Partida Rol por web

Por unos instantes Lereina perdió pie al chocarse contra Rei, la toalla que le cubría las orejas se deslizó hasta el suelo y la que llevaba para Rei siguió el mismo que su compañera, arrugándose a los pies de ambos.

Había pasado tan rápido que no sabía qué había ocurrido, y tampoco se lo planteó mientras sus ojos se encontraban con los del chico.

-fue mi culpa-se disculpó, ligeramente intimidada por la imponente presencia de su compañero. Extendió una mano hasta rozar parte del cabello húmedo del chico mientras se levantaba sobre la punta de los pies para alcanzarlo-¿Tenías hambre?- las comisuras de los labios de la usagi se curvaron en una sonrisa ingenua-Podías esperarme,ña-colando un pie bajo las toallas levantó ambas , dándoles palmaditas por si se hubieran ensuciado-qué desastre...

-No, lo siento, no esperaba que entraras casi a los saltos, pero supongo que es normal en tu naturaleza...-

Me quedé extrañado al sentir que me tocaba el cabello, pero no le dije nada, solo tomé una de las toallas en cuanto las levantó y comenzó a limpiarlas.

-Gracias, así esta bien- dije comenzando a secarme el cabello, quitándome los lentes para también limpiarlos antes de volver a ponérmelos- y no tenía hambre, simplemente estaba explorando las cosas que dijeron que teníamos...todo parece muy completo- la miré de reojo mientras me secaba y le sonreí de costado, antes de devolver el  toalla- son lindos los servicios?-

Lereina correspondió a la sonrisa de Rei con un leve rubor extendiéndose por las mejillas, consciente del extraño efecto que tenía una sonrisa en alguien tan formal como Rei aunque no podía negar que le gustaba el descubrimiento sobre la capacidad de Rei para sonreir.

-Pues...- se humedeció los labios y miró hacia el techo haciendo algo de tiempo para centrarse en la pregunta que le había hecho- son raros, muy.. brillante todo- explicó refiriéndose a los azulejos y a la impecable organización- muy nuevo,ña- resumió- o será que de donde vengo es todo muy distinto- rió melódicamente- ¿quieres ver el... lo de arriba?-señaló con un índice hacia el piso de arriba pestañeando varias veces con la mirada fija en Rei, sin encontrar absolutamente nada que lo identificase como extraespecie en él y sin embargo le resultaba natural pensar que algo tenía que tener- ¿De qué color se torna tu pelo?- le preguntó con un tono que indicaba la absoluta naturalidad de ese hecho- ¿Cómo es de dónde vienes? - se interesó mientras usaba la toalla restante para quitarse la humedad de las largas orejas azuladas con mucho cuidado.

Alcanzas a las oficiales cuando iban aproximadamente en la mitad del patio, te quedan mirando algo atónitas, al parecer no es muy normal que alguien haga lo que acabas de hacer, se miran entre ellas y sonríen. Tras unos instantes ambas de miran con interés. 

-Venga que simpático - Digo mirando a Patricio con interés - No es nada común que alguien nos acompañe, ¿O es que ya te están volviendo loco tus invitados? - Digo esbozando una sonrisa tranquila - De todos modos, si gustas acompañarnos al automóvil, no hay ningún problema. 

Mientras miras y escuchas a Miss Moonlight notas como te toman del brazo, y a los pocos segundos lo sientes y escuchas....

prrr.... prrr..... prrrr...

Al mirar notas que Nina te tiene agarrado del brazo y hace sonidos bastante parecidos a los de un gato, al parecer esta feliz, o es eso, o le agradas. 

-De que color se torna mi cabello?- la pregunta me había tomado por sorpresa, pero quizás su raza cambiaba de color de cabello por alguna razón o circunstancia- mi cabello se queda así siempre, no cambia de color-

Pasé al costado de ella para volver al hall y mirar hacía el piso de arriba.

