Partida Rol por web

YERMO

ELORA

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14/08/2018, 00:17
Director

El intercomunicador permanece en silencio durante unos instantes, justo cuando parece que no va a volver a contestar su voz suena de nuevo.

- No incumplo mis propias normas. Para eso están las normas, para cumplirlas, eso es lo que nos diferencia de los salvajes. Os permitiré entrar a todos, al menos a la primera sala. Eso os mantendrá a salvo de lo que pueda haber fuera, pero solo avanzará más allá la señorita Rowell.

Sin esperar vuestra respuesta escuchas un ruido mecánico, aunque no lo puedes ver sabes que se trata del enorme brazo que hace girar la puerta. En unos segundos la pesada rueda dentada se hace a un lado mostrando lo que en vuestro refugio denominabais la sala de la puerta.
Apenas hay un par de taquillas, abiertas y vacías, en un lugar tan oscuro y sucio que no parece asemejarse al que abandonaste hace unos días. Las paredes muestran daños, tanto agujeros de bala como cicatrices de garras o colmillos.

Hay dos puertas, una a cada lado de la sala. Por el símbolo se tratan de ascensores, seguramente el refugio real esté varias decenas de metros más abajo. Como si estuviese coordinado en cuanto se termina de abrir la puerta un ascensor llega y las puertas se abren. El interior está vacío, la voz vuelve a resonar esta vez por los altavoces del refugio.

- Vosotros tres podéis esperar aquí, estaréis seguros. Rowell debe bajar, sola. Me temo que tendréis que fiaros de mi, al fin y al cabo sois vosotros los que necesitáis mi ayuda. Comprenderéis mis motivos cuando ella regrese, que lo hará, sana y salva.

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19/08/2018, 16:57
Elora Rowell

Una sonrisa aflora en el rostro de Elora al ver que de alguna manera ha convencido a quien tiene la voz ahora mismo en el búnker. Cuestión que alivia en parte ya que no dejaría a quienes le han salvado la vida, a quienes pretenden ayudarla, expuestos a merced de las inclemencias que el mismo Yermo tiene para ofrecer. 

Así que tras asentir, confirmando la decisión de aquel hombre, le dedica una mirada a sus compañeros mientras el sonido de la puerta revela su mecanismo y la apertura para ingresar al lugar. Si bien no puede negar el sentimiento de extrañeza que le genera el cruzar aquel umbral, se permite dejar todas las emociones a un costado mientras avanza firme una vez que todos están seguros. 

- No te preocupes por mí, ya saben que puedo arreglarme sola. Aquí estarán a resguardo, espero volver pronto. - expresa Elora tras acercarse y dejar un beso en la mejilla de John, quizás revelando a través de aquel efímero gesto, donde está el sentimiento, la gratitud y el respeto. 

- Cuando lo disponga, avanzo. - termina por decir tras iniciar la marcha hacia ese oscuro pasillo, a sabiendas de que toca descender y continuar un largo trayecto.

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22/08/2018, 20:53
Director

La última vez que entraste en el ascensor de un refugio fue para abandonar el tuyo y adentrarte en el yermo. Ahora haces todo lo contrario, desciendes hacia el interior otro refugio que corrió peor suerte que el único hogar que has conocido.
Ves los números ascender, no son pisos si no sótanos. Cuando llega al tercero el ascensor se detiene y la puerta se abre.

Ante ti se extiende un pasillo, el diseño ya lo conoces, las ventanas con bordes redondeados, paredes y suelo de plomo pintado e hileras de luces ambientales que intentar sin éxito imitar la iluminación solar.
Aunque todo eso está ahí no hay ni una sola cosa que esté intacta. El fuego y otros daños ha destruido todo, los cristales están rotos, las paredes quemadas y la luz apenas funciona a una décima parte de lo que debería.

Al fondo del pasillo hay una torreta ametralladora, ni siquiera está encendida y viendo los agujeros de bala que posee seguramente tampoco funcione en caso de ser activada. Avanzas para descubrir que te encuentras en la planta de servicios, la enfermería, el laboratorio o la granja hidropónica se encuentran aquí. No fue obra de una bomba atómica pero en poco se diferencia a lo que has visto en el yermo.

