Partida Rol por web

Zombis 1: Éxodo

05 Moraime

Cargando editor
01/12/2019, 20:58
Nara

Susurro para que nadie nos oiga, disimulando.

Gaspar, Sunhee, esto es una trampa. Aquí hay fráteres, y Jose nos ha dejado una buena pista de que quiere vengarse de nosotros. Si vamos a ver al alguacil no saldremos de aquí con vida, ya sabrá quiénes somos y los monjes nos estarán esperando.

Miro a la señora y hablo en alto.

Señora Quintana, ¿hay otras puertas para salir de aquí? ¿O solo la que vigila Karu?

Cargando editor
01/12/2019, 21:07
Sunhee

Cuando la mujer me confirmó que nos avisaría si veía a Jose, sonreí aliviada y... por fin, empecé a comer de aquel rico estofado que nos había servido. A decir verdad, cuando dijo que si queríamos más, asentí con la cabeza ya que hablar no podía con los carrillos totalmente llenos de comida.

¡Y es que estaba taaaaaan rico! ¡Hacía tiempo que no probaba un guiso como aquel...!

–¡UAHHH~! –suspiré, llevándome mi mano sana a la panza cuando terminé–. ¡Estoy totalmente llena~!

Y no era broma, ¡por lo menos habría engordado 5 o 6 kilos! ¡No exagero! Ehm, bueno... tal vez un poco sí, pero estaba bien gordita ahora mismo. Tanto que ni me podía mover... y eso que ya era casi la hora de volver a la entrada.

–¡Uf! ¡Qué pereza ver a ese hombre de nuevo! –murmuré–. Pero, bueno... a ver si nos devuelve el mapa –luego miré a la dueña de la posada y sonreí amablemente–. ¡Muchas gracias por la comida! ¡Estaba riquísima!

¡Qué maja había sido! Sin embargo, había una última cosa que quería preguntarle antes de que nos fuéramos...

–Por cierto, antes... unos tipos un poco raros le han dado esto a mi compañero –miré a Gaspar para que enseñara el frasco a la mujer–. ¿Sabes qué puede ser? Tiene buena pinta, ¿verdad? Casi que me dan ganas de probarlo...

Y lo haría, si no fuera porque el hombre que nos lo había dado olía peor que un zombie revuelto en estiércol, claro...

Notas de juego

Jajajaja, te has adelantado a mi post, Nara, xD

Cargando editor
02/12/2019, 04:28
Nara

Notas de juego

¿Qué hacemos entonces? Máster, puede Quintana responder a ambas? Quizá ya que Sunhee habla "antes", podemos suponer que el orden de conversación es primero ella y luego Nara.

Cargando editor
02/12/2019, 12:14
Gaspar

Extiendo mi plato con una sonrisa cuando Quintana ofrece una segunda ronda de estofado. Lo devoro con el mismo entusiasmo que al primero, tomando el plato con las manos al final para tomar hasta la última gota.

Sunhee pregunta por el frasco que nos regalaron, sus palabras me lo recuerdan, casi lo tenía olvidado.  Extiendo el extraño líquido a mi compañera y observo curioso a la mujer.

Gaspar, Sunhee, esto es una trampa. Aquí hay fráteres, y Jose nos ha dejado una buena pista de que quiere vengarse de nosotros. Si vamos a ver al alguacil no saldremos de aquí con vida, ya sabrá quiénes somos y los monjes nos estarán esperando.

Escucho atento a Nara, ella siempre está más despierta que yo para estas cosas. Me aseguro mirando por sobre mi hombro que nadie nos escucha. – Nara, no creo que José llegara a tanto. De vez en cuando se le afloja algún tornillo… pero es nuestro amigo. Nos han tratado muy mal en la puerta y pretendo que me devuelvan el mapa o nos den algo a cambio. A mí el papel ese no me interesa en lo más mínimo, pero parece que a todos los demás si les interesa y espero que podamos sacar algún provecho. Si querían detenernos o matarnos lo habrían hecho en la puerta y no nos hubieran alimentado. Yo voto porque al menos uno de nosotros vaya, me ofrezco para hacerlo.

Cargando editor
02/12/2019, 12:33
Quintana

Quintana os vuelve a llenar los platos, y sigue paseando entre las mesas, luego vuelve a la cocina, luego vuelve a salir...

