¡Por fin era el día que todos ustedes estaban esperando! Los exámenes finales de acceso estaban por fin preparados para ser hechos por todos aquellos estudiantes que deseaban convertirse en duelistas profesionales o entrar en el mundo de los juegos de cartas... Y para eso, con la nota de sus exámenes conseguirían estar un paso más cerca... ¡Siendo seleccionados para la Academia de Duelos, la academia más prestigiosa donde aprender el duelo de cartas, y del que salieron estrellas de los duelos profesionales como Syrus Trusdale, Alexis Rhodes o Chazz Princeton; o diseñadores de cartas e investigadores como Chumley Huffington o Bastion Misawa!
Todos os inscribisteis y entrasteis en el pabellón donde habían organizado todas las arenas de duelo donde podrían disputar sus duelos con los examinadores. Os indicaron que os sentaseis en las gradas, las cuales estaban llenas a rebosar de jóvenes como ustedes que deseaban entrar en la academia, y en una pantalla apareció la imagen de una mujer mayor sonriendo.
"Bienvenidos jóvenes aspirantes, soy la Canciller Carol Swether, la directora de la Academia de Duelos. Por lo que veo, hay mucho potencial sentado en las gradas. Espero todos podáis cumplir vuestros sueños, pero dependerá de lo mucho que os hayáis esforzado. Esta es vuestra oportunidad, mucha suerte jovenes"
Te llamaron junto a otros alumnos, indicándote que preparases tu mazo y tu disco de Duelo para tu examen. No tenías dinero, no podáis comprarte un puesto como otros niños ricos lo pudieron hacer... por lo que ahora era vital aprobar aquel examen si es que de verdad querías entrar. Pues la segunda opción sería continuar malviviendo, continuar cogiendo trabajos que en los que sabías que te despedirían, y vivir sin un techo... O peor aún, tener que suplicar a tus padres que te dejas envolver a entrar... Aunque tu no estabas dispuesto a eso, por lo que la única opción era ganar.
Subiste en un ascensor hasta el campo de batalla... y poco después salió tu examinador. Parecían todos clonados, con la misma ropa y las mismas gafas de sol como si aquel fuera el uniforme especial -Aspirante Jin Kiritsugu, enciende tu disco, comienza el examen.
Había llegado el día, el momento de empezar de nuevo y obtener esa buena vida que me merecía. Cometí muchos errores, ¡pero hoy sería el momento del cambio, el momento donde todo solo iría a mejor! O al menos eso me decía siempre con cada trabajo que conseguía y al poco tiempo perdía...
Desde el momento en el que me senté en las gradas y pude ver la cantidad de competencia que tenía para entrar ya me invadía el nerviosismo, algo que se me notaba a simple vista, revisando constantemente mi mazo como si estuviese planeando desde antes mi estrategia aunque en realidad quería asegurarme de que no se me había olvidado ninguna carta importante.
-Sí, está aquí, y... ¿Ah? -embobado, tardaría en reaccionar a la orden de la directora de dar inicio a mi prueba, sobresaltándome al darme cuenta. -. ¡S-Sí! ¡Claro!
Y teniendo que atajar mis cartas para que no se me cayesen mientras encendía mis disco de duelos, tomaría aire para intentar calmarme y luego colocarlas en su lugar, encendiendo mi herramienta de duelos para comenzar la dichosa prueba.
El instructor enciende su disco y te mira con las gafas de sol, fijando vuestros puntos de vida en 4000 puntos haciendo que el duelo empiece -Como examinador, comienzo yo- dijo el instructor con seriedad robando su primera carta -Invoco a la Morena Penetrante en posición de Ataque.
Y juego la Carta Mágica continua Salvamento Blancopez. Y la Carta Mágica de Campo Umi, con la que el ataque de mi Morena aumenta 200 puntos de ataque y de defensa, dejándolo en 1700 puntos de Ataque- puedes ver como el campo de batalla cambia ahora a un mar, en el que se ven lo que parecían lápidas en el fondo.
Termino mi turno aspirante.
Mano inicial:
Primer robo:
Nada más empezar, ya veía que tendría problemas para tratar con mi rival si dejaba que llenase su campo con monstruos de su tipo, aunque pensándolo bien él estaría en una situación similar si me dejaba hacer lo mismo: los decks de un solo arquetipo eran geniales.
-Pues yo.... yo... -mis ojos pasarían velozmente entre mis cartas una tras otras, como si estuviese meditando profundamente cual seria mi primer movimiento.
¡Invoco al Dragón Zombie en posición de Defensa!
Y colocaré una carta boca abajo.
-Termino mi turno -declaré con cierta confianza, antes de volver mi mirada nerviosa al campo esperando la respuesta del instructor.
Invoco a Dragón Zombie en posición de defensa.
Coloco Cama Zombie boca abajo.
¿Esa va a ser toda tu jugada?- preguntó el instructor con seriedad, comenzando por robar su carta -Entonces este duelo no durará mucho- terminó diciendo sin mostrar mucha más emoción -Invoco al Barredor de las Profundidades en posición de Ataque, que gracias a Umi también obtiene 200 de Ataque.
