Partida Rol por web

Se despidieron del Capitán y salieron con los familiares que estaban comprensiblemente hastiados de estar allí y más en aquellas condiciones.

Sarah intentó calmarles y dedicarles tiempo para que se sintieran atendido y se tranquilizaran un poco - Señora, si su marido acaba de ser operado, no es nada aconsejable que se mueva a ninguna parte, los puntos podrían abrirse. Debe permanecer en observación al menos unas horas. Además aquí recibirá atención sanitaria que en su casa no va a recibir - Se giró hacia el hombre calvo que antes había hecho perder la paciencia al capitán y ahora empezaba a hacer perder a ella y le recriminó - ¡¿Su hija sólo tiene el pie mal?! Eso lo deberá juzgar el médico, si no se le permite volver a casa es porque aún necesita atención - No tenía ni idea de si lo que estaba diciendo les haría entrar en razón, pero debía tranquilizarles y mantener la cuarentena, incluso con los que estaban allí fuera, hasta que un médico asegurara que pudieran irse a casa sin riesgo alguno.

Por último se dirige a la abuelita - ¿Dónde está su marido señora? Lléveme junto a él que ahora mi compañero y yo iremos a buscar al médico para que revise su historial y le atienda con urgencia - le dijo sonriendo amablemente. Por dentro no sonreía, sus palabras lamentablemente eran ciertas, por los alrededores no se veían casi médicos para la gran cantidad de pacientes que había allí fuera.

Siguieron caminando con la señora mayor cogida del brazo y tras los otros dos familiares, hasta llegar a la zona de pacientes y heridos e intentaron localizar a algun médico o asistente sanitario.

De camino a ver al marido de la señora encontrais un médico. Se encuentra en una de esas tiendas-hospital de campaña, en el área pediátrica, hay otro más y muchos niños en aquella tienda atestada de gente, seguramente las familias que no habrían dejado a sus pequeños ni un minuto solo. El médico que se encuentra a la vista atiende a un niño que mantiene los ojos cerrados moviéndose despacio de un lado a otro de la cama.

Un par de madres esperan impacientes junto a la que es evidentemente la madre del niño. Esperan impacientes a que el médico atienda a sus hijos. Una enfermera acude pronto a la puerta de la tienda - Perdonen pero este área está llena y no es conveniente entrar, por favor no se amontonen en las tiendas de los pacientes

Echa un vistazo por la tienda buscando batas blancas, verdes o indumentaria diferente a la de los civiles y enfermos. Identifica al médico que atiende a alguien. Esa primera tienda debe ser la de pediatría ya que está repleta de niños.

El médico parece ocupado con un niño y por su aspecto seguramente lleve así horas, atendiendo a uno y luego a otro,  y sabe lo que aún le espera por hacer. Había que tener paciencia y entereza para trabajar como médico. Sarah pensó que ella nunca podría hacer algo como aquello sin perder la paciencia con tanta presión a su alrededor.

La enfermera que se acerca a la puerta tiene el mismo aspecto cansado que el médico e incluso más. Es normal que no quieran que se aglomere más gente de la que es necesario atender – Buenos días, soy Sarah Peters, está señora dice que su marido necesita un médico con urgencia, que está enfermo del corazón y no está siendo atendido. ¿Puede comprobar en un momento que todo va bien? – Baja la voz para que la escuche solo la enfermera y su compañero – Nosotros tampoco queremos que se arme revuelo ni haya movimientos innecesarios entre tiendas ni más allá de ellas. Por cierto, ¿sabe algo de lo que ha pasado allí dentro? – Señala al hospital - ¿Hay la certeza de que los pacientes atendidos se puedan ir a su casa?

No lo habías visto, pero desde debajo de tu nariz se desliza de vuelta un micrófono a una bellísima mujer que se encara a una cámara que os enfoca desde un lado - Ya lo han oido, la situación está totalmente fuera de control. Nadie sabe lo que pasa y los pacientes están recluidos por la fuerza en este campamento improvisado.

