Partida Rol por web

YERMO

ELORA

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24/01/2018, 23:30
Director

Tus palabras suenan más como una invitación que como un desafío para el saqueador, su maltrecha sonrisa no expresa precisamente miedo y su andares despreocupados mientras se aproxima a ti indican que está muy lejos de sentir miedo por la situación. Al fin y al cabo estás aparentemente desarmada y le cubre la mujer, no se requiere mucha confianza.

- No tienes aspecto de no tener nada, tus manos ni siquiera están sucias. - Se detiene a un metro escaso de ti y se cruza de brazos manteniendo en su mano el arma - Quítate la ropa, desnúdate, rápido.

- ¿Que demonios haces? ¿Quieres que te dispare a ti en lugar de a ella? - grita su compañera.

- ¡Cállate mujer! Seguro que lleva algo escondido. ¿Prefieres que la desnude yo?

Aunque no ves el rostro de la mujer sabes que silencio es prácticamente una resignación.
Los dos se quedan mirándote, esperando a que te descubras por completo. Está claro que él disfrutará mucho mas que ella con todo esto.

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26/01/2018, 19:39
Elora Rowell

Sin mayores reparos y ante la situación que allí mismo acontece, decide quitarse la ropa con tal de atraer quizás en parte la atención del hombre debido a la reacción de su compañera. Excitarlo no es algo que descarta, considerando que tiene algo muy caro en su tobillo y no desea perderlo. ¿Qué tan lejos puede llegar? 

Poco a poco Elora va quitándose la ropa mientras refleja la tonalidad blanquecina de su piel, no le cuesta demasiado el permitir caer cada prenda, incluso aún quedando allí expuesta con la ropa interior que pequeña puede ser una terrible atracción entre tanta mugre que ostenta el yermo. 

Las líneas de su cuerpo son equilibradas, presentando unos pechos firmes algo contenidos por un sostén que le permite lucir un lindo escote. Su braguita es diminuta, perdiéndose entre sus nalgas, pese a lo delgada y atlética que se muestra. El pantalón a medida que lo baja se desliza por sus muslos, pero decide girar para generar la distracción en el hombre mientras cubre su objeto con la tela al quitarse el calzado. Un trasero bueno siempre dispersa al género opuesto. 

-¿La ropa interior también? - pregunta al morder su labio. 

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26/01/2018, 23:30
Director

A medida que te desnudas el saqueador olvida cuál era el objetivo de que perdieras toda tu ropa. Su sonrisa aumenta aunque no hay más dientes que mostrar y notas con desagrado como se le olvida tragar saliva en un par de ocasiones.
Sus ojos bailan entre tu pecho y tu cintura, al fin y al cabo seguramente no ha visto nada así en su vida sencillamente por la falta de duchas e higiene en general.

Al otro lado de la ventana la mujer no parece compartir la pasión del hombre, aún así puedes ver como te mira aunque en su caso con mas envidia que deseo. No tarda en llamar la atención de su marido justo antes de que responda a tu picara pregunta.

- ¡Maldita sea! Lleva ropa interior, seguro que tiene chapas. Coge todo y vayámonos de una vez.

El hombre no parece tener tanta prisa, aunque el aviso le ha devuelto a la tierra. Coge su arma para apuntarte, el subconsciente lo traiciona y primero apunta a tu pecho antes de corregir y levantar un poco más el arma.

- No necesitamos que lleve chapas, conozco alguien que pagará una fortuna por una esclava así. Nos la llevaremos a - el saqueador nunca terminará esa frase.
De repente todo se vuelve rojo, te pasas las manos por los ojos para quitarte algo viscoso. No tardas en descubrir que se trata de sangre, todo tu cuerpo está salpicado por sangre y trozos de la cabeza del saqueador que estaba hablando. Su cuerpo tarda en caer, del cuello para arriba solo queda la mandíbula colgando y lo que parece ser la lengua.

