Partida Rol por web

Ha pasado un mes desde la misión de Miró y todavía ronda en el aire el fracaso de la misma. Unas seres artrópodos denominados por el Alto Mano como Arañas mostraron más resistencia de la que se había previsto y hubo muchas bajas. Al final el coronel O'Neill lanzó una Bomba Paraíso y destrozó todo lo que quedaba de las madrigueras de esos bichos.

Tras eso ha habido restructuraciones entres las compañías y se han traído nuevos refuerzos desde Terra. La compañía Charlie es una de las que salió peor paradas y por ellos ha quedado en reserva mientras la compañía Alfa se encarga de la siguiente misión.

Sois uno de los nuevos pelotones, soldados reunidos para recomponer la compañía que no se conocían hace pocos días. Vuestra nave, Orgullo de Terra, orbita el planeta capital de una nueva raza pero vosotros solo entrenáis y pasáis los ratos libres en la cantina.

El pelotón está al cargo de un Teniente de despacho que había llegado nuevo antes de lo de Miró, el Teniente Ring. habéis tenido poco contacto pero no te da buena espina.

A las 14:00 te llama: Sargento Tequila, reúna a su pelotón y preséntense con todo el equipo de campaña en el hangar en 30 minutos junto al resto de pelotones, rápido sargento.

Parece bastante cabreado y por como has visto pasar antes a otros sargentos, te ha dejado para el último por alguna razón....solo tienes 30 minutos para localizar a tu equipo y que se presente preparado para ser lanzado.

Luego de la reunión con su superior, Tequila por fin pudo respirar y desacomodar su cuerpo nuevamente. La noche anterior había sido fatídica para el hígado del sargento, quien no salió de la cantina sino hasta recibir el repentino llamado del nuevo teniente. Se las arregló para parecer medianamente sobrio en su presencia, pero ahora el problema era realizar la solicitud del teniente bajo todo ese alcohol que aún tenía encima. El joven sargento caminaba de arriba a bajo por Orgullo de Terra, agachaba su cuerpo bajo cualquier consola o escritorio que encontraba, molestando e incomodando al personal de la nave a partes iguales.

-Ehh, ¿peltón? ... ¿Ónde se habán metio esos chicos?- Murmuraba mientras continuaba con su incansable búsqueda sin encontrar a ninguno de sus nuevos subordinados.

Benito se queda un buen rato mirando por una de las ventanas de la nave; no parpadea, su mirada se encuentra totalmente fija en el nuevo planeta, comienza a salivar y acompañando a una repentina erección mueve levemente sus caderas hacia adelante y hacia atrás.

—FFffssh… —sorbe su saliva de manera desagradablemente sonora, mientras dice en voz alta para sí mismo sin apartar la mirada de la ventana— joder… voy… ¡¡VOY A REVENTARLOS A TODOS!! Fffssh… —vuelve a sorber su saliva.

De repente, sin dar indicio de aviso, se aparta bruscamente de la ventana y comienza a hablar con los soldados que tenía más cerca, sin importarle que su erección se ganara su repudio —QUÉ PASA TÍOS, ¿LISTOS PARA REVENTAR CABEZAS? JEJEJE ¡¡¿CUÁNTAS MUERTES LLEVÁIS?!! YO LLEVO MUCHAS JEJEJEJE— no baja su tono de voz, siendo desagradablemente alto a pesar de estar al lado de los destinatarios de sus palabras.

En un extremo apartado del puente de la nave, Akira observa por la ventana el planeta, mientras da vueltas a un pequeño vaso metálico que contiene una bebida supuestamente fuerte, pero que a ella, como siempre, no le sabe más que a agua. 

Oye, a lo lejos, a algún borracho o perturbado gritando a pesar de que sus interlocutores (interlocutores involuntarios, probablemente) se hallan a su lado. Si ella puede oírle desde donde está, a ellos deben de estarles estallando los tímpanos. 

Con un largo suspiro de resignación, apura el vaso -nada, ninguna sensación, por supuesto, ni siquiera un hormigueo de los dedos- y se da la vuelta, quedando con la espalda apoyada en el cristal. Ya está harta de observar el planeta. Por lo menos ha podido encontrar este rincón en la abarrotada nave ligeramente tranquilo y solitario. Observa, a través de un cristal de uno de los cubículos, al personal de la nave removerse, como si alguien les estuviera molestando. Otro borracho, sin duda. 