¡Muchas gracias por la comida! ¡Estaba riquísima!

La posadera te agradece con una sonrisa: - Gracias, Sunhee... me gusta reconfortar a los viajeros... es lo poco que puedo hacer...

–Por cierto, antes... unos tipos un poco raros le han dado esto a mi compañero –miré a Gaspar para que enseñara el frasco a la mujer–. ¿Sabes qué puede ser? Tiene buena pinta, ¿verdad? Casi que me dan ganas de probarlo...

Quintana pone mala cara al mirar el frasquito: - Mmm... ¿os lo han dado aquí? Mmm... parece... 'Furia'... sí... creo que es Furia... tened cuidado con esto... te hace más fuerte durante un tiempo... sí... pero luego te destroza... muchos aquí lo toman... esto y otras basuras que vienen de Arousa... pero yo prefiero no tomar nada de eso, no... sólo comida de la que crece en los campos, ¡y mira cómo estoy!... de todas formas no lo vayáis enseñando por ahí... no todos están de acuerdo con estas cosas...

Cargando editor
02/12/2019, 12:46
Narrador

Cuando Quintana habla de 'Furia' y de Arousa la chica de la barra parece volverse y pegar la oreja. Sigue a lo suyo, pero parece que presta algo de atención a la conversación.

Quintana vuelve a la cocina y os deja solos. Es entonces cuando Nara susurra, y luego Gaspar.

Notas de juego

Se hace tarde...

Cargando editor
02/12/2019, 12:49
Quintana

Señora Quintana, ¿hay otras puertas para salir de aquí? ¿O solo la que vigila Karu?

- ¡Claro! Está la puerta sur... Karu es el guardia de la puerta norte... y Gardel el de la puerta sur... ¿ya os vais?

Cargando editor
02/12/2019, 17:54
Nara

Gaspar, separarnos es una locura. No irás tú solo.

Sunhee, ¿Quieres volveraveral alguacil y cumplir la cita de Karu, o quieres hacer otra cosa? Tu voto será el que decida.

Miro de reojo a la chica de la barra. Me interesa mucho todo lo que tenga que ver con ella, y no me fío. No le quito el ojo de encima desde que se sobresaltó al escuchar "furia". Seguro que tiene muchísima información y lleva un estilo de vida interesante. Es un misterio y eso me atrae, aunque a la vez me siento recelosa y tengo el sentido de alerta a flor de piel. Algo me dice que tengo que vigilarla de cerca.

¿Os importa que me guarde yo el frasquito?

Me quedaré más tranquila teniéndolo yo.

Cargando editor
02/12/2019, 22:05
Sunhee

¿Furia? Hum, ¿ser más fuerte por un tiempo? Eso sonaba bien, aunque no tanto lo de que te destrozaba.

–Vaya, gracias por el aviso.

Empezaba a pensar que lo mejor sería tirarlo, y así se lo hice saber a mis compañeros cuando Nara dijo lo de guardarlo ella.

–¿Y si nos deshacemos de él? –dije en voz suave solo para mis compañeros–. Quizás nos traiga problemas... Quintana ha dicho que no todo el mundo está de acuerdo con estas cosas, no me gustaría que nos ganásemos más enemigos de los que ya tenemos.

En cuanto a lo de dividirnos, para mí... como para Nara, no era una opción. Suficiente teníamos con haber perdido de vista a Jose, como para que nos separáramos en un lugar raro y desconocido. Era mejor que estuviésemos juntos. Sin embargo, yo quería volver a por el mapa.

–Yo... quiero volver, Nara comencé, aunque tímidamente y aún en voz baja. Odiaba tener que llevar la contraria a alguno de mis compañeros, más tener que llevarle la contraria a los dos–, pero juntos: los tres. Gaspar, ni en broma dejaría que fueras tú sólo. Y... Nara, yo estoy con Gaspar en que Jose no llegaría tan lejos como para delatarnos. No sé qué mosca le ha picado, pero... es nuestro amigo. ¡Más que eso! Es nuestro hermano. Hemos vivido siempre juntos, y nos hemos ayudado siempre, en lo bueno y en lo malo. Además, delatarnos sería delatarse él mismo también. Es listo, no cometería ese error.