Observas con impotencia como la famosa periodista se desenvuelve frente a ti, miras a la cámara con expresión estúpida, una muchacha de pecas castaña graba todo desde su objetivo, la famosa Bertiña tampoco pasa desapercibida para un ojo como el tuyo aún detrás del objetivo de la cámara. El micrófono vuelve a tus labios

¿Cual es su nombre? ¿Los militares han tomado contacto con el director del hospital? ¿Tienen comida y mantas para pasar la noche o improvisarán tomando la del hospital? Nadie parece dirigir a los efectivos sanitarios ¿Cree que el Capitán Mills dejará morir a toda la gente que necesita volver a entrar ahí dentro para contar con el material sanitario que necesitan?

No se lo podía creer. La chica de las noticias era guapa sí, pero también una descarada. La miró con incredulidad, era impresionante la facilidad y soltura con la que se había metido en la tienda y habían empezado a grabar. Le pilló de improviso, sobre todo que conociera el nombre del Capitán. Espereba que no estuviesen en directo - No tengo autoridad para responder las preguntas que acaba de hacer, lo siento. Apague la cámara, por favor. Aquí dentro no se permite grabar, hay menores y estoy segura de que a sus padres no les agaradaría que se violara el derecho a la intimidad y no sólo por los niños, también por el resto de pacientes - se dirigió a la chica de las pecas que mantenía la cámara en alto.

Extendió su brazo apartando delicadamente la cámara. En cuanto vio el piloto de luz apagado habló a Odetta - Se que están haciendo su trabajo, pero no podemos permitir que se cree más revuelo del que ya hay. Aquí dentro no está permitido grabar - Debía mantener la calma, le costaba negarle algo a esa mujer, pero no podía hablarle de nada. Incluso parecía tener más información de lo que pasaba allí dentro que ella misma - ¿Ha hablado con el Capitán Mills? - Esperó a que le respondiera para después preguntarle qué era lo que sabía sobre la situación del hospital y qué información estaba recibiendo la gente en sus casas.

Miró a Wilson y le señaló el walkie - Contacte con el capitán de inmediato. Pregúntele si hay nueva orden, si se encarga él de los sanitarios o lo hacemos nosotros y por la posición de nuestros efectivos y comuníquemelo. Yo me encargo de esta situación - dijo señalando a la periodista y su equipo de grabación.

Odetta mantiene a un lado el micrófono negando con la cabeza a la soldado - El derecho a la intimidad no está vulnerado, conocemos nuestro oficio soldado. La gente está revuelta porque no saben porqué no se pueden ir a casa - En ese momento un enfermero y una paciente rubia en bata se acercan también para escuchar la conversación - Parece que ustedes tampoco saben por qué estan aquí ¿Qué les parece el retener a pacientes en un área de párquing y negarles a algunos de ellos la atención inmediata que deberían tener en el interior del hospital?

El hombre que protestaba aún mantiene la boca cerrada pero asiente a las palabras de la reportera, la cámara le enfoca directamente y toma el protagonismo - Yo me tendría que llevar a mi hija, solo es un esguince, me la llevaría a otro hospital pero esta gente no nos deja salir y han rodeado la zona con alambre de espino, ahora sí que nos vamos a hacer daño de verdad

Si no fuera ya suficiente con la extraña situación, el enfrentamiento de los militares con la reportera no hace más que agravar el asunto.

Escucho atentamente a la periodista manteniéndome cerca de la paciente mientras miro la escena-Señora, yo se tanto como usted, pero si el hospital ha decidido colocar este dispositivo especial sus buenas razones tendrá-le respondo con seriedad.

¿Eso te han contado? - Pregunta Odetta con una ceja alzada y sus gruesos labios afroamericanos entreabiertos en incredulidad - ¿Y tú crees que el hospital saca a gente y llama al ejército?

Mira a su cámara con vacileo ante el comentario del enfermerucho - ¿Ves como no todo el mundo vale para periodista Berta? Hace falta un mínimo de escepticismo y curiosidad combinadas.

Bien señorita Peters - Dice volviendo con la soldado - Ahora puede dejar un mensaje a toda esta gente que tiene alrededor, que se encuentra bien y desea ir a su casa, o la que se encuentra mal y desea ir a otro hospital.