Y comienzo la batalla. Mi Morena Penetrante ataca a tu Dragón Zombie... Y uso su efecto, el cual hace que mi monstruo cause daño de penetración, y teniendo 0 de Defensa... Recibes los 1700 puntos de daño, además de los 1800 del ataque de mi Barredor. ¡Cornada Penetrante y Chorrazo Propulsado!- los ataques fueron precisos. La morena destruyó al dragón en defensa de una cornada, haciéndote el daño, mientras que su otro monstruo te atacó directamente lanzando un chorro de su boca como una manguera... dejándote con la friolera de 500 puntos de vida mientras tu rival tenía los 4000 todavía.
Creo que ya deberías rendirte... Porque ahora, en la segunda fase, utilizo el efecto de mi Barredor de Profundidad... La sacrifico... ¡Para destruir tu carta boca abajo!- el monstruo se va al cementerio y destruye tu carta trampa con otro chorro de agua que cae del cielo... Lo cual era algo que por suerte querías que pasase. Y con ello parecía acabar el turno.
Puedes activar el efecto de la Cama Zombie. Luego robas.
Tu robo:
Campo rival:
Vacio | Vacio | ![]() |
Vacio | Vacio |
Vacio | Vacio | ![]() |
Vacio | Vacio |
-Espera, ¿¡qué!? -me sobresalté al escuchar su primer movimiento, percatándome del terrible error que había cometido al hacer aquella movida.
No conforme con haberme causad una considerable cantidad de daño al acabar con mi monstruo con 0 de defensa, también me habría atacado con un segundo monstruo y, dispuesto a dejarme sin una sola carta en el campo, ¡destruiría mi carta boca abajo!
¿¡Qué voy a hacer ahora!?
Espera...
-¡Al destruir mi carta, has activado mi trapa: Cama Zombie! -revelé algo motivado mientras la carta se mostraba. -. Esto me permite invocar un monstruo de manera especial directamente desde mi deck, por lo cual invoco a... ¡Armored Zombie, en posición de ataque!
-Ahora... -miré mis cartas detenidamente luego de haber robado, lo que haría que mis ojos se abriesen de la sorpresa antes de intentar disimularlo. -. ¡Invoco "Mundo Zombie!
-¡Lo que provoca que tu Morena Penetrante deje de verse afectada por Umi! ¡Porqué es un zombie ahora, no un pez! -expliqué lo obvio. -. Y a continuación... ¡Sacrifico a mi Armored Zombie para invocar a mi Dragón Zombie de Ojos Rojos en posición de ataque!
-Y ahora... ¡Ataco a tu Morena penetrante! ¡Red-Eyes: Aliento de Muerte! -con el ataque, enviaría a su carta directamente al cementerio, además de hacer una diferencia de daño directamente a su vida debido a que estaba en posición de ataque. -. Y ahora... ¡Activo el efecto de mi Ojos Rojos! ¡Ven aquí, Morena Penetrante! ¡La muerte es solo el inicio! -y de manera dramática, invocaría a la Morena Penetrante en mi lado del campo en posición defensiva, dedicando una sonrisa al instructor. -. Ahora... Colocaré una carta boca-abajo, y acabo mi turno.
Coloco boca abajo Luna Roja.
El examinador levantó un poco la ceja al ver que pese a destruirte la carta tu la activaste, aunque pese a ello continuó viendo tus jugadas, tampoco demasiado asustado de ver invocar ese monstruo que seguía siendo más débil que el suyo gracias a Umi, de hecho el zombie se tuvo que colocar en un islote que apareció en el mar del campo.
Y entonces, comenzaste tu turno... Con tu propia carta de campo -¿Que?- obviamente al examinador le sorprendió la jugada, viendo como tu carta de Mundo Zombie teñía el mar del Umi de un color morado ponzoñoso... y como la carta del examinador se iba "pudriendo en vida", siendo ahora una especie de Morena Penetrante Zombie como justo dijiste, y bajase su ataque -Si tenias esa jugada, ¿porqué no la hiciste antes?- no pudo evitar preguntar el examinador, pues esto era un examen.
De todas formas, tu continuaste... y sacaste una de tus cartas favoritas sacrificando al Zombie Acorazado...
Ahí apareció tu monstruo, un temible dragón putefracto envuelto en llamas azules y con una mirada roja más penetrante que la morena el cual sacó una leve ovación por parte del público. Atacaste, y con él destruiste al monstruo del examinador, dejándole con 900 puntos menos de vida... Mientras además invocabas a su propio monstruo en modo de defensa.
Mi turno, robo- dijo el examinador robando una carta -Retiro mi carta de Umi... ¡y juego Un Oceano Legendario!- el campo tembló, y del mar emergió lo que parecía una ciudad hundida -Gracias a esta carta, los monstruos de AGUA aumentan 200 en Ataque y Defensa y disminuyen un nivel en el campo y mano, sin necesidad de ser Pez- dijo, mientras veías que tu nueva Morena bajaba un nivel y aumentaba sus estadisticas.
