Con otro golpe certero, le quitas la vida al hombre que estaba junto a la puerta...
Ahora tienes el camino libre.
Te detienes un momento para escuchar si alguien sube por la escalera, pero te das cuenta que nada parece venir por allí.
La cabeza que cayó rodando se ha quedado en el borde de un escalón, sin terminar de caer hacia abajo.
Estás allí, sola, con la puerta de madera a tu espalda...
Bueno... había llegado la hora de jugársela. Por extraño que parezca, no siente remordimiento alguno al ver los cadáveres de los primeros hombres a quienes quita la vida. Sabe que era necesario. Sabe que era su deber. Sabe que servían a Durza... el mismo Durza que le quitó a su Robert. El mismo Robert a quien debía enfrentarse ahora.
Examina la puerta en busca de la cerradura para abrirla.
Tiro latrocinio? ^^
Dos tiradas:
Inteligencia + Latrocinio, Dif: 6.
Destreza + Latrocinio, Dif: 8.
Tirada: 1d10
Motivo: Inteligencia
Dificultad: 6+
Resultado: 9 (Exito)
Tirada: 5d10
Motivo: Destreza
Dificultad: 8+
Resultados: 4, 5, 4, 10, 10
Exitos: 2
Qué potra! XDDDDDDDDDD
Sientes un click cuando la cerradura cede ante tu habilidad.
Nadie parece haber escuchado el ruido, por lo que todavía tienes via libre...
En ese momento comienzas a escuchar unas voces que hablan en el piso de abajo, no parecen subir por la escalera, simplemente, están charlando justo en la entrada de la torre, por donde te has colado hace un rato.
Freya mira dentro de la habitación... pero... se gira en un último momento para ver el desastre que ha dejado allí fuera. Da media vuelta para coger la cabeza del guardia que había arriba de las escaleras y arrastra los cuerpos a un rincón, lejos de las escaleras y donde haya poca luz. Al menos ganaría algo de tiempo si decidían subir. También para atención a lo que dicen las voces...
¿Percepción?
Abres la puerta y miras hacia dentro...
Ves una cama con dosel vacia, unos muebles lujosos y una silla, de espaldas a la puerta, junto a una chimenea...
Una cabeza asoma por el respaldo de la silla, no parece haberse dado cuenta que estas allí.
Escuchas su respiracion, tranquila...
¿Será Robert?
Freya traga saliva antes de entrar sigilosamente a la estancia. Cierra la puerta tras de sí. Fuera quien fuera quien había allí, ¿no la había oído? Se queda cerca de la puerta, apoyada en ella, intentando calmarse.
¿Robert? Pregunta con un hilo de voz, esperando que su interlocutor gire la cara y al verla, sonría como tantas veces lo había visto hacer antes.
La persona del sillón no se mueve.
Después, comienza a girar la silla lentamente, hasta quedar cara a cara contigo...
Su cara está demacrada y marcada por cortes por todos lados.
Sus ojos son como dos remolinos de negrura, los cuales te miran sin mirarte...
Su boca parece querer emitir un sonido... pero de ella solo sale un ruido grotesco...
Parece ser Robert...
¿O no?
¡Dios mío!
Freya corre hacia Robert y se agacha frente a él. No le tiene miedo. Sabe que no está siendo prudente. Sabe que no parece su Robert, pero siempre ha sido muy impulsiva.
Robert, ¡Robert! Dime algo. Yo... yo... ¡Lo siento! Confiesa mientras nota como las lágrimas empiezan a rodar por sus mejillas en una mezcla de alivio, preocupación y arrepentimiento. Arrepentimiento por haberse ido dejándolo allí.
Lleva sus manos al rostro de él, acariciando sus mejillas con cuidado de no hacerle daño, frunciendo el ceño, horrorizada ante sus heridas.
Cuando cojes el rostro de lo que parece ser tu amigo, este comienza a desarmarse entre tus dedos, como si fuera completamente de tierra o ceniza...
Lentamente, el cuerpo de la criatura queda convertido completamente en cenizas, cubriendo tus manos y tus pies con un polvo oscuro y que huele terrible...
En ese momento, una risa tenebrosa comienza a sonar por todo el lugar, haciendo que se ericen todos los pelos de tu cuerpo.
Freya mira asustada el proceso de descomposicíon del "Robert" que acababa de encontrar. Había sido una trampa, por supuesto. No podía ser tan fácil.
Se pone en pie, sacudiéndose tan rápidamente como puede aquel polvo que se ha quedado en su ropa, y se aparta del montón de cenizas tanto como puede, mirando a todas partes nerviosa para ver de donde viene esa risa.
Su respiracion se acelera, al igual que los latidos de su corazón. Escucha cada uno de los latidos en su cabeza, como si no pudiera escuchar nada más.
Basta, Freya. No puedes permitir que te sea quien sea te vea tan asustada.
Respira hondo un par de veces y consigue tranquilizarse. Su mirada vuelve a ser serena y segura de sí misma. Vale, había sido una trampa ¿y qué?
Me habían dicho que me vendrías a buscar, pequeña. ¿Qué es lo que quieres? ¿Qué regrese contigo? Dice Robert a tu mente.
Aquí tengo poder... tengo todo lo que quiero y más... vete de aquí. No quiero lastimarte, pero si no me dejas opción lo haré.
¿Poder? Empieza a hablar en voz alta, pero termina por usar el mismo método de él, buscando su mente y proyectando sus pensamientos en ella. ¿Eso es todo lo que quieres? ¿Eso es lo que has querido siempre?
Traga saliva. No puede creer que lo haya encontrado. No puede creer que se niegue a regresar con ella.
Poder. Es bastante interesante cuando de no tener absolutamente nada, después lo tienes todo. ¿O piensas que pasaría mi vida acostandome con una puta como tu? Te tirabas a cuanto hombre se te cruzaba en el camino... ¿y me vienes a dar lecciones a mi? Te dice mientras escuchas como se rie.
Eres idiota. Vete.
Freya enarca una ceja. Hasta donde ella sabe, nunca había cobrado a nadie. Pero ese no era el tema. Estaba claro que algo le habían hecho. Algo le habían hecho a Robert para que fuera capaz de hablar así.
¿Sí? Y ¿qué es lo que tienes ahora? ¿En vez de acostarte con una te acuestas con muchas? No me hagas reír... Soy idiota, pero no pienso irme sin ti. Sin que vuelvas a ser tú. Ven y dime a la cara que no te importo.
No me importas. Vete. Dice a tu mente mientras comienza a golpearte psíquicamente.
Tirada: 7d10
Motivo: FV
Dificultad: 7+
Resultados: 7, 8, 8, 1, 2, 1, 9
Exitos: 4
Tira FV a Dif: 7 para resistir.
Tirada: 8d10
Motivo: FV
Dificultad: 7+
Resultados: 10, 2, 2, 8, 7, 4, 3, 9
Exitos: 4
Eres fuerte... veo que te han entrenado bien. Ahora, ya has visto que no tengo reparos en herirte, por lo que te pido que te vayas. Ahora. Te vuelve a decir, esperando tu respuesta para actuar.
He dicho que vengas a decírmelo a la cara. Si cara a cara eres capaz de decirme que ya no te importo. Si eres capaz de despedirte de mí para siempre. Si eres capaz de herirme... si me convences de que quieres quedarte por voluntad propia. Sólo entonces me iré.