Partida Rol por web

YERMO

ELORA

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09/11/2017, 11:59
Director

Hace siete generaciones uno de tus antepasados, un afamado ingeniero, fue invitado por Vault-Tec para protegerlo a él y a su familia en uno de los refugios que habían construido. La guerra empeoraba y el apocalipsis nuclear parecía inevitable.
Doscientos años después el refugio sigue funcionando, en gran parte gracias a tu trabajo como jefa de ingeniería. Te dedicas a mantener en marcha este lugar, al igual que hicieron tus padres y tus abuelos y prácticamente toda tu familia desde hace dos siglos.

La última avería sería un trabajo rutinario si no fuera por un pequeño detalle, no quedan repuestos. El chip de agua, la pieza que falla, está diseñado para durar décadas. Sin embargo parece que hubo un error en la distribución de Vault-Tec y tu refugio recibió menos de los esperados. Lamentablemente esto lo comprobaste al abrir la última caja y ver que pese a que el etiquetado decía agua lo que hay dentro son chips de aire.

El supervisor del refugio, la máxima autoridad, te ha encargado la misión de salir al exterior en busca de tantos chips de agua como puedas obtener. Todos sois conscientes de la importancia, que no urgencia, de la misión. No solo porque de ello depende la supervivencia del refugio, si no porque nadie antes ha salido y desconocéis que te espera fuera.
Los cientificos calculan que los niveles de radiación deberían ser tolerables, aunque puede que haya zonas donde haya peligro.

El jefe de seguridad teme que una vez abierta la puerta del refugio puedan intentar entrar desde el exterior, de modo que no te cederá ni uno solo de sus hombres para protegerte. Te tendrás que conformar con una vieja pistola de 10mm.
Al menos en la cocina te han dado agua y comida para varios días, el resto dependerá de tu ingenio.

En una improvisada ceremonia los altos cargos del refugio te acompañan a la salida en el momento de tu partida. Un pelotón de agentes de seguridad se planta frente a la enorme puerta acorazada y ésta comienza a moverse pesadamente para desvelar al otro lado una pequeña cueva excavada en una colina.
Todos se quedan parados, esperando a que salgas. Caminas y pronto tus píes pasan de pisar el suelo metálico del refugio a la húmeda piedra de la cueva.
Casi ni esperan a que hayas salido para cerrar la puerta, para entonces todos han regresado a sus puestos seguramente temerosos de enfermar por respirar unos segundos el aire del exterior.

El estruendo de la puerta sellándose de nuevo resuena en la cueva, aunque ves la salida la oscuridad abunda. Usas la linterna de tu pipboy y lo primero que descubres es un montón de huesos convertidos casi en polvo. Ves varios cuerpos acostados junto a la puerta, parece que ellos no tuvieron la suerte de entrar.
Uno de los cadáveres aún lleva una chaqueta negra bastante larga, la única prenda que ha sobrevivido a cientos de años de exposición.

Caminas hasta el exterior de la cueva para encontrar un enorme yermo, el bosque que rodeaba a la zona ya no está y en su lugar solo hay piedra y tierra árida.

Según el pipboy de tu brazo los niveles de radiación son normales, supones que a medida que te acerques a los lugares donde cayeron las bombas la situación empeorará.

A lo lejos ves lo que parece se una gasolinera, aunque la carretera está borrada aún se puede intuir por donde avanzan los trozos de asfalto que quedan. Y pensar que ese lugar estaba transitado por coches constantemente, antes de las bombas.
Solo escuchas silencio, por primera vez en mucho tiempo no oyes el murmullo del sistema de aire o el leve zumbido del reactor nuclear. Solo silencio, interrumpido brevemente por rachas de aire que además chocan contra tu pálida piel.

Notas de juego

Aquí un Pip-Boy, no pasa desapercibido precisamente.