-Y el lugar de donde vengo es bastante similar a este, solo que un poco más oscuro y...duro- no encontraba una mejor definición- las paredes son más ásperas, no hay estas clases de luces sino luz de velas, tampoco ese artefacto blanco donde están los alimentos y tiene una puerta, la comida se guarda en barriles con sal o en huertas y se saca lo que se consume en el día...el clima es bastante húmedo, a menudo hay niebla y cada tanto llueve como hoy, por eso no me molesta la lluvia-

Voltée para mirarla a los ojos.

-Si quieres podemos subir para ver que es lo que hay y de paso poner esas toallas donde sea que vayan-

¿No le cambia el color del pelo?

Durante medio segundo Lereina contempló los mechones oscuros que quedaban algo revueltos tras haber sido secados con la toalla,decidiendo internamente si le gustaba aquello o no.

-Hum hum..entiendo,ña-cabeceó una vez mientras él pasaba por su lado llegando a la conclusión de que le gustaba el cabello oscuro.

En la explicación de Rei sobre de dónde venía encontró algunos puntos en común con su hogar aunque no lo expresó en voz alta para no interrumpirle.

-¡Vale! Te enseño dónde van -dijo enrollando la toalla para llevarla entre los brazos y acercándose alegremente hasta las escaleras subiéndolas tan contenta aunque internamente seguía sin ver la funcionalidad de tener un segundo piso por encima de la planta principal. Al llegar al piso de arriba se volvió para comprobar que Rei la seguía y al hacerlo la falda giró levantando algo de vuelo.

-No estoy acostumbrada a esto, ña-sonrió avergonzada al chico y emprendió el paseo hasta el baño, haciendo girar el pomo de la puerta y echándose a un lado para que Rei pudiese pasar-éste es el aseo, el resto de puertas son dormitorios,ña.

Mientras subíamos fui observando las piernas de Lereina y cuándo se giró y su falda se elevó un poco vi algo más, realmente tenía suerte de que me hubiera tocado una compañera tan hermosa.

Sin embargo no quería que me viese observándola directamente, por lo que en cuanto me habló aproveché para acomodarme el cabello un poco más y luego seguirla.

-Alguna vez te dijeron que eres muy bonita Lereina? Y me encanta como te vistes- comenté mientras llegábamos al aseo.

-Ya veo, es...muy claro eso es verdad- mire todas las cosas que había, el inodoro, la pileta, la ducha, eran cosas extrañas , conocía algunas pero no eran tan...así- me doy una idea de como es cada cosa, pero es verdad que todo se hace algo extraño-

Salí para mirar el pasillo y cruzarme de brazos al escuchar que el resto de los cuartos eran habitaciones.

-Solo habitaciones? Me esperaba un despacho, alguna sala especial o algo...- miré a la chica de reojo y le volví a acariciar la cabeza- por cierto si a mi cabello le da la luz se observa violaceo, ese es el color original, pero como esta oscuro lo veras negro...-

Negó con la cabeza levemente a la pregunta retórica sobre su aspecto. Algunos usagi quizá sí que habían mostrado interés pero no iba más allá al que se mostraba por cualquier otra usagi.

-Ña...- tomó un mechón azulado que caía sobre el pecho y lo enroscó entre sus dedos ruborizándose intensamente pese a que Rei permanecía con la misma actitud que instantes antes.

-Hay alguna puerta que no he abierto, estaba mirando cuando te oí abajo y llevé las toallas- explicó con tranquilidad dejando las orejas caer laxas a ambos lados de la cabeza cuando él pasó su mano por ella.
Se oía el golpear de la lluvia contra los cristales y una de sus orejas tembló- cuidado con la mano,ña~a- aconsejó con un hilo de voz cuando él rozó el nacimiento de las orejas- tengo las orejas sensibles- explicó inclinando la cabeza hacia abajo pero alzando la mirada para mantener la vista fija en él. Temiendo que no le prodigara más muestras de afecto, que si bien podían ser las que se prodigan a una mascota, a ella no le importaba en nada.
Levantó las manos hasta atrapar la de él entre ellas y tiró con suavidad de su brazo.