Deja que su espalda resbale por el cristal hasta quedar sentada en el suelo, y saca su espada con un movimiento fluido. De un bolsillo extrae una piedra de afilar y se dedica a pasarla suavemente por el filo, emitiendo un sonido monótono. 

Ojalá nos asignen pronto algo que hacer. 

Apoyado en una barandilla de una de las pasarelas superiores del hangar contemplo con impaciencia las naves de asalto que reposan bastantes metros por debajo mio.

Pronto nos harán embarcar y por los rumores de los veteranos después de una operación fracasada todos los jodidos oficiales de la cadena de mando están ansiosos por lavar su honor. Él problema es que ellos no se mojan las manos se limitan a emplearnos para lavarlo incrementando lo meritorio de la victoria. Dicen que sólo se calma la cosa cuando consiguen la victoria o cuando desde Terra llegan nuevos oficiales para reemplazarlos.

Cuando lo oí intervine apuntando que era por nuestras bajas, todavía resuenan en mis oídos sus carcajadas, me dijeron que era por lo que costaba nuestro equipo.

Me parece que mis compañeros de pelotón ya no estaban conmigo. La verdad sólo recuerdo que al salir de las duchas fuimos a la cantina y… ahora estoy aquí.

Vuelvo a asegurarme que tengo el comunicador activado. – Sí quieren algo ya me avisaran de momento no tengo ninguna tarea asignada, – me digo a mi mismo en voz baja.

El Cabo Sheriff se presenta ante el Sargento Tequila, cuadrándose, haciendo el saludo militar y chocando los tacones de sus botas.

A sus órdenes mi sargento. Puede contar conmigo para meter en vereda a esa panda de haraganes y para matar a cualquier cosa no humana que haya en el universo. Como dijo una vez alguien muy sabio "He venido aquí a mascar chicle y patear culos, y me he quedado sin chicle"

++++++++ 15:15 horas +++++++

El sargento Tequila comienza asiente al cabo Sheriff y ambos parten en busca del resto del pelotón. Encontrarlos y que se equipen para la misión les lleva los 30 minutos que le había dado el teniente Ring por lo que cuando llegan al hangar el resto de pelotones están escuchando el informe de la misión.

Algunos soldados muestran sonrisas cuando os ven aparecer corriendo desde el elevador de la cubierta y el teniente se percata de vuestra llegada.

- Vaya pero si es el pelotón del sargento Tequila ¿han encontrado el hangar o se han perdido y llegado aquí por casualidad?  - se vuelve al resto de pelotones y grita: ¡Soldados, embarquen! ¡Por Terra! Los soldados contestan ¡Por Terra! y salen disparados hacia las cápsulas de lanzamiento.

Entonces se acerca al sargento y le tiende una placa de datos mientras mira al resto del pelotón: Si tuviera otras tropas en la nave las mandaría y les pondría a limpiar letrinas hasta el próximo planeta....siga así y será unos de los suboficiales más rápidamente degradados sin entrar en combate....¡Embarquen!

Jiji… jijiji… - Benito se ríe en relativa voz baja mientras escucha la bronca que le está cayendo a Tequila – jiji… je… qué pringao… - me acerco al hombro de Hug y le pregunto susurrando - ¿cuánto crees que durará vivo? Jiji…

En cuanto el teniente ordena embarcar en la cápsula, Benito no puede evitar dar un grito de alegría - ¡¡SÍII!! – Corre en dirección a su asiento con la emoción de un niño pequeño al que llevan a un parque de atracciones, empujando por el camino a quien no sea lo suficientemente rápido para embarcar o apartarse de su camino.

¡Vamos a jugar! Chá chá, vamos vamos a… ¡matar! Vamos a reír ¡Chá chá! Vamos vamos a… - comienza a cantar una absurda pero pegadiza canción mientras se abrocha los arneses de seguridad. Una sonrisa de oreja a oreja es lo último que se ve de su rostro hasta que termina de colocarse el casco, momento tras el cual el resto de soldados deja oír su canturreo… hasta el momento en que recuerde que puede mantener la comunicación con el resto de compañeros incluso con el casco puesto.

Hasta no llegar a tierra, Benito se mantiene abrazado a su ametralladora, acariciándola como si fuera una especie de gato que tiene en brazos.