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10/11/2017, 00:27
Elora Rowell

La toma de decisiones siempre implica una necesidad que a la larga te impulsa a escoger un camino inexplorado y que al fin de cuentas, rememora todo lo que por dentro Elora lleva bien guardado. Recuerdos de instantes compartidos junto a su esposo mientras le contaba sobre sus sueños, aferrado a la esperanza de salir al exterior y descubrir cómo había quedado el mundo luego de aquella guerra. Fueron doscientos años plagados de una devastación que consumió incluso a la mente humana, entonces gente como ella, que nacieron dentro de la privación edilicia en un entorno arruinado, ahora les toca besar la verdad y encontrarse con lo que hay cara a cara. 

La despedida no fue grandiosa, incluso le resultó a la joven algo fría y egoísta. Sólo ella era capaz de identificar un chip de agua y por desgracia, era la única que podía resolver aquella situación para que nadie muera en el proceso. El peso que carga sobre su espalda era inmenso, más aún lo era el tener que surcar un camino que la une en definitiva con la persona que una vez amó. Tenía que vencer sus propias barreras, unas que ya debían ser modificadas por lo nuevo, es decir, por lo que está por venir. 

Así que tras respirar profundo, avanzó unos pasos hasta cruzar el umbral que la separa de la seguridad y el peligro. Ya no había retorno, menos aún cuando cerraron la puerta detrás de su espalda sin la oportunidad de arrepentimiento. Así era el yermo y así de egoísta eran los humanos. Negando con la cabeza inició la marcha, encontrando restos de aquellos que intentaron ingresar y tuvieron como respuesta una muerte nefasta. Cierto era que en tiempos de guerra, podías convertirte en algo útil o en un obstáculo a ser quitado. 

Lo bueno es que al revisar con la mirada detenidamente esos esqueletos, encontró una chaqueta negra en buen estado que le queda un poco grande, pero en apariencia cómoda al fin, más aún tras quitarle el polvo y ponérsela. Al menos le cubrirá ese mono colorido y su pip-boy, objeto por el cual suponía que le arrancarían la cabeza, debido al valor que tendría. No conocía a la gente de los exteriores y sacaba presunciones de ello, si es que estaban vivos al menos. 

Luego de acomodarse la ropa avanzó a paso firme mientras contempló largo rato la lejanía y tras decidir ir a la gasolinera que vio a lo lejos, acomodó su mochila con el agua y la comida en la espalda aferrada a la intención de ir hacia ese lugar. Tenía un primer objetivo para comenzar, aunque tocaba elegir bien por dónde caminar sin morir en el intento. 

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10/11/2017, 13:02
Director

Te encaminas hacia la gasolinera, al fin y al cabo es lo único relacionado con la civilización que has visto.
Durante el camino observas que la vida no ha logrado abrirse paso tras la lluvia radiactiva, la maleza es pobre y los escasos arboles que ves están retorcidos y moribundos.

El estado de la gasolinera es lamentable, todo el metal está oxidado, la madera carcomida y la pintura apenas sobrevive en los carteles.
Hay tres surtidores, alguien se ha llevado las bombas así que no sirven para nada. De todas maneras dudas que hubiese gasolina incluso hace doscientos años, el petroleo pasó un articulo de lujo.
El lugar alberga dos edificios pequeños. Uno es una tienda, recuerdas las historias de viajes por carretera y como se paraban a comprar casi de todo en las gasolineras. Los cristales están tan sucios que son prácticamente opacos, aunque viendo la puerta forzada y destartalada sospechas que pocas cosas de valor encontrarás si entras.

El otro edificio parece una especie de almacén o garaje. La puerta está cerrada pero el viejo candado que la mantenía bloqueada yace roto en el suelo casi enterrado.

Mientras observas en silencio el lugar escuchas un ruido, un par de leves golpes en el suelo procedente de la tienda. Miras hacia el interior a través de la puerta entreabierta manteniendo la distancia pero no puedes ver nada debido a la oscuridad que hay.

