Partida Rol por web

Miro al sargento Thompson con cara de pocos amigos.
-Sargento, aquí estamos para establecer una cuarentena, si sale alguien de ahí podemos estar poniendo en grave peligro a la ciudad. Asegúrense de que esas puertas permanecen cerradas. Usen cadenas, cuerdas o le quita los pantalones a uno de los soldados para atar los manillares, a mi me da igual. Pero de ahí no sale nadie. ¿Entendido?
Justo cuando acabo de hablar se produce una llamada que me hiela la sangre. Pues sin más preámbulos se nos pide ayuda sin esperar respuesta y eso me transporta a la guerra del golfo, cuando se nos emboscó en un paso entre montañas. Niego con la cabeza y cojo el teléfono llamando al hospital. Esperando que me cojan. (Si me cojen)
-Está chalada si cree que voy a enviar a mis hombres ahí dentro mientras estáis en cuarentena. Aún no han pasado las ocho horas de rigor. ¿Qué cojones está pasando ahí dentro?
La llamada de Peters me pilla en mitad de la llamada telefónica.
-Peters, lo que hay es lo que tenemos, hasta que no venga nadie más aquí tendrá que ser suficiente. No digo que en la práctica lo sea, pero tendrá que serio. Comuníquelo y venga a la tienda de oficiales.
Corto la radio y miro al Sargento.
-Cierre la puerta como sea y monte una tienda para los posibles arrestos.
Vuelvo a llamar a la central a pedir información, para saber donde se encuentra el CDC y el personal médico que se supone que estaba de camino.

Enseguida señor. - Nadie coge el teléfono desde el hospital. Apenas han pasado unos minutos de la última llamada, por lo que, desde el cuartel te insultan e increpan - Por dios Mills no sea usted exigente, el personal de refuerzo llegará en cuanto pueda, ¿o es que no puede controlar a cuatro civiles durante unas horas? Si necesita un jodido fin de semana váyase a jugar al poker con sus amigos de los '60

Señor ya está comunicado - Informa el eficiente Sargento Thompson - Están cerrando con cadenas las salidas del hospital, aunque eso está causando mucho alboroto entre los pacientes. El puesto de arresto está preparado, junto a la gente del perímetro, ha sido suficiente para sufragar muchas quejas.

La policía ha mantenido alejada al resto de la población de este campamento

Mira con reticencia a la periodista y su compañera alejarse en dirección al hospital. Con recelo mira a Wilson que parece tener la misma duda que ella. ¿Deberíamos ir allí? En el fondo ella también quería saber cual era el riesgo al que se estaban enfrentando para poder cumplir mejor su función.

Con recelo, sigue la orden del Capitán y junto con Wilson y Grimes vuelve a la tienda de oficiales.

Capitán - saluda al entrar - La situación en las tiendas es desbordante. Hay muchos más pacientes sin atender que atendidos. Hemos encontrado un enfermero cooperativo, no sabe mucho más a parte de que hay unos 10 celadores. ¿Le han informado de cuando llegarán más efectivos sanitarios? - Se recoloca el rifle y prosigue - No hemos podido detener a las periodistas sin usar la fuerza. Ahora mismo se dirigen a la puerta del hospital. ¿Quiere que las retengamos, señor?

Esperando nuevas órdenes, pregunta al capitán por lo acontecido dentro del hospital - ¿Hemos recibido información del director del hospital o de la enfermera que nos atendió antes por teléfono? ¿Capitán, se requiere nuestra atención en algún otro puesto con el resto de efectivos?

-La ayuda vendrá cuando llegue, esa ha sido la respuesta. Hemos recibido una llamada pidiendo que entremos en el hospital, pero no voy a enviar a nadie hasta que se sepa a que nos enfrentamos. No envío a mis soldados a una posible muerte por una llamada de auxilio sin saber qué cojones es lo que está pasando. Hemos venido a establecer una puta cuarentena. No una feria. Por mis cojones que van a saltarse el perímetro de seguridad. Peters, coja unos prismáticos o use la mira de su fusil y suba a un edificio, abra las puertas que necesite usando la fuerza que crea necesaria, pero quiero saber qué cojones ocurre ahí dentro. Hable con el sargento Thompson y que le asigne un compañero. Vuelva lo antes posible con noticias. No me falle. Salgo de la tienda de oficiales en dirección a los periodistas que van en dirección al hospital.