Entre tanto correr de un lado a otro de Orgullo de Terra, el joven sargento se había logrado recuperar un poco de las secuelas de su buena vida. -Maldición ya están todos aquí.- Se colocó frente a su pelotón de forma bastante firme en comparación a como estaba momentos antes, y recibió sin arrugarse todas las risas y chistes malos del odioso teniente Ring. Era algo que en verdad le daba igual al joven y despreocupado sargento, pero lo que sí no le gustaba era que los miembros de su pelotón fuesen señalados también por su falta, lo que terminaría por extinguir cualquier síntoma de resaca que quedase sobre el joven sargento en aquel momento.

-¡Embarquen!- Se dirigió Tequila con pose marcial y muy serio a sus subordinados para empezar a correr al área de las capsulas. Aunque tal seriedad no le duraría mucho luego de ver como Benito corría cual niño en busca de caramelos en dirección de la zona de abordaje. -Este Benito.- No pudo evitar soltar una sonrisa en el trayecto.

Una vez frente a las capsulas, el sargento esperó a todo su pelotón para expresar unas palabras.

-Soldados, sé que este no es el mejor inicio ni mucho menos, pero como en el beisbol: "Lo importante no es cómo empieza sino cómo termina" ¡Y esto acaba de comenzar! No dejaremos que ningún bebito nacido en cuna de oro nos venga a decir que no somos buenos en lo que hacemos. ¡Cuando se trata de eliminar alienígenas somos los mejores! ¡¡Y le haremos tragar sus palabras!! ¡¡¡A él y a todos esos lameculos que se rieron de nosotros!!!- Exclamó con pícara sonrisa. -Ahora. ¡Embarquen! ¡Embarquen! Les prometo que habrá un buen menú para hoy.- Agitó ligeramente la placa de datos en dirección al pelotón con cómplice mirada en su rostro antes de ver a su equipo embarcar para hacer él lo propio entonces.

Aunque todavía no recuerdo como había llegado al hangar al ver que iban entrando los soldados de nuestra compañía con el equipo de campaña y procedían a embarcar me fui a equipar volviendo a las puertas para unirme a mi pelotón cuando llegaran ya que nuestra capsula estaba vacía todavía.

Cuando me encuentra el sargento que ya ha reunido al resto del pelotón, me coloco al lado de los otros soldados intentando pasar desapercibido. Mas o menos lo logro hasta que Benito comienza a hablar haciendo que la gente se gire a mirarnos.

Intento permanecer estoico notando la mirada del Teniente Ring que parece llevar acoplada un cañón de energía mientras Benito me habla sin parar de mirar hacía él.

Me temo que tomara nota de nuestro pelotón para que no nos aburramos en el planeta.

Cuando el sargento nos ordena embarcar hago una salutación militar. – A sus ordenes sargento Tequila.

Una vez en la capsula comienzo la revisión de los sistemas de la armadura para asegurarme que esta bien ajustada antes de ponerme el casco y asegurarme mediante los arneses.

El cabo Sheriff se queda fuera de la cápsula asegurándose de que todos los soldados del pelotón están dentro de la misma y convenientemente asegurados. Se pone a buscar al chino de los cojones que no ha aparecido todavía. 

Soldado Filofrío, como no aparezca pronto, le va a caer un puro que no va a salir del calabozo en lo que le queda de vida

Al final, cuando la espada estuvo ya tan afilada que alguien se podría haber afeitado con ella, Akira suspiró y decidió ir a la cantina a por más alcohol. Probablemente no le hiciera nada, como siempre, pero por intentarlo no se perdía nada. 

Sin embargo, no llegó a la cantina. Por el camino, se encontró con el resto de su pelotón (advirtió con un cierto desagrado que el perturbado al que había oído antes gritar no era otro que el soldado Jiménez, así que no era un perturbado, sino su perturbado). Parecía que se dirigían al hangar con cierta prisa, como si llegaran tarde. Akira les siguió por los pasillos hasta que llegaron a su destino, y justo iba a presentarse al sargento cuando el teniente Ring se dirigió a él y empezó a echarle la bronca por llegar tarde, amenazándole con la degradación. 

Empezamos bien, se dijo Akira.

Avanzó hacia la cápsula, en la que ya estaba entrando Jiménez con su cancioncilla, y ve a Pedraforca presentarse al sargento. Luego, escucha abstraída el discurso de Tequila, pensando en que la bronca del Teniente probablemente les costara que les mandasen directamente al nido de las tarántulas gigantes comeojos, y que lo de demostrar lo que valían sería solo si lograban salir de una pieza. 

El cabo la sacó bruscamente de su pequeña ensoñación. 