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11/11/2017, 00:31
Elora Rowell

A medida que fue avanzando recreó la vista con los restos de un mundo que desconocía, imaginando tal vez entre pensamientos como hubiera sido aquellos lugares, si la guerra no hubiese generado tanta destrucción a su paso. 

No obstante, como persona que jamás conoció algo mejor que esto, le resultó magnífico el estar allí, pese al aire contaminado y el opaco color que denota tristeza, desolación y horror.  Al menos quería descubrir entre las ruinas lo que relata en historia aquella gasolinera, observando que el paso del hombre dejó una secuela que perdura en el tiempo. Elora jamás había pasado necesidades, jamás ha luchado por comida, ni se vio en la obligación de saquear toda tienda o sitio que se cruzara en su camino.

Demasiado bien vivió hasta ahora y al encontrarse con una realidad que te consume mentalmente, avanzó un poco más por mera curiosidad. Lo bueno es que la decisión estaba tomada y tras coger su pistola, decidió avanzar hacia la tienda que al escuchar unos sonidos, alertaron sus sentidos pero no disminuyó el anhelo de ver que había detrás. 

La oscuridad le restaba visión, aunque la curiosidad le podía más. Así que tras sostener con la mano derecha el arma, con la izquierda lentamente abrió la puerta. Cubriéndose la espalda apoyada sobre la misma, así no se exponía ante algún loco que la esté esperando, dió un paso más con la intención de adentrarse.

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11/11/2017, 11:48
Director

En el refugio 68 no hay tiendas, si quieres comer vas al comedor, si quieres algo lo tienes que solicitar por escrito. No hay dinero, así que el concepto tienda es algo que conoces por las historias del pasado. Y sin embargo, ahora estás en una.

Encuentras las estanterías vacías, la mayoría de los estantes se han desplomado y por el suelo solo ves viejos envoltorios de comida o cristales rotos que algún día fueron botellas de refresco o cerveza.
Incluso el revistero está vacío, habrá servido de combustible para hogueras o como último entretenimiento en este mundo.

El ruido vuelve a repetirse, procede del fondo de la tienda y la escasa luz que entra por la puerta no ilumina hasta allí. Algo golpea el suelo numerosas veces, llegas a la conclusión de que son pasos a tiempo para ver qué está causando ese sonido.
Saliendo de la penumbra se muestra ante ti un insecto enorme, de hecho se trata de una cucaracha. Sin embargo no es como las cucarachas que una vez aparecieron en la despensa del refugio, esas median tres o cuatro centímetros, ésta mide casi un metro de largo y medio de alto.

Te habían dicho que las cucarachas podían sobrevivir a la radiación, pero nadie te dijo nunca que podían verse afectadas y convertirse en algo así.
Su caparazón parece el de una tortuga y además tiene alas.

La cucaracha gigante se acerca a ti moviendo sus seis patas rápidamente, parece ser que eres lo más parecido a un alimento que ha visto en mucho tiempo.

Puedes en su cabeza como mueve la mandíbula, un mordisco de esa cosa podría hacerte mucho daño.

Notas de juego

Puedes disparar dos veces por asalto, tiras 1D100 por disparo y debes sacar 37 o menos para acertar. También puedes correr, lógicamente.

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12/11/2017, 22:04
Elora Rowell

El primer encuentro con lo que queda de la Tierra no podía ser normal, estaba claro que siempre ante la devastación un halo sombrío circunda anunciando el peligro inminente. La radiación obviamente hizo sus estragos, la naturaleza va a prevalecer en las peores circunstancias y aquello que tenía delante de si misma, era la prueba fiel de que la resistencia existe en los animales, más aún en las cucarachas. 

Dispuesta a no querer enfrentarlo, decide emprender la marcha. Por regla el caparazón de ese animal era muy duro, debido a su apariencia y la forma en que podía resistir a las balas. Lo cual la lleva a la conclusión de que si le dispara, difícilmente lograría herirlo a no ser que acierte en sus partes vulnerables, siendo una ardua tarea de concentración y ser preciso al apuntar para que la bala vaya en el lugar justo. 

