Partida Rol por web

Cuando cogeís al viejo, este se despierta asustado e intenta en vano luchar contra la fuerza del inquisidor.

La mirada del viejo Gibs denotaba confusión y miedo, intento en vano empujar al inquisidor y escapar reptando por la cama, pero todo fue en vano.

¡Soltadme gandules! ¿A dónde me habeís traído? ¿Qué le han hecho a mi mujer? ¡Ayuda! ¡Ayuda!  - gritó el viejo.

- Hombre, Gibs el descuartizador dijo el picaro con una sonrisa, descubrimos donde dejabas los craneos de tus victimas, no te hagas ahora el tonto.

- Dinos a cuantos más has asesinado y ! el porque !

Ya empezamos... refunfuña Nerthen, mientras trata de aguantar al viejo con los demás. Las siguientes palabras que le salen son en un tono duro y un volumen alto.

Mírate las manos, viejo! Y el rostro, lo tienes igual! Si quieres te damos un espejo, si con eso entras en razón! Estoy harto de tus juegos, de tus gilipolleces y de tus bravuconadas. Has cometido delitos, crímenes incluso por lo que sabemos, y ya es hora de que saquemos el agua clara de todo esto. En este pueblo pasan cosas muy raras, y tú vas a ayudarnos a entenderlas y ponerles fin!

El viejo se debatía aunque llamaba la atención que se dedicara a pedir ayuda. Estaba ido y lo peor, poseído. Una combinación que parecía letal.

- Te hemos apresado por tu bien, porque un fantasma usa tu cuerpo para matar gente y guardar calaveras en el pozo, Gibbs, hemos encontrado el saco con los cráneos de las víctimas. Ese ser que lo posee, va al memorial y graba las letras de Verosianna, para mancillarlo y liberar así al resto de fantasmas de Harrowstone. Te lleva por el pantano, no sabemos a dónde, dinos, ¿recuerdas alguna maldita cosa? Porque ya ves que saliste de prisión y luego te adentraste por la naturaleza. Tenemos que saber a dónde ibas si queremos liberarte de esta posesión.

Trató de explicarle todo el lío en el que el viejo estaba metido y todo lo malo que estaba haciendo.

- Ahora si recuerda algo y si nos puede llevar hacia el otro lugar que visita. Coopere con nosotros, hemos de terminar con esta maldición.

No sé de que me hablan, lo último que recuerdo es que estaba hablando con Lorcan en las dependencias de la iglesia y luego desperté aquí y ustedes me atacaron. - les dice el hombre con total seguridad.

Yo no sé nada de un descuartizador, yo sólo soy un viejo soldado que sirvió al pueblo durante años hasta que la maldita prisión se quemó.

Resulta evidente para todos que el viejo no les miente, al parecer no guarda ningún recuerdo de las atrocidades que comete durante sus posesiones, tal vez haya algo en la propiedad que los ayude a develar el misterio.

- Cuentanos, que estabas haciendo no recordar nada, pregunto Mondo inquisitivo mientras observaba la reaccion del viejo a su pregunta.

- No es la primera vez que matas a gente inocente, contesta sinceramente

Necesitamos alguna pista, sino rebuscar todo esto va a ser muy largo, penso el picaro mientras esperaba la respuesta del viejo

Negó con la cabeza, incrédulo porque el viejo no supiera nada de sus macabras andanzas.

- Esta casa, ¿qué hacías aquí? ¿de quién es?

Empezaba a pensar que era de uno de los prisioneros de la cárcel. Entonces si buscaban quizá podrían saber algo más sobre él.

- Has estado, entre otras cosas, mancillando el memorial, escribiendo el nombre de Verosianna para conseguir con ello según creo liberar a los fantasmas de Harrowstone.

Pero ya se iban a ocupar ellos de desentrañar el misterio y de parar a ese espíritu.

- La Ouija... el espíritu seguirá aquí pero necesitamos saber su nombre.

Todavía de mal humor, el elfo deja que sean los demás los que dialoguen con el terco hombre. Mientras, al ver que Hugh se pone a investigar, le ayuda removiendo mobiliario para encontrar cualquier pista que les ayude en el rompecabezas.
 

El viejo los  mira desconcertado, luego mira la sangre en sus manos y tras eso observa la habitación.

Yo no sé, yo no sería capaz, yo luché contra la revuelta de los presos, jamás ayudaría a esos bastardos a nada.

Vesorianna, el nombre de la esposa de mi capitán era Vesorianna, sólo él la llamaba Verosianna, el hombre que salpica, no recuerdo su nombre, era un asesino famoso y en aquel entonces yo era apenas un soldado raso.- dice Gibs intentando recordar algo.

Luego calla y observa sus manos sin dar crédito a lo que ve.