izquierdo a Cíclope y volviendo a mirarlo a los ojos desde esa postura.

Luego no volverás a verme, monami. Cada uno podrá seguir su camino según sus convicciones.

La pulla de Gambito fue casi más de lo que Scott podía soportar en esos momentos. Si no fuese por su autocontrol no estaba seguro de que no hubiese atacado al cajún.

Escuchame tú, Gambito. Llevo portegiendo y ayudando a mutantes desde mucho antes de que tú te atrevieses a salir de las sombras donde te encontró el profesor. Asíq ue no me hables de compromiso hasta que no hayas sufrido y perdido lo que yo.

He conocido a mucha gente buena y mucha más aun malvada. Y te aseguro de que nunca saldrá algo bueno de quien amenace, coacione y mate por su punto de vista.
Me opondré a esos Magnetos en potencia con tanta fuerza como aquellos que matan a los mutantes sin piedad.

El profesor vio algo en tí, te ayudó. Haz algo por él y abre los ojos Gambito. Esto no es lo que parece.

A diferencia tuya, yo soy capaz de escuchar lo que tengas que decirme, y si tienes algo que mostrarme, adelante. Se mantuvo en la misma posición, relajado, mirándolo.

Si lo sabes todo, espero que lo expliques. Se quedó mirándolo, un tanto impaciente con la actitud reticente que mostraba Scott. Seguía jugueteando con algo en el bolsillo.

La actitud de Gambito parecia de alguien que le hubieran lavado el cerebro. Estaba claro que no creería nada de lo que le dijera. Recordó que Lember había dicho que el cajún había resultado herido y quizás por eso estaba en otra instalación. Recordó el intento de lavado de cerebro de la maquina que estaba en la habitación.

No tengo ninguna prueba excepto lo que Lember mismo hizo. Tú no estabas con nosotros cuando nos despertamos, nos dijo sin tapujos que mató a Charles Xavier sólo porque no quería unirse a él. Y que no podía permitir que se interpusiera.
También dijo que estabas malherido, y está claro que te hizo algo. Si yo no me hubiera logrado despertar también me habría lavado el cerebro con esa maquina.

Scott señaló al aparato que estaba al lado de la cama.

No tengo tiempo de tratar de convencerte, debo encontrar a los demás. Y luego iré a por Lember. Tú mismo.

¿Mató al viejo profesor? es más estúpido de lo que creí... o no sabía lo que hacía Gambito abrió los ojos al escuchar esas palabras, cuando Cíclope terminó de hablar, lo miró, aún con cara de estupefacción.

Nadie me lavó el cerebro, me han estado inyectando algo que mejora el manejo de mis poderes... y a ti te han estado curando daño cerebral que habías sufrido. Sinceramente, pareces demasiado alterado... si Lember fuera tan villano te habría matado en lugar de curarte y dejarte ir a tu antojo.

Suspiró y dejó a mirarlo, dándole la espalda se retiró por dónde había venido, caminando un tanto apurado.

Mark aparecio por el pasillo con un pequeño en brazos, al parece el crio se habia hecho daño, tenia las rodillas raspadas bajo los rotos del pantalon.

-  Te dije que no jugaras alli.- murmurro Lember.- Es peligroso que no hagas caso a tus mayores.- le riño y el niño asintio.

Lember no esperaba que siguierais en el pasillo de charla. Se puso en guardia al ver a Ciclope y por instinto bajo al pequeño cubriendole, colocandole detras de el, como si temiera un ataque.

Ciclope se contuvo solo porque estaba el niño y temio que saliera lastimado pero sus ojos, aun cubiertos, prometieron una venganza pronta y dolorosa para Lember.

Scot escuchó a Gambito. Pero, como temía, estaba ya demasiado metido con Lember. Se notaba que era novato en esto.

Quién sabe. Si yo no hubiera peleado tantas veces con Magneto tampoco reconocería el mal.

Estaba a punto de buscar algo de ropa para ponersela y marcharse cuando vio aLember con un niño en brazos. Si no hubiese sido por el crio le habría atacado allí mismo.

No había dudado en lo que le dijo Gambito sobre que había inocentes allí. No tendría más remedio que marcharse. Podían estar equivocados respecto a su salvador, pero no por ello dejaba de ser inocentes.

No te preocupes por mi. Me marcho, pero ten por seguro de que nos volveremos a encontrar.

- Cuento con ello.- Susurro Lember en un tono que no apreciaste si era una amenaza o un deseo sarcastico.

Nadie te impedio moverte con libertad por el lugar.

Viste a una mujer que de espaldas te parecio Jean. Se giro y te diste cuenta que era la mujer que aparecia en tu sueño. Entre sus manos llevaba tu uniforme limpio y planchado.

Al verte sonrio un segundo, solo uno antes de ver tu rostro tan serio. Te tendio el uniforme con preocupacion.- Señor, me alegra que este recuperado, limpie su uniforme. Imagino que le gustara llevarlo mas que la ropa de hospital.

Ciclope se sorprendió de ver a la mujer. Por un momento no supo qué decir. Pero al final cogió el uniforme y simplemente dijo.

Gracias. Eres muy amable.

Como se senia un poco incomodo se alejó un poco y se vistió. Luego empezó a buscar la salida de aquel lugar.

La mujer te indico un cuarto para que pudieras cambiarte fuera del pasillo. Era un cuarto de mantenimiento con escobas y cubos pero tuviste un minimo de intimidad.

Al salir ella estaba esperandote.- Imagino que busca la salida....solo que va en direccion contraria. Esto no es una prision, señor. Si quiere irse le acompañare a la salida, sin tramas, lo juro.- dijo levantando las manos en señal de rendicion.

Sin esperar respuesta hizo un gesto para que la siguieras.- Es una instalacion muy compleja, con miles de pasillos entrecruzados, niveles y subniveles. Le costaria horas encontrar la salida... si es que la encuentra solo. Por favor, es por aqui.

Ciclope asintió a la mujer.

Gracias. sí, supongo que será más rápido si me guía.

Se dejó guíar hasta la salida tratando de memorizar el camino por si tenía que volver algun día. Aun así, no bajó la guardia. Esperaba que le atacasen en cualquier momento.
No creía que alguién como Lember le dejase marchar tan tranquilamente de su cuartel. Sobretodo después de lo que se habían dicho.