No podía con ello, así que dejando atrás aquel pensamiento de querer explorar, salió corriendo por el mismo sendero de dónde vino. Primer encuentro, un acto de cobardía, pero al menos intentaría estar en una pieza. 

Notas de juego

Salgo corriendo. xD

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13/11/2017, 11:41
Director

Analizas la situación y a tu enemigo, optas por huir y ahorrar balas y posiblemente salvar tu vida.
Regresas sobre tus pasos y te alejas de la gasolinera, la cucaracha gigante no parece tener intención de seguirte ya que no sale detrás de ti.

La carretera, o lo que queda de ella, va hacia el este y el oeste. No parece una carretera importante, es pequeña y está muy lejos de ser una autopista, pero es el único camino que existe.
Está claro que construyeron el refugio lejos de grandes centros urbanos ya que esos eran los posibles objetivos de las bombas atómicas. Recuerdas haber visto algún mapa hace mucho, Kansas City estaba hacia el este aunque incluso en el mapa a escala se veía lejos.

El silencio vuelve a dominar tu entorno, al menos ahora tienes claro que cualquier cosa que rompa ese silencio puede ser una amenaza potencial.

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14/11/2017, 14:44
Elora Rowell

Sorprendida de que no le haya seguido los pasos aquel insecto gigante, avanza a paso firme mientras se plantea hacia dónde ir. Ya haciendo un poco de memoria, recuerda que Kansas se encuentra hacia el este y la distancia era bastante extensa por así decirlo a pie, no sabría cuánto podría llevarle. Aún así piensa intentarlo. 

Decidida a querer continuar con su camino, coge la carretera que le permita de guía hacia su objetivo. Desconociendo un poco como es el ambiente en general, no caminó sobre el mismo asfalto, optando por ir al costado sin perder el hilo conductor del sendero. De momento no se ve agobiada por la temperatura y el ambiente en general, no creo que pueda decir lo mismo una vez pasen las horas caminando. 

Impaciente y con muchas ganas de seguir, guarda su pistola para ponerse en marcha. Cada tanto observando el entorno, por si alguien aparece o alguna criatura mutante surge de la nada. No era un sitio para confiar, no tenía miedo por ello. 

Notas de juego

Avanzo a Kansas. 

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15/11/2017, 11:17
Director

Jamás en tu vida habías dispuesto de tanto espacio para caminar, y menos aún al aire libre. Sí, los peligros se habían multiplicado y tu vida ahora corría peligro constantemente, pero en el refugio lo más grave que te podía ocurrir era torcerte el tobillo bajando una escalera.

Caminas por el arcén de una carretera que desaparece a tramos, por suerte es mayormente recta y aunque pierdas de vista el asfalto lo vuelves a encontrar varios metros después.
Algunas de las señales que aún quedan en pie indican que estás en la Interestatal 70, aunque ahora solo sea un camino de asfalto destrozado y tierra seguirá conectando ciudades importantes y seguramente pase por Kansas City.

Tras media hora de camino ves algo a un lado de la carretera. Al principio no te parece más que un amasijo de hierros pero al acercarte lo reconoces, es un coche. De hecho es un Corvega, uno de los primeros modelos que incluía un reactor de fusión en miniatura.
Reconoces el modelo pese a que el reactor haya explotado y solo quede el chasis quemado y trozos de metal dispersos. Viendo que hay partes enterradas seguramente explotó hace muchos años.
Aún así es el primer coche que ves en tu vida, hasta ahora solo eran imágenes de modelos nuevos y relucientes.

Notas de juego

Puedes tirar Reparación por si quieres intentar recuperar alguna pieza útil en el futuro.