El grito de pánico de la saqueadora te saca del estado de shock, tu cuerpo semidesnudo está lleno de sangre y sesos y ni siquiera sabes que ha ocurrido. Tu primera idea es que ha sido la última voluntad de Connor, pero sigue en el suelo muerto.
La mujer se apresura a agacharse para ponerse a cubierto, llora histérica aunque no sabes si por la perdida o por miedo a ser la siguiente en morir.

Al final del restaurante, en el otro extremo al que te encuentras, observas una figura moverse entre los sucios cristales. Viste de negro y camina aparentemente con tranquilidad hacia la parte trasera donde se encuentra la saqueadora.
Ves un agujero en la ventana, todo indica que ha disparado al saqueador a través de ella.

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29/01/2018, 03:45
Elora Rowell

Y allí de pie es testigo de la horrenda situación libidinosa que fomenta aquel hombre, es tan desagradable su actitud al punto de que Elora debe hacer tripas y corazón para no vomitar allí mismo o salir corriendo como alma que se la lleva el diablo. Lo peor de todo eran esas miradas, incluso cuando la mujer irrumpe aquel lenguaje no verbal para devolver a la tierra a quién parece ser su pareja. 

Ahora cuando todo parece tornarse más horrible, al escuchar la idea que tiene en mente ese sujeto, el destino se retuerce para resolver la situación de una forma distinta cuando algo rojo nubla los sentidos de la chica y al descubrir que se trata de sangre, abre los ojos de par en par mientras revisa el entorno aferrada a la ilusión de que sea Connor. 

Pero no, es otra persona que sigue moviéndose entre las sombras. Le ha salvado la vida, lo que no se imagina es a cambio de qué. Por esa razón comienza a vestirse mientras intenta ponerse a cubierto, no quiere que aquella mujer le dispare o estar en medio de un tiroteo del cual no sale ganando. Así que tras colocarse la ropa como pudo, se pone de cuclillas para ver que puede pasar. 

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29/01/2018, 18:28
Director

No recuerdas haberte vestido tan rápido en tu vida, el desconocimiento de que lo que pueda ocurrir te impide tranquilizarte.
Fuera las cosas se ponen aún mas feas para la saqueadora, en cuanto ve a la figura oscura abre fuego y los cristales que quedaban de varias ventanas se rompen. Ha fallado y su llanto se intensifica porque sabe lo que eso significa.

Sin perder su aparente tranquilidad la figura retoma su avance hacia la mujer, puedes ver fugazmente entre las ventanas rotas que se trata de un hombre bastante bien equipado. Lleva algo parecido a un uniforme aunque carece de símbolos o enseñas que lo identifiquen o afilien a algún cuerpo.

La saqueadora se levanta para intentar huir pero él abre fuego, dispara a sus piernas y viendo como cae la mujer está claro que ha acertado. Puedes oír el llanto de la mujer y cómo suplica por su vida, el hombre llega a su lado y cuelga su arma a la espalda.
Observas como agarra a la saqueadora de su enmarañado pelo y golpea su cabeza contra el mismo cristal desde el que te apuntaba, a medida que repite la operación el cristal se tiñe de rojo y comienza a resquebrajarse. El llanto se va apagando a cada golpe hasta que solo queda silencio.

Oyes caer el cuerpo de la mujer, si no está ya muerta no le debe quedar mucho para ello. Su asesino se agacha unos instantes, no ves que está haciendo pero antes de que puedas pensar en asomarte se levanta y se dirige hacia la entrada del restaurante.
No te preguntas si te ha visto, está claro que te ha visto.

Entra por la puerta, para entonces ya te has puesto a cubierto y te has armado por lo que pueda pasar. Se agacha para registrar al hombre, coge algo de sus bolsillos y se levanta para marcharse.
Tanto al entrar como al salir ha esquivado el cuerpo de Connor siendo cuidadoso de no pisarlo, no se puede decir lo mismo del saqueador.
Se detiene en la puerta, ya fuera, y echa un vistazo a su alrededor. Coge el arma de su espalda y comienza a alejarse con paso tranquilo.