Al menos eso quería creer... Si nos traicionaba, me dolería en todo el alma.

Cargando editor
02/12/2019, 22:59
Nara

Decidido entonces - digo levantándome - vámonos a la cita que tenemos con Karu. Si queremos deshacernos del frasco quizá a alguien le interese...

Me levanto y me dirijo directamente a la chica de la barra, y me pongo a su lado.

¿Te interesa por un casual este frasco de furia- le tiendo mi mano con el frasco, mirándola directamente a los ojos (que intento adivinar a través de las gafas de sol)- Si lo quieres, es tuyo. - No dejo de mirarla a los ojos y el frasco sigue en mi mano tendida hacia ella.

Notas de juego

M: Anulo este post. Espera a Gaspar. Vamos poco a poco. Y como bien ha apuntado él mismo en el off-topic, no debes apropiarte de los otros PJs de otros jugadores ni de sus inventarios.

Cargando editor
03/12/2019, 11:06
Nara

Decidido entonces - digo levantándome - vámonos a la cita con Karu.

Notas de juego

Entendido!

M: Espera a Gaspar.

Cargando editor
03/12/2019, 12:42
Gaspar

Cuando Quintana termina de dar las explicaciones sobre la extraña sustancia amarillenta aun la observo un instante curioso. Por lo que puedo ver se lee “problemas” en todos lados. El tipo que nos lo dio olía a problemas y otras cosas desagradables. Además, Quintana nos ha dicho que no a todos les gusta que andemos con esto, seguro que no pasa desapercibida en una de esas requisas que tanto le gusta a esta gente.

¿Os importa que me guarde yo el frasquito?

 - Creo que guardarlo no es la mejor idea. Mejor nos deshacemos de él. No quisiera terminar viéndome como uno de esos tipos de afuera.  Voy a tirarlo afuera para que no traiga inconvenientes ni entre nosotros ni con los demás.

–Yo... quiero volver, Nara comencé, aunque tímidamente y aún en voz baja. Odiaba tener que llevar la contraria a alguno de mis compañeros, más tener que llevarle la contraria a los dos–, pero juntos: los tres. Gaspar, ni en broma dejaría que fueras tú sólo. 

- Está bien. A mí tampoco me atrae la idea de separarme de ustedes. Propuse esa idea por si Nara tiene razón y es una trampa, en ese caso tal vez es mejor que no caiga todo el grupo junto.

- Creo que ya es hora de irnos. A ver si realmente son ladrones o nos devuelven lo que es nuestro – Digo mientras me pongo de pie. Saludo a Quintana bajando el ala de mi sombrero. – Muchas gracias por la comida, ha sido lo mejor que he probado en muchos días. – Al pasar cerca de la chica la miro muy fijamente con una sonrisa, tratando de cruzar la mirada, sólo por llamarle la atención un poco, llevo una postura inusual en mí, sacando pecho y muy erguido para verme mayor.

Al salir del lugar arrojo el famoso frasquito al suelo y le doy un buen pisotón para que reviente.

Cargando editor
03/12/2019, 15:15
Quintana

– Muchas gracias por la comida, ha sido lo mejor que he probado en muchos días.

- Gracias, Gaspar... gracias a los tres... Sunhee... Nara... tened cuidado... y... si volvéis por aquí... os aceptaría encantada otro par de pimientos de esos...

Quintana se despide con una sonrisa, y vuelve a la cocina mientras salís de la posada. Al mismo tiempo que vosotros, la chica morena también se levanta, y os mira fijamente ¿mira a Nara, a Sunhee, a Gaspar? ¿quizá mira hacia la puerta? (lleva las gafas de sol puestas así que no sabéis decir con certeza). Luego se pone la cazadora oscura y entra por la puerta a la izquierda de la barra.

Una vez habéis salido, Gaspar tira al suelo el frasco de Furia y lo machaca con su pie. Dentro podéis oír:

- ¿Ya te vas, Anea? ¡Bueno! Pues hasta pronto... ya sé... ya sé... pero ten cuidado tú también... y gracias por esto...