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17/11/2017, 22:56
Elora Rowell

El largo trayecto resulta ser un poco agobiante para Elora, no sólo por lo pesado que es el caminar en medio de un paisaje que destila sobriedad por doquier mientras la monotonía tiñe de colores oxidados todo lo que alguna vez brilló con intensidad. Y sin importar las veces que intenta no perderse en esa carretera, por momentos siente que se cambia y vuelve a retomar manteniendo la atención puesta en la lejanía. 

Le resulta horrible el estar allí, en solitario y sin miras de un cambio que sea significativo al menos para la joven. Hasta que de repente, observa un auto todo oxidado que destaca entre el monocolor en general. Al instante reconoce el tipo de vehículo, su marca y el potencial que tuvo en sus mejores épocas. 

Tuvo nostalgia, más aún al deslizar su mano sobre el capot y ante la curiosidad de encontrar algún repuesto interesante o reliquia que valga la pena, comienza a revisarlo. Durante largo rato, disfruta el estar sentada, simular que conduce, luego comprueba las puertas y todo lo que se pueda husmear. Va retirando el viejo estéreo, algún cd de una banda que ni debe andar y la chapa que distingue la marca del auto. 

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18/11/2017, 11:39
Director

Dedicas un buen tiempo a ponerte en la piel de aquellos conductores de hace dos siglos, imaginas a los pilotos de carreras y lo que tenía que sentirse a bordo de algo así, con un reactor en miniatura retumbando bajo el capó.
Pese a que la mayor parte del vehículo está quemada buscas algo recuperable, siempre hay algo que se salva.

Con menos esfuerzo del que esperabas logras desinstalar la vieja radio del coche, es un poco pesada pero parece que está en buen estado. Es posible, si dedicas el tiempo necesario a modificarlo, darle energía usando la alimentación de tu pip-boy. No sabes si hay alguien emitiendo, de hecho dudas en general que haya alguien por lo visto hasta ahora.

En cuanto sales del coche te sorprende algo en mitad de la carretera, hay una persona que ha debido llegar hasta allí mientras sacabas la radio y que no has visto venir.

Se trata de una mujer de aproximadamente tu edad, su ropa está rota y su piel llena de sangre y heridas de todo tipo.
Avanza torpemente hasta detenerse a unos metros de ti y se queda mirando a la nada hasta que de repente se desploma en el suelo.

Al caer de cara puedes ver su espalda, tiene un cuchillo de combate clavado justo entre los hombros. Su camiseta está empapada en sangre y ahora puedes ver el pequeño rastro que ha dejado sobre el asfalto.

No ves a nadie más, no sabes de donde ha salido, pero está claro que estás presenciando los últimos minutos de vida de una desconocida.

Yace en el suelo, sin fuerzas para nada más que mantener los ojos abiertos y mirarte mientras agoniza.

- Tiradas (1)

Motivo: Reparacion

Tirada: 1d100

Dificultad: 44-

Resultado: 5 (Exito)

Notas de juego

Te hago yo la tirada, mira, casi consigo un crítico.
Por cierto, ¿que es un CD? :P
La estética es como en los años 50 en Estados Unidos, por muy futuro que sea usan teles de tubo y coches con energía nuclear, lo sé, es confuso, ya lo irás descubriendo. ;)

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22/11/2017, 18:04
Elora Rowell

El tener aquella pieza entre sus manos ha sido el mayor descubrimiento que jamás puede tener, incluso fue capaz de guardarlo resguardarlo con su chaqueta para que el ambiente corrosivo no lo dañe aún más. Entusiasmada por ese hecho, se incorpora con la intención de continuar la marcha, mientras que sin poder evitarlo, la presencia de aquella mujer le preocupa en demasía. 

Al ver que cae al suelo, Elora corre para auxiliarla, sin dejar de notar como la sangre brota debido a esa herida que tiene por el cuchillo incrustado. Sin saber mucho que hacer, más que nada por regla lo básico, rompe la camiseta de la chica para observar mejor la herida y encontrar la forma de quitarle el objeto. El problema es el sangrado, al no tener con qué detenerlo, puede decantar en una hemorragia y la pronto muerte de la persona. 

