Alma se agachó y recogió todas las cosas que se le habían caído, volviendo a su asiente, casi escalando por este, hasta quedar de nuevo al lado de Reed, con una nueva rana de chocolate en sus manos y comenzó a comerla, sacando el cromo que traía el embace.
- uff mira, - le mostró el cromo, era el de Rowena Ravenclaw, una mujer alta, de aspecto algo triste, lo que probaba lo que Alma sabía muy bien, el conocimiento trae tristeza, solo los ignorantes son verdaderamente felices - tengo otro, si quieres, te lo puedes quedar - se lo entrega a su amigo, y lo vuelve a mirar a los ojos, Reed, vería ahora de más de cerca a Alma, tenía pecas sobre su nariz, y unos ojos color avellana iluminados y dulces, lo que si llamaba mucho la atención era el color blanco de su piel, tan intenso, casi azulino, en los límites de sus fracciones, era preciosa, a pesar de tener solo 11 años de edad. Reed no podría dejar de recordar la varita que ella tenía, aquella con el núcleo del cabello de una veela, ¿acaso Alma tendría sangre veela?.
- espero lo mismo, Reed, la verdad eso si me tiene nerviosa, mis hermanos están en la casa de Ravenclaw, me gustaría estar ahí - se encoge de hombros, sabía que eso quizás no pasaría, ella no era hermana de sangre de Alba y de Alphonse, ni de sus padres, que ambos también estuvieron en la misma casa - pero las demás me gustan también, menos Slytherin, ahí no quiero estar - se encogió de hombros, mostrando su reticencia a la casa de la serpiente.
No pudo evitar reirse ante el comentario de la casa Slytherin. A el tampoco le gustaba mucho, preferia cualquiera menos esa, pero se trago su risa, porque, y si acaban los dos en esa casa.
Sacudio la cabeza quitando esa idea de su cabeza.
Bueno, esa casa es un... 25% de posibilidades, solo espero que estemos en la misma. Eres muy sipatica.
Con solemnidad, genuina y algo recargada le dio a la chica.
Me caes bien, Alma Blanchet, señora de las ranas de chocolate.
Tras aquellas palabras, no pudieron evitar reirse. Y entre carcarjada y carcajada estaban un poco mas cerca de Hogwarts.
Ummm, me encantaria tener una imagen de la tia Rowena. En mi casa hay cuadros, pero ninguno que pueda llevar conmigo. Y si me lo das tu, seguro de que me trae suerte.
Lo cogio entre las manos. Y movio los labios a los lados, arriba y abajo, y luego los moridio.
Tengo un plan, esta noche, cuando nos pongan el sombrero tengamos en la mano este cromo. Quizas nos traiga suerte.
De nuevo una sonrisa sincera. Porque Reed no sabia sonreir de otro modo. Porque finalmente el viaje a la escuela estaba resultando mucho mas divertido de lo que habia previsto.
- también me caes bien Reed Ravenclaw- le sonríe - y sí, me parece, lo tendremos en nuestras manos, y veremos si podemos quedar en Ravenclaw - miró el cromo en las manos de Reed, pero de pronto recordó algo, y fue hacia la ventana, mirando a todos lados.
- debemos ponernos los uniformes para que al llegar pasamos al comedor de inmediato - la chica sacó una de las maletas que tenía arriba - Reed ¿vamos? además quiero encontrar a Luke, que no lo ví en el andén, pero debió subir, no se perdería el primer día de clases - parece muy entusiasmada, y se acercó al bolso de viaje de su gato que estaba enrollado sobre sí mismo, parecía una bola de pelos anaranjada.
- Pericles, te quedas aquí, ¿vale? no hagas travesuras, esas déjamelas a mí - el gato apenas se movió, y Alma se alejó avanzando a saltitos a la puerta -¿vamos?
poned en notas todos los que salís de los compartimentos.
-Mis padres me han enseñado todo lo que hay saber de los bosques. Eric parecía orgulloso al decir aquello, tal vez incluso en exceso. Mi padre me dijo que cerca de Hogwarts hay un bosque también, al igual que en mi pequeño poblado, pero que el de allí es más grande que el que yo conozco y que esconde muchas más cosas.