Mira al enfermero que entra con otra paciente más y le pide ayuda con la mirada, ella no entiende nada de esos virus y no sabe ni siquiera la forma en que se han contagiado los de dentro del hospital. Se vuelve hacia Odetta y sin mirar a la cámara que sostiene Berta le responde a la periodista - En estos momentos nadie puede abandonar la zona, ni nadie de fuera debería entrar por seguridad. El hospital está en cuarentena, los afectados están dentro, aislados. El resto de gente que ha podido sufrir el contagio o que ha de ser atendida ha de permanecer bajo vigilancia hasta asegurar que no son fuente de contagio - Asiente y con el semblante serio afirma no muy segura de sus palabras - La atención a los pacientes se efectuará más rápidamente en cuanto vengan más efectivos sanitarios. De momento se sigue el orden de prioridad de emergencia médica.

Le pido por segunda vez que deje de grabar aquí dentro, por favor - Mira a Wilson y le hace una señal para que se acerque - Mejor ya me encargo yo de hablar con el capitán. Tú ocúpate de que la cámara no revolucione más el ambiente.

¿Y usted es..? - le pregunta al enfermero llevándoselo hacia un lado alejado de la periodista - Soy la soldado Peters. Necesito que me de informe de cuantos médicos, enfermeros y demás efectivos sanitarios hay aquí, también cuantos pacientes tienen que atender y que protocolo están siguiendo. ¿Conoce la situación actual del interior? ¿Tienen contacto con el director del hospital?

Esperando la respuesta del enfermero coge el walkie que previamente havia entregado a su compañero e intenta comunicarse con el capitán.

~ Capitán, aquí Peters. Estoy en la carpa de pediatría del campamento exterior. ¿Hay alguna nueva orden? Parece que el número de efectivos sanitarios requerido es mayor al que tenemos, ¿se encarga usted de ello? ¿Hay conocimiento de la posición de nuestros efectivos? ¿Se requieren refuerzos en alguna parte? Espero su respuesta, señor ~

Walkie-Peters, lo que hay es lo que tenemos, hasta que no venga nadie más aquí tendrá que ser suficiente. No digo que en la práctica lo sea, pero tendrá que serio. Comuníquelo y venga a la tienda de oficiales.

Parece que no tienen efectivos suficientes. ¿Para qué? Algo aquí está sucediendo. Mira al enfermero y señala al hospital

No me voy a quedar aquí de brazos cruzados sin saber qué está pasando, voy ahora mismo para el hospital

Usted debería venir con nosotras. - La reportera guarda el micrófono y la guapísima cámara baja la cámara preparándose para ponerse en marcha. Algunos pacientes murmuran que ya es hora de irse de aquí mientras que la viejecita se queda con Peters.

Con quien le acompañen, las dos reporteras van hacia las puertas del hospital.

-Que yo sepa debería de estar la plantilla habitual, unos 10 celadores, luego en cuanto a médicos y especialistas no le puedo decir con seguridad-le digo con seriedad a la militar mientras veo como habla por el walkie.

A la espera de su respuesta, la periodista interviene, momento en el que yo intento retenerla.-usted es la menos indicada para entrar ahí por las bravas,si la gente ya está asustada por esta situación su presencia no los va a calmar precisamente-le digo con autoridad, esperando a que la militar me eche un cable.

Sarah, ciñámonos a las órdenes del Capitán y volvamos a la tienda de mando. - Robert se gira, lleva al igual que Sarah, un chaleco balístico y un rifle automático M16. Una belleza y clásico del ejército de los estados unidos de américa. Quien quiera que se encare con Sarah se llevaría una buena perspectiva del frontal del presuntuoso soldado de escuetas palabras que mastica chicle mirando a los civiles por encima del hombro.

Si había algo que no soportaba, era que alguien no hiciera caso a la autoridad. Hizo un último intento por que la guapa periodista y la chica de las pecas, que se negaba a pagar la cámara, dejaran de entrometerse - Por favor, ¿no tienen suficiente con las declaraciones hechas? - Les dice mientras agarra del brazo a Odetta - El hospital está en cuarentena y debe permanecer así hasta nueva orden. Para evitar riesgo de contagio, sería conveniente que no se acercaran a la entrada. Les repito que no queremos crear más revuelo del que ya se ha creado sin motivo.

La respuesta del capitán es más escueta e imprecisa de lo que esperaba de él. Estaba bien, ella solo recibía órdenes y las cumplía. Miró a Wilson y les retransmitió el mensaje del capitán - El Capitán Mills nos requiere en la tienda de oficiales.

