Partida Rol por web

Alístate, conocerás mundos

Merecido descanso

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29/11/2016, 16:58
Sheriff

Notas de juego

Pensaba que el equipo se almacenaba en el hangar. Si no, pasamos antes por los barracones a pertrecharnos.

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29/11/2016, 17:51
Akira Filofrío

En cuanto volvieron al Orgullo de Terra, Akira se dirigió directa a su cubículo. Se encontraba cansada, tanto física como mentalmente. Parecía que en cada misión perdían a un buen luchador: en Goya, a Tequila, en Rembrandt, a Lanza. Además, Piñeiro había sido arrestado, por lo que era como perder a dos. Se encontraba bastante harta, y como siempre que estaba muy cansada o algo deprimida las memorias de su hogar volvían a ella, dejándole un regusto amargo entre el dolor y la nostalgia. Pensó ir a la cantina, y beber, beber todo lo posible hasta que su conciencia se diluyera. Pero sabía que no era posible, que el alcohol no la afectaría lo más mínimo, que no sentía ni un cosquilleo en los dedos. Recordó que una vez había bebido tanto que vació prácticamente un bar entero, y cuando llevaba ya litros de alcohol en el cuerpo sin sentir nada más que malestar en el estómago, cayó redonda, habiendo bebido tanto que mataría a un hombre fornido. Se pasó dos días en coma, hasta que los médicos lograron reanimarla. Desde entonces, había preferido no volver a pasarse en sus intentos de conseguir emborracharse. 

Así que en vez de ir a la cantina, donde sin duda estarían sus compañeros, se quitó la mellada armadura de MandelBrite, dejándola reparándose, y se dio una buena ducha. Sintiéndose algo mejor, se fue a la zona de armamento, a volver a probar suerte con la electroespada. De nuevo, no se la dieron, pero el hombre de mantenimiento, que siempre era amable, se ofreció a mejorar su equipo en compensación. Recogió su espada y su rifle y se los llevó. Volvió al poco con el rifle, al que había incorporado munición disruptora y una mirilla estabilizadora que ampliarían la precisión y el daño. 

Con la espada se demoró bastante más. Tras unos veinte minutos, cuando Akira estaba a punto de irse, el hombre reapareció, diciendo:

-Perdona la espera. Esto nos acaba de llegar. Creo que te servirá mejor que tu antigua espada. 

Akira miró dentro del maletín que le tendía, y vio lo que le había dado, y quedó impresionada. En su interior, en una funda diseñada para acoplarse a la MandelBrite, descansaba lo que la compañía KenKaji Technolgy había sacado al mercado hacía tan solo unas semanas, y que habían llamado Kurohime, la Princesa Negra, su diseño más moderno y puntero. 

Su aspecto sobrio y no muy llamativo contrastaba brutalmente con la cantidad de tecnología que había sido necesaria para su creación. No tenía botones, baterías, ni ninguna función activable: toda su tecnología estaba en los materiales. Hecha de aleación de bioacero, su corazón era cien veces más duro que el diamante, pero flexible como el acero. Su filo estaba hecho de materiales nanomoleculares auto regenerativos, que reparaban el filo tras cada uso, consiguiendo un borde como nuevo con cada corte. Gracias a su reordenación atómica, el filo era tan fino como una sola molécula, capaz de penetrar cualquier material sin resistencia, ya que se deslizaba entre las propias moléculas del objetivo, rompiendo sus enlaces. Era capaz incluso de adaptar su propia estructura reactivamente ante un ataque, fortaleciendo zonas concretas con malla de nanotubos de carbono, por lo que era tan buena para parar golpes como para darlos. Estaba inspirada en las katanas, aunque tenía un mango más corto y una hoja más recta, y, tal y como su nombre de Princesa Negra sugería, era negro mate entera, del mango a la punta de la hoja, cubierta por un material antirreflectante. 