Los ojos verdes de Eric brillaron y por un momento se perdieron en la ventana, aunque su mente había ido mucho más allá. Se imaginaba toda clase de maravillas en aquel bosque. Tengo que descubrir lo que quería decir mi padre y cuando vuelva se lo contaré todo a mamá.
Tras fantasear un rato, se volvió de nuevo hacia Eric. No creo que haya vagón-cafetería, pero he visto pasar el carrito de la comida, no debe andar lejos. Yo... No tengo dinero. El niño parecía avergonzado al decir aquellas palabras, sin embargo sonrió segundos después, quitándole importancia al asunto. Pero si quieres te puedo acompañar.
Salimos de los compartimentos. (creo) XD
Estaba teniendo problemas con la rana de chocolate, la dichosa anca izquierda se negaba a dejarse comer y yo me las estaba viendo para hacerla entrar en la boca.
-Las diferentes casas están muy relacionadas entré sí. Y de ellas han salido magos muy caracterizados por los principios de las mismas.- Comenté sorbiendo la dichosa anca de una vez.- Por ejemplo, Harry Potter, pudo haber ido a cualquier casa, pero al ir a Griffindor, fué conocido por su valor y tal... Merlin por otra parte fué a Slytherin, mientras qu el señor Ollivander fué a Ravenclaw.- Añadí mientras sacaba un voluminoso tomo de mi mochila de mano.- O al menos eso pones en Historia de Hogwarts. Lo leí mientras esperaba en la estación a que el baño quedara libre. También sale un tal cedric Diggo-no-se-que como alguien famosillo de la casa Huffelpuf. Vamos, que la casa que mejor se adapte a ti, será en la que te asignen. Aunque el sombrero simpre está atento a tus peticiones.- Miré a Luke.- Tu no has dicho a que casa te gustaría ir.
-Hasta hace poco ni siquiera sabía que existía-mordió uno de los pasteles que había comprado-mmm-sonrió satisfecho, sabía poco del mundo mágico, pero parecía que la comida iba a estar bastante buena-Ah, y soy hijo único- dijo como si se acordase de pronto.
Miró de reojo los diferentes dulces que Arthur había traído. Un puñado de caramelos brillantes le llamaron la atención-Bueno, ha dicho que puedo servirme al fin y al cabo- cogió uno y se lo llevó a la boca. Y lo escupió de inmediato con una mueca-Que demonios...- bebió un par de sorbos del zumo que tenía para quitarse el sabor de la boca- Lo siento, es que ha sido como si alguien me metiese un puñado de tierra en la boca. ¿Que son esas cosas?- Puede que la comida no acabase siendo tan buena como esperaba.
- Jajaja - ríe Arthur. - Es que son grajeas de todos los sabores - explica mientras hace hincapié en la palabra "todos". - Oye, ¿entonces eres hijo de muggles?
- No, pero lo interesante, no es lo que hay que saber. Lo realmente interesante, es lo que NO hay que saber. - añadió William sonriendo mientras salía del compartimento.
Cruzaron el vagón en dirección a la cola del tren, pasando por delante de todos los compartimentos y, finalmente, cruzando la puerta que los llevaría hasta el siguiente. El de los alumnos de los cursos superiores.
Destacaban allí los dos chicos como una mancha de estofado en el vestido de una novia. Y a decir verdad, los miraban como si lo fueran. Incluso hubo algunos que intentaron hacerlos desaparecer, aunque no surtió efecto. Estuvieron a punto de liarla cuando pasaron al lado de una preciosa y delicada veela de dorado cabello y suaves facciones. William casi cae bajo su influjo, pero como no era la primera vez que se encontraba en esa situación y, además, el riesgo de hacer el ridículo era muy grande, logró comportarse y seguir en su periplo en pos de la cafetería.
Al llegar al final del convoy, no les quedó otro remedio que dar la vuelta y volver. Cruzaron otra vez el vagón de los mayores y llegaron de nuevo al suyo.
//Salen del compartimento: William y Eric (diría)
Los que vayais a salir de vuestro compartimento posteadlo en notas y no sigais posteando, los que estén en su compartimento charlando podéis seguir haciendolo.
