Partida Rol por web

Recibiendo impactos de un lado y otro el Ulfen entró en una espiral de acero intentando acabar con los aninales. Con la serpiente más cerca de el sus ataques se dirigieron a ella mientras su gutural canto continuaba. Ambos hachas encontraron su objetivo.

Shuren esperaba que los poderosos golpes de sus aliados abatieran a la criatura, mas no fue así. Esta se revolvió lanzando dentelladas que hirieron a sus amigos e incluso las heridas que había sufrido a manos de estos parecían cerrarse mágicamente. Si esto se alargaba es posible que la cosa no terminara bien.
Shuren da un paso al frente. Entrando en un estado mental de armonía con su arco deja volar tres flechas con la esperanza de abatir al monstruo que está atacando a sus amigos, mientras murmura: se la flecha, se la flecha

Ailush, al ver a sus compañeros heridos, implora la gracia de su señora Sarenrae y con una oleada de energía positiva, sana parte de sus heridas, como si la regeneración de la Hydra se tratase.

Hakon, casi parte por la mitad de dos hachazos a la Cobra, que tuvo la imprudencia de provocarle.

En un momento determinado, en el fragor de la batalla, y en poco más de unos segundos, tres flechas salen de la retaguardia y impacta fuertemente en el torso de la criatura, clavándose más de la mitad del mástil y derribando a la enorme criatura. Por un instante, Thempus y Kurkoon, piensan que han llegado varios arqueros a ayudar y cuando miran hacia atrás solo ven a Shuren, con cara traviesa y como diciendo ¿¿¿¿he sido yo????.

Hakon saca su varita de la mochila y se dispone a curar sus heridas. Tras ello se dirige a sus compañeros par hacer lo mismo con ellos.

- ¡Maldita bestia!

Thempus aporrea los restos de la hidra en un arrebato de furia.

Cuando se le pasa, se sienta, agotado.

- Deberiamos quemar los restos ¿No?.

Finalmente la brutalidad de los ataques de sus compañeros abatieron a la bestia. Por un precio, ya que Hakon y Kurkoon terminaron bastante magullados. ¡Nada mal por haberse enfrentado a una criatura de leyenda! Aún así, habiendo visto la capacidad de regeneración de la criatura, Ailush puso sus manos en abanico y de las puntas de sus dedos se exapandió un chorro de fuego que alcanzó gran parte del cuerpo de la bestia caída... esperando que no tuvieran que volver a enfrentarse a la criatura más adelante.

-Buen trabajo gente, celebro contar con compañeros tan hábiles.

Shuren una vez abatida la bestia corre hacia sus amigos, busca algo de su morral y se lo muestra a todos.
Chicos, ¿estáis bien?
Por un momento me habéis asustado. Tengo estas cosas quizá puedan ser de ayuda.