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30/01/2018, 04:39
Elora Rowell

Sin dudas en el yermo aprendes varias cosas rápidamente: La primera a no confiar en las personas, la segunda es que nunca estás a salvo de nada o nadie y la tercera, todo lo que suceda es un entrenamiento personal de supervivencia ya que la muerte está comprada y sólo es cuestión de tiempo llegar a ella.

Por esa razón, tras aquel suceso en donde literalmente Elora se viste con una velocidad inaudita y digna de guinness, puede observar con total descaro como aquella mujer también cae bajo la presencia de aquel sujeto. No da la impresión de que sea una mala persona, no cuando descarta la posibilidad de aprovecharse de ella al tenerla desnuda allí. Otro en la misma situación, sin dudas lo hubiese hecho.

Lo curioso es que literalmente se retira luego de haberle salvado la vida, algo muy extraño siendo como es el yermo y lo poco que ha conocido la ingeniera de él. Al menos tras saborear otro día de más de vida, luego del amargo momento, decide salir y seguir los pasos de su "salvador", no sólo para agradecerle, sino para ver si puede unirse a él de alguna manera. 

Lo extraño es su atuendo, lo bien preparado que está, es algo muy llamativo considerando lo que se ha encontrado hasta ahora. Así que tras esa oportunidad de terminar en el suelo con un tiro en la cabeza, se atreve a alzar la voz para que detenga sus pasos aquel hombre y de esta forma conocerlo al menos. 

- ¡Espera! Al menos déjame agradecerte el haberme salvado la vida, además... quiero ir contigo. -  expresa en un tono sincero, bastante directa. 

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30/01/2018, 17:32
Director

Al oír tus palabras el hombre se gira, parece relajado aunque puedes ver como sus ojos barren el lugar a modo de reconocimiento.

- No era mi intención salvarte la vida, te puedes ahorrar el agradecimiento.

Su mirada se posa en el cuerpo de Connor y después te revisa de arriba a abajo.

- ¿Quieres venir conmigo porque tú último compañero ha muerto? Sé que no estaba con esos dos bastardos, llevo muchos kilómetros siguiéndolos y siempre han sido dos. ¿Sabes disparar? ¿Sabes rastrear? ¿Qué gano yo viajando contigo?

Ni siquiera espera tu respuesta, se da la vuelta y retoma su camino.

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30/01/2018, 19:13
Elora Rowell

Luego de observar la actitud que porta, sigue los pasos de aquel hombre mientras intenta mantener la conversación. 

- No es por mi compañero, aunque lamento su muerte, apenas lo conocía. -  responde y prosigue. - Soy ingeniera mecánica, arreglo lo que sea y puedo usar un arma, sí. - 

No sabe si con aquel argumento puede convencer al sujeto en cuestión, pero la idea es irse con él. Además quiere saber de dónde viene, no se parece en nada a todo aquel que se ha cruzado en su camino y parece estar muy preparado para sobrevivir en el Yermo.

- Si me enseñas aprendo a rastrear, lo que sea. Quiero ir contigo, pídeme lo que quieras. -  afirma sin ser demasiado consciente del término. 

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31/01/2018, 16:39
Director

Se detiene nuevamente y te sigue con la mirada hasta que te sitúas junto a él. Apenas llegas a su hombro por lo que tienes que levantar la cabeza ligeramente para mirarlo a los ojos.

- Oh, ingeniera mecánica, ¿por qué no lo has dicho antes? Ahora podré reparar mi vertibird y saldremos volando del yermo.

Casi parece que lo dice en serio, sin embargo detectas el sarcasmo cuando señala a la nada haciendo ver que ahí esta su verticosa.

- No te voy a enseñar a rastrear, ya sé rastrear, lo puedo hacer yo. Necesito a alguien que dispare a quien me intente matar, a poder ser antes de que me mate. Por lo visto los ingenieros mecánicos os desnudáis en lugar de disparar, no quiero saber lo qué hacéis cuando os acostáis con alguien.

Parece que va a volver a marcharse pero se detiene, saca una pistola de un bolsillo escondido entre su espalda y la mochila.
Te entrega el arma y señala el letrero luminoso, o al menos antes lo era, que hay sobre el restaurante.