Juego la carta Santuario del Demonio, el cual me permite invocar una ficha en el campo de 0 de Ataque y Defensa... Pero no se quedará mucho tiempo, porque gracias al nivel menos... Puedo sacrificarle para invocar... ¡A la Ballena Ciudadela!- dijo, invocando la ficha del santuario antes de sacrificarla... y de que del mar ponzoñoso saliera una enorme ballena zombie con cañones en su espalda... de 2350 de ataque... más los 200 del campo -Un monstruo impresionante, pero mi ballena es más fuerte... ¡Apunten, FUEGO!- dijo el instructor ordenando atacar a tu dragón... el cual se destruyó por los cañonazos de la ballena, dejándote con solo 350 puntos de vida. Y ahora terminaba su turno... tenías que remontar si o si.
Tu robo:
Vacio | Vacio | ![]() |
Vacio | Vacio |
Vacio | Vacio | ![]() |
Vacio | Vacio |
Un incomodo silencio y una cara de nerviosismo seria lo que el examinador obtendría de mi al preguntar el porqué no hice aquella jugada antes: ni siquiera yo lo sabía, de haberlo hecho seguramente me habría ahorrado muchos problemas...
Cuando empezaba a tener esperanzas de ganar aquel enfrentamiento, el hombre no se contendría al cambiar su jugada optando por algo más directo: cartas de agua. ¡Las mías solo eran de oscuridad! ¿¡Como podría aprovecharme de ello ahora!?
-Tsk... -mis puntos de vida estaban a nada de llegar a cero, y todo parecía depender de esa última carta que iba a robar... -. ¡SÍ! -celebré de inmediato, siendo que seria obvio para todos que algo bueno me había salido, y yo torpemente lo intentaría disimular tosiendo un poco mientras adoptaba una expresión más seria. -. En ese caso... Invoco a Tatsunecro en posición de ataque.
-Y ahora, aprovechando su efecto lo utilizaré junto a la Banshee del Necromundo para invocar una carta por Sincronía en posición de ataque... ¡Mi Red-Eyes Zombie Necro Dragon!
-Con sus 2400 puntos de ataque, más los 100 que les da tu Ballena Zombie, ¡enviará a tu monstruo directamente al cementerio de un ataque! -indiqué, atacando con mi única carta monstruo en juego a su ballena para destruirla. -. Y aprovechando su efecto, ¡invoco desde el cementerio a mi Red-Eyes Zombie Dragon en posición de ataque, y ataco directamente tus puntos de vida!
El examinador miró con atención tus reacciones nada sutiles -Veamos si de verdad has robado bien- dijo el hombre con seriedad... Antes de que tu le mostraste lo bueno que había sido tu robo, haciendo la invocación de Tatsunecro... antes de activar su efecto, para utilizar un monstruo de tu mano... Para una invocación con Sincronía.
Tatsunecro se convirtió en tres anillos flotando, donde entró la Banshee y se convirtió en cuatro esferas de luz... Y con un rayo de luz y un montón de llamas azules...
Apareció tu monstruo estrella... ¡El Dragon Necro Zombie de Ojos Rojos! Con el poder de aumentar en 100 puntos por cada Zombie en el campo y en el cementerio... ¡Tu Dragón superó a su Ballena! Primero destruyó a su pescado zombie gigante...
Y con tu habilidad... ¡El dragón zombie de ojos rojos volvió a emerger en sus llamas azules! Lo cual te permitió, que junto a un campo despejado, y a tu Morena Penetrante Zombie y tu nuevo viejo dragón... ¡Faltaba atacar directamente! -¡Ahhhhhh!- gritó al final el examinador... recibiendo los ataques para bajar sus puntos a cero.
Parecía que ibas a perder... Pero has sabido darle la vuelta al duelo... Es por eso que estas admitido en la Academia- terminó diciéndote con seriedad, asintiendo.
-¡SIIIII! ¡TOMA YA! -festejé de inmediato cuando el examinador me dio mi aprobación para la academia. -. ¡Fue un duelo reñido! -aseguré, a pesar de que seguramente todos los problemas que tuve se debieron a mi mal inicio administrando las cartas y el orden en el que las usaría. -. ¡La ruina empieza su ascenso! -ya le había dado título a mi estilo de juego: ¡era oficial!
El examinador te dio la enhorabuena por tu trabajo en el duelo, aunque cometiste errores al final saliste ganando... Por lo tanto, no solo significaba que estarías en la academia... ¡Sino que encontrarías un lugar donde vivir y comer sin tener que trabajar de camarero! ¡Wiiiii!
Pasaste para que te adjudicasen tu plaza donde te asignaron el rango de Slifer rojo, uno de los tres rangos que había en la academia. En este caso no te dieron un uniforme, al parecer hacía tiempo que habían prescindido de ellos... Según la directora y canciller, para que "el color no sea tan evidente y cree una actitud elitista entre alumnos de mayor estatus hacia los de menor"; pero si que teníais una pulsera identificadora del color de vuestro dormitorio, la cual os identificaba como alumno.
Tocaba hacer el equipaje... Porque el barco hasta la isla de la Academia de Duelos pronto zarparía hasta tu nuevo destino.
----------------FIN DEL CAPÍTULO 0----------------