Cargando editor
03/12/2019, 15:26
Narrador

Afuera todo está como antes. Los tres mismos armados, el mismo coche extraño, las mismas motos, pero casi una hora más tarde. Empezáis a caminar, con prisa, hacia la puerta norte. Esta vez no os entretenéis con los "vendedores". Un poco antes de llegar a la puerta una de las motos os adelanta a gran velocidad, es la moto de Anea. Ninguno de los malolientes se acerca para ofrecerle nada, más bien todo lo contrario, la evitan y se esconden de ella. Los guardias abren la puerta que da al patio de los garajes, y seguidamente la puerta exterior, sin detenerla, sin cachearla. Anea abandona Moraime hacia el norte, por la misma carretera por la que vosotros habéis llegado.

Cuando vosotros llegáis a la puerta, Karu os está esperando. A su lado hay otro hombre:

Es un hombre muy mayor, aunque menos de lo que lo eran Carlos y el Abad de Páramos. Varios guardias se colocan a su alrededor, nerviosos pero manteniendo las formas, parecen respetarle. Más por su actitud que por sus ropas, que son de tela y nada ostentosas, podéis deducir que se trata del Alguacil. No veis que lleve armas. Él también os espera.

Notas de juego

Entiendo que habéis decidido acudir a la cita.

Cargando editor
03/12/2019, 15:41
Narrador

Te fijas en que la moto de Anea está muy limpia, y entera pintada de gris. Llama tu atención un pequeño dibujo en amarillo pintado con spray:

Cargando editor
04/12/2019, 10:42
Sunhee

Cuando Gaspar tiró el frasquito al suelo, asentí conforme. Desde mi punto de vista, era lo mejor que podíamos hacer teniendo en cuenta todo lo que sabíamos de aquella bebida. Sí, sí, que lo de tener fuerza extra podía venirnos genial, eso no lo dudaba... pero si los efectos secundarios eran dejarnos como aquellos hombres apestosos que habíamos visto, casi mejor tirarlo.

En cualquier caso, la vuelta hacia la entrada fue, por fortuna, mucho más tranquila que antes.

–Ése debe ser el alguacil dije a mis compañeros, mencionando lo obvio.

El alguacil imponía bastante, pero yo... ni corta ni perezosa, me acerqué hasta plantarme delante de él con el único brazo que podía mover puesto en jarra. El otro, obviamente, permanecía inmóvil sujetado por mi cabestrillo. Le miraba al rostro,  teniendo que alzar la cabeza para ello, sin pestañear.

–Aquí estamos –dije, a secas.

Ya imaginaba que Karu habría informado al alguacil, y esperaba que él fuese el que nos dijera qué nos daría a cambio del mapa y qué quería de nosotros.

Cargando editor
04/12/2019, 12:15
Gaspar

Salimos algo apurados de la posada, para más tarde quedarán las preguntas sobre Bua y Arousa que me dan vueltas en la cabeza.

La distancia hasta la puerta norte la recorre observando el comportamiento de aquellos hombres apestosos. Me sorprende cómo evitan a la chica misteriosa de la posada cuando pasa en su moto. El respeto por ella vuelve a aparecer cuando se dirige a las puertas y pasa sin que le hagan ni una pregunta.

Al llegar a la puerta ya nos están esperando. Hay un hombre que claramente es el Alguacil, todos se comportan a su alrededor como si estuvieran frente a alguien muy importante. Los “valientes” que nos rodearon antes ahora están nerviosos, seguro tratando de ganar un punto delante del jefe. Sunhee se adelanta y habla directamente con el Alguacil. Yo avanzo detrás de ella, siempre en el papel de guardia. Me aseguro de no mirar ni por un instante a Karu, siempre los ojos fijos en su jefe. Una vez mi amiga habla, comienzo a poner mucha atención a los demás hombres que rodean al personaje importante de la ciudad.

Cargando editor
04/12/2019, 17:45
Nara

Así que acampa por aquí como si el sitio fuera suyo. Quizá lo sea. La libertad con la que la chica de la moto se movía me hizo desear eso mismo para mí. Estar por encima, y a donde guste, sin que me roben, ni me apresen, ni acosen a mis amigos, ni tenga que pelear con uñas y dientes por sobrevivir.

Llegamos a la puerta y los tres asumimos rápidamente que este hombre es el alguacil, aunque no lo parezca.

Me coloco junto a Sunhee y hablo tras ella, mirandolo a la cara y con actitud decidida.