- Acierta en la I, si lo haces vendrás conmigo hasta que la cagues.

Notas de juego

Tirada normal, 37 o menos en 1D100.

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02/02/2018, 18:32
Elora Rowell

- Puedo hacerlo con práctica, al menos estoy siendo sincera. -  replica. 

No se ríe ante el sarcasmo que ha expuesto en aquellas palabras y tras decidirse a probar, siente que los nervios la inundan pero no puede mostrarse débil ante alguien que tiene todo muy claro. Así que tras avanzar con la pistola en su mano, dispara apuntando hacia el lugar en cuestión. 

Aunque bueno, la intención es una, el hecho es otra... 

- Tiradas (1)

Motivo: Disparar

Tirada: 1d100

Resultado: 98(+37)=135

Notas de juego

Hice mal la tirada, pero saqué un 98. xDDDD

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04/02/2018, 12:43
Director

Levantas el arma, apuntas y aprietas el gatillo. No hay detonación, simplemente suena un chasquido en la pistola. Vuelves a intentarlo pero el mecanismo está bloqueado.

El hombre se acerca a ti mirando la señal del restaurante a la que tenías que acertar.

- La inanimada I de metal gana. - dice serio - Esa pistola nunca me ha fallado, no que cómo lo has conseguido.

Niega con la cabeza como lamentándose y se cruza de brazos, su mirada se clava en ti como uno de esos profesores rigurosos que te evaluaban en el refugio.

- Te doy una última oportunidad. Eres ingeniera mecánica, demuéstralo, repara el arma. Te doy cinco minutos para que esa pistola vuelva a disparar, entonces habrás demostrado que eres útil.

Por suerte llevas herramientas en tu pequeña mochila y no debería ser muy difícil desatascar la bala o reparar el muelle del cargador. Ni siquiera necesitas repuestos, aunque puede que cinco minutos sean pocos y las prisas no son buenas consejeras.

- Tiradas (1)

Motivo: Pifia Elora

Tirada: 1d100

Resultado: 27

Notas de juego

Tirada de reparación, una de tus especialidades. ;)

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04/02/2018, 14:34
Elora Rowell

- Nada es eterno y todo objeto tiene su falla, no deberías confiar tanto. Al menos fue en una práctica y no cuando tu vida está en peligro. - responde en un tono serio. 

Ya con toda la intención de quitarse la mochila de los hombros, busca entre sus cosas una pequeña caja de herramientas mientras se sienta en el suelo y coloca su chaqueta sobre el mismo para apoyar el arma. Rápidamente revisa el arma, descubriendo su mecanismo, como funciona realmente a medida que la desarma, siendo capaz incluso de limpiar cada parte que va quitando. 

Es tanta la concentración y lo que disfruta trabajando sobre ello, que sin querer su rostro se ilumina por un breve instante. Una vez que finaliza la tarea, se siente el click que te permite dar un buen uso del arma y al entregarla en la mano del sujeto que allí está, sonríe divertida. 

- Prueba, no fue por mi. Te iba a fallar en cualquier momento, así que tan inútil no soy. -  afirma al colocar las manos en sus caderas. 

- Tiradas (1)

Motivo: Reparar

Tirada: 1d100

Dificultad: 44-

Resultado: 7 (Exito)

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04/02/2018, 15:37
Director

Cuando terminas de reparar y limpiar el arma en tiempo récord el hombre sonríe, parece complacido aunque desconoces si entiende lo que has hecho o es simplemente porque es evidente que sabes lo que haces.
Extiende su mano con la pistola y dispara contra la I del cartel, un agujero se abre en la chapa demostrando su puntería y tu habilidad para reparar, entro otras muchas cosas, armas.

- Puede que sea cierto y no fuese a tardar en fallar, aunque no la uso mucho. - hace girar la pistola en su mano y te la ofrece - Si me vas a acompañar será mejor que la lleves tú, yo prefiero algo más potente.

Su última frase va acompaña de un par de débiles golpes en el rifle que cuelga de su cuello.
Levanta la mirada buscando el sol y después retira un poco su manga para consultar un reloj de pulsera.