Akira le dio las gracias efusivamente al hombre, y se la llevó de allí con su funda. Se sentía un poco insegura, porque hacía muchos años que no blandía una katana. Había dejado de hacerlo para evitar recordar su hogar, pero aquella no era un arma que pudiera rechazar. Se adaptaba a su mano como si hubiera sido hecha para ella, y el peso y el equilibrio eran perfectos. Así que en vez de volver a su cubículo, se dirigió al campo de entrenamiento con su nueva kurohime en la mano. 

En el campo de entrenamiento había muchos soldados, a lo largo de sus casi ciento cincuenta metros de largo, practicando con sus armas de fuego. La parte de las armas cuerpo a cuerpo estaba vacía, con sus maniquíes y obstáculos quietos, esperando los golpes. Akira se dirigió allí y comenzó con sus ejercicios de calentamiento, apartándose el pelo de la cara. Al final había decidido dejárselo por los hombros en vez de cortárselo. 

Tras unos minutos cogió la kurohime y la desenfundó. Su nombre, escrito en kanjis, brilló en la hoja. Comenzó a girar, bailando por entre los maniquíes cada vez más rápido, marcando los golpes mientras se hacía con el arma y sus proporciones. Giraba, torcía y saltaba, elegante y grácil como una pantera por entre los objetivos, estirando y relajando los músculos de su tonificado cuerpo una y otra vez, notando la conexión entre ella y el arma. Aumentó la velocidad, y se movió elegantemente mientras descabezaba maniquíes de acero como si solo fueran mantequilla, cortando el aire con un silbido apagado. Pronto gotas de sudor aparecieron por su cuerpo, pero no se detuvo. Perdió la noción del tiempo mientras se entregaba al frenesí de la danza del combate. 

Por fin, tras un tiempo indeterminado, Akira se detuvo grácilmente, aterrizando en posición con la espada baja. Se giró, suspirando, y pensó que se encontraba mejor cuando se giró, y notó lo desagradable sensación de ser objeto de un centenar de miradas. 

La zona de entrenamiento estaba en silencio, y todos los soldados habían dejado de entrenar para mirarla. Algunos parecían impresionados, otros confusos, y aunque muchos miraban la espada, había otros tantos que la miraban a ella, no por sus habilidades, sino de forma un tanto descarada recorriendo su cuerpo, recubierto por la ropa de entrenamientos, algo ajustada. Su expresión se endureció, y su mano apretó el mango de la kurohime. 

Quién sabe que habría pasado entonces si, de repente, rompiendo el tenso silencio, no hubiera atronado la megafonía de la nave, sacando a todos de su silencio y rompiendo la atmósfera peligrosa. 

- ¡Atención! ¡Atención! Todos los componentes de la tercera compañía preséntense en el hangar. Repito. Todos los componentes de la tercera compañía preséntense en el hangar.

Akira aprovechó la ocasión, enfundó la espada y salió corriendo a toda velocidad hacia su cubículo, donde recogió su equipo (ya reparado) y se puso la armadura. Inmediatamente se dirigió corriendo al hangar. Por el camino, oyó a Pedraforca en el comunicador. 

-Recibido, estoy de camino-respondió.

Siguió corriendo hasta llegar al hangar. Agradeció aquella misión en su fuero interno, y el ligero peso de la katana en el hombro la reconfortaba. 

Notas de juego

Disculpad todos, he tenido un pequeño malentendido con el master :) Os pongo un post más largo para compensarlo. 

(Si me he flipado con la espada lo dices, Master xD)

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01/12/2016, 12:56
Director
Sólo para el director
- Tiradas (6)

Tirada oculta

Motivo: Habilidad alienígena

Tirada: 1d20

Resultado: 20

Tirada oculta

Motivo: Habilidad alienígena

Tirada: 1d20

Resultado: 2

Tirada oculta

Motivo: Nombre planeta

Tirada: 1d20

Resultado: 12

Tirada oculta

Motivo: Descripción planeta

Tirada: 1d20

Resultado: 12

Tirada oculta

Motivo: Forma de vida

Tirada: 1d20

Resultado: 4

Tirada oculta

Motivo: Habilidad especial

Tirada: 1d20

Resultado: 19

Notas de juego

Habilidad: HC+1 (no me quedo con el 20 porque sería HA=10)