-Vamos a ver los cuartos, ¿puedo dormir en el de al lado tuyo, ña?- se sentiría mejor de darse una de esas situaciones en las que necesitaba refugio si al lado había alguien en quien podría confiar... o al menos no le daba inquietud al acercarse, seguramente parte de esa seguridad que transmitía Rei era fruto de su imponente presencia, tan alto y serio... pero perturbadoramente atractivo incluso para Lereina que solía ser indiferente al encanto de otros.

-Esta bien, no te preocupes, tendré cuidado con tus orejas- dije sonriendo antes de dejar de acariciarla y caminar un poco por los pasillos.

-No se lo de los cuartos...hay que ver si ya están designados, no tengo problema en que duermas a mi lado, pero estaba pensando en explorar el sótano, se veía como el lugar más agradable donde dormir, al menos para mi-

Me acomodé los lentes y la observé unos segundos.

-Quieres ir a explorarlo a ver que hay?-

-¿El sótano?- ladeó la cabeza mientras caminaba con las manos a la espalda observando el pasillo con curiosidad- ¿Tú también dormías bajo tierra, ña?- se interesó devolviéndole la mirada cuando él dedicó un instante para mirarla.

-¡Claro, ña!, no hay problema con la oscuridad- sonrió alegremente aunque su sonrisa vaciló unos instantes- ¿Dónde está el sótano?- al contario que Rei no había visto prácticamente nada de la planta baja de la casa.

-No, no dormía bajo tierra, dormía en una cama de dos plazas, con techo y detalles en madera y cortinas...- comenté mientras bajaba las escaleras- pero las cortinas eran gruesas, el sol me molesta bastante, no es que me haga mal, pero me molesta en los ojos,  por eso me gusta la lluvia y los días nublados...-

Una vez llegamos a la planta baja de nuevo busqué la puerta del sótano.

-Es esta, como ves va hacía abajo, en el sótano no llegará nunca la luz del sol y podré quedarme despierto de ser necesario todo lo que quiera, de hecho espero que en este programa no nos pongan horarios para hacer las cosas, me gusta hacer lo que quiero cuándo quiero...- comenté dirigiéndome a la puerta y probando si estaba abierta.

-Ouh, en tu casa no debíais ser muchos- dijo más para ella que para él- o era una casa enorme...

Pero aun así, por muy grande que fuera la casa, Lereina sabía perfectamente que el dormir en una cama enorme sola era imposible en su familia.
Se apoyó de espaldas en el marco de la puerta y se dedicó, descaradamente, a observar los ojos de Rei tras los cristales que el chico lucía.
No sabía si realmente eran demasiado sensibles, la tonalidad roja de los suyos no le daba problemas con la intensidad de la luz aunque la declaración de las formas de hacer las cosas reforzaba la conclusión de la usagi sobre el número de hermanos que Rei había dejado atrás.

-Hm, supongo que el humano- que desde que había salido por la puerta no tenía ni idea de lo que había sido de él, quizá se lo había comido la agente neko por agonías (lo que le recordaba vagamente el hecho de no saber si la naturaleza de Rei era de depredador... aunque de ser así tampoco le extrañaría demasiado)-y yo podemos hacernos cargo de todo mientras tú duermes.

Sus  manos bajaron hasta el encaje blanco de la falda, estirando el bajo de forma distraída. Si el sótano estaba cerrado podría ir a buscar "el cuenco de las llaves". A nadie se les ocurriría soltarles en una casa sin acceso a todos sus rincones... o eso esperaba.

No esperaba su reacción, me apené un poco; especialmente al sentir la cercanía con Nina, con aquel ruido tan lindo y cautivante, y la mirada y palabras de la señorita Moonlight -oh no, ellos están bien ... bueno es que: creo que es responsabilidad de un anfitrión...- Me expliqué con una sonrisa, mientras intentaba calmarme y auto convencerme de que solo estaba siendo un buen anfitrión. 

Luego abrí mis ojos y expliqué -además con ésta lluvia no podría dejarlas ir así nada más...- mientras hablaba comenzaba a caminar de vuelta, para acompañarlas y que no se mojen.

-Vaya señor Patricio, es usted todo un caballero - Digo de forma burlona pero agradecida, cosa que se nota en el timbre de voz.