- Tengo que terminar este trabajo, - dice señalando a los dos cadáveres de los saqueadores - llegaremos antes de que se vaya la caravana y podré cobrar. No estamos muy lejos, hay tiempo.

Sin decir más retoma el camino que lleva intentando recorrer desde que empezaste a pedir ir con él, su mirada recorre los alrededores mientras sigue los restos de una vieja carretera.

- Tiradas (1)

Motivo: Disparo John

Tirada: 1d100

Dificultad: 90-

Resultado: 77 (Exito)

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06/02/2018, 15:05
Elora Rowell

Su rostro se ilumina al ver que la acepta como compañía, esperando esta vez tener un poco más de suerte que con Connor. El Yermo sigue dándole lecciones de vida y al parecer esto jamás termina, así que por lo pronto recibe el arma de buen agrado mientras espera llevarse mejor con ella ya que estas oportunidades no surgen dos veces seguidas. 

- Perfecto, a donde vayas, voy. -  afirma segura. 

Ya intentando seguir el paso, no se ve para nada mal su compañero y quizás sea conveniente preguntar su nombre. Al menos para profundizar un poco el vínculo. Lo curioso es que Elora no suele fijarse en hombres, más que nada por su duelo, pero allí en medio de la nada y con todas las de perder, aquel hombre le resulta atractivo. 

- Soy Elora, tu nombre... ¿Es? -  pregunta directa. 

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06/02/2018, 20:55
Director

Hay que tener bastante imaginación para visualizar la carretera que estáis siguiendo, en tu caso viste como eran antes de la guerra e incluso como los vehículos se movían por ellas. El caso de los nacidos fuera del refugio seguramente sea distinto, ni siquiera sabrán cual era su función real o lo verán como se veían las calzadas romanas en los tiempos modernos.
Sea como sea, seguís avanzando entre asfalto levantado y señales oxidadas que casi nunca se mantienen en píe.

- Mi nombre es John, John Doe. - baja la mirada hacia ti y asiente a modo de saludo - Nunca había oído ese nombre, Elora. ¿De donde vienes, Elora?

Seguís conversando hasta llegar a un cruce de carreteras, la zona está completamente despejada y la visibilidad es amplia.
Bloqueando la unión de las dos carreteras han construido una especie de fuerte con coches destrozados, carteles enormes y todo tipo de metal que han ido encontrando. El resultado son cuatro paredes y una torre construida con el remolque de un camión desde la que vigilar los alrededores.

En lo alto de la torre hay un par de hombres, el espacio es reducido pero les basta para detectaros y seguiros con sus miras telescópicas durante cientos de metros.
A medida que os acercáis ves salir del lugar una de esas caravanas formadas por un comerciante, un par de guardias y una de esas vacas de dos cabezas. Al veros se detienen, sin duda son las personas de las que hablaba John.

Notas de juego

Puedes seguir hablando durante el viaje aunque hayáis llegado, era un trayecto corto.

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08/02/2018, 02:32
Elora Rowell

El asfalto ni existe mientras se pierde entre tanta aridez y planicie, convirtiendo el paisaje en un eterno color oxído que jamás borrará de sus retinas por más que lo anhele. No obstante, ante la predisposición de su nuevo compañero, guarda en su mente aquel nombre mientras le dedica alguna que otra mirada. Esta vez no lo analiza, sino que en parte recrea la vistas considerando que no está nada mal. 

- Es griego, significa "Pensamiento Impaciente". - responde escueta y prosigue. - De un refugio, soy la Ingeniera de aquel lugar y quien lo mantiene en uso, pero la escasez llega a todos lados. Incluso en los que estamos muy cómodos allí y esto me obligó prácticamente a salir del confort para golpearme de lleno con la realidad. 

No tiene porqué mentir ni engañar, ya un día completo en el Yermo y aprendes que si alguien te salva la vida, se merece esa confianza. Luego cuando llegan al sitio en cuestión, Elora se mantiene cerca de John mientras observa cada detalle del lugar, incluso cuando sale la caravana, se mantiene inmutable por sí las dudas. 