-Soldado Filofrío, como no aparezca pronto, le va a caer un puro que no va a salir del calabozo en lo que le queda de vida- Dijo en su habitual tono agresivo. Casi podía oírle pensar insultos hacia su persona, pero no le importaron. Es una de las cosas a las que más rápidamente se acostumbra uno en el ejército.

Akira avanzó rápidamente los pasos que le separaban de la cápsula, y una pequeña vocecilla en su mente le pidió que contestara al cabo como se merecía, pero, como siempre, no duró más que un segundo. 

Pasó al lado del cabo como si éste no existiera, y entró en la nave, cuadrándose y haciendo un saludo militar al sargento mientras sus botas resuenan contra el suelo metálico. 

-Señor, soldado Filofrío lista- Acto seguido se sentó donde le correspondía y se abrochó los cinturones- Si me permite, señor sargento, ¿Cuáles son los detalles de la misión? ¿Le ha informado el Teniente?

Una vez todos en sus puestos, Tequila hace un gesto con la cabeza al cabo Sheriff para que asegure la puerta de la capsula y tome posición también.

-Al parecer a los de arriba, o a nuestro querido teniente Ring le pareció buena idea el lanzarnos directos al panal sin ninguna información de ante mano.- Respondió resignado y con tono poco formal a la pregunta de Filofrío. -Bueno, veamos que nos tienen preparado en esta ocasión.- Levantó entonces la placa de datos para estudiar los detalles de la misión.

Misión X27-EH45Y/98

Planeta: Goya

Forma de Vida: Muy diversa y exótica. Se desconoce todavía si se encontrará una inteligente.

Descripción del planeta: Pequeño, 0,65 veces Terra. Presenta un único gran continente rodeado de agua y pequeños archipiélagos. Una vegetación exuberante y lozana cubre la superficie de este boscoso planeta. Los bosques de la superficie están rebosantes de formas de vida diversas.

Detalles de misión: A las 10:00 horas aterriza la cabeza de playa formada por unidades de la Compañía Alfa pero a la 12:00 se pierde el contacto con el pelotón de avanzadilla. 

La Compañía Alfa está desplegada explorando el planeta, se mandan tropas de la reserva para establecer contacto con el pelotón perdido.

Se le facilita una unidad de radio extra para que la entregue al pelotón de la Compañía Alfa cuando lo localicen.

++++++++ 15:30 horas +++++++

Las cápsulas de lanzamiento son unidades de transporte para despliegue rápido de tropas. Tienen forma de pirámide siendo la base la que planta cara a la atmósfera del planeta y la que toma contacto con el suelo. El interior consiste en una viga central que sustenta los nervios en los que se sustentan las puertas y los anclajes para las armaduras de los soldados. Dentro de la cápsula encontráis una unidad de radio adicional.

-Ajam. Veamos...- Se toma unos segundos antes de revelar los detalles a su pelotón. -Planeta Goya. Boscoso en su mayoría y formado por un gran súper continente rodeado de océanos. Formas de vida muchas, diversas y exóticas, aunque no se ha encontrado nada inteligente aún. Nuestra misión: Conseguir hacer contacto con un pelotón de la Compañía Alfa perdido mientras realizaba labores de avanzada. Oh, y también les debemos entregar este equipo una vez logremos contacto.- Concluye en un tono bastante elevado para que todos le puedan escuchar, además mostrando un equipo de radio extra con su mano levantada. Luego, y en una acción bastante informal, pasa la placa de datos a la curiosa Filofrío y el resto del pelotón.

Akira recibe, no sin cierta sorpresa, la placa de datos, tras escuchar el informe del sargento. El gesto resulta bastante informal, pero a la soldado le agrada. Parece que el sargento no es tan malo después de todo.

Desde luego, por ahí hay gente mucho peor. 

-Gracias, señor.

La misión parecía de rescate y entrega, así que por lo menos no les iban a mandar directamente al centro del avispero aún. Aunque no se sabe lo que podrían encontrarse, por lo menos ya era algo. Esperaba que las formas de vida "muchas, diversas y exóticas" no saltaran sobre ellos y se los comieran a modo de postre tras haber dado cuenta del pelotón de la compañía Alfa. Akira no se engañaba: las posibilidades de que un pelotón siguiera con vida en medio de un planeta hostil eran bajas, pero harían lo que pudieran. Tras lo de hoy, no podemos permitirnos cagarla.

Tras leer la placa de datos, se la pasa a Hug Pedraforca, el soldado que tiene más cerca.