De repente una figura te sorprende detrás de una ventana, parece una de las pocas que siguen intactas. Ves a un hombre vestido con una sucia bata de médico, bajo la tela otrora blanca observas un cuerpo con graves y antiguas quemaduras. Parece que fueron tratados en su momento aunque la cicatriz es inconfundible.
La mitad de la cabeza del hombre está quemada y solo le nace pelo en la otra mitad, cabello que ha dejado crecer sin cuidado y roza su hombro. Con la barba ocurre igual, aunque es poco espesa y poblada.

En sus ojos ves inteligencia, aunque está claro que la bata no es suya y ni siquiera tienes claro que haya habitado originalmente en ese refugio.
Golpea el cristal para llamar tu atención aunque ya te habías percatado de él.

- Elora Rowell supongo. Un ejemplar sano por lo que veo, esa piel tan blanca indica una buena vida en un refugio. ¿Sería tan amable de facilitarme una muestra de tejido? No será doloroso ni nocivo pero podría serme de gran utilidad para mi investigación.

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23/08/2018, 14:29
Elora Rowell

El recorrer interno de aquel refugio le recuerda en parte a sus años vividos, a esos tiempos en donde la única preocupación era tan mundana que ni se pensaba en sobrevivir. Pero como todo lugar, que brinda una imagen ante la mirada de un observador, para Elora aquel refugio refleja un malestar sospechoso, uno que la lleva a pensar que ese búnker ha sido invadido no son los habitantes originales de aquel lugar. 

Inspirando profundo ante ello, continúa descendiendo hasta que el mismo pasillo tenue le permite detectar fallas por todos lados y una horrorosa comparativa con lo que estaba acostumbrada a vivir, pero aquello ni siquiera fue tan llamativo como la apariencia de aquel hombre, que desde su aspecto e incluso la intención, no le cuadraba en absoluto a la joven ingeniera. 

- Así es, aunque temo pecar de sincera... El refugio no estuvo bondadoso con usted. - afirma al acercarse pero manteniendo una distancia prudencial. No le agrada para nada tener que dar un poco de tejido, más aún considerando el hecho de que tiene medio cuerpo quemado. - Si digo que no... ¿Qué sucede? -  pregunta seria, sin confiar demasiado en quien tiene allí delante de sus ojos. El yermo para bien o para mal, le ha permitido desarrollar una actitud evasiva, la misma supervivencia que te incita a preservarte. 

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31/08/2018, 12:46
Director

El hombre arquea la única ceja que le queda y después sonríe y se encoge de hombros.

- Pese a haber indicado que no sería doloroso ni nocivo desconfía. Ciertamente el yermo actúa rápido en las mentes de sus habitantes, apuesto a que de haberlo pedido mientra todavía estaba en el refugio la respuesta hubiera sido totalmente distinta.

No sabes si te habla directamente o se lo dice a si mismo a modo de anotación. Con el cristal entre ambos la situación se asemeja al estudio de un sujeto y sus reacciones, aunque resulta difícil saber quién estudia a quien.

- Bueno, ahora es cuando me comunica esa necesidad de su refugio. Espero que esté en mi mano ayudarlos, ciertamente puede ser la único ayuda que reciban del exterior.

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02/09/2018, 21:08
Elora Rowell

Elora se mantiene bajo una actitud que roza la desconfianza, no lo conoce y tampoco sabe si esas personas que ahora habitan en el refugio eran las originarias, es lo que tiene vivir unas horas en el yermo que ni tu propia sombra genera un ápice de confianza. No obstante, alza una ceja también ante el comentario y mientras mantiene la distancia, que para ella es correcta en todos los sentidos, se limita a responder. 

- Puede salir unas horas a dar unas vueltas o dormir una noche en la intemperie, de esta forma comprenderá mi actitud. -  responde en un tono tranquilo, sin sonar tajante o sarcástica. Era una realidad que sólo si eres capaz de vivirla, sabes de que se habla. - Necesito un chip de agua, para que pueda sobrevivir la gente del refugio... Aunque posiblemente si lo tiene, querrá algo a cambio. 

Es que si bien ya le había pedido piel, ella no estaba dispuesta a ceder con ello.