Yo salgo con faria.
-¿Muggles?-la palabra se le había quedado en la cabeza y creía haberla oído en algún lado- Ah, si- el mago que le había traído había utilizado esa palabra alguna vez, los magos la utilizaban para referirse a gente no mágica-Si que lo soy, que yo sepa en mi familia nadie sabía nada de magia- señaló con los dedos el resto de caramelos multicolores-¿Toda la comida mágica es tan peligrosa?
Salgo del compartimiento con Merlinda para curiosear por los pasillos.
-Es verdad, no lo dije.- +sonrio suavemente, asintiendo. Luego volvio la vista al mas rubio del trio.+ Todos esos nombres seguramente no te suenen de nada, Adam, si no vienes de un ambiente magico. Pero con el tiempo los iras aprendiendo. Seguramente cuando te buscaron y compraron las cosas, te explicaron lo basico, ¿o me equivoco? No estoy muy seguro de como es el metodo para los que son como tu, pero me imagino que debe haber alguna instruccion, es un cambio enorme pasar de ser un chico muggle a un mago.
- Tecnicamente no se si soy muggle completo o mago, desde que tengo conocimiento vivo en un horfanato pero ahora puedo ir a Hogwarts y eso cambiara. No me contaron demasiado porque fue algo rapido todo y quiero aprender todo en el camino
Miro a los muchachos los cuales parecen saber demasiado, bajo un poco la cabeza.
Fruncio la boca suavemente. Encima huerfano... Si queria dar pena, estaba haciendo un buen trabajo.
-Ya veo... +fue cuanto se animo a comentar, asintiendo con la cabeza+ Pues... entonces tendras mucho con lo que ponerte al dia, si. Cuenta conmigo si quieres, y te sugiero que no te satures... ve con calma. Empieza con las cosas mas sencillas. Como la comida que se mueve. +indicando las ranas de chocolate de Johan+ O viene con sorpresa. Ten mucho cuidado con las grajeas, las meigas, los diablillos de pimienta y mmm... ah si, los caramelos que estallan. El resto son bastante seguros la mayoria de las veces. +Sonrio animadamente al decir esto ultimo.
Fuera de vuestros compartimentos, en el pasillo del vagón 3 os encontráis todos vosotros.
Reed asiente ante la invitación a salir a dar un paseo. No le parece mala idea, y tenía ganas de ver el resto del tren.
Así que sigue a la reina de las ranas de chocolate, que parece estar encantada con poder disfrutar de aquel momento tan especial, y sale del compartimiento con ella.
Salgo de compartimiento al vagón con Alma.
Una vez fuera del compartimento, Reed no puede dejar de mirar la decoración, que por un lado es exquisita, y sin duda muy antigua, y que sin embargo, brilla como si fuera nueva.
No estoy seguro de cuántos años tiene este tren, pero me parece nuevo.
Dijo algo nervioso, antes de levantar la vista y ver que parte del pasillo ya estaba ocupado. Reconoció de vista a algunas de las personas que allí estaban, algunos eran los niños que habían ido pasando por la tienda de varitas mientras el recogía la suya.
Sin duda, todos eran de primer año. Les saludo con la mano, a modo de reconocimiento, y espero a ver qué planes tenia Alma.
- Sí, bueno - se explica Arthur. - Muggles es como se le llama a la gente no mágica. Pero no es en plan ofensivo ni nada - se apresura a añadir.
El chico pasa a señalar los distintos tipos de caramelos.
- Esas son grajeas de todos los sabores. Puedes tener suerte y que te salgan cosas ricas pero hay que tener cuidado porque hay algunas realmente asquerosas. Es lo divertido que tienen - explica mientras sonríe. - Puedes probar estas - le comenta mientras le pasa un par de dulces envueltos. - Son ranas de chocolate. Ten cuidado porque se te pueden escapar, pero están muy ricas.
Arthur hace una pausa de unos segundos mientras mastica un par de caramelos pero pronto vuelve a dirigirse a Cristopher.
- Entonces, ¿nadie de tu familia es mago? ¿es la primera vez que oyes hablar de todo esto?