- ¿Qué te ha pasado? -  pregunta nerviosa. 

No tiene habilidades médicas, pero al menos intenta preguntar algo mientras analiza la herida y sus posibilidades de poder ayudarla. 

Notas de juego

Cd : compact disc. 

La reviso máster, antes de interceder para quitarle el cuchillo. 

Perdón la demora, finde que no he estado y ahora gripe. Pero ya estoy!-

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23/11/2017, 16:35
Director

La chica recupera parcialmente la consciencia cuando te acercas. Al rasgar la ropa ves que no es la única herida abierta que tiene, la sangre mana de su espalda por varios sitios y en todos los casos parecen heridas del mismo cuchillo.
Aunque sabes poco sobre primeros auxilios no ves posible salvar su vida sin medios como sutura, transfusiones o medicinas.

- Holk... traidor... - son las últimas palabras de la chica antes de desvanecerse.

Su corazón late un minuto más antes de detenerse y un charco de sangre comienza a formarse bajo su cuerpo.

Además de la mugrienta camiseta ensangrentada viste unos pantalones que alguna vez pertenecieron a un mono de trabajo. Sus botas son notablemente más grandes que sus píes y el único arma que porta lo lleva clavado en la espalda.
Tiene innumerables cicatrices, muchas parecen viejas heridas de lucha y las marcas de sus muñecas bien podrían ser las secuelas de haber estado encadenada o esposada.

Miras hacia el lugar del que ha venido y ves el rastro de sangre, un goteo constante marcando cada paso que ha dado la chica.
Mas allá, a unos cien metros y asomando por encima de un pronunciado desnivel, observas una columna de humo que jurarías no haber visto hace media hora.
Examinas la forma de llegar y parece que hay una gruta entre la roca que bordea la carretera, mucho más adelante el desnivel es menor y se puede salvar sin problemas, aunque darías un rodeo mucho mayor.

Notas de juego

Te pregunté sobre el CD porque no existen en Fallout, aquí son más de holocintas.
En este caso no tiene sentido, pero puedes recuperar salud aplicándote primeros auxilios. Como tu personaje es inteligente tiene un 30% y lo puede usar un par de veces al día. Equivale a vendarse una herida o hacerse un torniquete improvisado.

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26/11/2017, 21:30
Elora Rowell

Es la primera vez que Elora observa como la vida misma se disipa entre sus manos, dejando un agrio sabor en su corazón mientras la tensión agobia sus sentidos al punto de consumirse por un breve instante. Eternos aquellos segundos, en dónde decide respirar con la intención de pensar un poco mejor. No puede derrumbarse, no cuándo ha decidido salir al exterior para ayudar al resto de las personas que viven en el bunker, ajenos a la crueldad que por estas tierras es una moneda corriente. 

- Descansa en paz. - expresa tras cerrar los ojos de la joven.

Ahora con aquel nombre grabado a fuego en su mente mientras desvía la mirada hacia ese rastro de sangre, quizás siendo la guía exacta para avanzar y encontrar a los culpables o descubrir que sucede allí. Ignorante de la vida que se cuece en el yermo, decide abandonar aquel cuerpo tras arrastrarlo y dejarlo escondido al menos de la vista en general. 

No sin antes quitarle los pantalones para liberarse de ese mono tan llamativo, siendo una más en estas tierras que se antojan austeras y mortales. Una vez que realiza el cambio, aún percibe el ahora cansino de la sangre y tras habituarse con el transcurso del tiempo, decide seguir aquel camino rojo carmesí. Posiblemente esperando lo peor. 

- Tiradas (1)

Motivo: Sigilo

Tirada: 1d100

Resultado: 65(+49)=114

Notas de juego

Perfecto. 

Tiro sigilo! 