Pero...Capitán... - se queda con las palabras en la boca a la par que observa como Mills sale de la tienda. Pero bueno...alguien no se ha tomado su "All Bran" para desayunar ¿Pero qué cojones le pasaba al Capitán? ¿Ni que estuvieran ante un ataque terrorista, que solo era una simple cuarentena. Vale que era raro que se requiriera acción militar para  retener a la gente, pero viendo la cantidad de gente que había allí y el revuelo que se estaba formando sin tener en cuenta el añadido de las cámaras, tampoco parecía algo tan raro.

Ni con los prismáticos ni con el rifle iba a saber que tipo de enfermedad había allí dentro, pero bueno, seguiría en lo que pudiera y dentro de una lógica las órdenes del capitán. Cogió los prismáticos de la mesa, salió de la tienda y miró a través de ellos hacia las cristaleras del hospital y echó un ojo a todo el perímetro.

Sacó el walkie e intentó localizar en alguno de los canales al sargento Thompson

~ ¿Sargento Thompson? Aquí Peters. ¿Cuál es la situación actual? ¿Dónde se nos requiere? ¿Cree conveniente que entremos al hospital? ~

Esperó la respuesta del capitán. Mientras tenía claro que no requería que se le asignaran compañeros nuevos, ni subir a la azotea, ni empezar a romper puertas. No sabía qué mierdas le pasaba al capitán, pero o sabía más de lo que quería contar o se había vuelto loco.

Evidentemente, las ventanas se encuentran todas desiertas, no hay nada que ver aquí

El Sargento Thompson se acerca desde el fondo de la tienda de oficiales, esta vez no ha seguido al capitán, puesto que alguien debe quedar en el puesto de mando. Golpea el tacón de su bota derecha con la izquierda y tú haces lo propio al cuadrarte y llevarte la mano a la sien, junto a Grimes quien hace lo mismo.

Soldado Peters ¿Tiene algún problema? Patrullamos fuertemente el perímetro que hemos rodeado de alambre de espino.

Hemos abierto una tienda de detenciones y hemos sellado las puertas del hospital para que no salgan.

Desde una llamada de ayuda del interior no ha vuelto a haber comunicación con el interior. El Capitán se dirigía hacia allí ahora.

El walkie se enciende a los pocos minutos

-Atentos todos, al habla el capitán. -Dije esperando que todos me copiasen. -El servicio médico y el CDC se están retrasando y hay un aviso de socorro del interior del hospital. Se que hemos venido a montar una cuarentena pero no puedo, en conciencia, dejar a la gente a su suerte. Aunque ello me lleve a enfrentarme a putos virus. No puedo pedir que nadie que entre, no se lo voy a ordenar, pero si hay algún voluntario que me quiera acompañar, bienvenido sea. Pero que sepa que en cuanto entremos, nos tendremos que quedar hasta que el CDC decida que no somos una amenaza para el pueblo americano al que hemos jurado defender. Si tenéis mascarillas, dejadlas en la tienda de oficiales, las necesitaremos.

Señor... - empezó a responder al sargento siendo interrumpida por el mensaje del walkie del capitán. Parecía que el Capitán encontraba su punto de cordura en ver que esa misión no era más que proteger y aislar civiles y no arrasar los campos de rebeldes de Mumbai.

Asintió al sargento y contestó por el walkie al capitán.

~ Copy that ~

Vuelvo al campamento a por mascarillas, señor. En cuanto consiga las necesarias me dirigiré hacia el hospital junto al capitán - Volvió a hacer el gesto reglamentario de saludo y salió de la tienda.

Siguiendo las órdenes recibidas por el walkie, Sarah deja las mascarillas en la tienda de oficiales, coge 5 y sale con Robert rápidamente hacia el hospital junto al Capitán.

Espera que no haya demorado demasiado tiempo en el campamento y la ayuda que necesitaban en el interior no fuese nada grave ni relacionado con la medicina, porque no entendería un carajo.

Para no olvidar el encargo de la enfermera se va repitiendo durante el camino lo que le han requerido material de obstetricia, material de obstetricia, matrial de obstetricia, ...