- Cuando termines esto, seguimos hablando. - susurra atenta a los movimientos. 

Notas de juego

No hay problema, espero seguir con John. ;)

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08/02/2018, 15:52
Director

Su rostro expresa confusión cuando mencionas el origen de tu nombre, al fin y al cabo el acceso a los estudios no debe ser una prioridad en el yermo.
Al decir que provienes de un refugio lanza una carcajada, terminas tu breve relato y se detiene para mirarte nuevamente de arriba a abajo.

- Tengo que reconocer que estás muy pálida para haber crecido en el yermo, pero ahí acaba cualquier parecido con esos estirados de los refugios. Necesitas uno de esos monos azules tan ridículos, y no me digas que lo llevas debajo de la ropa porque hace unos minutos estabas casi desnuda.

Antes de que puedas responder levanta el dedo para sostener su siguiente argumento.

- Y los del mono azul llevan un cacharro de esos, - señala su muñeca y lo dibuja con los dedos - aparte de tener un equipamiento mucho mejor que la basura que logramos reunir aquí fuera. Además, ¿que loco enviaría a su ingeniera sola al yermo? Y no me digas que tu fallecido compañero también era del refugio.

Su tono es más incrédulo que desconfiado. Aunque las respuestas se te acumulan para demostrar tu verdad no parece ser el mejor lugar para hacerlo, demasiados ojos puestos en vosotros, la verdad tendrá que esperar.

- Sígueme, pero no intervengas chica del refugio. - dice al tiempo que te guiña un ojo por la broma.

Os acercáis a la caravana y ésta se detiene, los guardias parecen relajados y el comerciante sonríe mientras se aproxima a vosotros.

- Tengo que pedir perdón por mi falta de confianza en ti, - dice el mercader cuyo bigote casi tapa su boca - no creía que realmente fueses tan rápido. ¿Lo tienes?

John saca de uno de sus múltiples bolsillos una pequeña cadena metálica con un par de chapas identificativas y se lo entrega.

- Su mujer... su viuda lo apreciará. ¿Mataste a esos dos bastardos? - John asiente en silencio - No merecían menos. Bueno, no hablamos de recompensa pero soy una persona que paga por el trabajo bien hecho, tengo algo que en tu caso merece mucho la pena.

Regresa sobre sus pasos y hurga en las alforjas de la extraña vaca, al volver lo hace con un cartucho metálico cuyo tipo de munición desconoces.

- Tan rara como cara, lamentablemente no conozco a nadie más que la use. Es tuya, nuestro negocio queda finiquitado.

Sin más que decir el comerciante y su grupo se marchan. John guarda su pago en la mochila y otea los alrededores brevemente.

- ¿Y ahora qué? ¿Tienes hambre? Ahí dentro hace el peor estofado de mutaracha del yermo, aunque tú estarás acostumbrada a los filetes precocinados del refugio acompañados de agua purificada sin nada de radiación. ¿Cuál es tu plan?

Su última pregunta y su mirada inquisitiva indican que no está preguntando solo por el destino inmediato.

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11/02/2018, 00:32
Elora Rowell

Elora puso los ojos en blanco ante las burlas de John mientras se mantuvo en silencio por la negociación, al menos piensa en no decir nada hasta que todo allí mismo esté resuelto y cuando sea necesario, darles las explicaciones ante tanta burla y sarcasmo por doquier. 

- Te tragarás cada palabra dicha cuando descubras que no miento. -  dijo entre dientes. 

Claro está que no piensa aflojar a un tipo como éste, puede sonar muy ridículo el sólo hecho de imaginar que una mujer salga sola para encontrar un chip de agua con toda la ignorancia del mundo. Es así de injusto, más aún cuando todos allí están cegados por las comodidades y el resguardo del búnker, así que más de uno necesita una dosis de Yermo para caer de bruces a la realidad. 

Una vez que termina la negociación y al fin quedan solos, le dedica una mirada a su compañero aún analizando la paga que le han ofrecido. ¿Así que cobra por matar? 