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27/11/2017, 11:32
Director

Sigues el rastro de sangre que ha dejado la chica con la esperanza de encontrar el origen de su muerte, con esas heridas no ha podido recorrer mucha distancia y la columna de humo no presagia nada bueno.

Te abres paso entre las rocas, algunas están manchadas de sangre allá donde la victima se sujetó. Cuando superas el estrecho pasaje descubres un pequeño campamento parcialmente oculto entre rocas. Apenas se compone de un par de barras de metal clavadas en el suelo y una tela sobre éstas a modo de toldo. Hay tres sacos de dormir tan sucios como rotos y el origen del humo, una hoguera sobre la que se está cocinando lentamente algo parecido a un perro o un felino pequeño.

A apenas diez metros de tu escondite hay otro cadáver, se trata de un muchacho de unos veinte años. Yace boca arriba y los dos disparos en su pecho son recientes en vista de que la sangre aún no se ha secado.

A unos veinte metros, en el campamento, observas a un hombre enorme. Viste una especie de armadura hecha con chatarra, dos trozos de neumático sirven de hombreras y lo que alguna vez fueron señales de trafico ahora forman una coraza hecha a medida.
En su cintura ves colgando una pistola, como si de un pistolero del antiguo oeste se tratase. Se encuentra de espaldas a ti, está ocupado revisando una bolsa de tela aunque no puedes ver el contenido de la misma.

El goteo de sangre acaba, o mejor dicho empieza, justo donde está el cuerpo sin vida del chico.

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29/11/2017, 04:13
Elora Rowell

Tras seguir el rastro, descubre finalmente hacia dónde la lleva y lo que puede encontrar a través de ello. Sin dudas, aquello es más escalofriante de lo que espera, no sólo por la rústica forma de vida que denotan allí con ese animal cocinándose en el fuego, sino el cadáver del chico que perece ante la desgracia del olvido. 

Para su desgracia, Elora descubre a la fuerza lo dura que es la vida del yermo, que totalmente distinta a todo lo vivido en el búnker, la impulsa a pensar seriamente sobre su situación. Ya teniendo en cuenta la presencia de aquel hombre, luciendo ese estilo de vestir tan intimidante, al punto tal de que ni quiso imaginar como estarán los otros dos que faltan. 

Escondida entre las rocas un tanto nerviosa por lo visto, decide emprender el camino de regreso mientras que en su mente todas las señales de alarma se activan. ¿Cómo sobrevivir a todo esto? ¿Cómo no terminar igual que esa joven? Es evidente que las preguntas se manifiestan en la mente de ésta joven, lo bueno es que de momento no piensa enfrentar y seguir su sendero entre las sombras es la mejor opción. Aunque esta vez ya es consciente de que su probabilidad de vida, se reduce a un encuentro funesto con ese tipo de gente. 

Notas de juego

Hago marcha atrás y regreso. 

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30/11/2017, 12:54
Director

En vista del inminente peligro y de tus pocas opciones decides regresar sobre tus pasos y dejar la muerte para otro día.

Retomas la carretera aunque ahora tus miradas en todas direcciones se incrementan, el camino está lleno de lugares perfectos para emboscadas.

Encuentras un charco verdoso a un lado de la carretera, parece muy denso para ser simplemente agua sucia. Al acercarte el pip-boy de tu muñeca comienza a emitir un sonido áspero, es el detector geiger que tiene incorporado y que te avisa de que la radiación es peligrosa en esa zona.

Continúas dejando atrás otro nuevo peligro y comienzas a subir una pronunciada pendiente que te impide ver qué hay al otro lado. Cuando estás llegando a lo más alto descubres una nueva criatura, se trata de una especie de vaca con dos cabezas. Una de las cabezas está olisqueando el asfalto mientras que la otra se alza para mirarte.
Sobre su lomo ves un arnés que sujeta un par de barriles y unas cuantas alforjas, debe tratarse de un animal de carga.