Nombre planeta: Monet

Descripción: Lluvioso

Forma de vida: felina

Habilidad especial: saltar

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01/12/2016, 13:18
Director

Pasáis por el dormitorio para pillar vuestra armadura y por el arsenal a recoger las armas. A pesar de las carreras, existe un orden y una disciplina propia de los años de trabajo por parte de los cabos y sargentos de la Compañía Charlie. La alarma de combate no cesa hasta que todas las escuadras están formadas en el hangar del Orgullo de Terra, el crucero ligero que alberga a toda vuestra compañía.

Cada tres o cuatro escuadras hay un teniente también en posición de firmes; el teniente Ring forma delante de vosotros, la escuadra del sargento Carlson y la escuadra del veterano sargento Zim. 

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01/12/2016, 13:38
Sargento Carlson

Carlson no pierde la oportunidad de lanzarle una pulla a Sheriff cuando las escuadras se colocan.

- Vaya ¿otro nuevo en tu escuadra? - dice con una sonrisita. Les va a salir más rentable degradarte que seguir reponiendo soldados al ritmo que los pierdes.

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01/12/2016, 15:17
Hug Pedraforca

Me muerdo la lengua conteniéndome ya que se que quiere que saltemos y se que nuestro sargento no necesita nuestra ayuda para encargarse de Carlson.

Mientras intento descubrir que tipo de planeta tenemos que limpiar esta vez por los comentarios de las escuadras mas próximas.

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01/12/2016, 15:19
Director

No consigues enterarte de nada, al parecer se está manteniendo en secreto y tiene pinta que ni si quiera Ring conoce la misión.

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01/12/2016, 15:22
Sheriff

Hola Carlson. Es lo que pasa a veces cuando combates al enemigo. Deberías probarlo algún día.

Coloco a mi escuadra en posición, en espera de instrucciones.

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01/12/2016, 15:26
Sargento Carlson

Ni si quiera la contestación de Sheriff consigue borrar su sonrisa: Ni loco, a lo que tú llamas combatir los demás le llamamos sacrificar soldados.

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01/12/2016, 15:27
Teniente Ring

El teniente Ring gira levemente la cabeza para mirar de reojo a los dos suboficilaes sin perder la posición: ¡Silencio! COmo me hagan quedar mal delante del capitán los degrado a mozo de cocina.

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01/12/2016, 15:28
Director

En esos momentos se escucha de parte de la teniente O'niel ¡Atención!¡Fiiiiiiirmes! Es la mujer de mayor graduación en la compañía y la más veterana de los tenientes; según las habladurías no ha llegado a Capitán por su género.

El hangar queda prácticamente en silencio antes de que más de un centenar de pares de botas choquen en los talones y los propietarios se enderezcan saludando a su superior, el capitán John H. Miller. Militar de carrera y con tradición familiar, dicen las malas lenguas que fue degradado por insubordinación y que ahora está esperando un nuevo ascenso a comandante.

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01/12/2016, 15:42
Capitán John H. Miller

Avanza con paso seguro y llega a una posición en el centro de la línea para saludar a sus hombres y mujeres: Descansen, no necesita alzar la voz para que se le escuche perfectamente. Hace unas horas el Alto Mando ha dado luz verde a varias compañías para asaltar el próximo objetivo. La operación se ha mantenido en secreto hasta el momento pero los preparativos sa han realizado a tiempo -  no parece que vaya a dar muchas explicaciones de por qué se ha actuado así ¿podría haber espías o traidores entre los soldados? - Se ha denominado Monet a este planeta asolado por lluvias torrenciales que lo señalan como un lugar deprimente e inhóspito. La superficie es terrestre principalmente, pero está cubierta de lagos, ríos y mares. Nubes y frentes de tormenta cruzan el planeta continuamente descargando una lluvia implacable y fustigadora de forma casi constante. Con las lluvias más densas la visibilidad puede ser terrible y el barro bajo los pies muchas veces resulta traicionero -  otro fantástico lugar para enfrentarse a los enemigos de Terra. 