- No sabía que eras un mercenario de este lugar. ¿Debo temer por ti? -  pregunta con sorna. - Por cierto, parece que has mirado muy bien cuerpo y no, el mono azul feo lo dejé apenas salí del yermo. ¿No ves que la ropa me queda enorme? -  afirma mientras no tiene en reparo en mostrar que está en lo cierto. 

Ya dispuesta a hacerle entender, piensa en algún lugar seguro para mostrarle cierta cosa, posiblemente poniendo en riesgo que se lo robe, la asesine o vaya a saber qué. La cuestión es que Elora no soporta ese sarcasmo, más aún cuando cree que es una mentirosa empedernida. 

- Llévame a un sitio en donde nadie nos moleste y te mostraré que estoy en lo cierto. -  afirma segura. 

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12/02/2018, 13:21
Director

Una sonrisa se dibuja en el rostro de John cuando hablas de su oficio.

- Bienvenida al yermo, aquí todos somos mercenarios. Los dos hombres que acompañan la caravana lo son, el tipo que no deja de vigilarnos desde allí arriba lo es y tu difunto compañero seguramente también lo era. Si no eres un artesano no hay mucho más que hacer, si los vivos te dan chapas eres un mercenario, si lo recoges de los muertos eres un saqueador. Creo que acabas de ver la diferencia. - dice señalando hacia atrás, hacia el restaurante donde os habéis conocido.

Por su tono no parece molesto, realmente no ves cabida en el yermo a muchas de las profesiones que existen y parecen indispensables en el refugio. No te imaginas como encajaría el encargado de festejos en el yermo.

Comenzáis a caminar alejándoos del pequeño fuerte, cuando estáis lejos el vigilante se desentiende de vosotros.

- Realmente hablas como si acabases de salir de un refugio, nadie se preocupa por las tallas. Todo llevamos ropa de gente muerta, ¿crees que me hicieron esto a medida? - señala su ropa militar - Todo lo que tenemos perteneció a alguien, lo único que se fabrica es munición y no de todos los tipos.

Eso no dista mucho del refugio, al fin y al cabo todos los productos han sido reciclados durante casi dos siglos. Aunque había cosas nuevas simplemente habían estado sin usar siglos. Aunque claro, allí todo estaba más limpio y se conservaba mucho mejor.

Os desviáis del camino unos cincuenta metros para ocultaros entre una roca y un desnivel, John se ha asegurado de que nadie os ha seguido, aunque no habéis visto a ninguna persona desde el fuerte.

- Adelante, chica del refugio, demuestra que es cierto todo lo que has dicho.

Se apoya sobre la roca y se cruza de brazos, aún con tu aspecto de tipo duro no puede evitar mostrar que se está divirtiendo con todo esto.

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16/02/2018, 18:43
Elora Rowell

Y sin decir ni una palabra más, salvo enarcar una ceja ante los comentarios de aquel sujeto, Elora decide quitarse completamente la ropa. Obviamente dejando las prendas que cubren lo que por decencia debe quedar oculto. 

Sin tapujo alguno luego de dejar el pantalón a un costado, no sólo se puede observar unas curvas que cualquier hombre no puede obviar, aunque la principal atracción de todo aquello es aquel aparato que atado en su tobillo ahora se encuentra. 

Es lo único que le pone la etiqueta de haber pertenecido a un refugio, además de la impoluta presencia, la palidez de su cuerpo y ese lenguaje que destila ignorancia ante un mundo que ni siquiera lo vio caer, al estar siempre encerrada entre las comodidades y el bienestar de lo seguro. 

- ¿Ahora crees que miento? ¿Crees que esto lo he robado de algún lado? -  pregunta con sorna. - ¿Acaso este color de piel es igual a la tuya? A ver señor sabelotodo, realmente mírame bien y no te detengas en hacerlo... Comprueba antes de hablar. 

Tras increpar con toda su artillería verbal y visual, se mantiene semidesnuda delante de John. No le importa nada, al margen de que el sujeto es atractivo.