De detrás del enorme animal aparecen un par de personas, el primero es hombre con un desgastado y sucio traje gris, viste un sombrero a juego y unas gafas de aviador que nada tienen que ver con el resto del modelo.
Tras él se adelanta una mujer, su vestimenta es más militar y también lleva una improvisada armadura hecha con trozos de metal que cubren su pecho y espalda.
La mujer agarra la pistola que lleva en su cintura, aunque no termina de sacarla tras un gesto del hombre.

- Buenos días viajera. Soy Roy McCoy, de caravanas McCoy. Es extraño ver a alguien solo por esta zona, está llena de saqueadores y mutarachas. Apuesto a que tienes sed, hambre o necesitas munición, por unas pocas chapas podrás suplir todas esas necesidades y proseguir tu camino.

No sabes si apesta más la vaca de dos cabezas o los humanos, pero al menos sigues viva y nadie ha muerto todavía.

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02/12/2017, 22:17
Elora Rowell

El camino resulta ser tedioso por momentos, no sólo por la monotonía del paisaje que lejos de presta para ser entretenido, sino el ambiente que emana peligro por donde lo mires. Al margen de ello, también está lo tóxico y el eterno chillido del pip- boy que alerta el grado de gravedad. 

No obstante, sigue avanzando entre tanto páramo desértico. Hasta que de repente se encuentra con una especie de vaca con dos cabezas y una pareja bastante peculiar, entre aromas rancios y actitudes que en apariencia denotan bondad, por más que todo pueda desmadrarse en segundos.

- Un placer, Elora. - afirma presentándose. - No gracias. ¿Podría decirme a cuántos kilómetros se encuentra el pueblo más cercano? - 

Aquella pregunta era directa, al menos no piensa comprar nada, pero si saber hacia donde debe dirigirse o que dirección tomar. Se encuentra muy perdida por desgracia y necesita un poco de orientación.

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03/12/2017, 14:25
Director

Roy no parece molestarse ante tu negativa a comerciar, al fin y al cabo dudas que viva de los viajeros solitarios que según él escasean.

- ¿El pueblo más cercano? - mira en varias direcciones como si pudiera verlo y calcularlo - Debe ser Lucas, si es que a eso se le puede llamar pueblo. Al menos es el lugar más próximo donde no te disparan al verte. Solo tienes que seguir la carretera unos diez kilómetros en la misma dirección que ibas y veras el pueblo a tu derecha.

Detectas como su guardaespaldas hace un gesto sutil a su jefe para que mire a tu brazo, en cuanto el comerciante ve el pip-boy sus ojos se iluminan.

- Oh, ¿que tenemos aquí? ¿Ese Pip-boy funciona? ¿Sabes cuanto cuesta uno de esos operativo? Elora, llevas en tu brazo un enorme diamante. ¿Esta en venta? 

Que mantengan sus armas enfundadas y sigas viva indica el tipo de personas que son después de ver su reacción ante tu pip-boy, algo que todo el mundo lleva en el refugio y que nadie valora tanto.

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05/12/2017, 18:22
Elora Rowell

Tras echar una mirada a la lejanía, asiente conforme decidiendo que irá en esa dirección. Al menos ese "pueblo" llamado Lucas no es tan hostil dentro de lo que es la vida del Yermo. Aún así, luego de ver semejante especímenes porque humanos ni pueden llamarse, está claro que desconfía de todos. 

- Perfecto, gracias por el dato. -  agradece esbozando una media sonrisa. 

Luego cuando el jefe de la caravana observa el aparato que tiene en la muñeca, abre los ojos un tanto sorprendida y nerviosa. El llevar algo tan valioso en estas tierras puede ser objeto de problemas, incluso de muerte, pero esa gente no parece mala, aún así tiene que mentir. 

- Ah, esto... No anda bien, falla todo el tiempo... Y no, no está a la venta porque es un recuerdo de mi esposo... Era suyo. -  responde bajando la manga de la chaqueta. - Ahora, si me disculpan. Seguiré camino.