A pesar del clima una raza bastante avanzada de félidos lo considera su hogar y el centro del pequeño imperio que han formado en este sistema. Son seres inteligentes rápidos y acostumbrados a ese maldito clima así que no se confíen.

Se escuchan algunos murmullos entre la tropa antes de que continúe: Un total de diez compañías realizaremos el asalto y las peores deberán limpiar el resto de planetas y asteroides mientras que las mejores se largan en busca de nuevas glorias. Ni que decir tiene que no quiero pasar aquí más tiempo del estrictamente necesario. 

Entonces mira a su segunda: Teniente, rompan filas.

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01/12/2016, 15:56
Director

La teniente saluda al capitán y se adelanta unos pasos antes de encarar a los soldados: ¡Compañía!¡Rompan filas! Los tenientes saludan y a su vez se giran hacia sus escuadras para trasmitir las órdenes.

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01/12/2016, 15:58
Teniente Ring

El teniente mira a sus tres suboficiales: Sargentos, metan a sus hombres en las cápsulas de desembarco....a paso ligero

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02/12/2016, 19:24
Akira Filofrío

Akira se mantuvo firme, algo sorprendida por aquella reunión de altos cargos. Estaba incluso la Teniente O'Niel, a la que Akira profesaba gran respeto. Era toda una soldado, decidida, firme y fuerte. Un ejemplo para las demás mujeres del ejército de Terra. 

Se mantuvo callada, tratando de normalizar su respiración tras el entrenamiento y la carrera hasta el hangar, mientras el sargento Carslon hacía de las suyas. ¿Por qué diablos no podía matarlo un alien de una vez? Sus vidas serían mucho más tranquilas. Le odió especialmente cuando mencionó sus pérdidas en combate. Contuvo las ganas de decapitarlo con su nueva arma.

Por suerte, Sheriff estuvo al quite, y pronto el informe les impidió seguir hablando. Al parecer era una misión peliaguda, en un planeta complicado. Los aliens tendrían ventaja sobre el terreno. Akira esperó que pudieran con aquello. 

Se preparó para entrar en la cápsula de desembarco a la orden de Sheriff. 

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02/12/2016, 23:48
Hug Pedraforca

Repentinamente la disputa se ve acallada por la cantidad de mandos que toman la palabra ante nosotros, hasta la legendaria teniente O’Neil y finalmente el mismo capitán John H. Miller.

Esta claro que esta operación si la consideran importante, los otros planetas los debían considerar muy fáciles de conquistar. Cuando comienza a describir las características tengo claro que sera como Goya, por el clima y los pantanos, y Rembrant por una civilización avanzara tecnológicamente. Nada sencillo.

Permanezco con un semblante tranquilo detrás de nuestro sargento aguardando a que nos toque el turno de subir a nuestra capsula de desembarco.

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05/12/2016, 12:49
Sheriff

Se enciende una luz verde en el visor de Sheriff, y le indica el número de la cápsula que corresponde al pelotón. "Joder, ya es mala suerte, la 1313" piensa el sargento.

"Pelotón, síganme que ya nos toca embarcar."

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05/12/2016, 12:55
Katy Katty

- Sí señor.- digo de forma poco animada y caminando hacia la cápsula correspondiente. No creía en supersiticiones, aunque por la cara de Sheriff pude ver que él sí que creía en ellas, o al menos expresión de sorpresa es lo que creí ver en su cara.

Aseguré el arma y me ajusté las botas para que no se soltaran en combate y me adentré en la cápsula 1313 tras Sheriff.

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05/12/2016, 13:01
Teniente Ring

Después de hablar con los sargentos Zim y Carlson, el teniente Ring llega hasta vuestra cápsula: Sargento, en esta misión iré con ustedes. Dicho esto el teniente se asoma a la cápsula, más grande que la estándar, y se coloca en uno de los asientos que lindan con la puerta.

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05/12/2016, 13:10
Sheriff

"Susórdenesmiteniente, haremos que se sienta como en casa"