Soltó delicadamente el brazo de la anciana y la agarró de las manos guiándola de nuevo junto al enfermero con el que acababa de hablar - Gracias - dice al ver que le intenta responder lo poco que sabe - Veo que usted tampoco sabe cual es la causa de la cuarentena - Suspira - Mire, esta señora está preocupada por su marido, tiene una afección en el corazón y no está recibiendo atención sanitaria, si pudiera ver que no es nada grave lo agradecería - Por último añade - Si tiene alguna novedad, problema o información de importancia, diríjase a la tienda de oficiales y nos lo comunica.

Mira con reticencia a la periodista y su compañera alejarse en dirección al hospital. Con recelo mira a Wilson que parece tener la misma duda que ella. ¿Deberíamos ir allí? En el fondo ella también quería saber cual era el riesgo al que se estaban enfrentando para poder cumplir mejor su función.

Con recelo, sigue la orden del Capitán y junto con Wilson y Grimes vuelve a la tienda de oficiales.

Sarah volvió a entrar en la tienda en busca de algún médico. Miró a su alrededor y centró su atención en el enfermero con el que había hablado antes.

Usted, sí sí, usted. ¿Cómo había dicho que se llamaba? - dijo señalándolo - Necesito mascarillas. Se nos ha requerido que entremos al hospital y necesitamos mascarillas para evitar el posible contagio aéreo.

Manteniéndome casi como un simple espectador veo cono la soldado se va, así vuelvo a mi tienda para seguir atendiendo a mis pacientes. Centrado en ellos veo como la soldado entra en la tienda y se dirige hacia a mí.

-Max, me llamo Max, soldado ¿mascarillas dice? Si claro aquí tiene-le digo mientras le pido que me siga hasta una caja llena de paquetes de mascarillas, dándole las que requiera ofreciéndome a ayudarla a llevarlas.

Mientras se las doy me acerco a ella-¿Qué coño está pasando aquí, con qué estamos tratando? quizás pueda ayudarla en algo más, esto no tiene nada de normal y mi jefe no me ha dicho nada de echo, está desaparecido desde que todo esto ha comenzado-

Gracias Max - dice aceptando el paquete entero de mascarillas y cogiéndolas. Casi girándose y empezando a irse, se percata de que el enfermero parece tener intención de acompañarla - Mmm.. puede venir conmigo si quiere, pero... - se gira mirando a la gran cantidad de pacientes que tienen alrededor - quizás sea más útil aquí - piensa sin acabar de decir en voz alta.

Para ella era la primera vez que le encomendaban poner una zona en cuarentena, así que supuso que sería el protocolo habitual, tampoco le dio muchas vueltas. Lo único que le parecía raro es que nadie supiera de que debían proteger a la gente y como se contagiaba. Solo se sabía que era una situación de riesgo biológico - ¿Su jefe? ¿Quién es su jefe? ¿Está dentro del hospital o salió? - Pensó en la llamada que habían recibido anteriormente ¿Cómo se llamaba el director? - Anteriormente contactamos con el director ¿Harris?, nos dijo que nos informaría de la evolución de los contagiados - Empezó a caminar hacia afuera - Aún no hemos recibido ningún informe suyo, no hemos podido volver a contactar con él, supuestamente, por voluntad propia se ha aislado dentro, creemos que también ha sufrido el contagio. ¿Tiene alguna forma de contactar con él? - Esperó su respuesta antes de salir hacia la tienda de oficiales a dejar algunas de las mascarillas y dirigirse inmediatamente a la puerta del hospital.

-En efecto fue el doctor Harris el que ordenó la evacuación a las tiendas de campaña, en cuanto a contactar con él, no tengo ni idea, mi superior directo es el supervisor y hoy no ha aparecido, siento no poder ayudarla más-le digo con seriedad.

¿Me podría decir el nombre de su supervisor? Así podemos descartar su presencia en el interior del hospital y también aquí a fuera - No sabía si tenían lista de pacientes y trabajadores, pero suponía que algo así deberían tener ellos y si no eran ellos, el hospital, para evitar los riesgos de contagio.

Muchas gracias por su cooperación Max - dijo por último sin llegar a salir de allí en espera de una última respuesta.