Suponemos que eres el alguacil. ¿Podemos hablar en algun lugar más privado?

Quizá cuando no esté rodeado de sus hombres podamos sacarle información sobre Jose, la chica de la moto, nuestro mapa... Y finalmente dónde ir si queremos llevar una vida tranquila y segura.

Cargando editor
04/12/2019, 23:19
Narrador

Permanece inmóvil hasta que llegais a su altura, serio y firme, con los demás a su alrededor. Cuando Sunhee habla responde con una sonrisa, asintiendo. Luego mira a Gaspar, y una expresión de extrañeza asoma a su cara. Al llegar Nara se muerde el labio inferior, como reprimiendo un sentimiento. Cruzado de brazos, apretando los puños, suspira y responde:

- Así es, soy el Alguacil de esta ciudad. -luego parece dudar por un momento, mientras pasa su mirada de uno a otro de vosotros- De acuerdo, hablemos en privado. -esto último parece más una orden para los demás, que aunque extrañados,  se ponen en movimiento enseguida, acompañándoos a través de las otras puertas de la ciudad.

El Alguacil camina delante, seguido de Karu, a su lado, pero ligeramente rezagado. Detrás vosotros, flanqueados por unos cuantos guardias. Nadie habla. El Alguacil camina a paso constante y firme, pero algo lento, de vez en cuando aprieta sus puños y mueve los brazos, nervioso. Alguna vez se gira para miraros. Vostros estáis impresionados por lo que estáis viendo:

Al otro lado de las puertas hay una calle que atraviesa una especie de barrio, mejor construido que el de la carretera, y con gente que da menos miedo. Hay hombres, mujeres y niños, y ajetreo, mucho ajetreo. En algunas esquinas se amontonan palés con cajas y bloques de lo que parece metal, madera... algunas casas tienen talleres en la planta baja, abierta a la calle; talleres de herrería en su mayoría, pero también de cerámica, madera... estas familias fabrican todo tipo de herramientas, carros, muebles... son artesanos. Allá una fragua, con un horno y una chimenea, y otras dos chimeneas más allá...

Al final de la calle otra puerta, más pequeña, que se abre ante el Alguacil y os dejan pasar. Nadie se interpone ante vosotros. Descubrís una plaza, la plaza a la que dijeron que Sunhee no podría pasar, está claro que tras la orden del Alguacil ya nadie se opondrá. En la plaza hay unos cuantos puestos de mercaderes, aquí sí se comercia con mercancías de verdad, valiosas. Herramientas, recambios, frutas, pescado, conservas, especias... todo está lleno de color y de cosas interesantes. Presidiendo la plaza hay una iglesia, con una banderola blanca y el símbolo de los frateres dibujado en ella. Por un momento sentís miedo, pero el Alguacil pasa de largo, dejando la iglesia a la izquierda, y se adentra en una pequeña casa, la segunda, la más pequeña.

Es una casa de piedra, de una sola planta, con una higuera haciendo sombra a la entrada en un pequeño patio delantero. Este espacio parece algo valioso en una ciudad atiborrada de casuchas y gente. Los que os acompañan se quedan ahí tras un gesto que hace el Alguacil. Él entra primero, y le seguís. Adentro, una estancia con una mesa grande y varias sillas a su alrededor, una de ellas presidiéndola, donde se sienta él. Os invita a sentaros. Estáis impresionados, puede que asustados. Parece que es de pocas palabras. Cuando estáis dentro, uno de los hombres cierra y os quedáis a solas. El Alguacil y vosotros tres.

Cargando editor
04/12/2019, 23:47
Alguacil Clemente

El Alguacil parece nervioso, algo que os parece inusual. Alguien de su posición debería tener la situación bajo control. Os mira sin cesar, con gestos extraños en su cara, como extrañado por algo, como si tuviese sentimientos encontrados o como si mostrase una incredulidad inusitada. Sobre la mesa está el mapa de carreteras extendido. Pero él os mira a vosotros, os mira las caras, y mira a Gaspar y a su sombrero. Luego habla, con lágrimas en los ojos:

- Tranquilos, aquí no debéis tener miedo. Yo, Clemente, cuidaré de vosotros. Pero antes quisiera saber ¿el Vikingo sigue aún arreglando trastos en Pedroso? ¿Y Mareia, ella está bien?